Reflexión del final
Por la Coordinadora del proyecto "Al Banquillo", Lic. Virginia Casas.
Intentaré una reflexión sobre lo ocurrido en "Al Banquillo", conservando dos ejes a modo de guía:
- Los aportes efectuados por la Fiscalía como limitaciones al Derecho enunciado.
- la movilización simbólica que el debate puso en juego.
En el inicio de "Al banquillo", la Fiscalía propone que el artículo 29 se reformule, quedando el texto de la siguiente forma:
"El niño tiene derecho a una educación que desarrolle todas sus potencialidades, libre, indiscriminada y responsable, con el apoyo y la ayuda del Estado".
La Defensa responde que esto no ocurre. La "ciudad" aparece como la representante más próxima del Estado, y reclaman que debería asegurarles el derecho a la educación porque perciben que el Estado no es eficiente en la defensa de una educación para todos los chicos.
Mencionan que las escuelas no son ámbitos de desarrollo ni de respeto, son instituciones donde se producen discriminaciones.
La Fiscalía comprende que la debilidad de la Defensa es no haber descartado sus aportes, sino que refuerza el concepto de ausencia del Estado. La Defensa entiende que las modificaciones al Art. 29 que propone la Fiscalía son una enumeración de condiciones que como Fiscales deberían asegurar que se cumplieran, para que el Derecho no sea violado.
En definitiva, ambos han priorizado a la educación como condición esencial en el proceso de desarrollo de los chicos.
Demandan el libre acceso a la educación que les asegure crecimiento pleno, de acuerdo a sus potencialidades, sin discriminación ni limitaciones asociadas a las variables socio económicas del medio familiar.
En el Artículo 12, la Fiscalía aporta los límites al Derecho de expresar su opinón, "con madurez y estando informado", "con conocimientos fundamentales y elementales sobre el tema que se está tratando".
La Defensa insiste en el Derecho de los chicos a expresar su opinión en todos los temas. A participar de todos los debates, a reclamar la información necesaria. Destacan el rol del adulto como interlocutor y proveedor de la información que se demanda.
Aparecen los temas que los preocupan: sexo, drogas, relaciones humanas.
¿Cómo saber cuándo se está opinando con madurez y con conocimientos fundamentales, si los chicos perciben que a los adultos les faltan palabras para referirse al sexo, a las drogas, a los vínculos con los otros?
En relación al Artículo 18, la responsabilidad de los padres en la crianza de sus hijos, es quizás el punto de mayor acuerdo entre las ponencias de la Fiscalía y la Defensoría. La Fiscalía expresa el condicionante de criar a los hijos en la medida en que la familia no los perjudique (en caso contrario, aparece la preeminencia del Estado tutelar).
La Defensa coincide en que la indiferencia de los padres condena a los chicos a no ser personas completas, al abandono y a la infelicidad.
Es notable cómo moviliza a los chicos el tema de la familia, (cualquiera sea su constitución).
"La familia es una institución eterna", dice Pichón Rivière -fundador de la Escuela Social en la Argentina- por lo cual su protagonismo se percibe como una pieza clave en la vida de los chicos.
Vale aquí decir que la familia es el espacio de las primeras representaciones, que dan significatividad a la existencia humana. Para los adultos presentes durante el debate, fue una demanda que superó los ámbitos de responsabilidad del Estado o de los particulares.
Nos compromete a todos los adultos.
"No es necesario llegar a ser adultos para opinar", dice la Defensa en su ponencia final.
Pero es necesario que los adultos propiciemos espacios para que los chicos sean los protagonistas. Es necesario que los adultos sepamos escuchar sin sentirnos compelidos a defender posiciones a ultranza.
Es un buen comienzo reconocer que la experiencia de "Al Banquillo" debe mejorarse en sus aspectos organizativos.
Como docente me planteo si hemos tomado conciencia del valor de las Ciencias Sociales que se enseñan en el Tercer Ciclo de la EGB (Educación General Básica): la construcción de la ciudadanía se fortalece en el ejercicio cotidiano de los Derechos. Y esto es posible si se reconoce en el ámbito próximo, cuáles son las estructuras del Estado y sus responsabilidades.
Tal vez repitamos "Al Banquillo" en el 2001. O quizás los chicos nos demanden el espacio para desarrollar otra propuesta.... pero diría el poeta André Bretón, "no ha de ser el miedo a la locura lo que nos obligue a bajar las banderas de la imaginación".
Virginia Casas