SUMARIO Nº 11
Editorial
Cantos negros de nuestra América morena
Macunaíma de Mario de Andrade. Por Marcin Kazmierczak
Entrevista Paulo Freire
Reportaje a Le Courbusier
Poesía: variaciones sobre balas, gatillos y barricadas
Alejo Carpentier: De lo real maravilloso americano
Frank Delgado: trovador cubano
« Volver a la Portada
Reportaje a Le Courbusier

Charles-Edouard Jeanneret (Le Corbusier)

¿Sin hormigón hubiese podido concebir su arquitectura?

"El hormigón se desarrolló desde 1920 hasta 1960 prodigiosamente, y permitió hacer velas, curvas, etc. Antes no se podía, el hormigón de Auguste Perret era una estructura de madera; era el punto de partida. Ahora, con el hormigón se hacen formas raras, lo que uno quiere. Aprovecho esas posibilidades, me divierte. En lugar de hacer armazones de hormigón de ángulos rectos hice otras cosas."

Pero, ¿este material no lo dominó a usted?

"No, lo que me dominó es el animal humano, el nucleo familiar, la familia, el hogar. Es darle al ser humano su cáscara. Mi arquitectura es como un organismo vivo, es biológica. Tiene un soporte óseo, hay fuerzas musculares, redes sanguíneas y nerviosas."
"Todo lo impecable de la biología lo puse en mis casas. Así, soy un esclavo del trabajo, pero no me disgusta. Hago ciudades, casas, barracas, etc. De todo, hasta cositas y la suma de las cositas modestas, permite hacer algo al final."

"Después de 50 años de viajes por el mundo, me permito decir que aprendí a comprender las cosas, a hallar soluciones. ¿Qué detractor puede negarme ese derecho? Comprobé que los políticos han permanecido, no digo indiferentes, sino ajenos al urbanismo."

"Si merezco algo de gratitud pública, no es por los palacios que hice, sino por haber abordado el problema de la arquitectura, el arte, la expresión de la sensibilidad humana. Sentí que la vivienda era el lugar de la familia, y que se podría probar algo grande por ese lado, en que hallé que había gran parte de la felicidad humana."

"No se por qué me creo obligado a eso, pero en mis preocupaciones me agrada llegar a la solución de ese problema para aliviar las penas del hombre y sobre todo para aportar algo esencial: ALEGRIA DE VIVIR."

El 27 de agosto de 1965, André Malraux despide al gran maestro de la arquitectura moderna: "Fue pintor, escultor y más secretamente poeta. No luchó ni por la pintura, ni por la escultura, ni por la poesía. Sólo luchó por la arquitectura. Su famosa frase: "Una casa es una máquina para vivir", no lo pinta bien; sí lo hace otra frase: "La casa debe ser el estuche de la vida, la máquina de felicidad."

Siempre soñó con ciudades, y su proyecto de ciudad radiante son torres que se levantan en inmensos jardines. Este agnóstico construyó la iglesia y el convento más fantásticos del siglo. Al final de su vida decía: "Trabajé por lo que más necesitan los hombres hoy: el silencio y la paz."

En un extracto del reportaje, Le Corbusier también vuelve sobre las muchas críticas que recibió sobre su personalidad. "Me acusan de ser el gran teórico de la arquitectura moderna, de hacer sólo papeleo, pero la verdad es que conozco mi profesión, construí mucho. Hasta ahora mi experiencia fue en países templados. Entonces tuve que repensar los problemas, poner las cosas en el horno y no en la heladera, esa es la única diferencia."

Luego aborda concretamente su proyecto en la ciudad india de Chandigarh: "Primero liquidé el dilema peatón-auto, ya no se encuentran entre sí. Es factible, muy fácil de hacer", dijo y cuando se le consultó si le parecía que había respetado sus ideas de "la ciudad radiante" aclaró que "en este país se duerme fuera, sobre el césped o el techo, no se pueden hacer rascacielos, ya que todos se irían sobre el techo o sobre el césped."

"Nehru es un gran hombre, me hice amigo de él. Estuvimos de acuerdo sobre Chandigarh. Todo tenía que ser de planta baja. El promotor era el señor Thapar, quien estudió en Oxford. Me impuso un programa oxfordiano de casitas que no hice. Hice los planos de la ciudad, la primera con 45 kilómetros de ruta llamadas V3, destinadas exclusivamente a las velocidades mecánicas.
Ni una sola puerta de casa da a esos 45 kilómetros. Se necesitaba coraje, lo tuve y también lo tuvo el ingeniero jefe de Pendjab que estuvo de acuerdo para hacerlo."

Publicado en: http://www.arquitectura.com

Charles Edouard Jeanneret-Gris (Le Courbusier) nació el 6 de octubre de 1887 en La Chaux-de-Fonds. Murió en 1965.