Margen 15
Seminario de Adicciones, realizado en la Universidad nacional de Entre Ríos el 11 de junio de 1999
SIDA y drogas
Cuando aparece el Sida la drogadicción ya existe, en ese sentido estamos de acuerdo. Por otro lado teníamos esta correlación alcoholismo-venéreas que ya mencionamos varias veces. Tenemos la cuestión que Sida y drogas refuerzan la discriminación y estigmatización de determinados grupos sociales, ahí estaríamos de acuerdo también. Y por el otro lado tenemos, en Sida y drogas, n esta unidad, una conjunción de conceptos, incertidumbres, prejuicios, ansiedades y angustia, si lo miro desde el cuerpo social. Tengo una construcción de conceptos, incertidumbres, angustias, ansiedades y prejuicios. ¿Lo ven a eso no?. Es decir que todo esto que yo estoy mencionando como expresión socio-cultural sería el problema social del Sida y las drogas, como discurso social, o sea si yo junto estos atributos que le acabo de poner a esta pareja Sida y Drogas considero a esta pareja como un problema social, un problema social que implica peligrosidad, es un problema social que atenta al todo social, y voy a intentar determinar los rasgos de estos que atentan contra el todo de la sociedad, y voy a crear imágenes culturales y estereotipos.

Cuando se encuentran Sida y Drogas, es decir el problema del Sida, cuando aparece el Sida ya está la drogadiccion, Antonio Escotado, Uds. lo conocen, es un autor que ha hecho una historia muy interesante de las sustancias, plantea que una serie de cuestiones que tienen que ver con creencias, mitos, fantasías, valores, etc., atribuidos a las drogas inmediatamente se atribuyen también al portador del HIV, entonces se genera una pareja funcional y que va a tender, según lo que dice Escotado, a la criminalización de los usuarios en el caso de las drogas y de las sustancias.

Ahora, ¿cómo aparece la cuestión del Sida dentro de la sociedad?. Las enfermedades en general, esto lo plantea Susan Sontan, se expresan dentro del lenguaje médico como en un lenguaje militar, es decir la enfermedad es una invasión, el microorganismo es un invasor que ataca nuestras defensa, estamos en un leguaje fuertemente militar. El cuerpo responde con sus propias defensas, sería la operación militar de esa cuestión, "y puedo utilizar prácticas agresivas", se dice en el lenguaje médico, como la quimioterapia dice Susan Sontan cuando habla del cáncer. La enfermedad Sida es vista como invasora de la sociedad, y se plantea una idea de pelea, lucha, guerra contra el Sida de la misma manera que se plantea una pelea, lucha, guerra contra las drogas. Con esto intento ir de lo micro a lo macro. No sé si lo logré, es decir hablábamos de lo sería la construcción del estereotipo de la pareja sin drogas, en chiquito, y como esto se expresa también en lo macro en cuanto ejemplo aparición del Sida, de nuevo incorporación del lenguaje militarizado en tanto pelea lucha, guerra, contra la enfermedad

Esa guerra contra la enfermedad involucra a toda la sociedad, esto también es un mensaje que recibimos, y hay otras guerras que libramos, guerra contra la pobreza, guerra contra las enfermedades, guerras que ganamos y guerras que perdemos, en general las perdemos todas, pero la noción de guerra implica digamos estigmatizar ciertas enfermedades, pero por otro lado también podríamos decir que la enfermedad construye atribuciones a quienes la padecen, y vamos a un par de ejemplos que pueden ser interesantes.

Susan Sontan habla del cáncer, ella tuvo cáncer, o sea vió la cosa desde adentro digamos. Ella lo que escuchaba del discruso médico que la rodeaba que el cáncer se vinculaba con una caída de la responsabilidad, con la debilidad, con derrotados psíquicos, con inexpresivos, con reprimidos, ese era el lenguaje que ella escuchaba en sus consultas médicas digamos. Fíjense que algunas cosas se siguen diciendo, se dicen hoy. Como Susan Sontan no es ni Socióloga, ni Antropóloga, ni Psicóloga, es una persona que viene de las letras, inmediatamente se le cruzó esto con el tema de la literatura, inmediatamente recordó como la literatura trabajaba a los tuberculosos a fines del Siglo XIX, es decir como la enfermedad tuberculosis construía atribuciones a quienes la padecían, y lo que ella anota es... lo que se decía a fines del Siglo XIX es conocido, es romanticismo que tiene que ver con seres hipersensibles, apasionados y talentosos, que no tenían nada que ver con lo que era la verdadera enfermedad.

Pregunta de un alumno

Prof. Carballeda: Si sos artista y no morís tuberculoso en París no culminás bien tu carrera, fracasastes totalmente. ¿Se entiende eso?. Se puede jugar eso, digo conceptualmente con eso, porque con esto... esta bueno que tengamos una buena charla sobre esto y la pasemos bien, pero también lo que estamos diciendo es que la enfermedad construye atribuciones a quienes la padecen. Esas atribuciones Goffman diría que son construcción de estigmas, ¿no conocen "Estigmas" de Goffman?, Goffman habla de identidad deteriorada o identidad destruida. También habla en Internados del problema de la identidad, pero más de eso habla en Estigmas. Para ordenarnos: hay tres libros que son los mas conocidos de Goffman en Argentina: "Internados", "Estigmas", y "La Presentación de la Persona en la Vida Cotidiana", los tres libros se consiguen muy fácil, son de Editorial Amorrortu, y ya pasaron la 30º edición. Yo si puedo recomendar recomendaría los tres, porque los tres son útiles para pensar la cuestión de la drogadicción y para intervenir, que todavía no hemos hablado una palabra de eso.

Ahora, desde un punto e vista más genealógico si se permite la expresión, el Sida implicaría una metáfora dual en el sentido de que el enemigo es un agente externo que ingresa ya con problemas, porque ingresa ya por sangre o por fluidos sexuales, ya no es cualquier agente externo para lo que es la visión de occidente de la sexualidad, pero es un agente externo, el HIV., tan inteligente que burla las defensas, o sea que destruye el complejo militar del cuerpo, y las células del cuerpo invadido se transforman en invasoras. O sea que si lo resumimos sencillamente y lo pensamos desde este discurso social estigmatizante y pienso en el Sida, digo el enemigo está adentro; si digo el enemigo está adentro, esa frase me recuerda a la doctrina de la seguridad nacional, el enemigo está adentro de la sociedad y el enemigo puede destruir el todo social. Por eso que dijimos al pasar a la mañana, esos fallos de la Corte de la Ley 20.761 que decían: "una persona con un cigarrillo de marihuana en el bolsillo atenta contra la Seguridad Nacional". Que va a decirla Ley nueva: "Una persona con un cigarrillo de marihuana atenta contra la Salud Pública". ¿qué pasó?, hablemos de modelos, se cambió del modelo jurídico al modelo médico sanitario.

Ahora el Sida y la sífilis tienen su correlato, o las venéreas, sobre todo la sífilis. Yo quisiera hacer una pequeña disgresión y quisiera ir un poquito a la historia. La sífilis es una enfermedad bastante interesante como para estudiarla desde su perspectiva histórica. Hay un libro de Udeba muy conocido que se llama "Historia de la sífilis", pero la sífilis como enfermedad venérea está cargada de connotaciones, y ha servido para marcar rumbos y en los pensamientos dentro de las Ciencias Sociales y dentro de la Ciencia Médica, y especialmente dentro del campo de la Psiquiatría, cosa que conversábamos anoche.

Nuestro primer Psiquiatra se llamó Diego de Alcorta, no sé si conocían ese dato histórico. Diego de Alcorta hace su Tesis de Psiquiatría en 1826, si no me equivoco, y en Diego de Alcorta vamos a encontrar influencias de los ilustrados, influencia de Pinnel, pero también vamos a encontrar influencia organiscista, en cuanto a la visión organicista de lo que hoy llamamos Salud Mental.

¿Por qué hay idea organiscista en salud mental?. Esa idea organicista en salud Mental surge justamente a partir e la sífilis, surge a partir de la sífilis en su estado final que es un estado demencial, y surge que ya a principios del siglo XVIII yo puedo disecar el cerebro de un sifilítico en estado terminal y encontrar el problema de la demencia, si puedo encontrar ese problema de demencia puedo encontrar cualquier otro problema de demencia, y va a ser uno de los pilares que me va a fundar el organicismo en Psiquiatría. Fíjense como en Occidente todo lo que tenga que ver con lo venéreo tiene una connotación mucho más que cualquier otra cosa.

Por otro lado la sífilis también tiene una connotación positiva. Yo creo que esto lo mencioné, creo que lo hablamos hoy a la mañana, o lo hablé con alguien, en "El Dr. Fausto" de Thomas Man, el Dr. Fausto hace un pacto con el demonio, sí lo dije hoy a la mañana, y el demonio le dice: si, yo te pongo la sífilis en el sistema nervioso central, te doy 24 o 26 años de creatividad. O sea como la tuberculosis tenía una connotación vinculada con lo artístico la sífilis tiene una connotación vinculada con la creatividad. Ahora el Sida no tiene todas estas connotaciones, todas las connotaciones en el Sida son eminentemente negativas, no vamos a encontrar ninguna "connotación positiva" en el Sida.

Pregunta de un alumno

Prof. Carballeda: Porque todavía, no creo que llegue a serlo, llegó a construir algo que connote positivamente, como lo artístico en la tuberculosos o la creatividad mental en el caso de la sífilis, no creo que se llegue a eso.

Ahora lo que plantea Susan Sontan con respecto a esto, dice: cuando alguien tiene cáncer se pregunta: ¿por qué a mí?, pero cuando alguien tiene Sida no se puede hacer esa pregunta connota ponerse en evidencia en el sentido pensar pertenecer a lo que la sociedad construye como grupo de riesgo. "Yo sé por qué a mí", en el caso del Sida, porque no usé preservativos, porque compartí jeringas, o porque tuve una mala praxis con hemodiálisis por ejemplo. Ahora si yo digo "sí, yo si" me involucro en un sector social muy connotado desde lo negativo, me involucro en lo que denominamos grupos de riesgo, grupos de riesgo que hacen brotar digamos, que hacen aparecer, una nueva identidad.

Pregunta de un alumno

Prof. Carballeda: Si y no, porque podés hablar del cáncer de esófago de los alcohólicos, y podés hablar del cáncer de pulmón de los fumadores, pero pareciera mas estigmatizante la pregunta alrededor de la palabra Sida.

Pregunta de un alumno

Prof. Carballeda: Siguiendo esa línea que planteás, no vamos s tratar eso, pero es otra vía de entrada que puede llegar a ser interesante, porque hay otra vía de entrada que yo no la trabajé para este módulo, que es pensar las drogas en términos de placer, en cuanto a connotación placentera.

Bueno, ¿hasta acá mas o menos estamos, entonces cómo se hacen construcciones discursivas vinculadas con el Sida?, pero ¿a qué estoy apuntando?, esto de la discusión discursiva yo creo que está claro, de eso basta. Se constituyen grupos de riesgo, sobre esos grupos de riesgo debo operar, e históricamente operé sobre esos grupos de riesgos en función ¿de qué?, yo diría en función de cambiar su conformación, es decir cambiar su conducta, y ahí vuelvo a la metáfora de la guerra, y vuelvo a la metáfora de la guerra no en el sentido que plantea Susan Sontan, sino en el sentido que la plantea Bob Clausevich, que es el teórico de la guerra en occidente.

No sé si me siguen, tengo el grupo de riesgo desde este discurso hegemónico y dominante, tengo este grupo de riesgo y desde el punto de vista de la guerra que plantea Bob Clausevich lo que debo hacer es primero derrotar a ese grupo de riesgo. La derrota de ese grupo de riesgo implica la imposición de mi voluntad, pero la derrota de ese grupo de riesgo no implica solamente la imposición de mi voluntad sino que implica desarma a ese grupo de riesgo, y sigo a Clausevich el último objetivo es romper el contrato de ese grupo de riesgo, es decir imponerle otro. ¿Es muy complicado lo que estoy diciendo?.

Romper el contrato ¿qué significa?. Imponer la voluntad, desarmar, romper contrato. Me parece que es un cruce que nos puede llevar a pensar. Es decir, tengo el grupo de jóvenes, como el que decía ella, el grupo este de jóvenes que cobra peaje en Formosa, ¿qué actitud tomo desde el punto de vista de la prevención?. Tomo una actitud que tiene que ver con lo acabo de decir que va a terminar en romper el contrato. Romper el contrato implica poner yo un contrato, o voy a tratar de vincular ese grupo en términos de discutir cuestiones que tienen que ver con la conformación de identidad, o podría pensar que la identidad que ese grupo tiene connota como negativa que decíamos antes, yo repito esto sobre determinado grupo y este grupo lo asume como tal, ¿no puede pensar que esto es una identidad impuesta por un discurso social?, ¿y no puedo pensar en desarticular esa identidad impuesta por la sociedad, o por el discurso social?.

Es como que tendríamos dos vais totalmente diferentes. Una vía es impongo, la otra es recupero lo que se tiene, me meto con su trama cultural.

Pregunta de un alumno

Prof. Carballeda: La otra sería valorativa en el sentido de imponer lo normativo, o sea yo no quiero aburrirlos, pero romper el contrato, o sea cuando un país toma a otro país, lo primero que hace es romper su contrato, es decir impone su ley. En chiquito sería esta idea normativa, como decís vos, de romper el contrato del grupo de riesgo.

Pregunta de un alumno

Prof. Carballeda: Si, bueno si no me alcanza con romper el contrato los separaré de la sociedad.

Pregunta de un alumno

Prof. Carballeda: Bueno, eso dicho metafóricamente. ¿Se ve mas o menos eso?, es decir me parece bueno tu ejemplo, si lo pensamos en término de modelo de tratamiento, romper el contrato implicaría romper la comprensión-explicación que el otro tiene respecto al mundo en que vive, e imponer otra comprensión-explicación.

Pregunta de un alumno

Prof. Carballeda: Ahí es donde yo quería apuntar, a esa instancia normativa de desarmar algo que connote negativo, que construyo como negativo, e impongo algo que connoto como positivo, que construyo como positivo.


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