Periódico de Trabajo Social y Ciencias Sociales Edición digital |
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A modo de Introducción…
El
presente trabajo pretende ser la introducción de una
discusión acerca de cuestiones que hoy el Trabajo Social como
disciplina esta obligada a repensar y que tiene relación con
los orígenes de la profesión y con la impronta con la
que surge. Algunos autores coinciden en afirmar que la imposición
de prácticas de corte asistencial impregnadas de
requerimientos operativos de carácter instrumental, definió
en buena medida una especificidad profesional, alejada de la
producción de conocimiento “científico” y
donde lo teórico no cumplió un papel central. Si bien todas las disciplinas debaten nuevos problemas esta es una disciplina que como ninguna otra precisa “revisar” y “revisarse” tanto como permanecer en vigilia ya que esta disciplina no solo debate problemas y situaciones sino que debe efectuar una intervención respetuosa y además fundada teóricamente. Ese es el desafío que se propone el Trabajo Social hoy, a la vez que hacer un esfuerzo por conocer para producir transformaciones. “…Para transformar y mejorar el mundo es preciso transformar y mejorar el conocimiento del mismo…por eso…la ciencia tiene que ver con la búsqueda de nuevo conocimiento y con la mejora del previamente existente (que siempre lo hay)…La tendencia demarcacionista que una y otra vez trata de separar la actividad científica de otras formas de acción colectiva debe ser sustituida por una filosofía de la ciencia que trate de analizar las diversas interacciones entre el saber científico y otras acciones humanas…” 1 El Trabajo Social puede aportar en este sentido e ir en la búsqueda de nuevo y mejor conocimiento ya que “…no existe arte mecánico tan pequeño…que no pueda aportar consideraciones y observaciones notables y todas las profesiones cuentan en su haber con determinadas habilidades plenas de ingenio, de las que no es fácil apercibirse y que sin embargo podrían servir par logros importantes…En esto estriba el defecto principal de muchos sabios, que solo se complacen en discursos vagos y trillados, habiendo un campo tan amplio en donde poner a prueba su ingenio como el que hay en temas concretos y reales que pueden aportar beneficios a todo el mundo…” 2 Es un error pensar que las prácticas profesionales como tales producen teorías; en ellas afloran situaciones y eventos que sirven como insumos para avanzar en la comprensión de ciertos fenómenos sociales y son susceptibles de soportar elaboraciones teóricas, siempre y cuando se sometan a rigorosos procesos de mediaciones y abstracciones. En este sentido existe una preocupación por distanciarnos del metodologismo que caracterizó en una época a la profesión y acercarnos a una mirada del Trabajo Social bajo un criterio que articule la posición teórica y la consecuente orientación metodológico-operativa en el abordaje del objeto de intervención Desde el punto de vista epistemológico es importante que como disciplina el Trabajo Social coloque su atención en los sentidos cambiantes de las prácticas sociales y las asuma como prácticas significantes, aquellas que organizan y construyen relaciones que los sujetos sociales resignifican como portadores, creadores e interpretes de significado y en cuyos procesos de configuración cumple un papel definitorio lo cotidiano. El Trabajo Social como disciplina debe posibilitar la emergencia en su interior de territorios de indeterminación e incertidumbre que riñen y se contraponen re-fundando la posibilidad de una ciencia social crítica, política y creativa. Se torna imperiosa la necesidad de configurar nuevos mapas cognitivos a partir de los cuales sea posible conceptualizar y transformar la condición actual de las sociedades contemporáneas. “…El tránsito a la ciencia contemporánea esta determinado, según McMullin, por la implantación de los objetivos baconianos de la ciencia: mejorar la condición humana y dominar la naturaleza. Ello trajo consigo una vinculación progresiva entre la ciencia y la técnica…” 3. El Trabajo Social Familiar y el “Acceso epistémico a la realidad”… La reconfiguración de la realidad y la complejizacion de la misma le imponen al Trabajo Social familiar el desafío de incursionar en una apasionante aventura de pensamiento, conocimiento y experiencia dejándose penetrar por las posibilidades que lo inesperado y la incertidumbre representan. La humildad y la capacidad de asombro son esenciales para asumir de manera reflexiva y creativa los errores y examinar desde el punto de vista cognitivo las necesidades que “ligaron” o “ataron” el pensamiento y la profesión a determinada postura o tradición. “La realidad es nuestra realidad…lo que no equivale a que cada uno tiene la libertad de inventarse su propio mundo…sino se trata de una concepción pluralista que permite dar cuenta de la diversidad de marcos conceptuales, de tradiciones y de prácticas bajo las cuales diferentes grupos humanos constituyen sus representaciones del mundo, guían sus acciones y sus interacciones con el y por medio de ellas construyen su propio mundo… ” 4. Esto se vincula con la tesis que postula este autor (Olive) del “genuino acceso epistémico a la realidad”, es decir se trata de alcanzar un conocimiento cierto mediante el método adecuado y derivar de él otros conocimientos, o sea tener representaciones correctas de la realidad. “…Las prácticas cognitivas mediante una experiencia sensorial debidamente controlada permiten un acceso epistémico a la realidad…lo que contribuye a la creación de nuevos territorios…de nuestra realidad .Pero como toda práctica es de una comunidad de agentes, la realidad ‘nuestra realidad’ impone constreñimientos, nuestro sistema perceptual (representaciones, objetos, sujetos) impone restricciones de lo que podemos percibir. Para ser capaces de ver y evaluar los objetos que produce esa práctica, tenemos que ser adiestrados dentro de una cierta práctica, aprender a disponer de los conceptos pertinentes (que esa practica genera)…” 5 Khun aclara aún más esta idea cuando manifiesta “…Lo que ve un hombre depende tanto de lo que mira, como de lo que le ha enseñado a ver su previa experiencia visual-conceptual”. 6 Ampliando la línea de la argumentación de Olive este explica que la experiencia depende en un sentido fuerte de los conceptos disponibles para el perceptor; la experiencia solo es posible si existen ciertos conceptos que el perceptor posee y que necesariamente aplica al tener la experiencia. La percepción depende de las prácticas y estas incluyen sistemas de conceptos y de hecho cada experiencia involucra la aplicación de ciertos conceptos, entonces mediante esos conceptos, la experiencia relevante puede servir como una razón para ciertas creencias del agente perceptor acerca del mundo empírico. No hay observación ni percepción sin conceptos, pero el mundo no es el de la tradición epistemológica moderna supone, que somos sujetos que nos enfrentamos a una realidad conformada por objetos que queremos conocer y manipular, pero que existen como objetos independientes de nosotros, de nuestros recursos conceptuales y de nuestras prácticas. No, esos objetos forman parte de un complejo sistema en donde estamos nosotros también en donde ellos nos constituyen a nosotros y nosotros a ellos en un constante intercambio de flujo y reflujo. Por eso la normatividad de las prácticas cognitivas sobre el mundo empírico, incluyendo las científicas está restringido por las condiciones de objetividad de la percepción sensorial y por la estructura del mundo en el que vive y se desenvuelve la comunidad epistémica en cuestión. Este mismo autor dice que este modelo antes desarrollado permite recuperar esas viejas nociones y considerar que las prácticas empíricas presuponen, usan y aplican conceptos que tienen una referencia (la clase de objetos que los miembros de la práctica pueden representarse) de los cuales pueden tener representaciones correctas, y que muchas de sus creencias son efectivamente acerca de objetos y sucesos que forman parte de su mundo, y con respecto a los cuales pueden tener actitudes adecuadas, es decir, disposiciones a actuar de cierta manera con respecto a esos objetos que existen realmente. Esos objetos constituyen el mundo real, al cual se tiene acceso mediante la práctica en cuestión y con el cual se hace contacto particularmente por medio de la experiencia sensible. La percepción, enmarcada dentro de las prácticas cognitivas, permite el acceso epistémico a la realidad, aunque desde esta perspectiva será su realidad. El “relativismo perceptual” del que se viene hablando, se resume en la expresión de Khun: “lo que el hombre ve depende tanto de lo que mira, como de lo que le ha enseñado a ver su previa experiencia visual-conceptual”. 7 A modo de cierre… Desde el Trabajo Social familiar se debe facilitar desde el proceso de formación académica un “acceso epistémico a la realidad” poniendo a disposición mapas conceptuales pertinentes que permitan practicas fundadas y que a su vez proporcionen insumos y enseñen a ver desde múltiples perspectivas interactivas. El mundo como lo conocemos y transformamos lleva la estampa de nuestra propia actividad conceptual. La ciencia es una actividad social transformadora del mundo natural, social, doméstico e individual. Por ello es una actividad cooperativa que no sólo esta orientada a la búsqueda de conocimiento. Para transformar y mejorar el mundo es preciso transformar y mejorar nuestro conocimiento del mismo. Este es el desafío que se le presenta al Trabajo Social: propiciar desde la formación de los Trabajadores Sociales un acceso epistémico a la realidad basado en la búsqueda de un mejor conocimiento del mundo de “nuestro mundo” donde nos toca intervenir para poder transformarlo. Para ello es necesario revisar los mapas cognitivos con los cuales se nos ha enseñado a ver la realidad, nuestra realidad. “Nos encontramos en el umbral de una multiplicidad de realidades que son construidas a partir de un desplazamiento de la tradición racionalista (que siempre busca tener la razón) por la tradición de lo razonable (que se contenta con entender sus contradicciones).” 8. Al respecto señala Morin “…tenemos grabadas en nosotros esas formas de pensamiento que nos llevan a reducir, a separar, a simplificar, ocultar los grandes problemas, esto se debe a que reina en nosotros un paradigma profundo, oculto, que gobierna nuestras ideas sin que nos demos cuenta. Creemos ver la realidad; en realidad vemos lo que el paradigma nos impone ver…” 9 Los Trabajadores Sociales necesitamos asumir completamente nuestra realidad, nuestra historia profesional, aceptar las condiciones de nuestro trabajo y proponernos una posición, recurrir al bagaje de nuevos conocimientos que hoy aportan otras disciplinas. En la actualidad nos resulta imprescindible la competencia teórica pero también la capacidad desarrollada de un pensamiento dinámico, preparado para articular, generar preguntas, producir y asumir problemas complejos y visualizar soluciones.“…La preocupación común a las disciplinas centradas en el estudio del comportamiento y la comunicación social… parece ser, en el espacio de la crisis de sus propios paradigmas, la preocupación por conocer la identidad de su objeto. En este espacio, entra en crisis la identidad de las disciplinas mismas, al hacer cada vez mas evidente la necesidad de disolver las fronteras que existen entre ellas, y así acceder al diálogo interdisciplinario…” 10 “…todas las ciencias humanas se entrecruzan y pueden interpretarse siempre unas a otras, sus fronteras se borran, las disciplinas intermedias y mixtas se multiplican indefinidamente y su objeto propio acaba por disolverse” 11 Bibliografía
NOTAS 1 Echeverría J. Filosofìa de la Ciencia Bs.As., Ed. Akal. 1998, pag 101. 2 Echeverría J. Cita de Leibniz en Filosofia de la Ciencia. Bs. As.,Ed. Akal. 1998, pag. 34. 3 Ibidem, pag 104. 4 Olive L. Representaciones, producción de conocimiento y normatividad: un enfoque naturalizado en Minohot, L y Testa, A. (Comp.). Representación en Ciencia y Arte. Cordoba, Ed. Brujas-UNC,2005, pag. 24 y 25. 5 Ibidem, pag. 26. 6 Ibidem, pag. 31. 7 Ibidem, pag. 25. 8 Zavala L. “Estrategias dialógicas en la investigación humanistica” en La precisión de la Incertidumbre:posmodernidad, vida cotidian y escritura,, Mejico,.UAM.1998, pag.19. 9 Morin E. Epistemología de la Complejidad. En Schnitman, D (Comp.) Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad. Buenos Aires, Paidos, 1995, pag 425. 10 Zavala L. “Estrategias dialógicas en la investigación humanistica” en La precisión de la Incertidumbre:posmodernidad, vida cotidian y escritura,, Mejico,.UAM.1998, pag.94. 11 Foucault,M. Las palabras y las cosas. Una arqueología de las Ciencias Humanas. Bs.As. Siglo XXI, 2002 (2da. Ed.), pag.347. * Datos sobre las autoras: * Mg. Susana Noé Directora Proyecto de Investigación "Familia- Colectividad y Cuestión Social" FFYL. Prof. Asoc. Cátedra Práctica de Trabajo Social Familiar UNT. * Lic. Fátima B. Forté Aux. Doc. Cátedra Práctica de Trabajo Social Familiar. Integrante Proyecto de Investigación "Familia- Colectividad y Cuestión Social" FFYL. Volver al inicio de la Nota |
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