El
crack
La crisis del capitalismo
de los años 30 del siglo XX se replicó en todo el
mundo.
Nuestros países
latinoamericanos habían sido integrados a la fuerza a la
División Internacional del Trabajo. Primero Inglaterra y luego
Estados Unidos de Norteamérica consolidaron -en sociedad con
las burguesías nativas- el modelo capitalista en el que
ocupábamos el lugar de productores de materias primas y
consumidores de productos elaborados.
Hasta la gran Crisis de
1929, los productos elaborados (manufacturas) de los países
latinoamericanos conformaban un ítem secundario en sus
economías. El mercado interno era muy reducido. Las políticas
oficiales en lo económico sostenían la dependencia,
ocupándose de avalar los intercambios que beneficiaban en
forma absoluta a las potencias. Los gobiernos regulaban especialmente
la producción del sector primario. El sistema de
arancelamiento aduanero estaba dirigido desde la teoría
liberal y no generaba -salvo durante algunas intermitencias- ninguna
protección a la producción local.
Sólo algunos
rubros de la producción sumaban algo de valor agregado a las
materias primas, pero su gestión también estaba en
manos de los capitales extranjeros y se justificaban en la necesidad
de generar un producto más apto para la exportación,
como fue el caso de los frigoríficos o los ingenios de azúcar
en la Argentina.
Como señalara en
un artículo anterior:
“en octubre de
1929 se desplomó la Bolsa de Nueva York. Cayeron los valores
que se compraban y vendían, poniendo fin a un período
de especulación financiera desenfrenada.
Las autoridades
dispusieron algunas medidas tendientes a minimizar los efectos, pero
nada pudo detener el pánico y la masa de las acciones bajó
a niveles de "crack", produciéndose el derrumbe de
la economía capitalista en todo el mundo. No solo cayeron las
acciones cotizadas en la Bolsa sino que quebraron bancos, industrias,
comercios y empresas de servicios. Bajaron los precios de los
productos agrícolas y la crisis se extendió a la
sociedad.
Cuanto mayor recesión,
mayor número de desocupados que se marginaban del circuito del
consumo, produciendo un mayor número de quiebras con su
consecuente despido de trabajadores.
La crisis en Estados
Unidos y Europa obligó a la adopción de medidas
proteccionistas que causaron una disminución en el comercio
internacional y la suspensión del sistema multilateral de
pagos. Se restringieron además las cuotas de exportaciones.
La Argentina -país
eminentemente exportador- se vio perjudicada por esta situación.
Sus "socios" y clientes disminuyeron sus compras y
congelaron sus pagos. De tal forma, la economía nacional se
detuvo, el Estado no recaudaba y se produjo el despido masivo de
empleados y trabajadores. La desocupación creció hasta
límites insospechados.
Los argentinos
descubrieron que la opulencia de las clases dominantes se basaba en
la dependencia económica a los capitales extranjeros”.
-1-
Proceso ISI
La
crisis internacional sirvió de motor para producir un
incipiente arranque de los sistemas productivos en Latinoamérica.
Este proceso se conoce como industrialización
por sustitución de importaciones.
El
mercado interno fue el principal destino de estas producciones. De
tal modo, crecieron notablemente las actividades, especialmente en el
ruboro de producción textil.
La
incipiente industrialización tuvo consecuencias directas en el
crecimiento de la oferta laboral, y la ocupación de mano de
obra en las pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas de
carácter familiar. También se radicaron muchas empresas
con inversión de capitales europeos, desde la gran crisis
hasta el período iniciado con la II Guerra Mundial.
Otras
áreas de la economía que crecieron en este período
fueron la producción de materiales para la construcción
(como el cemento), los subproductos derivados del petróleo
(refinerías), autopartes (como ruedas para automóviles),
productos de laboratorios farmacéuticos y productos
alimenticios.
Como
se señaló, la mayor parte de la producción tuvo
como destino el mercado interno.
La
Segunda Guerra Mundial agudizó la crisis y dio un nuevo
impulso a la industrialización sustitutiva.
Otra
razón que promovió la industrialización se debió
a que en los países industrializados se impuso la necesidad de
reconvertir la producción hacia material bélico. En
América esta circunstancia se tradujo en un a mayor producción
que absoirbería el mercado local, y que produciría un
aumento en los puestos de trabajo y una mayor cantidad de flujo de
dinero que reactivaría los mercados del comercio y el consumo.
Hasta
la década del '70, el proceso de sustitución de
importaciones industriales significó un crecimiento en la
economía, en las condiciones de vida, así como en la
organización y cociencia sindical y política. Fue un
período de expansión del sentimiento nacionalista.
Otro
aspecto relevante es el del rol del Estado como acompañante y
promotor de este proceso.
La
aplicación de los lineamientos del modelo de sustitución
d eimportaciones requirió una intervención por parte de
los gobiernos. El Estado actuó de diversas formas para lograr
un desarrollo industrial, a partir del manejo de los recursos
naturales. Contó para ello con la puesta en ley de políticas
fiscales tales como incentivos fiscales y de crédito, o
exenciones impositivas y protección comercial.
Factores que
propiciaron el proceso ISI
Uno
de los factores que propició el proceso de industrialización
por sustitución de importaciones fue el fuerte aislamiento del
contexto internacional del que emergieron
los países subdesarrollados cuando finalizó la Segunda
Guerra Mundial.
Otro
factor fue el desarrollo prioratario dado por los distintos gobiernos
militares (de fuerte carácter nacionalista) a los sectores
productivos considerados estratégicos, como las denominadas
“industrias pesadas” (siderurgia y petroquímica,
principalmente). También debe considerarse -según Katz
y Kosacoff- el sesgo a favor del monopolio estatal en muchas de esas
actividades.
Muy importante es el
proceso en el que se produce un crecimiento a favor del
desabastecimiento generado por la Guerra, que imposibilita el ingreso
al mercado de insumos y capitales.
Este proceso generó
en varios países -fue muy notable en Argentina- una
acumulación que movilizó la producción
industrial, aunque también debe señalarse que la
dinamización del aparato productivo manufacturero se produjo
por la presencia de grandes saldos acumulados de reservas
internacionales.
Katz y Kosacoff señalan
además otros factores tales como la situación producida
por la extensión del clima de confrontación Este-Oeste
en torno de la Guerra Fría, el cambio que se va operando en
los países centrales en lo que atañe al tema del papel
del Estado como “motor” del crecimiento y como asegurador
último del bienestar comunitario a partir de la difusión
de las ideas de Keynes, Beveridge y otros grandes pensadores de la
época y la gradual consolidación de un pacto de
conveniencia entre el emergente empresariado industrial protegido y
el nuevo proletariado urbano que comienza a crecer alrededor de las
grandes metrópolis de la región, que permitió a
ambos captar una fracción significativa del excedente del
sector primario.
Desarrollo tecnológico
Como
consecuencia de estas circunstancias, la producción necesitó
el acompañamiento de un avance y acoimpañamiento en el
orden científico-tecnológico. Este desarrollo se inició
desde un punto
simple en el que comienzan a producirse copias de los modelos de
bienes previamente importados, sostenido por una demanda doméstica
que planteaba pocas exigencias de calidad, plazos de entrega y
precios.
Ante el hecho del
incentivo de la protección externa, de los permisos de
importación y de otras formas de subsidio, se registró
en esos años una masiva instalación de nuevas plantas
fabriles de firmas transnacionales dedicadas a producir para el
mercado doméstico. Esto produjo cambios importantes en el
modelo de organización industrial, ya que estas empresas
introdujeron nuevas tecnologías de procesos y formas de
organización del trabajo.
Insisto en el concepto de
que el destino de los productos industriales en dicho período
fue el mercado interno.
Este mercado se consolidó
a partir de la inclusión al mismo de vastos sectores de la
población, tales como el nuevo proletariado urbano que creció
alrededor de las grandes metrópolis de la región, por
la radicación de fábricas y talleres. De tal modo se
extendió el proceso sustitutivo. Otro elemento que justifica
esta idea es el crecimiento, inserción y fortalecimiento de
las empresas estatales, muchas de las cuales se especializaron en la
explotación de los recursos naturales (carbón,
petróleo, gas).
Bretton Woods y el
nuevo orden mundial
Un año antes de la
finalización de la II Guerra Mundial, se reunieron
representantes de más de 40 países en una localidad de
Estados Unidos. Allí se estableció el acuerdo de
Bretton Woods, que significó la consolidación del
modelo estatrégico de Estados Unidos e Inglaterra sobre el
Orden Económico Mundial.
Algunos de los hechos
clave que marcó Bretton Woods fueron:
Diseño de un
Sistema Monetario Internacional
Creación del
Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Se propuso
también la creación de la Organización de
Comercio Internacional (ITO), pero no pudo ser consolidada en ese
momento.
Se establecieron tipos
de cambios fijos en relación con el dólar
norteamericano y un precio invariable del oro en dólares. De
tal modo, el dólar estadounidense se elevó a la
categoría de patrón de cambio para la economía
mundial.
Se
postuló la lucha contra el proteccionismo, política
económica que implementaban muchos países a partir de
la crisis mundial de la década del 30.
El fin de la II Guerra
Mundial produjo nuevos cambios en el panorama económico
mundial.
Los
países industrializados dejaron la guerra atrás y
volvieron a producir para exportar.
Este nuevo proceso se
plasmó en forma dramática en algunos países como
Argentina, que habían crecido sustancialemente con el proceso
de sustitución de importaciones.
A partir de 1950,
Argentina mostró que no era económicamente
independiente, principalmente porque -si bien venía
desarrollando un modelo de sustitución de importaciones- no
contaba con industrias pesadas ni autoabastecimiento de energía.
Las exportaciones
agrícolas seguían siendo un principal rubro de ingresos
para el Estado. Luego de la guerra se vendían menos granos al
mercado internacional. La balanza comercial se tornó
deficitaria luego de 1952.
En ese contexto, la
situación económica argentina se resintió y
muchos sectores perdieron nivel adquisitivo (disminuyó el
salario real), crecieron las fluctuaciones de precios y se notó
la falta de productos y mercaderías.
Para la clase media
creció la convicción de que el país se
empobrecía y comenzó a virar hacia una posición
contraria al gobierno peronista.
Al fin, la contradicción
se zanjó en 1955 -en forma violenta- con la denominada
Revolución Libertadora que significó la prohibición
y persecución del peronismo. Si bien el conflicto mayor se
dio entre peronistas y no peronistas, el conflicto ideológico
más notable fue el de la lucha entre un modelo liberal aliado
a los intereses de las potencias mundiales y un proyecto nacional.
El
eje de la acción militarizadora fue desde un comienzo el de
desarticular el poder de los sindicatos (la Marina y el Ejército
llegaron a apoyar la ocupación de sindicatos).
Este conflicto también
se dio en el seno de las propias Fuerzas Armadas, ámbito en el
que se impuso el sector más conservador, con la Marina a la
cabeza.
Este polo
ultraconservador -de la alineación Argentina a los países
centrales- se exhibía conservador en lo político
mientras que era liberal en lo económico.
Conflictos de
intereses económicos
El golpe del 55 llevó
al poder al grupo más liberal, aliado a las políticas
económicas de los países desarrollados. De tal forma,
adoptaron las recetas liberales: luchar contra la inflación
ajustando los salarios y adhiriendo a la preeeminencia del mercado
sobre el control estatal.
Volvieron al primer plano
los intereses agropecuarios. Por ejemplo, durante el gobierno de
Pedro E. Aramburu, los ministros del Interior y de Agricultura eran
miembros de Sociedad Rural (todo un dato) y varios miembros de la
corporación agropecuaria ocupaban puestos en Ministerios de la
provincia de Buenos Aires.
Se avanzó entonces
en la recomposición y retorno hacia el modelo de país
productor de materias primas y consumidor de productos elaborados y
tecnología, como lo fuera Argentina históricamente bajo
la influencia británica. Ahora le tocaba el turno de ocupar
esa posición a los Estados Unidos de Norteamérica.
El
Mercado del Trabajo en el Nuevo Orden Mundial
De acuerdo a la Teoría
de la Dependencia:
- El subdesarrollo está
conectado de manera estrecha con la expansión de los países
industrializados.
- El desarrollo y el
subdesarrollo son aspectos diferentes de un mismo proceso universal.
- El subdesarrollo no
puede ser considerado como la primera condición para un
proceso evolucionista.
- La
dependencia no es sólo un fenómeno externo, sino que
se manifiesta también bajo diferentes formas en la estructura
interna (social, ideológica y política).
-2-
La
precarización del sistema laboral, los altos índices de
desocupación, subempleo y trabajo en negro, la explotación
del trabajo infantil; caracterizan las relaciones del mercado laboral
de Latinoamérica desde la imposición del modelo
neoliberal durante la década del ´90. Pero forman parte
necesariamente de un proceso que se inició en los '70 con la
destrucción del sistema productivo impuesto por los gobiernos
de facto que se alinearon en la Doctrina de Seguridad Nacional
diseñada por Estados Unidos.
Las
Fuerzas Armadas de la mayoría de los países de la
región tomaron -en forma ilegal- el poder de los Estados para
imponer un severo programa económico de apertura de los
mercados a los capitales extranjeros con un profundo cambio en los
modos de producción y una creciente desigualdad en la
distribución de la riqueza.
El modelo de sustitución
de importaciones -y creciente industrialización desarrollado
desde fines de la segunda guerra mundial- terminó superado
violentamente por el nuevo orden hemisférico liderado por las
empresas multinacionales. En este nuevo orden, la política
económica de los países latinoamericanos quedó
bajo la tutela del capital multinacional y los ejércitos
nacionales se erigieron en los custodios de estos nuevos regímenes,
reprimiendo y desarticulando las organizaciones sindicales y los
movimientos populares.
Entonces, las
transformaciones producidas en el mercado laboral no están
aisladas de otras consecuencias que generó el alineamiento a
semejante sistema de poder, tales como la desinversión, ajuste
y cambios en los sistemas educativos, o el avasallamiento de los
derechos de ciudadanía de millones de seres humanos. Así
se verificó una creciente marginalidad, relacionada con el
aumento de los índices de delitos y la consiguiente sensación
de “inseguridad” común en las grandes urbes.
Según
la teoría de la dependencia, los procesos económicos
son explicados como procesos sociales, en los que “el
poder económico se expresa como dominación social, es
decir, como política”.
-3-
En
ese sentido, Cardozo y Faletto señalan a la Dependencia
“como
una situación condicionante en la cual un grupo de países
tienen su economía condicionada por el desarrollo y la
expansión de otra economía a la cual la propia esta
sometida”.
-4-
Los
golpes militares (tales como los de Brasil en 1964 y Argentina en
1966) se produjeron en el marco de la denominada Doctrina de
Seguridad Nacional y constituyeron el triunfo de la política
hegemónica del sistema capitalista impuesto por Estados Unidos
en Latinoamérica, donde la
represión fue necesaria para
“sostener las nuevas políticas económicas y ...
lograr el nuevo crecimiento económico”
-5-.
Guillermo
O'donell señala que durante los '70 se consolidó lo que
denomina
“regímenes
burocrático-autoritarios”, caracterizándolos
como “un sistema de exclusión, tanto política como
económica de los sectores populares previamente movilizados, a
los que se desalojará o eliminará de la escena
política... es
un sistema que beneficia económicamente solamente a los
grandes capitales y a un sector de la burguesía y por lo
tanto, aumenta las desigualdades sociales”.-6-
Siguiendo
esta línea, “queda
claro que la mentada interdependencia
entre economías nacionales asume la forma de una dependencia
en el caso de los países subdesarrollados hacia aquellos que
controlan el mercado mundial, las técnicas y los medios de
producción más desarrollados. Esta dependencia se
profundiza cuando en la década del 60/70' la inversión
extranjera en el sector industrial desnacionaliza el control de las
economías internas de América Latina”.
-7-
Como
continuación y profundización de ese modelo, durante la
década del '90 se impusieron las políticas
neoliberales. En relación al mercado del trabajo, la apertura
de las economías bajo el ideal de orden liberal, más la
promulgación de diversas leyes de flexibilidad y precarización
laboral, determinaron más concentración de riqueza, así
como más pobreza y desocupación.
Como adviertiera el
Premio Nobel de Economía Joseph
Stiglitz, tras
las recetas
neoliberales del denominado Consenso de Washington pueden
alcanzarse metas de crecimiento y estabilidad, pero al mismo tiempo
seguir empeorando la vida cotidiana de la mayoría de la
población.
Lejos de
solucionar los problemas del subdesarrollo, los agrava al polarizar
en forma creciente a los sectores sociales. En Argentina, el 10% de
la población con mayores ingresos se queda con el 34,4%
del Producto, mientras que el 10% con menores ingresos se reparte el
1,2% -8-.
El Consenso de
Washington
Para Óscar René
Vargas, el Consenso de Washington es la aplicación de diez
instrumentos de política económica neoliberal “para
llevar adelante el objetivo de un sistema capitalista mundial basado
en la libertad del mercado para operar, donde predominan los más
«aptos» en una especie de «darwinismo social»,
donde la vida social se concibe gobernada por las leyes de la
competencia y del conflicto, llevando a una selección natural
de la supervivencia del más apto y a la eliminación del
más débil”. -9-
La Argentina de la década
del '90 constituyó un ejemplo de la puesta en práctica
de los instrumentos enunciados en el Consenso de Washington, tomados
como la Biblia económica por el Fondo Monetario Internacional.
En ese momento, para ese organismo, Argentina era “el modelo a
seguir”, a partir de las profundas reformas estructurales que
se pusieron en práctica especialmente por la gestión de
gobierno de Carlos Saúl Menem.
Hasta la crisis de 2001,
el FMI continuó otorgando créditos al país,
señalando públicamente su intención de ayudar a
evitar la amenazante crisis que se veía llegar.
Anne Krueger
(vicedirectora del FMI), en el reportaje realizado por Jorge Lanata
incluido en la película “La deuda” (año
2004), señaló que tal préstamo fue un gran error
por parte del Fondo, debido a que Argentina no había cumplido
con dos de los postulados más importantes del Consenso de
Washington y de la política económica propiciada por el
organismo, tal como la de mantener una tasa cambiaria competitiva y
la disciplina fiscal. De tal modo, apuntó los cañones y
responsabilizó a los propios argentinos por no haber “hecho
los deberes”. -10-
Se hace muy evidente que
hacia fines de la década del '90 quedó claro para la
Argentina el fracaso del modelo neoliberal.
Podría decirse que
más que seguir los lineamientos del Consenso de Washington, la
Argentina siguió al pie de la letra los mandatos de los
organismos internacionales de crédito, tendientes a
profundizar la deuda, transferir las empresas estatales y acrecentar
la enorme transferencia de riqueza para mantener la dependencia
económica a los centros de poder.
Recorriendo cada
postulado del Consenso de Washington podemos seguir el ritmo de las
reformas económicas impuestas por la política
neoliberal que tuvo al binomio Menem-Cavallo como su brazo ejecutor.
-11-
El Consenso de
Washington y las reformas menemistas
Repasemos
algunos de los postulados del Consenso de Washington, su aplicación
y las consecuencias que tuvo para Argentina:
- Disciplina
fiscal.
Los países
de la región debían disminuir sus déficit
fiscales, recordando que estos déficits habían
provocado grandes problemas externos junto con disparatadas tasas de
inflación.
Con la sanción de
la Ley de Convertibilidad impulsada por Domingo Cavallo en 1991, se
estableció que la base monetaria fuera respaldada por oro o
por divisas. Esto significó la imposibilidad concreta para el
Banco Central de la República Argentina (B.C.R.A.) de
continuar financiando el déficit público y generando
mayor inflación a través de la emisión
descontrolada de dinero.
Se justificó esta
reforma por la necesidad de reducir el déficit fiscal. Como
sostenía el lineamiento neoliberal, se exponía la
importancia de dar libertad al mercado y eliminar las trabas de un
Estado incapaz y poco competitivo. Para ello, era necesario aumentar
la inversión privada, especialmente abierta al mundo.
Técnicamente se propuso llevar el déficit estatal a
menos del 2% del Producto Bruto Interno, cosa que generaría
una reducción inmediata del déficit, debido a la enorme
carga de la deuda en ese paquete. En la primera estapa de este
proceso, el plan se basó en las privatizaciones de las
empresas estatales, lo que determinó un notable cambio en la
expresión del déficit del Estado. Otro elemento fue el
de la reforma tributaria y el reordenamiento del gasto público.
- Reordenamiento
de las prioridades del gasto público.
Fundamentalmente se debía reorientar el gasto público
hacia la atención sanitaria, la educación y la
infraestructura.
Si
bien el el Consenso proponía la reducción del gasto
público global para ser reasignado especialmente a los
servicios de atención primaria de salud, educación y
asistencia social, el gobierno de Carlos Menem confirmó un
reordenamiento, planteándolo en la publicidad de sus acciones
mientras se ejecutaba justamente todo lo contrario, es decir que se
produjo un notable desvío de fondos públicos,
generando un fuerte deterioro de los servicios enunciados.
La salud, la educación
y la infraestructura de servicios se resintieron. Un terrible ejemplo
de desvío de fondos es el ocurrido en la provincia de Tucumán,
que en aquel período tomó -a través de su
gobierno- un préstamo del Banco Mundial para construir una red
de cloacas y una planta depuradora para varios barrios del conurbano
de la ciudad capital, obras que nunca se construyeron pero que
aumentaron el endeudamiento.
La privatización de empresas
estatales produjo un crecimiento alarmante de desocupación con
la consecuente necesidad de crear fondos para implementar programas
específicos de Asistencia Social.
Muchos de estos Programas
fueron atendidos con nuevos préstamos obtenidos por organismos
de crédito internacional, como el Banco Mundial. La
consecuencia fue el desmantelamiento del aparato productivo con el
consiguiente aumento de pobreza, marginalidad, desnutrición y
problemas sociales.
-
Reforma
tributaria.
Uno
de los elementos más discutidos de la reforma económica
argentina fue el de la imposición del IVA (Impuesto al Valor
Agregado). Se plasmó a favor de ampliar la base tributaria y
confirmar lo indicado por el FMI, incrementando de esta forma los
ingresos del sector público. Constituyó, de hecho, un
impuesto que recargó aún más los gastos de los
sectores de menores ingresos y colaboró en la consolidación
de un modelo de gran concentración económica y desigual
distribución de la riqueza.
-
Liberalización
de las tasas de interés.
Cuyo fin se orienta a la liberalización financiera. Es decir,
desregularizar los mercados financieros, lo que incluye al sistema
bancario.
El Ministro Cavallo
señaló en repetidas oportunidades que uno de los
secretos de “su plan económico” era el de liberar
las tasas de interés para fomentar el crédito. Este
puntal del Plan precisaba extirpar la intromisión estatal del
sistema financiero. Las tasas de interés debían quedar
libradas al juego del mercado. Otro punto fundamental era el de
buscar el ingreso de capitales externos, lo que “mejoraría”
la oferta de crédito. Esto también se logró con
la liberación de las tasas de interés.
La reforma fue
determinante en la suba notable de las tasas de interés. Ante
las críticas que expresaban que estas altas tasas dirigirían
la colocación de una enorme masa de dinero al circuito
financiero, sacándolo del sistema productivo, publicitaron
-principalmente en medios de comunicación favorables, como el
programa Tiempo Nuevo de Bernardo Neustadt- que las altas tasas
resultaban positivas porque permitían captar recursos que de
otra manera no ingresarían a nuestros mercados.
- Tipo
de cambio competitivo.
Es decir, un tipo de cambio que permitiera el crecimiento de la
región.
Mientras
se proponía la liberación de las tasas de interés
y el consejo del FMI era el de abolir los tipos de cambio que
entorpecieran la apertura y el libre cambio, como los tipos de
cambio diferenciales, el gobierno de Menem impuso el Plan de
Convertibilidad, que establecía la paridad en uno del dólar
estadounidense y el peso argentino ($
1 = U$S 1)
En
sus fundamentos, el Plan de Convertibilidasd esperaba -entre otras
cosas- lograr
la estabilización de la economía y reducir las
expectativas inflacionistas y devaluatorias, a la par que incentivar
la desregulación de la economía y aumentar la
competitividad.
Pero
uno de los proyectos más fuertes era el de viabilizar las
privatizaciones de las empresas estatales.
- Liberalización
del comercio.
Lo que implica, disminuir todas las barreras que traban a la
importación de bienes.
Éste constituyó
uno de los principales postulados del Consenso que se puso en
práctica en la Argentina, tendiente a derribar todo tipo de
barrera proteccionista. Según planteó el argumento
neoliberal, el proteccionismo no sólo no protegía el
desarrollo industrial, sino que era la causa de la baja
competitividad y el obstáculo a la integración del país
a los beneficios de los intercambios promovidos por la globalización.
Este plan se basó
en la reducción de aranceles y en el Plan de Convertibilidad,
lo que hacía prácticamente imposible la competición
para la industria nacional y produjo la inundación del mercado
con productos extranjeros, aumentando el cierre de fábricas y
talleres.
Esta
política económica no logró consolidar el modelo
ya que no se llegó a la integración del país al
ALCA (Area de
Libre Comercio de las Américas), producto del estallido de la
crisis en 2001 que generó una fuerte resistencia y presión
por parte de diversos sectores de la población.
- Liberalización
de la inversión extranjera directa.
Esto permite que los inversores extranjeros puedan realizar sus
operaciones sin ningún tipo de impedimento.
Otro de los postulados
enunciados por el Consenso y defendido por el plan económico
argentino de los '90 fue el de la supresión de barreras a las
inversiones extranjeras. Se especulaba que esta medida aceleraría
el crecimiento de la economía. En definitiva, la medida fue
simple: se equiparó -en su tratamiento- a las empresas
nacionales con las extranjeras.
- Privatización.
La privatización hace referencia a la venta o concesión
de las empresas públicas al dominio privado. De alguna manera,
esto implica la reducción y concentración de la función
pública.
Este es un punto
neurálgico en el encolumnamiento que hizo el gobierno de Menem
a los mandatos de los Organismos Internacionales de Crédito,
los proyectos emanados de los centros de poder político y las
grandes empresas multinacionales.
La
explicación oficial fue que se produciría una reducción
en el gasto y el déficit público en un plazo muy corto,
a la vez que se lograría tentar al capital exterior. El
gobierno argentino fue implacable para seguir este postulado. Sólo
quedó sin privatizar el sistema educativo. Se vendieron o
licitaron, por ejemplo, Ferrocarriles Argentinos, la línea de
aeronavegación Aerolíneas Argentinas, YPF,
ENTEL, SEGBA, Agua y Energía Eléctrica, Gas de Estado,
HIDRONOR y Transener.
El cambio (convertibilidad) permitió al capital extranjero la
compra -a precios depreciados- de bonos de la Deuda Externa, que
fueron usados para la capitalización y la compra de las
empresas del Estado. En el caso de Aerolíneas Argentinas, la
compradora española Iberia -una vez realizada la operación,
transfirió esta deuda a la contabilidad de Aerolíneas,
lo que produjo que esta nueva empresa naciera con déficit (lo
que significa que se compró a sí misma, sin erogación
por parte del comprador).
Esta deuda sumada a la falta de
inversiones, produjeron varias crisis por las que se llegó a
plantear la quiebra, crisis que fue superada por el aporte económico
que realizó el Estado argentino para evitar que el personal
quedara en la calle.
Este tema de las
privatizaciones podría ser profundizado para analizar no sólo
la adscripción a los postulados del Consenso de Washington y
la práctica de políticas económicas
neoliberales, sino para considerar el copamiento que se hizo del
Estado para aumentar el endeudamiento y la entrega de sectores
básicos de la economía argentina, entrega que llegó
incluso hasta la propia soberanía nacional. Esta utilización
de los órganos del Estado se concretó a partir de
hechos de corrupción descarada, los que hasta el momento no
fueron castigados por la Justicia.
La mayoría de las
privatizaciones se realizaron a una velocidad record a nivel mundial.
Se tasaron las empresas en forma vil, se privatizaron los activos
mientras el Estado se hizo cargo de los pasivos. Y los procesos
privatizadores concluyeron con contratos que perjudicaron a los
usuarios y no tuvieron en cuenta dar poder a los órganos de
control, cuestión que llega al límite de acordar los
tribunales de Nueva York para dirimir conflictos relacionados con los
pliegos de concesión o contratos. La conclusión es que
la Argentina perdió gran parte de su patrimonio y de sus
recursos naturales (como el petróleo).
- Desregulación.
Se refiere a la desregulación de los mercados, en el sentido
que se eliminen las barreras de ingreso y salida. Es decir, que una
empresa cualquiera pueda entrar al mercado libremente; y, una empresa
que está en el mercado pueda salir libremente.
La Argentina de los '90
también fue líder en la quita de restricciones a la
entrada o salida de empresas. De tal modo, también se permitió
que las empresas que habían utilizado los bonos de deuda, y
que no hicieron inversiones en el área de los servicios
concesionados, vendieran sus acciones a otras empresas, sin que
mediara control o castigo.
Un caso testigo es el de Aguas Argentinas,
que se desmembró a partir de la huida de la empresa del Grupo
Suez (francesa). Al mismo tiempo que Suez incumplía el
contrato, el Presidente Kirchner viajaba a España para
conformar una nueva empresa, esta vez con un grupo minoritario en la
anterior privatización (socia de Suez), la empresa española
Agbar. No contenta con “abandonar el barco” sin pagar los
costos, Suez inició un juicio al Estado argentino ante el
CIADI (brazo del Banco Mundial), por incumplimiento en los contratos
(relacionado con el tema tarifas).
El postulado de la
desregulación da libertad a las fuertes empresas de capital
multinacional a elegir el lugar más conveniente -por sus bajos
costos, bajos impuestos o alto nivel de corrupción- para
instalar sus filiales.
- Derechos
de propiedad.
El
sistema legal debería proveer derechos de propiedad seguros y
sin costes excesivos y debería hacer accesibles tales derechos
al sector informal.
Este ítem
aparentemene inofensivo expresa el “doble rostro” que
caracteriza la política neoliberal. De acuerdo a la teoría,
si el mercado se autoregula sin intervención estatal, más
personas adquirirán el carácter de emprendedores,
pequeños empresarios o cuentapropistas. De tal modo, el Estado
debe garantizarles que el sistema legal considere sus derechos de
propiedad. Este eufemismo oculta en realidad a las regulaciones para
reconocer las patentes detentadas por las grandes empresas
multinacionales, especialmente los laboratorios y las de
comunicación.
Mientras miles de
personas fueron marginadas del sistema productivo, las grandes
empresas multinacionales pretenden afianzar más su poder y
obligar a una forme de esclavitud o dominación económica
a partir de cobrar las patentes por el uso de sus productos
monopólicos.
Aporto dos ejemplos. Uno es es el caso de la
multinacional Monsanto que produce el herbicida glifosato que
requiere el uso de su poroto transgénico (resistente al
veneno). La extensión de este poroto genera que los
productores argentinos se encuentren en una situación de
dependencia frente a la empresa.
Otro es el de la empresa Microsoft
que comercializa el entorno Windows, que es prácticamente
monopólico. Microsoft controla la tecnología
relacionada con las herramientas (software) que usan las Pcs y obliga
a los usuarios (que incluyen gobiernos, empresas y privados) a erogar
fuertes sumas por el uso de sus productos.
El ALCA, nueva forma
de dominación económica
Según
la propia fundamentación que emana del ALCA, “los
esfuerzos para unir las economías de las Américas en
una sola área de libre comercio se iniciaron en la Cumbre de
las Américas, que se llevó a cabo en Miami, EEUU, en
diciembre de 1994. Los Jefes de Estado y de Gobierno de las 34
democracias de la región acordaron la creación de un
Área de Libre Comercio de las Américas, o ALCA, en la
cual se eliminarán progresivamente las barreras al comercio y
a la inversión. Resolvieron igualmente que las negociaciones
con miras a lograr el acuerdo finalizarían a más tardar
en el año 2005 y que lograrían avances sustanciales en
el establecimiento del ALCA para el año 2000.
Los Jefes de
Estado y de Gobierno instruyeron además a sus Ministros
responsables del comercio para que adoptaran una serie de medidas
iniciales concretas para la creación del Área de Libre
Comercio de las Américas”.
-12-
En su octava reunión,
celebrada en Miami el 20 de noviembre de 2003, los Ministros
reiteraron su compromiso con el Área de Libre Comercio de las
Américas y expusieron la visión que tienen del ALCA que
se presenta a continuación:
“Nosotros, los
Ministros, reafirmamos el compromiso que tenemos para que las
negociaciones del ALCA concluyan con éxito a más tardar
en enero de 2005, con el objetivo final de lograr un área de
libre comercio e integración regional. Los Ministros reafirman
su compromiso con un ALCA comprehensivo y equilibrado que fomentará
con la mayor eficacia el crecimiento económico, la reducción
de la pobreza, el desarrollo y la integración a través
de la liberalización del comercio. Asimismo, los Ministros
reconocen que se necesita flexibilidad para tomar en cuenta las
necesidades y sensibilidades de todos los socios del ALCA. -13-
Este
Acuerdo no es mas que la puesta en práctica de
un proceso de mayor expansión del sistema capitalista mundial
liderado por las transnacionales que tienen a Estados Unidos como su
aparato ejecutor. En este sentido es la continuidad de lo postulado
por el Tratado de Libre Comercio (TLC) para América (con la
exclusión de Cuba).
Al ALCA por el camino
de los TLC
Antes de hablar de los
postulados del ALCA; debemos señalar que la mayor parte de los
acuerdos entre gobiernos -en el marco de esta Alianza- se mantienen
en secreto. Por otro lado, la imposibilidad de cumplir las metas para
alcanzar este acuerdo (año 2005) generó en Estados
Unidos de Norteamérica la necesidad de avanzar en otras
direcciones para rodear la oposición concreta que se ha
manifestado en diversos países y que ha colocado en una vía
muerta la formalización de este sistema.
De tal forma, Estados
Unidos intenta dividir las fuerzas, dando pequeños -pero
contundentes- pasos, a partir de firmar acuerdos de libre comercio
país por país. Y para refrendar esos acuerdos, dándoles
un tinte de democracia participativa, sostiene campañas en las
que la población debe votar a favor o en contra, en una
desigual “Consulta” en la que terminan imponiéndose
los aparatos de gobierno, partidos políticos oficialistas y
medios masivos de comunicación, frente a organismos no
gubernamentales, débiles partidos políticos de
oposición y escasos medios alternativos de comunicación.
Aún
así, la oposición al sistema liberal existe: en Costa
Rica (octubre de 2007), el voto a favor de la firma del TLC (entre
Centroamérica, República Dominicana y
Estados Unidos) sólo
alcanzó al 52 % de los consultados, aunque el gobierno utilizó
la manipulación y el fraude -según señalan
diversas denuncias- junto con todo su aparato de coherción.
Un argumento que terminó siendo concluyente a la hora de
definir el voto por el Sí fue el terror impuesto por las
empresas capitalistas entre la gente trabajadora, afirmando que si no
se firmaba el Tratado, se perderían muchos puestos de trabajo
porque las empresas se verían en la obligación de echar
personal.
¿Qué
pretende el ALCA?
Podemos señalar
algunas cuestiones básicas que surgen a partir de las
intenciones planteadas alrededor de la construcción del ALCA:
- Los ciudadanos
perderían más derechos frente al poder de las
multinacionales.
Por ejemplo, si se
dictara una ley para promover o defender los derechos productivos o
comerciales de un país, se deberá pagar una
indemnización a las empresas que “podrían haber
tenido ganancias” de no exisitir esa medida proteccionista.
- Se abre la regulación
al sector de los servicios públicos.
Curiosamente se fijan los
alcances del poder de los propios Estados, otorgando a los gobiernos
el derecho para tener injerencia en la regulación de tales
servicios públicos pero siempre que se mantengan dentro de los
alcances y reglamentaciones dispuestos por el tratado del ALCA. Se
trata de un avance más sobre la soberanía de nuestros
pueblos. Se consolidaría el régimen en el que los
gobiernos son meros administradores al servicio del capital.
-
Discriminación
negativa
Se protegería alos
inversores extranjeros frnte a los nacionales.
Para ello, se señala
que ningún país puede discriminar a favor de su sector
nacional y todo habitante de un país miembro tendrá
los mismos derechos que los nacionales.
- Apertura de
licitaciones
El ALCA establece la
apertura y desregulación para todos los mecanismos de
contratación y licitación relacionados con los
servicios públicos. Es otra cara de la moneda de las
rpivatizaciones.
- Aranceles
Se dejarán si
efecto los aranceles aduaneros, permitiendo el libre tránsito
e intercambio de bienes y mercaderías.
- Agricultura
Este uno de los puntos
más violentos del ALCA, ya que se trata de intervenir en uno
de las actividades productivas más extendidas de América,
como lo es la de los cultivosa. De esta manera, los gobiernos no
podrán regular sobre las cuestiones sanitarias y comerciales.
Los campesinos perderán su libertad y sus tierras a manos de
las grandes multinacionales, como la empresa Monsanto, que utiliza
agroquímicos, venenos y transgénicos a mansalva.
Las regulaciones de la
Organización Mundial del Comercio a este respecto sostienen
los lineamientos del ALCA, ya que tienen como fin quitarles poder a
los gobiernos nacionales respecto a la salud, alimentación y
seguridad. Este importante rol pasaría a manos de organismos
privados internacionales controlados por las grandes empresas
alimentarias.
-
Patentes
Ortro importante avance
sobre lo público es el de la propiedad intelectual. El ALCA
promueve la prioridad de los derechos privados de las empresas por
encima de las comunidades locales. Este avance se da especialmente en
la alimentación y en la producción farmacéutica.
Párrafo aaprte lo tiene el avance de la investigación y
manipulación genética.
El acuerdo permitiría
a los laboratorios multinacionales detentar el poder sobre los
medicamentos y el control sobre las políticas sanitarias.
- Ambiente
Otro punto que no es
claro habla sobree los alcances de las actividades productivas y el
Ambiente.
Se tendrán en
cuenta en forma prioritaria los intereses de las grandes empresas.
Los gobiernos sólo podrán presentar recursos legales
ante los Tibunales internacionales de competencia, aun cuando se esté
hablando de espacios soberanos. Queda claro que los Estados se
desdibujarán, perderán soberanía sobre sus
recursos y se convertirán en gendarmes que controlarán
con sus fuerzas policiales las protestas sociales.
- Agua y energía
Serán considerados
como bienes de intercambio, por los cuales se establecerán los
mismos recaudos legales que los demás recursos naturales. Los
Estados naciuonales perderán control sobre estos bienes
fundamentales.
Conclusión
En síntesis,
América Latina fue -y continúa siendo- escenario de un
proceso de concentración económica en el que nuestros
países se integraron a un mercado mundial en el que el
desarrollo de algunos países -pero especialmente de empresas
multinacionales- se produjo por razón de la transferencia de
excedentes, con una notable pérdida del control de sus
recursos productivos, generando desigualdades que se evidencian en
los crecientes índices de pobreza y marginación.
El tiempo que nos toca
vivir sigue siendo un tiempo de resistencia.
Mientras continúan
destruyendo nuestra capacidad de ser autosuficientes y administrar
nuestros recursos, nos bombardean con una falsa publicidad que
muestra como altamente favorable la profundización de este
sistema de rapiña.
Bretton Woods, Consenso
de Washington, ALCA o TLC. Son distintos nombres del mismo mal: la
esclavitud generada a partir de la imposición del sistema
capitalista en nuestra América Latina.
De allí que
destaco el concepto de Theotonio Dos Santos, cuando señala que
"los intentos de analizar la realidad de estos países
como producto de un subdesarrollo o de un retraso en asimilar modelos
de producción más avanzados o de modernización,
no pasan de ser oscurecimientos ideológicos disfrazados de
Ciencia." -14-
NOTAS
-1- Parra,
José Luis. “Breve
historia de la economía "liberal" en nuestro país”.
Publicado en Revista Margen Nº 12, año 1999.
www.margen.org)
-2-
Dos Santos, Theotonio. “La teoría de la dependencia”.
Ed. Plaza Janes, Buenos Aires, 2003.
-3-
Ibídem
-4-
Cardoso
y Faletto, 1994
-5-
Collier
David. Introducción,
en
David Collier (comp.), “El Nuevo autoritarismo en América
Latina”, México, FCE, 1985, p. 9
-6- O`Donnel,
Guillermo, El Estado Burocrático Autoritario. 1960-1973,
Buenos Aires, Ed. Belgrano.
-7-Apuntes de Sociología. Facultad de Ciencias Políticas
Universidad Nacional de Rosario.
-8-
Datos estadísticos proporcionados por el Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos INDEC (dependiente del Ministerio de
Economía de la República Argentina), para el primer
trimestre año 2007. Sitio web: www.indec.mecon.ar
-9- Vargas,
Óscar René. ¿Qué es el consenso de
Washington? Para La Insignia, nov. 2002 en
http://www.lainsignia.org/2002/noviembre/econ_033.htm
-10-
Entrevista a Ann Kruger. Fragmento de la
Película La Deuda, de Jorge Lanatar, año 2004.
-11-
Domingo Felipe Cavallo. Economista Doctorado en Harvard. Fue
Ministro de Economía de Carlos Saúl Menem desde 1991 a
1996.
-12- ALCA.
Sitio web en http://www.ftaa-alca.org
-13- Idem
-14- Dos
Santos, Theotonio. “La teoría de la dependencia”.
Ed. Plaza Janes, Buenos Aires, 2003
BIBLIOGRAFIA
Frenkel,
Roberto. “La contribución de Keynes”, artículo
publicado en el Diario La Nación. Buenos Aires, Argentina, 2
de abril de 2006.
Liliana
De Riz. La política en suspenso 1966/1976 Capítulo III
"Retorno y derrumbe".
Editorial Paidós, Bueno
Aires.
Aláin Rouquié,
Poder militar y sociedad política en Argentina (1943-1973),
Buenos Aires, Emece Editores, 1982,
Fernando
Henrique Cardozo y Enzo Faletto. “Dependencia y desarrollo”.
Siglo XXI Editores. Buenos Aires, 1974
Darcy
Ribeiro. “El proceso civilizatorio. De la revolución
agrícola a la termonuclear. CEAL. Bs. As. 1971
Katz
J. y Kosacoff B. “Aprendizaje
tecnológico, desarrollo institucional y la microeconomía
de la sustitución de importaciones”. En Desarrollo
Económico vol. 37, nº 148, enero-marzo 1998.
Dos
Santos, Theotonio. “La teoría de la dependencia”.
Ed. Plaza Janes, Buenos Aires, 2003