Periódico de Trabajo Social y Ciencias Sociales Edición digital |
Un objetivo cumplido, un espacio ganado Por:
En Gambro, una empresa de origen sueco dedicada al tratamiento de la insuficiencia renal crónica (IRC), el área de trabajo social logró instalar un nuevo paradigma en la labor con pacientes y puso en marcha más de 30 programas sociales. ¿El resultado? Un alto nivel de autoorganización, innumerables emprendimientos artísticos y productivos y avances importantísimos en la calidad de vida de cientos de personas con IRC.
Cuando, por diversas razones, los riñones pierden la capacidad de cumplir con la función vital de filtrar y limpiar la sangre de las toxinas y sustancias de deshecho que se producen en el cuerpo, comienza lo que se conoce como insuficiencia renal crónica (IRC). Ante esta situación, existen en la actualidad tres opciones de tratamiento, que son la hemodiálisis (la sangre es filtrada fuera del cuerpo mediante una máquina, a la que se conecta al paciente tres veces por semana), la diálisis peritoneal (otro método sustitutivo que en lugar de un riñón artificial utiliza la membrana peritoneal como filtro) o el trasplante renal.
Estos tratamientos son la especialidad de Gambro HealthCare, una empresa global de origen sueco, que está presente en más de 40 países y opera en la Argentina desde 1997, a través de 31 centros de diálisis y un centro de trasplantes que dan servicio a más de 2800 pacientes renales.
Un giro de 180 grados
Para esto, se basaba en la experiencia de Ceter, uno de los centros de hemodiálisis adquiridos por Gambro en su llegada al país, que desde hace más de veinte años ha incorporado en forma pionera el trabajo social a la atención integral de los pacientes. Así, partiendo de un concepto de salud integrador y abarcativo, nacía en toda la red Gambro la Coordinación Nacional de Trabajo Social. Una sección destinada a trabajar en la promoción social de los pacientes y a articular las tareas de los distintos centros de diálisis con el fin de satisfacer un amplio abanico de carencias que estaban afectando seriamente la calidad de vida de quienes allí se atendían. “Antes de que se instituyera la Coordinación, éramos muy pocos los trabajadores sociales de la red” cuenta María Isabel Iglesias, coordinadora nacional de trabajo social en Gambro. “Cuando el Dr. Gelfman propuso la creación de esta Coordinación, pasamos de 8 ó 9 a más de 20 colegas trabajando articuladas”, explica. De este modo, en la actualidad, cada centro de diálisis Gambro cuenta con una trabajadora social cuya misión es ayudar a la inserción o reinserción social del paciente renal, quien habitualmente ve disminuidas sus capacidades de trabajo, expresión y socialización a partir de la aparición de la enfermedad.
A menos de cinco años de la creación de esta Coordinación, el área de trabajo social se ha convertido hoy en un pilar importantísimo en el abordaje de los pacientes y, en cada centro, el trabajador social articula sus tareas con las de médicos, enfermeros, psicólogos y nutricionistas, conformando verdaderos equipos de salud transdisciplinarios, capaces de abordar a cada paciente como un todo interrelacionado
De conejos a locutores
Todos estos proyectos han sido creados bajo el paraguas común de la promoción, mediante el cual se busca ayudar a cada paciente a expresar sus habilidades y su potencial creativo en un marco de confianza personal y de integración y articulación con su familia, con su comunidad y con otras personas que están en su misma situación. Los resultados de esta política fueron rápidos y evidentes, con pacientes que mejoraron notablemente sus estados anímicos y un nivel de autoorganización y estímulo emprendedor pocas veces visto. Hoy, desde Jujuy hasta Caleta Olivia, pacientes de Gambro de los diferentes centros del país se integran en comisiones en las que discuten sus propias problemáticas, crean bancos de remedios, editan sus propias revistas, participan de ferias para microemprendedores y organizan conciertos a beneficio, entre muchas otras actividades realizadas codo a codo con sus trabajadoras sociales.
Además de marcar un cambio radical en sus niveles de reinserción social y su autovaloración, estos emprendimientos construyen capacidades concretas y vitales para la generación de nuevas fuentes de ingreso, el mejoramiento nutricional y la canalización de actividades culturales o artísticas muchas veces olvidadas, ocultas o soslayadas a partir de la aparición de la insuficiencia renal crónica.
El valor de los aliados
En cada centro Gambro, directores médicos, enfermeros, psicólogos y nutricionistas participan hoy activamente de actividades que van desde clases de yoga hasta teatro leído durante las sesiones de hemodiálisis, y puede vérselos en recitales organizados por pacientes, muestras artísticas o exposiciones de artesanías, trabajando activamente junto a las trabajadoras sociales, los pacientes y sus familiares.
Naturalmente, esto no ha sido siempre así y persisten todavía resistencias que sigue siendo necesario vencer. Sin embargo, la convicción, el compromiso y los resultados demostrados por quienes llevan adelante las tareas de trabajo social han sido determinantes para cambiar la mirada, aun de los más escépticos.
Comunicar para construir
“Construyendo Futuro” es una herramienta fundamental para promocionar y recompensar los esfuerzos de los profesionales que integran el equipo de salud y de la dirección estratégica de la empresa, ya que da visibilidad a cada emprendimiento exitoso, y es un importante estímulo para la replicabilidad de los programas en todo el país.
Los próximos pasos
La consolidación de los programas existentes, el desarrollo de nuevas iniciativas y sobre todo la construcción de estándares objetivos que permitan medir los avances en la calidad de vida de los pacientes son algunas de las tareas más importantes en las que el área de trabajo social, junto al resto de los equipos de salud., se encuentra trabajando. Es, sin dudas, un camino desafiante, complejo y lleno de obstáculos, pero que tiene como recompensa la promoción social de personas que se han reencontrado en estos proyectos con sus sueños perdidos. Hoy, en cada centro de diálisis Gambro, los hombres y mujeres que sufren insuficiencia renal crónica saben que, además de médicos, nutricionistas, enfermeros y psicólogos de primer nivel, cuentan con profesionales comprometidos, talentosos y dispuestos a recordarles que están vivos, que pueden, que hay un mundo ahí afuera, y que los está esperando.
* Datos sobre las autoras: * María Isabel Iglesias Coordinadora Nacional de Trabajo Social de Gambro HealthCare Volver al inicio de la Nota |
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