La Política Social como estrategia
El crecimiento y avance de nuevas problemáticas sociales, ubicadas en escenarios cambiantes y contradictorios implica; por un lado la necesidad de nuevas formas de comprender y explicar las Políticas Sociales y por otro muestra la exigencia de un papel más activo por parte del Estado. El mismo debe centrarse, tanto en la resolución de los problemas, como en la anticipación a los mismos. A su vez, los acontecimientos ocurridos en las últimas décadas en nuestro país y en La Provincia de Buenos Aires, muestran un fuerte impacto en la problemática de la integración de la sociedad. De allí la importancia de la puesta en marcha de Políticas Activas que funcionen esencialmente como elementos de cohesión.
A partir de los diferentes censos, se observa una clara tendencia al despoblamiento, que en los datos del censo 2001, podría alcanzar al 50% de los Poblados Rurales. Por otra parte la migración del campo a la ciudad, en la Argentina tiene una particular intensidad ya en 1960, nuestro país ocupaba el 7° lugar en el mundo por su nivel de urbanización, con el 72 % de población en aglomeraciones de mas de 2000 habitantes. De esta forma, en la actualidad, el 94 % de la población en la Región Pampeana es urbano.
Los cambios demográficos, se vinculan estrechamente con la expresión singular de la cuestión social en nuestro país. Entre los factores que generan estos fenómenos se puede mencionar; la precarización del empleo, las dificultades de acceso a la salud, la educación, a bienes culturales, tecnologías de información, etc.
Dentro de esta serie de problemas, el despoblamiento implica una clara singularidad, que se expresa en movimientos de población que van desde las pequeñas localidades, a las ciudades de cabecera y desde allí a grandes aglomerados urbanos, generándose así una serie de inconvenientes que muestran nuevas y caracterizadas formas de la cuestión social las que impactan directamente en las condiciones de vida de la población.
Así, la distribución espacial que queda como resultante del movimiento poblacional es si misma problemática. El éxodo rural, al generar un descenso de la población trae como consecuencia características especiales al proceso del despoblamiento que se expresan en: el envejecimiento de la población, la pérdida de servicios y equipamiento,el desaprovechamiento de la capacidad instalada, que llevan entre otras dificultades a la desertización socioeconómica y a un desvertebramiento del territorio.
En este aspecto el Estado pasa a tener un papel central como ordenador, planificador y especialmente como garante de los derechos básicos de los ciudadanos. Nuestro país y la Provincia de Buenos Aires, no han desarrollado políticas demográficas o poblacionales en las últimas décadas, lo que implica la ausencia de antecedentes significativos.
Por otra parte el tema no ha sido aún instalado en la Agenda Pública, quedando la cuestión poblacional en general fuera de planificación y ausente en los fundamentos de la mayoría de los programas y planes sociales.
En diferentes países industrializados se vienen desarrollando estrategias y políticas definidas para la población rural, visualizando a ésta como una forma de mantenimiento del equilibrio territorial, espacial y social.
La Política Social debe ser entendida como medio y no como fin en si misma, es decir entenderla como estrategia que contribuya a: la integración de nuestra sociedad; una mejor distribución del ingreso y favorecer la creación y el resurgimiento del empleo. A su vez debe recrear la soberanía popular en función de facilitar y generar formas de organización, reciprocidad e intercambio, es decir constructoras de identidad.
La Política Social debe ser universal, planificada y especialmente anticipatoria, la dirección de la misma se vincula con las características de la Provincia, su inserción en el país y su proyección dentro de la Región, teniendo como perspectiva al Mercosur y expandiéndose a otras naciones del Sud América . Esto último, incluye una perspectiva Regional ampliada que también se relaciona con los movimientos poblacionales desde los países vecinos (Bolivia, Chile y Perú).
La necesidad de sentidos en las Políticas Públicas pasa muchas veces por la falta de estrategias de intervención, que le otorguen direccionalidad ; integración y coherencia interna a las múltiples acciones que, desde diferentes Ministerios y Organismos de Gobierno de la Provincia y la Nación se llevan adelante.
El horizonte de la Política Social se relaciona con la resolución de la problemática de la Integración y la fragmentación social. Dicha dirección se orienta a generar condiciones de repoblamiento en las pequeñas localidades de la Provincia de Buenos Aires, desarrollando actividades también para evitar el despoblamiento de las mismas. Es decir mejorar las condiciones de habitabilidad de los pequeños pueblos.
De allí que las estrategias de intervención articulen las Políticas Sociales con las propias potencialidades del territorio, a nivel de municipios y pequeños pueblos.