Dentro
de las obras de Kafka hay varias que resultan paradigmaticas, en el
caso de El Proceso esta cualidad no solo está presente
sino que además es una de las que más llama a
la interpretación, sobre todo por los signos y referencias,
que se actualizan en el escenario social de la caída de la
modernidad.
En
la novela se cuentan las vicisitudes de un hombre común
rutinario, que trabaja en unas oficinas; Joseph K, así se
llama el personaje, y una de sus preocupaciones es la de no poder
injertarse en un grupo formal (familia, matrimonio) hecho de esperar
a su edad y ámbito en el que vive. Súbitamente es
arrestado por hombres desconocidos, de los que se sabe que no
pertenecen al sistema legal del país, y es sometido a proceso.
En ningún momento se conoce la, o las causas de su
culpabilidad, y la novela y el personaje se constituyen a través
del proceso que se hará inacabable, lleno de obstáculos,
con personajes en la frontera del sueño. Joseph K vive
pendiente de todas las circunstancias de éste, su proceso,
tratando de demostrar su inocencia, ante una culpabilidad de la que
desconoce el motivo, y solo quiere la absolución.
Un
momento clave en el relato, es aquel en que el sacerdote le cuenta a
K, que había un hombre de campo que se acercó a las
puertas de la casa de la Ley queriendo entrar, pero el portero que
cuidaba la puerta se lo impidió, diciéndole que
todavía no era el momento, así transcurrió mucho
tiempo el hombre de campo fue envejeciendo, cada tanto preguntaba
cuando iba a poder entrar, hasta, que ya a punto de morir el portero
le revela que esa puerta era su puerta, que había sido hecha
para él, para que pudiese entrar
K
hace una disquisición con el cura acerca del engaño, al
que él supone, fue sometido el hombre de campo, y el cura le
contesta que no tiene que dar todo por cierto, sino que simplemente
es necesario, a lo que responde K que eso equivaldría a la
mentira universal
La
novela luego prosigue con situaciones cada vez más difíciles
para Joseph K, que irá haciéndose cargo de su
culpabilidad en un clima de permanente ambigüedad. Como el
resto no hace al objeto de reflexión , solo cabe destacar que
Joseph K, muere ejecutado por, su captores y en palabras de Kafka
como un perro
A
partir de este texto que como decía antes llama a la
interpretación, podemos recordar que la asociación la
perspectiva de Nietzsche acerca de la mala conciencia, y Joseph K es
muy directa en tanto aquel la entiende como la sustitución de
la represión vigente en el sistema, por la autorepresión
en la conciencia,. Si el poder es inmenso yo no soy nada, por lo
tanto cada uno llevará en sí mismo su propia arma
destructiva.
Al
decir de Gilles Deléuze la mala conciencia sería una
reversión o interiorización de las fuerzas creativas De
esta manera la sociedad coercitiva introduce en la conciencia del
hombre esta modalidad para volver al sujeto sufriente de si, y
sujeto a, sujeto a la norma domesticado por la rutina.
Mis
diferencias me hacen culpable por ser yo, entonces será más
fácil ser como ustedes deseen que sea
De
esta manera la mala conciencia lleva a que el hombre renunciando a sí
y diluyéndose en la totalidad sienta su existencia
justificada. Totalidad, que por otra parte es anónima,
lejana, ambigua e inconmensurable al igual que de las
multinacionales o el Internet
En
El Proceso eso inconmensurable, está presente,
concretamente en los tribunales, la catedral, y lleva en sí,
el absurdo del individuo en espacios que no tienen limites y en los
que el mismo se pierde
Una
legalidad cada vez más abstracta, abstracción de la que
se sirve el poder para acusar todo lo diferente, y que Nietzsche la
define como el poder aniquilador de la moral, que por ser abstracta,
tiene a los seres concretos como enemigos
Este
antagonismo entre legalidad abstracta y existencia concreta se
visualiza en la vida cotidiana cuando luego de muchos esfuerzos
puestos en lo que hace, el hombre de nuestra época, siente
que son absolutamente contingentes porque se diluyen en una
estadística un legajo y se alejan del individuo y su
singularidad
También
aparece este rasgo en K, que se debate en proseguir los caminos del
proceso, tratando de demostrar su inocencia, pero las fuerzas dejan
de operar, se quedan en lo potencial, solo paralizan pues justamente
el sentido de las fuerzas es su actualización, y es en el
transcurso de la novela que se evidencia esa permanente voluntad
potencial que se repite, desesperada pero siempre igual a si misma
Para
la legalidad formal todo aquello que es determinación
concreta, individual, no programada es azarosa y por lo tanto
culpable al contrario para Nietzsche, el azar es la prueba de nuestra
inocencia es la inocencia del devenir
La
Ley intenta imponer su racionalidad al mundo de lo real, en la
creencia de que esto impide discutir la veracidad de la acusación
(en el caso de El Proceso) y lo logra pues K hace todos los
recorridos que en realidad ya no cuestionan el contenido de la ley, y
se ata a su vigencia, se transforma dicha vigencia en la verdad,
crece su culpa, ha interiorizado la culpa, la ley se ha concretado
en las mala conciencia del acusado
El
sacerdote lo dice claramente cuando dice que no importa que sea
cierto, solo interesa que sea necesario, nadie ha de discutir en un
régimen de facto por ej. el contenido o el porqué de
una ley de censura. el poder responderá: ës
necesario, está en vigencia . En El Proceso todo
esto se hace carne en el acusado, ya no discute, ni intenta
interpretar la ley, solo la acata, de esta manera la ley se erige en
una forma efectiva de coerción.
Los
Personajes secundarios de El Proceso son individuos más
bien típicos que parecen representar al hombre gregario
controlador - controlado, que tienen una gran desconfianza hacia lo
distinto, como algo que se le opone, se siente culpa por ser
distinto pero con el discurso del rebaño se siente alivio al
incluirse entre los demás
Los
protagonistas de las obras de Kafka buscan la tipificación
para tranquilizar la conciencia, pero casi nunca lo consiguen, con
respecto a este punto Nietzsche recalca la necesidad de afirmar la
diferencia para actualizar esa naturaleza humana a punto de diluirse
en las instituciones
En
esta novela de espacios inconmensurables multiplicidad de
funcionarios y procedimientos concatenados, el trámite se
convierte en proceso, nada se concreta y se combina la racionalidad
con la cosificación
La
existencia se aliena y el tiempo no justificado por la adecuación
a este proceso es tiempo culpable
Estos
personajes viven en la paradoja del terror a la abstracción
pero también del acercamiento, el desesperanzado esfuerzo por
alcanzar lo universal, la ley, y por el otro lado el apego a los
mecanismos de acción de las funciones cotidianas ,
característica que Camus dio en llamar la ética
de sumisión a lo cotidiano
Nietzsche
dice que al aceptar un orden dado, le ponemos el sello de lo
definitivo y clausuramos las posibilidades de cambiarlo, la mala
conciencia como la represión integrada a la cotidianeidad de
la vida será inversión de las fuerzas contra sí
mismas
En
la mala conciencia, lo que parecía llevar a la redención
termina en sentimiento de culpa La moral reactiva que alude a la
tradición judeo cristiana establece, que se es culpable al
nacer, por eso Joseph K debe probar que es inocente, y no que no es
culpable, pues se es culpable aunque no se conozca la naturaleza de
las leyes En suma la culpa es la eternización de la deuda en
la conciencia del hombre, que acumulará sin limites, no hay
tiempo que perder, todavía hay muchas pruebas que acumular,
(en el caso de K) por eso el hombre de la moral reactiva es un hombre
prolongadamente ligado a un orden que lo ahoga y reproduce el
mensaje en la conciencia
Este
individuo no puede crear actúa por recuerdos, reflejos por
reacción, es puro proceso, queda sojuzgado absolutamente a
conseguir la reparación, la redención o la absolución
Así
como se dice, que el infierno es el miedo al infierno, con la culpa
sucede lo mismo, y Joseph K lo dice, y si bien cuestiona el sistema,
esas fuerzas y esa energía son inútiles porque está
investida de miedo, que no permite diferenciar la culpa del temor a
ella, esto implanta, la necesidad de horizontes limitados, el
estrechamiento de perspectivas.
Camus,
también en la perspectiva nieztchiana dice que el sistema de
poder, entiende que cualquier desacato a la ley no es atribuible a
una imperfección de la misma, sino a una falta de virtud del
ciudadano. El poder busca entonces, una justicia que no quiere
encontrar al ciudadano culpable, sino débil.
En
el ÿo no puedo el objeto de la culpa ha de ser que
el sujeto sienta que ha perdido todo poder sobre su situación
No
puedo, no tengo derecho, por lo tanto el hacer, que será
distinto del poder represivo está destinado al fracaso, la
mala conciencia actua como la inhibición de la acción.
En
este mundo kafkiano la justicia tiene su correlato en la condena, o
como dice Deléuze, la ley kafkiana solo se determina
enunciándose, y solo se enuncia en el acto del castigo
La
ambigüedad del sacrificio coincide con la arbitrariedad de la
ley y, en el caso de Joseph K es un sacrificio, que no tiene objeto,
porque trata de redimirse de una culpa que no conoce, y de eludir la
resolución de un proceso que cada vez es mas complicado y
nebuloso. Nietzsche considera que el hombre se vuelve el ser incapaz
de obrar, el de la ambigüedad de lo real y lo posible, de la
confusión entre representación y realidad, por un
exceso de representaciones en la conciencia y en la memoria
Llama la atención en esta obra como en otras de Kafka que los
personajes no tienen historia, no se sabe casi nada de ellos, un
pasado pura oscuridad y un futuro fantasmático, aquello que
domina es la espera, y a su vez la esperanza queda asfixiada por la
espera.
Estos
personajes siempre tienen una conducta de adecuación a
mecanismos ya establecidos y desde allí no instrumentan
ninguna iniciativa autónoma, el hombre no obra de acuerdo a su
propia valoración sino que re - acciona
Este
universo del escritor, que es Kafka, su obra, sus escritos
herméticos y difíciles de aprehender, constituyen de
por sí un objeto difícil de convertir en fetiche o en
estereotipo, al estilo de la cultura de masas asimilando todo al
sistema y despojándolo de sentido. Y, si no lo consigue es
porque la síntesis que él hace del propio sistema
asombra, y asombra porque dispara al inconsciente
Dice
M Blanchot que el único asunto de sus obras es el horror de
la existencia privada de mundo, el proceso mediante el cual lo que
deja de ser sigue siendo, lo que se olvida sigue teniendo cuentas
pendientes con la memoria, lo que muere tiene la imposibilidad de
morir, lo que quiere alcanzar el mas allá, siempre está
más acá
Lo
angustioso en la obra de Kafka no es la coexistencia de varias
interpretaciones, sino la posibilidad de que un tema aparezca ahora
con un sentido positivo luego con uno negativo.
Este mundo es un mundo de esperanza y es un mundo condenado, un
universo cerrado para siempre y un universo infinito de la injusticia
y de la culpa.
Por
todo lo dicho, y no a pesar de, Kafka encontró el sentido de
su existencia en la escritura
Mi
vida ha encontrado su justificación dice y ha encontrado
fuerzas latentes que liberar a través de la escritura, y su
disolución en soledad se recrea solo si el lenguaje recoge esa
disolución. Afirma Las razones que me impulsan a
escribir son múltiples, y las más importantes a la vez,
son las mas secretas. Una de ellas puede ser, poner algo al abrigo de
la muerte .
Bibliografía
- Blanchot, M
- Camus, A
- Kafka, F: El proceso
- Openheim, M: Kafka