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Edición N° 28 - verano 2003

FORO ARGENTINO DE LA DEUDA EXTERNA

Reportaje publicado por la revista RESISTENCIA hacia la Liberación Nacional, a Rubén Tamborindeguy, Secretario de Prensa del Foro.


Pregunta/ La deuda externa argentina es hoy un problema que se menciona en todas las conversaciones que hacen a la realidad nacional. Sin embargo, es poco lo que se sabe. ¿Cómo se origina y quienes son los responsables?

Respuesta/ La deuda externa argentina no es un problema. Es el problema. Todos los planes de ajuste de los sucesivos gobiernos, desde 1976 en adelante, todos los planes de miseria, de exclusión, de marginación que sufrimos los argentinos, tienen como causa principal el pago de los intereses y capital de la deuda externa. La deuda que nos agobia se origina a partir del año 1976, con el derrocamiento del gobierno constitucional, y la llegada al poder del llamado "Proceso de Reorganización Nacional".
No es que antes no tuviéramos deuda externa. Cuando el Dr. Héctor Cámpora llega al gobierno a través de elecciones, tiene una deuda de unos 7.000 millones de dólares, heredados del llamado gobierno de la "Revolución Argentina"( Onganía, Levington, Lanusse).
Los gobiernos de Cámpora, el Gral. Perón e Isabel Perón, los reducen en 500 millones, quedando un total de deuda pública (estatal) de 6.500 millones y de deuda privada (sin avales del Estado) de unos 3.500 millones. Un total de 10.000 millones de dólares en conjunto, de los cuales sólo podían reclamarse al Estado Nacional los 6.500 millones originales, en créditos a largo plazo. A partir de 1976, la historia cambia.

Llegan los militares.

Llegan los militares y los civiles que los apoyan. Fundamentalmente un equipo comandado por José Alfredo Martínez de Hoz. Y la historia cambia, porque esta gente cambia drásticamente el modelo de país que tenían los argentinos hasta ese momento.

Teníamos un país altamente industrializado, con un poderoso Movimiento Obrero, con controles a la importación, con baja tasa de desempleo no estructural, es decir, uno se podía quedar sin empleo durante un mes, dos meses, pero encontraba trabajo enseguida. Había una gran exportación de productos industriales (recordemos la importación de automotores a Cuba, por ejemplo).

¿Y a partir de allí que pasa?

A partir de allí se proclaman los dogmas del llamado Consenso de Washington que son apertura importadora, desrregulación, extranjerización de empresas del Estado. Porque cuando uno habla de problemas como la deuda externa, hay que saber donde se está parado. Nosotros nos paramos a partir de 1976, por un lado en este Consenso de Washington, y por el otro en los Acuerdos de Breton Woods que después de la Segunda Guerra Mundial, dieron vida al FMI. Sobre estas dos patas está parada hoy la Argentina.

¿Pero por qué se genera la deuda?

En los años 70 se produce un problema internacional importante. Los países productores de petróleo exigen de los países industrializados un significativo aumento del precio del barril de crudo. Prácticamente, llevar el precio al doble. Para lograr ese objetivo deciden "cerrar la canilla" de petróleo a los países de occidente y Japón. Y lo hacen. Este embargo petrolero dura aproximadamente un mes, al cabo del cual los países industrializados aceptan subir el precio, pero con una salvedad. Pagarán más, pero en una nueva moneda, llamada petrodólar, que sólo puede utilizarse en los mismos países industrializados.
La masa de petrodólares que llega a los países productores de petróleo es tan grande, que algo hay que hacer con ellos.
Los gobernantes, principalmente los de los países árabes, podrían haber invertido ese dinero en sus pueblos, mejorar su calidad de vida. Importar, por ejemplo tecnología de los países centrales. En cambio, la mayoría prefiere depositar esos petrodólares en EE.UU. y Europa, donde las tasas de interés bancario son más altas, y dedicarse a derrochar en provecho propio ese capital. Es la época de la construcción de los palacetes de magnates árabes en Mónaco y la Costa Azul, de la compra de edificios en Nueva York y Washington. De esa manera, el mercado de capitales de EE.UU. y Europa se satura, y como el dinero quieto no produce nada, no vale nada, en realidad no es otra cosa que papel y rodajas de hierro,se comienza a pensar en como colocarlo. Se encuentra una alternativa, y esta es endeudar a los países del Tercer Mundo.
Comenzando por América Latina. Como la mayoría de los gobiernos no tienen intenciones de endeudarse al ritmo que quieren los banqueros, se pergeña una serie de operaciones, que tienen como resultado voltear a todos los gobiernos populares del continente. Se empieza por Chile, derrocando a Salvador Allende. Le siguen el Gral. Torres en Bolivia, el Gral. Velasco Alvarado en Perú, se asesina a Torrijos en Panamá. Finalmente se derroca al gobierno peronista en 1976, entonces presidido por Isabel Perón. Es bueno aclarar que a EE.UU. y los países europeos no les interesa si los que se endeudan se roban la plata o la malgastan. Lo importante es que se puedan colocar esos capitales.

¿Ese fue el procedimiento en nuestro país?

En nuestro país tuvo algunas variantes, pero fue básicamente así. Para poder implantar el plan de Martínez de Hoz, primero se necesitó una brutal represión, de modo de escarmentar por 20, 25 años al pueblo argentino, que se mostraba como el más indócil del continente. Así se asesinaron a 8.000 personas y se hicieron desaparecer a 30.000. El segundo paso fue pedir créditos, garantizándolos con las empresas del Estado.
Así, por ejemplo, Y.P.F. ,que en 1976 tenía una deuda de 376 millones de dólares, en 1983 debía 6.000 millones. Y hay que aclarar que ni YPF ni ninguna empresa del Estado recibía un solo dólar de los supuestos préstamos. Todo el dinero pedido a costa de las empresas públicas, iba a parar a Rentas Generales del Ministerio de Economía.
Y en realidad, tampoco eran dólares contantes y sonantes, sino cartas de créditos que el Gobierno del Proceso utilizaba como mejor le parecía. En realidad estos supuestos préstamos servían para sostener la apertura económica, es decir la importación de los excedentes industriales de los países industrializados y desindustrializar a la Argentina, sumiendo a nuestro pueblo en la desocupación y la miseria.

¿A cuanto asciende en estos momentos la deuda externa argentina?

Es difícil saberlo con exactitud, ya que durante el Proceso no se llevaron registros contables. En el fallo del Juez Jorge Ballestero, a raíz de la investigación y denuncia realizadas por Alejandro Olmos, surge de los testimonios de los gerentes del Banco Central que estos no registraban los supuestos préstamos, sino que se basaban en estadísticas.
Al manifestarles el juez que durante largos períodos ni siquiera se encuentran estadísticas, estos caraduras dicen que "que Martínez de Hoz los anotaba en una libretita negra de almacenero", y que cuando dejó de ser ministro…bueno, se llevó la libretita y nunca más se supo.

¿Pero esto es una broma, no?

No, que broma. Esto está textual en las declaraciones testimoniales del juicio. Nadie lo ha desmentido. Pero Ud. me preguntaba a cuanto asciende la deuda. Vea, de acuerdo a las declaraciones de Raúl Cuello, serían en este momento unos 220.000 millones de dólares, compuestos por 160.000 millones de deuda pública, es decir del Estado y unos 60.000 millones de deuda privada.

¿Quiénes son los responsables de este desastre?

Quiere una lista? Anote. Del fallo del Dr. Jorge Ballestero surge, en primerísimo lugar como responsable José Alfredo Martínez de Hoz. Luego los otros tres ministros de Economía del gobierno militar, Lorenzo Sigaut, Roberto T. Alemann y Jorge Wehbe. Siguen los cuatro presidentes del Banco Central, Dres. Adolfo Diz, Egidio Iannella, Domingo Cavallo (que estatizó la deuda externa privada, no nos olvidemos) y Julio González del Solar. Una mención especial merece en el juicio el Dr. José Luis Machinea, que fue Gerente de Finanzas Públicas del Banco Central. Este cararrota tuvo el tupé de decir, durante el gobierno de De la Rúa, que nunca había sido funcionario durante el Proceso. Bueno, fue.
Otros señalados como responsables importantes son Cristian Zimmermann, ex vicepresidente del Bco.Central, Enrique Folcini y Francisco Soldati, ex Directores del Bco. Central y Guillermo Walter Klein, ex viceministro de Economía de Martínez de Hoz. Este Klein es o era, socio del hijo de Mariano Grondona en el estudio jurídico "Klein y Mayrald", que fue allanado por orden de la Cámara de Diputados en 1984, en busca de documentación que probara la connivencia con los bancos extranjeros acreedores. Un juez, posteriormente, ordenó devolver la documentación a Klein y la investigación de Diputados quedó en la nada.

¿Toda la deuda es ilegítima, entonces? ¿No hay una parte legítima?

Toda la deuda es ilegítima y fraudulenta. Lo que era legítimo ya se pagó hace rato. Y es ilegítima porque 1) La contrajo un gobierno militar sin control del Parlamento, 2) No existen registros contables de la deuda externa, sus intereses y de los avales del Estado, 3) la existencia de una contabilidad paralela en el Banco Central 4) Los créditos tomados en bancos extranjeros eran depositados en plazos fijos en esos mismos bancos, a una tasa de interés inferior a la que se pagaba para conseguir el dinero 5) las empresas públicas eran forzadas a endeudarse para obtener divisas con la que sostener la apertura económica 6) Las divisas obtenidas eran volcadas al mercado de cambios para favorecer la apertura económica 7) no había control sobre la deuda contraída por empresas privadas con avales del Estado 8) la administración de la deuda se transfirió a un comité de siete bancos liderados por el Citibank. Dicho comité determina cuánto debe el país, a quien y cuánto debe pagar. 9) el Estado de hizo cargo de la deuda privada.

Pero luego hubo varias refinanciaciones

Es verdad. Luego vino el Plan Brady, el blindaje, el megacanje, etc. El Plan Brady, por ejemplo, que se firmó durante el gobierno del Dr. Raúl Alfonsín. En 1983, los bonos argentinos de la deuda se cotizaban en el mercado a 0,16 centavos de dólar. Bueno, se les reconoció un valor uno a uno. Un bono valía 0,16 ctvs. pero se les reconoció un valor de 0,84 centavos de dólar más.
El negociador por parte del gobierno argentino fue Daniel Marx, y el banquero norteamericano Brady le quedó tan reconocido, que después de la negociación, se lo llevó a trabajar con él. Y claro! Un tipo que le hizo ganar 0,84 centavos por cada dólar, no es para despreciar. Es más, hasta se casó con la hija de Brady. Todo queda en familia… Bueno, todas las renegociaciones que se hicieron posteriormente fueron del mismo tenor, y siempre el negociador por parte de la Argentina fue Daniel Marx.
A él no le importa que en el gobierno estén Alfonsín, Menem, De la Rúa o Duhalde. El es siempre oficialista. Y si tenemos en cuenta que a cada renegociación, los bancos pagan al negociador una comisión del 5%, bueno Daniel Marx debe ser hoy por hoy una persona con, digamos, cierto bienestar económico. El megacanje, por ejemplo, fue de 50.000 millones de dólares. Al 5% de comisión son 2.500 millones para repartir entre diez. Lo que se dice un joven brillante.

¿Todos los gobiernos argentinos tuvieron deuda externa?

Desde siempre hubo en nuestro país dos líneas bien diferenciadas. Una que sostiene que no se puede llegar al desarrollo nacional sin recurrir al crédito internacional y otra que sostiene que este desarrollo debe ser el fruto del ahorro y el trabajo argentinos. Desde Bernardino Rivadavia, que contrató el primer empréstito argentino, sólo cuatro presidentes sostuvieron lo contrario, es decir que no había que pedir préstamos al exterior porque limitaban la soberanía nacional, y había que desarrollarse con el esfuerzo y el trabajo de los argentinos.
Esos presidentes que no contrajeron deuda externa fueron Hipólito Yrigoyen, Juan Domingo Perón que además repatrió la deuda externa del país en 1949, Arturo Humberto Illia e Isabel Perón. Todos los demás menospreciaron a los argentinos, y buscaron en el exterior los capitales y las ideas económicas. Así nos fue. Como decía el Gral. Perón "hay que cortarse la mano antes de firmar un empréstito. El FMI es el hijo putativo del imperialismo"

¿Desea agregar algo más?

Sólo esto. La deuda externa argentina es ilícita y fraudulenta, como surge del fallo del Dr. Jorge Ballestero, juez de la Nación. Y los ilícitos no se pagan ni se negocian, porque es caer en nuevos ilícitos. Y como diría Arturo Jauretche, No hay que pagar por 1) las cuentas que nos presentan son falsas y 2) porque los derechos del pueblo están por encima del derecho de los acreedores. Y sobre esta moratoria, reinvertir en el país lo que ahora son giros al exterior que se llevan nuestra riqueza a vil precio. Hay que recuperar la economía, el trabajo y la política para el pueblo argentino.

Bs.As., 2 de Octubre de 2002.-


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