Pregunta/
La deuda externa argentina es hoy un problema que se menciona en
todas las conversaciones que hacen a la realidad nacional. Sin
embargo, es poco lo que se sabe. ¿Cómo se origina y
quienes son los responsables?
Respuesta/
La deuda externa argentina no es un problema. Es el problema.
Todos los planes de ajuste de los sucesivos gobiernos, desde 1976 en
adelante, todos los planes de miseria, de exclusión, de
marginación que sufrimos los argentinos, tienen como causa
principal el pago de los intereses y capital de la deuda externa. La
deuda que nos agobia se origina a partir del año 1976, con el
derrocamiento del gobierno constitucional, y la llegada al poder del
llamado "Proceso de Reorganización Nacional".
No es
que antes no tuviéramos deuda externa. Cuando el Dr. Héctor
Cámpora llega al gobierno a través de elecciones, tiene
una deuda de unos 7.000 millones de dólares, heredados del
llamado gobierno de la "Revolución Argentina"(
Onganía, Levington, Lanusse).
Los gobiernos de Cámpora,
el Gral. Perón e Isabel Perón, los reducen en 500
millones, quedando un total de deuda pública (estatal) de
6.500 millones y de deuda privada (sin avales del Estado) de unos
3.500 millones. Un total de 10.000 millones de dólares en
conjunto, de los cuales sólo podían reclamarse al
Estado Nacional los 6.500 millones originales, en créditos a
largo plazo. A partir de 1976, la historia cambia.
Llegan
los militares.
Llegan
los militares y los civiles que los apoyan. Fundamentalmente un
equipo comandado por José Alfredo Martínez de Hoz. Y la
historia cambia, porque esta gente cambia drásticamente el
modelo de país que tenían los argentinos hasta ese
momento.
Teníamos
un país altamente industrializado, con un poderoso Movimiento
Obrero, con controles a la importación, con baja tasa de
desempleo no estructural, es decir, uno se podía quedar sin
empleo durante un mes, dos meses, pero encontraba trabajo enseguida.
Había una gran exportación de productos industriales
(recordemos la importación de automotores a Cuba, por
ejemplo).
¿Y
a partir de allí que pasa?
A
partir de allí se proclaman los dogmas del llamado Consenso de
Washington que son apertura importadora, desrregulación,
extranjerización de empresas del Estado. Porque cuando uno
habla de problemas como la deuda externa, hay que saber donde se está
parado. Nosotros nos paramos a partir de 1976, por un lado en este
Consenso de Washington, y por el otro en los Acuerdos de Breton Woods
que después de la Segunda Guerra Mundial, dieron vida al FMI.
Sobre estas dos patas está parada hoy la Argentina.
¿Pero
por qué se genera la deuda?
En
los años 70 se produce un problema internacional importante.
Los países productores de petróleo exigen de los países
industrializados un significativo aumento del precio del barril de
crudo. Prácticamente, llevar el precio al doble. Para lograr
ese objetivo deciden "cerrar la canilla" de petróleo
a los países de occidente y Japón. Y lo hacen. Este
embargo petrolero dura aproximadamente un mes, al cabo del cual los
países industrializados aceptan subir el precio, pero con una
salvedad. Pagarán más, pero en una nueva moneda,
llamada petrodólar, que sólo puede utilizarse en los
mismos países industrializados.
La masa de petrodólares
que llega a los países productores de petróleo es tan
grande, que algo hay que hacer con ellos.
Los gobernantes,
principalmente los de los países árabes, podrían
haber invertido ese dinero en sus pueblos, mejorar su calidad de
vida. Importar, por ejemplo tecnología de los países
centrales. En cambio, la mayoría prefiere depositar esos
petrodólares en EE.UU. y Europa, donde las tasas de interés
bancario son más altas, y dedicarse a derrochar en provecho
propio ese capital. Es la época de la construcción de
los palacetes de magnates árabes en Mónaco y la Costa
Azul, de la compra de edificios en Nueva York y Washington. De esa
manera, el mercado de capitales de EE.UU. y Europa se satura, y como
el dinero quieto no produce nada, no vale nada, en realidad no es
otra cosa que papel y rodajas de hierro,se comienza a pensar en como
colocarlo. Se encuentra una alternativa, y esta es endeudar a los
países del Tercer Mundo.
Comenzando por América Latina.
Como la mayoría de los gobiernos no tienen intenciones de
endeudarse al ritmo que quieren los banqueros, se pergeña una
serie de operaciones, que tienen como resultado voltear a todos los
gobiernos populares del continente. Se empieza por Chile, derrocando
a Salvador Allende. Le siguen el Gral. Torres en Bolivia, el Gral.
Velasco Alvarado en Perú, se asesina a Torrijos en Panamá.
Finalmente se derroca al gobierno peronista en 1976, entonces
presidido por Isabel Perón. Es bueno aclarar que a EE.UU. y
los países europeos no les interesa si los que se endeudan se
roban la plata o la malgastan. Lo importante es que se puedan colocar
esos capitales.
¿Ese
fue el procedimiento en nuestro país?
En
nuestro país tuvo algunas variantes, pero fue básicamente
así. Para poder implantar el plan de Martínez de Hoz,
primero se necesitó una brutal represión, de modo de
escarmentar por 20, 25 años al pueblo argentino, que se
mostraba como el más indócil del continente. Así
se asesinaron a 8.000 personas y se hicieron desaparecer a 30.000. El
segundo paso fue pedir créditos, garantizándolos con
las empresas del Estado.
Así, por ejemplo, Y.P.F. ,que en 1976
tenía una deuda de 376 millones de dólares, en 1983
debía 6.000 millones. Y hay que aclarar que ni YPF ni ninguna
empresa del Estado recibía un solo dólar de los
supuestos préstamos. Todo el dinero pedido a costa de las
empresas públicas, iba a parar a Rentas Generales del
Ministerio de Economía.
Y en realidad, tampoco eran dólares
contantes y sonantes, sino cartas de créditos que el Gobierno
del Proceso utilizaba como mejor le parecía. En realidad estos
supuestos préstamos servían para sostener la apertura
económica, es decir la importación de los excedentes
industriales de los países industrializados y
desindustrializar a la Argentina, sumiendo a nuestro pueblo en la
desocupación y la miseria.
¿A
cuanto asciende en estos momentos la deuda externa argentina?
Es
difícil saberlo con exactitud, ya que durante el Proceso no se
llevaron registros contables. En el fallo del Juez Jorge Ballestero,
a raíz de la investigación y denuncia realizadas por
Alejandro Olmos, surge de los testimonios de los gerentes del Banco
Central que estos no registraban los supuestos préstamos, sino
que se basaban en estadísticas.
Al manifestarles el juez que
durante largos períodos ni siquiera se encuentran
estadísticas, estos caraduras dicen que "que Martínez
de Hoz los anotaba en una libretita negra de almacenero", y que
cuando dejó de ser ministro
bueno, se llevó la
libretita y nunca más se supo.
¿Pero
esto es una broma, no?
No,
que broma. Esto está textual en las declaraciones
testimoniales del juicio. Nadie lo ha desmentido. Pero Ud. me
preguntaba a cuanto asciende la deuda. Vea, de acuerdo a las
declaraciones de Raúl Cuello, serían en este momento
unos 220.000 millones de dólares, compuestos por 160.000
millones de deuda pública, es decir del Estado y unos 60.000
millones de deuda privada.
¿Quiénes
son los responsables de este desastre?
Quiere
una lista? Anote. Del fallo del Dr. Jorge Ballestero surge, en
primerísimo lugar como responsable José Alfredo
Martínez de Hoz. Luego los otros tres ministros de Economía
del gobierno militar, Lorenzo Sigaut, Roberto T. Alemann y Jorge
Wehbe. Siguen los cuatro presidentes del Banco Central, Dres. Adolfo
Diz, Egidio Iannella, Domingo Cavallo (que estatizó la deuda
externa privada, no nos olvidemos) y Julio González del Solar.
Una mención especial merece en el juicio el Dr. José
Luis Machinea, que fue Gerente de Finanzas Públicas del Banco
Central. Este cararrota tuvo el tupé de decir, durante el
gobierno de De la Rúa, que nunca había sido funcionario
durante el Proceso. Bueno, fue.
Otros señalados como
responsables importantes son Cristian Zimmermann, ex vicepresidente
del Bco.Central, Enrique Folcini y Francisco Soldati, ex Directores
del Bco. Central y Guillermo Walter Klein, ex viceministro de
Economía de Martínez de Hoz. Este Klein es o era, socio
del hijo de Mariano Grondona en el estudio jurídico "Klein
y Mayrald", que fue allanado por orden de la Cámara de
Diputados en 1984, en busca de documentación que probara la
connivencia con los bancos extranjeros acreedores. Un juez,
posteriormente, ordenó devolver la documentación a
Klein y la investigación de Diputados quedó en la nada.
¿Toda
la deuda es ilegítima, entonces? ¿No hay una parte
legítima?
Toda
la deuda es ilegítima y fraudulenta. Lo que era legítimo
ya se pagó hace rato. Y es ilegítima porque 1) La
contrajo un gobierno militar sin control del Parlamento, 2) No
existen registros contables de la deuda externa, sus intereses y de
los avales del Estado, 3) la existencia de una contabilidad paralela
en el Banco Central 4) Los créditos tomados en bancos
extranjeros eran depositados en plazos fijos en esos mismos bancos, a
una tasa de interés inferior a la que se pagaba para conseguir
el dinero 5) las empresas públicas eran forzadas a endeudarse
para obtener divisas con la que sostener la apertura económica
6) Las divisas obtenidas eran volcadas al mercado de cambios para
favorecer la apertura económica 7) no había control
sobre la deuda contraída por empresas privadas con avales del
Estado 8) la administración de la deuda se transfirió a
un comité de siete bancos liderados por el Citibank. Dicho
comité determina cuánto debe el país, a quien y
cuánto debe pagar. 9) el Estado de hizo cargo de la deuda
privada.
Pero
luego hubo varias refinanciaciones
Es
verdad. Luego vino el Plan Brady, el blindaje, el megacanje, etc. El
Plan Brady, por ejemplo, que se firmó durante el gobierno del
Dr. Raúl Alfonsín. En 1983, los bonos argentinos de la
deuda se cotizaban en el mercado a 0,16 centavos de dólar.
Bueno, se les reconoció un valor uno a uno. Un bono valía
0,16 ctvs. pero se les reconoció un valor de 0,84 centavos
de dólar más.
El negociador por parte del gobierno
argentino fue Daniel Marx, y el banquero norteamericano Brady le
quedó tan reconocido, que después de la negociación,
se lo llevó a trabajar con él. Y claro! Un tipo que le
hizo ganar 0,84 centavos por cada dólar, no es para
despreciar. Es más, hasta se casó con la hija de Brady.
Todo queda en familia
Bueno, todas las renegociaciones que se
hicieron posteriormente fueron del mismo tenor, y siempre el
negociador por parte de la Argentina fue Daniel Marx.
A él no
le importa que en el gobierno estén Alfonsín, Menem, De
la Rúa o Duhalde. El es siempre oficialista. Y si tenemos en
cuenta que a cada renegociación, los bancos pagan al
negociador una comisión del 5%, bueno Daniel Marx debe ser hoy
por hoy una persona con, digamos, cierto bienestar económico.
El megacanje, por ejemplo, fue de 50.000 millones de dólares.
Al 5% de comisión son 2.500 millones para repartir entre diez.
Lo que se dice un joven brillante.
¿Todos
los gobiernos argentinos tuvieron deuda externa?
Desde
siempre hubo en nuestro país dos líneas bien
diferenciadas. Una que sostiene que no se puede llegar al desarrollo
nacional sin recurrir al crédito internacional y otra que
sostiene que este desarrollo debe ser el fruto del ahorro y el
trabajo argentinos. Desde Bernardino Rivadavia, que contrató
el primer empréstito argentino, sólo cuatro presidentes
sostuvieron lo contrario, es decir que no había que pedir
préstamos al exterior porque limitaban la soberanía
nacional, y había que desarrollarse con el esfuerzo y el
trabajo de los argentinos.
Esos presidentes que no contrajeron deuda
externa fueron Hipólito Yrigoyen, Juan Domingo Perón
que además repatrió la deuda externa del país en
1949, Arturo Humberto Illia e Isabel Perón. Todos los demás
menospreciaron a los argentinos, y buscaron en el exterior los
capitales y las ideas económicas. Así nos fue. Como
decía el Gral. Perón "hay que cortarse la mano
antes de firmar un empréstito. El FMI es el hijo putativo
del imperialismo"
¿Desea
agregar algo más?
Sólo
esto. La deuda externa argentina es ilícita y fraudulenta,
como surge del fallo del Dr. Jorge Ballestero, juez de la Nación.
Y los ilícitos no se pagan ni se negocian, porque es
caer en nuevos ilícitos. Y como diría Arturo Jauretche,
No hay que pagar por 1) las cuentas que nos presentan son falsas y 2)
porque los derechos del pueblo están por encima del derecho de
los acreedores. Y sobre esta moratoria, reinvertir en el país
lo que ahora son giros al exterior que se llevan nuestra riqueza a
vil precio. Hay que recuperar la economía, el trabajo y la
política para el pueblo argentino.
Bs.As.,
2 de Octubre de 2002.-