Octubre 1995
..."
la desaparición de las antiguas garantías propias del
orden propias de lo humano, es el elemento constitutivo capital de
la crisis multidimensional a la que debemos sobrevivir"...
..."
No dejamos de enfrentarla creando sobre los recientes escombros
nuevas garantías: por un lado, recurriendo al pasado, a las
formas regresivas de protección que constituyen evidentemente
nuevas garantías de inmortalidad: nuevos dioses,
recrudecimiento de formaciones ideológicas, totalitarismo de
grupos sectarios, paradójica idealización de la
muerte; y por el otro ... recurriendo a la experimentación
creadora de nuevas estilos de relación y expresión, a
la búsqueda abierta al juego de los antagonismos, a los azares
del desorden, a la invención de nuevos equilibrios.
Nos
encontramos aquí con aquello que hace poco tiempo en el
lenguaje religioso se llamaba "esperanza", es decir nos
encontramos con el deseo de vivir a despecho de - y no renegando de-
la muerte"...
René
Kaes, "Crisis, ruptura y superación"
|
¿Para
qué el análisis institucional?
Considero
necesario en este momento de crisis epocal, de las ciencias sociales
y del Trabajo Social, aportar algunos elementos para que como
colectivo asumamos un proceso de análisis.
Desde
aquí, mi reflexión no apunta a transmitir un saber
distinto sobre la historia de la profesión; la intención
es compartir una búsqueda, en la que como colectivo estamos
embarcados. Me parecen claras las palabras de Dubost y Levy (1)
cuando plantean que ..."el análisis social no se debe
confundir con un proceso de transmisión del saber a través
de la formación permanente o cualquier otro medio; consumidor
de saber, el análisis es sobre todo relación entre
individuos y grupos, en lucha contra una situación- problema y
un saber en curso de elaboración (apoyándose en
saberes anteriores); pero es también trabajo de duelo, pérdida
de identidad; desinvestimiento de ciertos objetos, reinvestimientos
de nuevos objetos".
Mi
intención es la de aportar algunas ideas en un proceso que nos
permita comprender y recuperar un saber sobre nosotros mismos como
institución- el Trabajo Social-.
Un
saber que nos permita encontrar explicaciones a malestares,
frustaciones y enojos que funcionan como trabas, dificultando el
proceso de hacernos cargo de nosotros mismos.
Con
claridad plantea Gerard Mendel, que "en la medida en que en
una institución, los productores tienen menor posibilidad de
ejercer su poder sobre lo que hacen, más se hunden en formas
psicoafectivas regresivas que se expresan en la forma de verdaderos
síntomas".
Necesitamos
entonces pensar, diseñar y gestar nuestro futuro profesional
con el capital que tenemos en este presente complejo. Y este capital
presente está constituído por lo que hemos venido
acumulando, construyendo, elaborando en la trayectoria pasada.
¿Porqué
el análisis institucional ?
Parto
de entender a la institución como una formación social
y cultural que surge en los distintos contextos sociales, producidos
por individuos, grupos y sectores sociales, que van generando modelos
de funcionamiento que se convierten en instituciones.
Las
instituciones han sido producidas por los sujetos y sus prácticas;
y en este mismo proceso, se separan de sus prácticas y pasan a
constituir elementos determinantes y estructurantes de las mismas. (2)
Lo
que se hace, cómo se hace y los fundamentos por los cuales se
hace, toman carácter de instituído y pasan a ordenar, a
pautar: se produce una institución. A partir de aquí la
institución y sus normativas (prescripciones y proscripciones
que provienen de la institución) aparecen marcando las
prácticas de los sujetos.
Se
constituyen así las organizaciones, sede material que en el
tiempo y en el espacio concretos son las productoras de la legalidad
normativa ( lo instituído) a la vez que espacio de
confrontaciones, búsquedas y conflictos generadores de lo
nuevo (lo instituyente).
Estas
sedes o instancias concretas con una existencia temporo-espacial son
las escuelas de Trabajo Social universitarias y no universitarias,
dependientes de la Iglesia o no; cátedras; Jornadas; Los
Servicios Sociales y sus equipos de trabajo; Producciones teóricas;
libros, revistas de Trabajo Social; Colegios y Asociaciones
Profesionales; Grupos de investigación; Centros de
Estudiantes; grupos de estudio, etc. Desde cada uno de estos ámbitos,
lo instituído y los instituyente se viene desenvolviendo,
precediendo, conviviendo y prosiguiendo a cada uno de nosotros, los
trabajadores sociales.
Si
concebimos al Trabajo Social como una práctica histórico-
social, que se viene y se seguirá construyendo como tal para
responder a una demanda social, es necesario mirar su historia desde
una concepción no determinista, no mecánica ; que
recupere las condiciones estructurales- materiales y también
las dimensiones subjetivas y posibilidades de cambio social. La
historiografía de los datos históricos de los archivos,
que se presentan como objetivos, neutros, impersonales, no nos
permitan conocer la historia completa. (3)
Y
al hablar de nosotros mismos, de nuestra historia, cuando nos
encontramos en esos ámbitos concretos, expresamos muchos
malestares y frustraciones, sensaciones de no poder. Es
significativo que hasta los alumnos ingresantes a la carrera, llegan
planteando algunos de ellos : que la profesión no
es reconocida en su importancia , que se subestima la
capacidad del Trabajo Social para la atención de los problemas
, que muchos profesionales caen en el
asistencialismo....
Estos
malestares nos remiten a la instancia del sujeto y de lo subjetivo-
por eso el eje en la identidad-.
En
este trabajo entonces, estoy priorizando un enfoque de análisis
centrado en la dimensión histórica de la institución
y en la instancia del sujeto- el profesional-.
Para
ello es necesario realizar algunas precisiones conceptuales.
En
relación a la mirada histórica, tomo como referencia la
idea de la crítica de una teoría o un concepto como el
retorno o confrontación con los orígenes, con los
fundamentos sociales que le dieron orígen a esa teoría
o a ese concepto. (2)
En
este caso, estoy intentando una mirada crítica a los marcos de
referencia hegemónico del liberalismo, del desarrollismo, de
la reconceptualización y de la postreconceptualización
(década del 80), que nos van mostrando esta construcción
histórico- social de la profesión.
Esta
crítica "constructiva" apunta a revisar un fenómeno
en su estado actual en relación con su génesis. En
ningún caso se trata de mirar los momentos de nuestra
historia profesional, analizándola desde el marco teórico
predominante en otro momento histórico, basado en otra
concepción teórica o ideológica. Para conocerlo
verdaderamente necesitamos "construir" nuevamente lo
andado. Esto es la crítica constructiva.
Baremblit
(3) plantea que historiar es un proceso cognoscitivo que pretende
reconstruir los acontecimientos en los tiempos, pero asumiendo que
cualquier reconstrucción es hecha desde una perspectiva, que
incluye los deseos, intereses, y tendencias de quien la realiza.
Me
parece importante remarcar algunas características que el
autor mencionado puntualiza sobre el sentido de la historia en el
análisis institucional:
- la historia consiste en una localización de aquello que de
alguna forma comenzó, tuvo inicio en un pasado. El interés
está en reconstruir el pasado en cuanto está vivo en el
presente, en cuanto él está actuando y puede determinar
y estar determinando el futuro.
- no existe una historia; existen historias económicas,
culturales, ideológicas, de deseos, de afectos, de
generaciones, etc. Cada una de ellas transcurre en un tiempo propio.
De lo que se trata es de intentar articular los diferentes tiempos de
los diferentes procesos históricos en algunos momentos, eras u
etapas. Esto es así porque los procesos que constituyen la
historia son procesos policrónicos, cada uno tiene su
duración, y es preciso ver como cada uno se adelanta o se
atrasa en relación a los otros.
- el pasado está compuesto de una serie de potencialidades que
el presente activa, ilumina o deflagra. Pero no es posible hablar de
un pasado que engendra el presente; ni de una progresión
predeterminada de etapas históricas; ni la idea de una
escatología histórica, ya sea con un final feliz o
apocalíptico.
- Lo que predominantemente retorna, no es igual ni idéntico, ni
regular. Lo que se repite en la historia es la diferencia. Y son esos
grandes o pequeños momentos de repetición de lo
diferente ( lo instituyente), los que después van a ser
capturados por lo instituído y repetidos como idénticos.
Entonces,
el análisis crítico significa revolver, revolucionar,
re-evolucionar.
Si
intentamos construir la profesión a partir de tomar decisiones
sobre el lugar que la misma debe ocupar en la sociedad, es decir
desde un posicionamiento político, debemos partir de una
comprensión del proceso por el cual se fue institucionalizando
como profesión.
Por
otro lado, para poder conocer las instituciones es necesario
comprender sobre la base de una triple lógica: la sociedad y
sus condicionantes estructurales, la institución en sí
y el sujeto individual.
Todo
lo que sucede en una institución está producido por las
tres instancias. Por lo tanto, para acercarnos a comprender, a
explicar un suceso o fenómeno o momento de la profesión,
debemos poder explicarlo desde el cruce de las mismas, aún
cuando en este caso, interese encontrar desarrollar algunas hipótesis
explicativas de fenómenos relacionados con los sujetos.
¿Cómo
se hace el análisis ?
Para
entender la lógica del CAMPO PROFESIONAL del T.S. son
necesarias dos operaciones:
- relacionar el desarrollo de la profesión con la historia
político-social y la historia de las ideas y teorías
sociales, a través de las cuales se actúa y se explican
los problemas sociales.
- comprender la lógica interna, que funciona de modo autónomo
en cada campo.
El
modo particular que el T.S. asume está marcado entonces por
una totalidad conformada por los elementos externos y los elementos
internos al campo profesional.
Elementos
externos:
- Formas
de acción social predominantes.
-
Concepciones teórico-ideológicas (INSTANCIA SOCIAL)
Elementos
internos:
- Elementos constitutivos: definición del objeto; concepciones sobre los
sujetos; objetivos; formas de procedimiento; funciones (INSTANCIA
DE LA INSTITUCION)
- Dimensión articuladora: ciencia, ideología, técnica
(INSTANCIA DE LA INSTITUCION)
-
Qué perfil profesional/ personal de trabajador social del T.S. se constituye en modelo en cada época. ( INSTANCIA
DEL SUJETO)
Ubicándonos
en el LIBERALISMO (1900- 1945) vemos que se sedimenta el mito de los
valores ligados a la mujer-madre: compromensión, protección,
paciencia, contención de los pobres(" hijos": indefensos, incapaces, objetos de tutela).
Nos
encontramos con un modelo que nos liga a "la caridad
cristiana;... a cuidar no sólo el aspecto material de los
asistidos sino también sus almas... se concibe al trabajo
social como una vocación, más que una simple profesión,
para lo cual son tan necesarios los aspectos técnicos como el
amor que se da...; se apunta a formar visitadoras que donde vayan
lleven paz, alegría, den seguridad y confianza, inclinando su
corazón hacia todos los que necesiten ser ayudados y reclamen
una mano que los guíe;... ellas han de ser las más
alegres, las más amplias y comprensivas, las más
amables y las más inteligentes de todas las mujeres que se
dedican al trabajo; han de ser sanas de alma y cuerpo puesto que
deben comunicar esta salud y esta fuerza a quienes nunca la tuvieron
o a los que están privados de ellas por las vicisitudes de la
vida" (4)
Este
perfil profesional, que evidencia la presencia de concepciones
religiosas, se corresponde con objetivos profesionales enmarcados en
la conciliación y cooperación entre clases sociales.
Desde una concepción de los sujetos que ubica a nuestros
usuarios en el lugar de la aceptación de una situación
dada como natural e inmodificable y a los sectores oligárquicos
y capitalistas en la posición de colaboradores en el
mejoramiento de las condiciones de vida de las clases necesitadas.
También
se corresponde con el significado asignado a las funciones
asistencial y educativa . La primera, centrada en la resolución
de situaciones particulares e individuales de emergencia; y la
segunda en el consejo y el consuelo ante situaciones vividas como
inevitables y la transmisión de aptitudes para un mejor
aprovechamiento de las capacidades (especialmente económicas
disponibles de las familias.
La
lógica que articula la significación de los elementos
internos al campo profesional es la ideológica, posicionada
desde los valores morales de la Iglesia católica.
Esta
significación de los elementos internos se explican en tanto
se enmarcan en una hegemonía de las ideas tradicionales y
clericales no sólo en los centros de formación de las
visitadoras sociales -vinculados a la Acción Católica-
sino también en las Universidades, donde recién en la
década del 50 comienza a sentirse la presencia del Positivismo
en las Ciencias Sociales, con Gino Germani.
Este
perfil se continúa reproduciendo en las conf1ictos y
malestares que se nos generan entre nuestras propias imágenes
como apostolado y trabajo; entre altruismo y la noción de
servicio (valor ligado además al surgimiento de las
profesiones) y el comercio y el mundo de los negocios.
En
el período del DESARROLLISMO, se consolida el mito del
reconocimiento social y profesional, de la superación de la
sub-profesión.
En
el acto inaugural del VI Congreso Panamericano de Servicio Social,
realizado en Caracas en l968, la presidenta proponía:"
Los trabajadores sociales estamos concientes de las nuevas
exigencias planteadas a nuestra profesión en función
del Desarrollo integral de los pueblos del continente. Dentro del
ámbito latinoamericano puede hablarse ya de una nueva imagen
del T.S. Comienza a borrarse la anterior, que lo hace aparecer como
un sub-profesional útil para el trabajo de campo, en el mejor
de los casos para desempeñar posiciones intermedias en la
administración de programas o para ayudar a la gente a
realizar ciertas gestiones para conseguir algunos beneficios
materiales. Es decir, una imagen tradicional , no muy alejada de las
concepciones de la filantropía que ignoraba los inmensos
avances humanísticos y tecnológicos del T.S." (5)
Este
mito de la profesionalización se asienta sobre un cambio
significativo en los elementos externos en este período en
relación al anterior.
La
irrupción del Estado como el legítimo garante del
Bienestar General; la inversión de recursos en programas de
Desarrollo que se ubican en el mediano plazo; la incorporación
del positivismo y el estructuralfuncionalismo en las ciencias
sociales; la apelación a lo positivo, a la gradualidad para
llegar al modelo de desarrollo propuesto por los países
desarrollados.
Y
en este marco, el importante lugar para el Planeamiento Social y para
quienes elaboraran estrategias y procedimientos de intervención
incorporando estos aportes, en el proceso de aceleración de
cambios sociales en pos de la modernización.
Estas
nuevas ideas se materializan en la gran cantidad de eventos
internacionales y latinoamericanos que ponen como tema de
intercambio, socialización y elaboración al tema del
Desarrollo y las estrategias profesionales frente a este desafío.
Nos
encontramos así con numerosos espacios, de una dimensión
cualitativamente distinta a los espacios colectivos del período
anterior; con la inclusión de los trabajadores sociales como
recursos humanos especializados en programas de mediano y largo
plazo; con el Desarrollo como desafío común de todo el
continente...
Todos
estos hechos se constituyen en el componente perceptivo objetivo que
se significa simbólicamente como reconocimiento social, como
prestigio, como jerarquización de la profesión.
Si
lo relacionamos con la voluntad y la persistencia incorporadas en el
momento anterior, vemos como se fortalece una práctica que
mira a la profesión desde fuera de su propio campo.
Este
componente simbólico se sedimenta y asienta como
reivindicación, como reclamo a "los otros"; y lo
seguimos repitiendo hasta la actualidad en términos de
elevación del status profesional, y de no reconocimiento al
"esfuerzo, sacrificio y voluntad puestos en la tarea".
En
la tan analizada, estudiada y vapuleada RECONCEPTUALIZACION, se
reivindica la identidad profesional basada en el compromiso político
e ideológico con los explotados y oprimidos. Y con él
el mito de la profesión llamada a transformar la estructura
social; con una gran presencia en los marcos teóricos de un
discurso sobreideologizado tanto para explicar una realidad como
ilusión de intervención en ella.
Nos
encontramos con numerosos documentos representativos de la época
que evidencian el paso de la identificación de un problema o
fenómeno social a conceptos que explican la macro- estructura
/superestructura social. O que parte de un análisis del
contexto económico- político latinoamericano y
nacional saltando a una descripción de los manifestaciones
sociales.
Se
evidencia la ausencia de conceptos mediadores entre los conceptos
del materialismo dialéctico e histórico y los
fenómenos.
Es
así que hasta hace dos o tres años escuchábamos
de algunos alumnos: " a veces pareciera que es suficiente
saber hablar de hegemonía y contrahegemonía para ser
trabajador social".
Otra
característica significativa que aparece en esta época
y se consolida hasta nuestros días es la aparente
contradicción entre el "gremio" y "academia"
Especialmente
en crónicas de Jornadas, Seminarios, Encuentros, etc. se ponen
de manifiesto disputas y confrontaciones entre ambos sectores. Las
publicaciones ECRO, constituyen documentos invalorables a la hora
mirar y encontrar huellas de nuestra historia en este período.
Al respecto de las 5tas Jornadas de Servicio Social, realizadas en julio
de 1970 en Buenos Aires, la crónica que realiza ECRO es
ilustrativa.
En
dichas jornadas, la presencia de estudiantes como participantes fue
motivo de debate. ECRO describe la situación de esta manera...
"(...) resultaría
paradójico que en un encuentro que tratara sobre dicho tema(
el tema era La Formación Profesional) se negara la
participación a los estudiantes, sin embargo esto fue lo que
preveía el reglamento de los Jornadas ...Posteriormente, en el
primero plenario, se hizo una moción para que fuera discutida
esa cláusula del reglamento en la Asamblea allí
constituída. Las autoridades de las jornadas se negaron a que
fuera puesta en discusión dicha moción, y sobrepasadas
por los hechos "concedieron" el derecho a la palabra a los
estudiantes aunque no el derecho al voto...
En
el punto Participación y Conclusiones, la crónica versa
como sigue:
"
Nuevamente este encuentro permitió establecer la poca
capacidad para el diálogo serio y profundo de que hacemos gala
los asistentes sociales. Los elementos subjetivos primaron sobre los
objetivos en el análisis de la temáticas abordadas".
Plantea
como el más importante de todos los temas tratados... " el
de Realidad socio-cultural política y económica del
país. Al mismo tiempo fue el que tuvo mayor afluencia de gente
joven, en gran parte estudiantes, quienes demostraron en muchas
oportunidades tener mayor visión de conjunto y conciencia de
lo que está ocurriendo en nuestro país y en toda
América Latina, que muchos profesionales...
En la discusión
de este tema se produjeron los enfrentamientos más serios. A
nuestro juicio, lo más rescatable de las conclusiones
producidas estuvo representado por un despacho en minoría en
el que se expresaron conceptos tales como..."
Se
podrían mencionar muchas citas más que nos darían
una explicación sobre temores que se actualizan al entrar en
relación docentes/estudiantes y profesionales (pensemos si no
en los colegas de instituciones que reciben grupos de alumnos que
realizan su práctica académica)
Creemos
se sigue reproduciendo, sobre un imaginario dicotómico de
ataque-defensa, de saber- no saber, de transformación -
sostenimiento del statu-quo, una relación plagada de
dificultades entre el gremio y la academia. En tanto podamos
clarificarnos sobre su origen, podremos re-evolucionar la relación
desde una automirada como colectivo.
LA
POSTRECONCEPTUALIZACION..., momento que nos cuestiona
fuertemente porque no está cerrado, porque está en
construcción, porque es post...
Sin
embargo, creemos que la década del 80 fue una década
que tuvo un perfil particular; que llenó huecos, vacíos
que no pudo llenar la Reconceptualización por el
aniquilamiento de que fuimos objeto por las dictaduras
latinoamericanas.
En
esta década jugó un papel fundamental de productor,
facilitador y difusor de ideas el CELATS.
La
incorporación de marcos teóricos gramscianos permitió
una lectura del Estado - gran ausente en la Reconceptualización-
que lo recuperaba como un espacio de trabajo. Heller, Lechner y la
Educación Popular, los conceptos mediadores (la vida
cotidiana) para otra lectura de lo popular.
Las
condiciones político-sociales de retorno a la Democracia,
marcaron una gran expectativa y apuesta al Estado y a las políticas
sociales estatales como herramienta y escenario para la construcción
de la democracia "real".
Creemos
que estos elementos externos aparecían como componente
perceptivo real para construir una identidad profesional que
amarraba (¡por fin!) a dos símbolos constitutivos de nuestra
identidad: el Estado garante del Bienestar y el pueblo sujeto de
derechos.
Hoy,
se nos desaparecen estas garantías simbólicas,
sostenedores, contenedoras de nuestra identidad profesional.
Crisis,
rupturas y pérdida de garantías y certezas en las
ciencias sociales, en los proyectos políticos colectivos, en
los modos de relaciones sociales, en las conquistas y logros de los
sectores trabajadores, en el Estado de Bienestar, en el Estado
Provincial, en las Universidades, en las instituciones efectoras de
políticas sociales.
En
este marco se desmorona una práctica profesional que se ha
instituído sobre tres grandes pilares:
- La solidaridad y el compromiso moral , social o político. (de
índole caritativo- filantrópico o de índole
político).
- La existencia de una institución fuerte (Iglesia o Estado)
haciéndose cargo de una política hacia los problemas
sociales.
- Una práctica centrada en la implementación de dichas
políticas a través de una relación de
dependencia y en el contacto directo con los sujetos destinatarios de
las mismas.
Hoy,
la crisis societal enmarca rupturas en estos tres grandes pilares:
- los proyectos colectivos se desgranan frente a las prioridades
individuales o de sectores fragmentados sin un horizonte común.
- la destrucción del estado y abandono de sus funciones
redistributivas( principal empleador).
- el cierre de fuentes de trabajo estatales; el predominio del mercado
y el marketing (tener la capacidad de ofrecer/vender los servicios);
los sujetos con los que trabajamos no tienen capacidad de compra; se
mantiene en la relación nuestra función de contención
de las situaciones críticas/ conflictivas.
Nos
quedan algunas certezas que también se descubren en nuestra
historia: el posicionamiento desde uno de los sujetos involucrados
en este ámbito de relaciones, nombrados de distinta manera en
cada momento. Hoy, los excluídos. Desde ese posicionamiento
seguramente estamos pensando como colectivo las nuevas garantías
a construir.
Bibliografía
(1) - Jean, Dubost, André Levy: "El Análisis Social",
en GUATTARI, LAPASSADE, LOUREAU y otros:"La intervención
institucional", méxico, 1987
(2) - Garay, Lucía- Curso de Posgrado de Análisis Institucional.
(3) - Baremblit, Gregorio:"Compendio de Análisis Institucionl y
otras corrientes: Teoría Y Práctica".
(4) - Manrique Castro;" De apóstoles a agentes de cambio"
cita este documento de la Memoria 1930-1940 de la Escuela de
Servicio Social Elvira Matte de Cruchaga.
(5) - Manrique Castro; idem.
(6) - García Salord, Susana: "Especificidad y Rol del Trabajo
Social"; Humanitas, Bs. As., 1991.