"Creo que debemos
aprender de los extravíos que han acompañado al
programa de la Modernidad y de los errores del desvariado programa de
superación en lugar de dar por perdida la Modernidad y su
proyecto"
Jürgen Habermas:
La modernidad un Proyecto inacabado
|
1-Introducción
"La
representación de un principio objetivo en cuanto que es
constrictivo para una voluntad se denomina mandato (de la razón),
y la fórmula del mandato se llama imperativo". ( E.
Kant. 80)
Jürgen Habermas
intenta construir una teoría de la sociedad a partir de la
"acción comunicativa", siendo para el autor, el
entendimiento lingüístico un mecanismo de coordinación
de la acción dentro de una mirada social en dos planos; el
mundo de la vida y la sociedad como sistema.
De esta forma intenta
conjugar una serie de teorías alrededor del lenguaje, la
sociedad, la racionalidad y la modernidad.
Si bien Habermas es un
heredero de la sociología crítica, no
comparte con sus maestros; Horkheimer, Adorno y Marcuse,
completamente, la visión de mundo, las críticas a la
modernidad como así tampoco acompaña la actitud
pesimista y desilusionada de éstos, poniendo énfasis
por el contrario en las posibilidades de liberación que
entraña la sociedad moderna.
A partir de los trabajos
de Parsosn y Luhman, Habermas trata de aproximarse a uno de los
puntos de conflicto del Proyecto Ilustrado; la racionalización
creciente del mundo de la vida va irremediablemente en paralelo a la
complejidad sistémica. Así, esta coloniza el mundo de
la vida, poniéndose en riesgo el sentido de la acción y
la libertad.
Otra característica
de la obra de este autor que puede ser útil para el tema que
se propone es la noción de universalidad, como alternativa
única, mostrando de alguna forma su reencuentro con el
pensamiento Ilustrado y esencialmente con uno de los pilares de la
modernidad.
En este trabajo se
tratará de analizar las posibilidades de aporte de la Teoría
Habermasiana para el estudio de los orígenes del higienismo
argentino en el marco del Proyecto Político de la Generación
del Ochenta.
2-
Algunos aspectos generales e interrogantes
Este trabajo, surge de
una serie de interrogantes relacionados con la mirada habermasiana de
mundo; en especial a partir la centralidad de la visión de
este autor desde Occidente , comenzando en Europa.
Estas cuestiones pueden
ser interesantes para interrogar a los orígenes de los
mecanismos de sustentación y consolidación del Estado
Moderno Argentino a través de la mirada a uno de sus
dispositivos de intervención en lo social; la higiene
médica..
También ,
Habermas, al concebir a la sociología como "ciencia de
la crisis", plantea su preocupación por los aspectos
anómicos que son producto de la disolución de los
sistemas sociales tradicionales y de la formación de los
modernos. El estudio de los trabajos de Habermas puede servir para
analizar los procesos descriptos más arriba, en especial desde
la presentación de la Generación del Ochenta en nuestro
país, como "lo nuevo" que rompe con "lo viejo",
es decir con la tradición, pero, especialmente con una visión
del pasado, que es relacionado con la barbarie, el atraso y
especialmente con dudosas expectativas de futuro en caso de
mantenerse el "viejo orden".
Así aplicando
conceptos de Habermas, es posible, estudiar, como desde los sistemas
expertos, tal esferas de valor, se produce una relación
particular con la medicina, en tanto ésta se torna casi
esencialmente "prescriptiva", aplicando esta intervención
al mundo de la vida < desde el esquema Habermasiano de
sociedad>.
Las Políticas de
Salud se transforman de este modo en mediadoras entre la vida
cotidiana de determinados grupos sociales y el Estado en la
Argentina del Primer Estado Moderno.
De esta forma, surge otra
perspectiva que relaciona a la medicalización de la vida
cotidiana como manera de resolución de los momentos anómicos
de transición de lo "viejo" a lo "nuevo"
en nuestra sociedad de fines de siglo XIX y principios del siglo
XX.
Así , también
es posible hallar, una relación del mundo de la vida
con lo que el autor denomina patologías, al
empobrecimiento del primero, le corresponde la
colonización por parte del nivel sistémico. En otras
palabras, los imperativos sistémicos pueden imponerse por
sobre los consensos.
Así, el cuidado de
la Salud Pública se transforma en un instrumento de coerción
como así también de amalgama de un determinado grupo
social. Pero, este, en tanto proceso, inevitablemente se extenderá
en forma lenta y paulatina en prácticamente toda la sociedad
Argentina a lo largo del siglo XX., tal vez reafirmando su
modernización y el ajuste de sus mecanismos de
disciplinamiento.
En principio, el cuidado
de la Salud Pública depende del aparato político, pero
por otra parte muestra la necesidad de existencia de "sistemas
expertos" que tengan la capacidad o estén habilitados
para "prescribir" alrededor de lo que se considera correcto
e incorrecto desde determinados parámetros apoyados dentro de
un establecido marco normativo.
Desde
esa perspectiva, quienes, en una primera etapa reciben las acciones
de salud desde lo público, pueden ser entendidos como carentes
de la "cultura política" necesaria como para
dialogar simétricamente . Es justamente que el desarrollo de
las primeras acciones de salud en la Ciudad de Buenos Aires dentro de
la Generación del ochenta se dan en la periferia de la
ciudad. Un lugar caracterizado como peligroso desde diferentes
aspectos..."
«El servicio respectivo de la administración
sanitaria interviene con sus elementos una vez por mes, ayudando así
la acción provechosa del inspector visitante, que tiene a su
cargo la vigilancia periódica de la higiene de la habitación,
el género de vida que lleva el paciente, sus necesidades, sus
recursos, y si da cumplimiento, en fin, a los preceptos profilácticos
dados verbalmente o por escrito» ( Higiene pública.
La lucha antituberculosa en la Argentina. En la revista La
Semana Médica. Octubre de 1903). Pero también el
temor al contagio sustentaba las intervenciones:
...«De aquellas
fétidas pocilgas, cuyo aire jamás se renueva y en cuyo
ambiente se cultivan los gérmenes de las más terribles
enfermedades, salen esas emanaciones, se incorporan a la atmósfera
circunvecina y son conducidas por ellas tal vez a los lujosos
palacios de los ricos»... ( Rawson, Guillermo. Escritos
y Discursos.1895)
En la contingencia de que
la acción política articule palabra y bien común,
Habermas desde su noción de "aspecto deliberativo"
le da una singular importancia a este encuentro que en nuestro país
pareciera que se reduce a un determinado grupo social. Así la
concepción de política deliberativa que plantea el
autor es válida en tanto ideal aceptado. Especialmente a
partir de un "modelo" de democracia normativa que incluye
un proceso deliberativo en la toma de decisiones.
Ahora bien, ¿es
posible que todo ese juego se restrinja a un sector de la sociedad?,
si se tiene en cuenta la visión de la democracia desde la
fórmula restrictiva de Juan Bautista Alberdi como principio
de legitimidad, en la perspectiva de satisfacer, gratificar,
intereses materiales reivindicados por grupos y clases sociales, la
limitación se hace de alguna forma, visible...."Un
razonamiento subtiende esta opción política: el
principio democrático fundado en la soberanía popular
es legítimo si y sólo si los sujetos que la ejercen
"son capaces por su cultura, como en los Estados Unidos, de la
participación de los negocios generales", requisito para
cuyo cumplimento Alberdi únicamente observa en el horizonte
político de su patria un vacío insoportable que demanda
ser cubierto por la acción educativa de las élites del
saber y del poder"( Terán, Oscar:1988)
Por otra parte, la vida
política de los ochenta cumplía con ese tipo de
expectativas, así se podrían cumplir ciertos
"requisitos" relacionados con su "lógica
evolutiva" en el lenguaje de Habermas, en una especie de
enfrentamiento entre lo emancipatorio y lo conservador.
"Era sólo
una clase de sociedad , pero se pensaba y se sentía como si
fuera la sociedad entera. Sus integrantes se repartían
exclusivamente los cargos públicos en un juego electoral de
oficialistas y opositores de salón; alsinistas o mitristas,
alternativa o copartícipes del poder".(Rosa, José
María: 1974)
Así, la política
deliberativa puede generar un poder legítimo, en principio
dentro de un grupo reducido y paulatinamente irse extendiendo a toda
la sociedad y dentro de este juego podría haberse construido
la medicalización como producto, en tanto procedimiento para
resolver problemas que requieren de un saber, en definitiva, útil
para la regulación de conflictos.
La medicalización
podría implicar cierto nivel de articulación entre
poder, saber y regulación de conflictos con fines que son
enunciados como colectivos, pero que responden a intereses de un
grupo que detenta el poder.
De esta forma, a
medicalización abarca a toda la sociedad, pero habría
diferentes criterios o "modalidades de mandato" para cada
grupo social.
La política
deliberativa en tanto discursos y negociación, podría
haberse gestado en sus orígenes dentro de un grupo reducido de
la sociedad Argentina incluido dentro de quienes adscribían y
se integraban al proyecto de la Generación del Ochenta y
especialmente <en el caso de la medicalización> al
Positivismo Argentino. Concretando, de esta forma la solución
de cuestiones pragmáticas y éticas dentro de un grupo
reducido, donde se presupone que están arraigados ciertos
valores cívicos.
Si las formas de la
comunicación van construyendo escenarios en donde la opinión
pública se puede expresar de diferente manera, la generación
del ochenta, tiene, una larga serie de elementos como para
constituirlos. Los mismos van mas allá de la política y
se expresan en diferentes esferas que van desde el desarrollo del
pensamiento positivista hasta la literatura.
Ahora bien; ¿no es
posible pensar una "opinión pública"
restringida a cierto grupo social?. Así esa "opinión
pública" enmarcada por su propia racionalidad es factible
que construya cierta voluntad en común compartiendo una agenda
temática de cuestiones que ese grupo considera relevantes para
la "sociedad" generando mecanismos de regulación del
todo.
De esta manera, el poder
que se produce comunicativamente se transforma en un poder utilizable
en forma administrativa.
Quedaría como otro
interrogante la posibilidad de que dentro de la sociedad Argentina
de fines de siglo XIX un grupo, que se consideraba a si mismo "todo
el país", cumplía con parte de esas condiciones,
las cuales serían comprobables por lo menos, desde un punto de
vista formal.
Tal vez estas cuestiones
se expliquen de esta forma ; :
"La conciencia
política de pertenencia a una nación surge de una
dinámica que solo puede apoderarse de la población
cuando ésta había sido arrancada de una red de lazos
sociales de tipo estamental mediante procesos de modernización
económica y social, es decir cuando había sido
movilizada a la vez que los individuos habían quedado sujetos
y aislados"...( Habermas, J:1998 621)
O sea, están
quienes se encuentran "habilitados" y quienes no, éstos
últimos , lentamente podrán ingresar a la instancia
deliberativa.
3-
Política y Políticas de Salud
Desde la perspectiva de
J. Habermas, el nivel sistémico coloniza al mundo de vida, de
ahí que la acción comunicativa se presente como un
especie de meta para la sociedad, donde el sujeto es idealmente
auto-crítico y puede abstraerse de la acción
estratégica (poder-manipulación), logrando todo ello a
partir de la racionalidad comunicativa, donde la interacción
simbólica se dé partiendo de la buena fe de los
hablantes, de la comprensión y entendimiento de las actitudes
y símbolos de los mismos, buscando el consenso.
Las Políticas de
Salud también sugieren la presencia de un nivel sistémico
y la existencia de sistemas expertos que se trasforman rápidamente
en normativos. Asimismo las Políticas de Salud, se desprenden
del aparato político. Pero, la Política Sanitaria
aparece como elemento de socialización y disciplinamiento
dentro de un "proceso de modernización". De esta
forma el consenso sería lenta y paulatinamente adquirido.
El proceso de
modernización según Habermas implica una
racionalización que afecta tanto al "nivel sistémico"
como al "mundo de la vida". ..."Así como
desde la perspectiva sistémica, permite la conformación
de ámbitos de acción formalmente organizados. Se
distinguen y separan, de este modo., los dos tipos de integración,
que además entran en competencia"( Heler, M.: 88)
Pero en algunas áreas
esos mecanismos no existen, de allí, que se presenta una
contradicción entre el consenso adquirido y el consenso
adscripto. El primero sería adquirido, <incorporado>,
paulatinamente en una suerte de "evolución" de la
sociedad.
A su vez, la
medicalización se presenta como un producto de saberes de los
expertos que colonizan el mundo de la vida . También, puede
ser vista como proceso de racionalización que desde la
intervención en lo social en muchos casos apunta a la familia.
Ésta como institución, se presenta como un espacio de
relaciones de poder que trata de transformar un cuerpo biológico
en un sujeto humano mediante la introyección de la ley (Lacan;
J: 1997).
Estas cuestiones también
muestran la necesidad de dispositivos de formación de
consensos, estos, en el caso de nuestro país pueden haberse
constituido por coerción y paulatinamente desde la
construcción de opinión pública, coincidiendo
nuevamente en la medicalización como vía para la
socialización. Pero, en definitiva, la formación de
consenso en este "sector", nuevamente corresponde al
experto, quien tiene, "poder de prescripción".
Pareciera que existe
cierto consenso y alguna relación en el "mundo de la
vida", como algo construido artificialmente. Por otra parte,
entre la comunidad real y la comunidad ideal; ¿se obtienen
consensos en relación a las conductas dominantes? En
definitiva, acuerdos basados en razones, apoyados en la "racionalidad
occidental moderna", en función de construir consensos
estratégicos que se asienten en un grupo social y luego puedan
expandirse a toda la sociedad.
A su vez en forma
similar a T. Parsons, J. Habermas plantea la existencia de una crisis
entre el nivel sistémico y el mundo de la vida. Presentándose
de esta forma una serie de formas de interdependencia anónimas,
pero también la aparición de patologías.
Existirían
entonces, desde esa perspectiva, dos planos de la dinámica
social ; una integración sistémica y una integración
social. El primero mas relacionado con la sociedad capitalista
moderna y el segundo a la sociedad tradicional.
En el caso de la
construcción del Estado Moderno Argentino, pareciera que ambas
cuestiones están presentes en una escena que requiere de
diferentes formas de interpretación. Tal vez, las prácticas
higienistas de principios del siglo XX muestren un intento de
respuesta a ambas esferas.
Así, por un lado
desde mecanismos impersonales, independientes de consensos normativos
<la higiene como prescripción hacia toda la sociedad>,
se construirá, hacia dentro del grupo social representativo
de la Generación del ochenta, lo opuesto. Es decir una
búsqueda de la integración social apoyada en consensos
normativos, donde si pueden constituirse procesos comunicativos
vitales
Además, el
"déficit de legitimación" normativa muestra
una forma de crisis del sistema.
La resolución será
normativa, desde la perspectiva que aporta Habermas , en tanto que la
colonización interna del mundo de la vida se efectúa
mediante mecanismos jurídicos, en la medida que se disuelve la
sociedad tradicional. En este aspecto, la higiene médica se
presenta como fuertemente preceptiva y se apoya , mas allá de
su aspecto prescriptivo , en una larga serie de leyes, disposiciones
y reglamentos . Así, la integración social es
reemplazada por una integración sistémica.
De esta forma, es posible
pensar que desde los orígenes del Higienismo Argentino, en
especial desde su espíritu positivista, se construyen
imperativos sistémicos, en función de una idea de "bien
común", perteneciente a una clase social, que se
considera a si misma todo el país, pero especialmente como
portadora única de la racionalidad , adscribiendo su proyecto
de clase a una estrecha vinculación con Europa , en especial
con Inglaterra y Francia.
La Generación del
Ochenta sería el proyecto "moderno" de país
que no acepta ningún tipo de relativismo cultural. Existirían
de todas formas algunas diferencias, en tanto que el Proyecto de los
ochenta se relaciona con el Positivismo, mientras que esta
estructuración del "nivel sistémico" que
propone Habermas se vincularía mas estrechamente con el ideal
emancipador de la Ilustración. Ambas corrientes dentro de la
modernidad interpretan de forma diferente el país. En el caso
de la Generación del Ochenta, plantea la existencia de una
lógica evolutiva presentándose a sí misma como
"comunidad ideal", separándose de una "comunidad
real" a la cual debe colonizar mediante prescripciones.
Tal
vez, el " nivel normativo",
muestre el aspecto institucional de las prácticas de gestión
de la salud pública a principios de siglo, articulando una
serie de medidas, reglamentaciones, ordenanzas municipales, etc., que
ratifican la aplicación y necesidad de la
institucionalización. De esta forma, el cuidado de la salud
que podría ser ubicado en el nivel comunicativo en tanto
expresión ética se transforma en definitiva en una
imposición de imperativos sistémicos. Por otra parte,
la aplicación de normas es considerada válida si se
cumple con determinados procedimientos o prácticas. Por
ejemplo; en una aplicación directa de la prescripción
el cuidado del cuerpo se aproximaba cada vez más a una
práctica moral:
«Tomemos
un obrero cuyo trabajo está bien pago y expuesto a pocos
paros, su mujer es hacendosa y gana además un pequeño
salario trabajando en casa: no tienen sino uno o dos hijos. Si la
sensibilidad y la inteligencia de este hombre estuviesen lo bastante
cultivadas para que apreciase otros placeres que la bebida, las
barajas y el café concierto, si estuviese instruido en higiene
y supiese que la salud es el primero de los bienes, si para conservar
la suya estuviese resuelto a refrenar varias de sus tendencias y
además de todo eso tuviese una voluntad de hierro... Oh !
entonces cuántos cambios en su existencia! Gastaría más
en habitación y menos en ropa, más en alimentos y menos
en bebidas, elegiría sus alimentos de otra manera, los
mascaría con cuidado extremo y los absorbería despacio
en vez de tragarlos apresuradamente. Obligado como está a
madrugar, se acostaría temprano en vez de velar en el café;
sabiendo que la fatiga prepara el terreno de la Tuberculosis, se
privaría de los excitantes tales como el vino, el tabaco y el
café...( Inmediatamente que le llegase esta queja, disminuiría
su esfuerzo restringiendo su tarea o buscando jornadas más
cortas y heroicamente aceptaría la reducción de su
salario que un asalariado sufre necesariamente cuando la producción
disminuye. Esposo fiel y tranquilo, escaparía a las
contaminaciones venéreas y a la fatiga sexual)...) Bunge,
Augusto. Las conquistas. Citado por Héctor Recalde en
«La Higiene y el Trabajo». CEAL 1988).
La
aplicación del cuidado del cuerpo como prescripción se
propone desde una visión local pero también, desde
una posición universalista, o sea, desde estructuras
universales de racionalidad que subyacen a la comprensión
moderna del mundo. Estructuras que se tratarán de imponer en
la vida cotidiana de determinados grupos sociales que son
visualizados como peligrosos y disolventes. La universalidad de la
razón se inscribe en la modernización occidental. Así
desde esa perspectiva es posible justificar la colonización de
algunos aspectos del "mundo de la vida" de los otros, de
aquellos que no fueron incorporados al Proyecto de Nación de
la generación del ochenta.
4-Habermas
y la Modernidad: modernización como racionalización de
la sociedad
"La Modernidad ya
no puede pedir prestada a otras épocas las pautas por las que
ha de orientarse. La modernidad depende exclusivamente de si misma y
tiene que extraer de sí misma sus elementos normativos"
(Habermas, J,:1988)
El presente es visto como
una transición hacia lo nuevo, en una visión optimista
del futuro, donde aquello que está adelante en la secuencia
cronológica del tiempo es "mejor", por el solo hecho
de estar allí. Pero lo moderno, también se presenta
como autónomo y construye su propia esfera de racionalidad.
Esta se presenta como única y universal, de alguna manera con
un mandato expansivo hacia toda la humanidad. A su vez, la razón
se presenta como principio ordenador, oponiéndose al "caos",
desde la racionalidad europea. Una razón que se universaliza.
Desde la afirmación
donde en Occidente a partir del siglo XVIII se viene constituyendo
una nueva conciencia de época. Nueva como "período
propio", "contemporáneo".
También desde esa
perspectiva el presente implica una visión del pasado
"dirigiendo su acción", en especial, la
modernidad "debe extraer de si misma sus elementos normativos".
Por otra parte, Habermas
intenta articular historia y pensamiento utópico, ..."El
pensamiento histórico, nutrido por la experiencia, parece
estar llamado a criticar los proyectos utópicos; el exuberante
pensamiento utópico parece tener la función de exponer
alternativas de acción y posibilidades de juego que
trasciendan a las continuidades históricas"...
( Habermas, J:1988)
A su vez desde la
complejidad de los sistemas , cuanto mayor sea la dificultad de los
sistemas más importante será la posibilidad de
consecuencias secundarias disfuncionales. En otras palabras y
volviendo a la cuestión de la medicalización así,
la sociedad porteña de principios de siglo XX se presenta como
sumamente compleja y de allí se podrían pensar
intervenciones que apunten a las posibles disfuncionalidades. Las
mismas, atravesadas por los ideales positivistas asentados en el
evolucionismo de Spencer, desde el darwinismo social;
..."Por otra
parte, cuando el evolucionismo de Spencer se convierta en la oferta
positivista mas recurrida, no serán pocos los intelectuales
que hallarán en los temas del darwinismo social nuevos
estímulos para interpretar -dentro de los parámetros de
la lucha por la vida y la supervivencia del mas apto- el agitado
mundo social que la modernización había lanzado a la
vida urbana, de manera especial en aquellos países en los
cuales la política inmigratoria había promovido
activamente la irrupción de una población aluvional a
raíz de la cual se temió a veces por la gobernabilidad
de estas naciones".( Terán, O.1987)
El mundo social
relacionado con la modernidad naciente del Estado Argentino, estaba
atravesado por estas cuestiones, donde se temía por la
gobernabilidad a partir de la enorme afluencia de población
inmigrante, la que genera un marco de preocupación a los
pensadores positivistas Argentinos de principios de siglo. La
mayoría de ellos relacionados a la medicina y a una visión
de la sociedad como "cuerpo" y a las crisis como
"patologías". Proceso que se construye dentro de una
sociedad que se caracteriza por la heterogeneidad de los recién
llegados y la "amenaza" de la "orilla", es decir
aquellos que quedaron afuera de la modernización y el orden.
Aquí nuevamente
aparece el relativismo como amenaza, la Generación del Ochenta
es consecuente con el temor moderno al relativismo cultural que luego
va a ser retomado por Habermas. Es más, en el caso del
Positivismo Argentino, una de las resoluciones que se plantean se
relacionan con la creación de dispositivos de homogenización
de la sociedad, así la salud y la educación cumplirán
un papel clave. El caso de José María Ramos Mejía
(médico), creador de la Asistencia Pública, el
Departamento de Higiene, la Cátedra de Neuropatología y
que en 1914 queda al frente del Consejo Nacional de Educación,
preocupado por la gobernabilidad, se apoya en las instituciones:
..."pocas cosas como la organización de la liturgia
patria por Ramos Mejía desde aquel espacio educativo avalan
tan linealmente ese aserto"....(Terán Oscar: 1987)
Si Habermas considera a
la sociología como ciencia de la crisis, en este aspecto
también puede ser útil su mirada para el análisis
de la Generación del Ochenta y el origen del Higienismo
argentino, ocupándose de la disolución de los sistemas
sociales tradicionales y la formación de los modernos.
De esta manera, la
necesidad de analizar hacia dónde se orienta una acción,
tratar de visualizar si ésta se orienta hacia "postulados
éticos", el reconocimiento que surge de los
interrogantes: ¿qué imperativos nos encontramos cada
día? y ¿qué factores "coactivos" me
salen al paso?
Así, Habermas
advierte como "algunos valores culturales trascienden como
productos fácticos de la acción". Recuerda que
debemos alcanzar el "punto de vista moral" y hacer de
cualquier transcurso cotidiano una "cuestión moral".(
Pérez Gallego, Cándido.2000). La higiene médica,
en tanto que territorializa su intervención en la vida
cotidiana de los habitantes de la periferia, se presentaría
como un instrumento para lograr estos fines dentro de un determinado
Proyecto Político . En el caso de nuestro país remite a
un grupo esencialmente minoritario que va a construir el primer
Estado Argentino apoyándose en el Positivismo.
En síntesis , el
cuidado de la Salud Pública como imposición de
imperativo sistémico, implica una posibilidad de lectura de
los orígenes del higienismo argentino como ordenador de la
sociedad y esencialmente como dispositivo de búsqueda de
equilibrios en la obturación del conflicto social.
Bibliografía
Habermas, Jürgen,
Facticidad y Validez. Editorial Trotta. Madrid.1998
Habermas, Jürgen :
Ensayos Políticos. Ediciones Península 1988
Heler, Mario Modernidad
, Racionalidad y Universalidad en Jürgen Habermas (inédito)
Kant. E, Fundamentación
de la metafísica de las costumbres, cap. 2 (Espasa Calpe,
Madrid 1994, 10ª ed., p. 80-83).
Pérez
Gállego;Cándido 2000., Universitat de València
Press.
Terán, Oscar:
Positivismo y Nación. Editorial Puntosur.1988
Terán,Oscar:
Alberdi póstumo. Editorial Puntosur.1987.