I. INTRODUCCION
Dalia Rodriguez, Chapatín, Dani, Magalí S. Cruz Lopez , Saturnino A. Giménez.
"Por los vecinos que murieron atropellados en esta
avenida" |
Esta frase escrita en el refugio -parada de colectivo- se encuentra sobre la
Avenida Perito Moreno delante de la Parroquia "Madre del Pueblo" en la villa
1-11-14 del Bajo Flores. Lamentablemente la lista de personas muertas aún
continúa. El último de los atropellados fue un niño de 9 años que venía de jugar
al fútbol, un auto de civil de la policía lo atropelló y horas más tarde
murió.
En esta avenida no hay semáforos ni sendas peatonales. Hay sí
una gran cantidad de camiones y autos que circulan a una gran velocidad, una
recomendación de la dirección de vialidad del G.C.B.A. que dice que no es
conveniente colocar semáforos por posibles perjuicios para la seguridad de los
bienes y las personas que circulan en automóviles e innumerables reclamos y
protestas de los vecinos para que se señalice correctamente la avenida. Reclamos
"ciudadanos" que no han tenido las respuestas necesarias y eficaces para el
barrio por parte de la autoridad competente.
Espacios ciudadanos, éstos donde encontramos gran cantidad de
situaciones violentas como por ejemplo el modo de suministro de energía que la
empresa Edesur y el gobierno de la ciudad encontraron para las villas de esta
capital. La empresa suministra energía hasta el perímetro externo de la villa,
los vecinos han realizado y pagado las conexiones hasta sus domicilios
(superando a veces los 300 mts. de cableado) y el gobierno de la ciudad paga el
estimativo precio de "alumbrado en villa" (dentro del canon alumbrado
público)que Edesur factura por esta parte de servicio que presta.
Además el tendido eléctrico no está habilitado para zonas
urbanas, es aéreo, su carga es de 12.000 voltios y pasa por encima de las casas
de los vecinos.
"...en estos últimos años tiende a invadir el debate público
hasta la saturación: la delincuencia de los "jóvenes", "las violencias urbanas",
los múltiples desórdenes cuyo crisol serían "los barrios sensibles", y la falta
de urbanidad de los que sus habitantes son presuntamente las mayores víctimas y,
a la vez, los primeros culpables..." (Wacquant:2000,p.21)
Por lo citado es que este trabajo comienza por enumerar
situaciones de "déficits" urbanísticos de un "barrio sensible" y las caracteriza
como situaciones de violencia urbana.
A pesar de la crítica efectuada por Wacquant a utilizar la
violencia urbana como categoría de análisis se evalúa como necesario el abordaje
de la misma ya que las consecuencias que provoca este problema social son
gravísimas en cuanto a magnitud y daño ocasionado a las personas.
Si bien se considera que las condiciones de vida de los sujetos
son propiciatorias de violencia, pues la exacerbación del modelo de reproducción
capitalista "excluyente", genera inequidades y consecuentes carencias a la
comunidad, no se pretende reforzar la asociación mecánica entre violencia y
pobreza, muy por el contrario se considera a la violencia urbana (V.U.) como
manifestación de la violencia estructural. Al respecto Carlos Andrada habla de
la existencia de dos tipos de violencia: una violencia que denomina individual y
otra estructural. La primera puede generar una o varias víctimas pero encuentra
un autor y tiene representación social. Es decir es percibida socialmente como
violencia.
En cuanto a la violencia estructural, su característica
principal es que no tiene representación social, es decir, no es generalmente
percibida como violencia y no es atribuida a un autor o autores. En este tipo de
violencia se inscriben "aquellos actores, situaciones y o procesos que resultan
violatorios de derechos humanos (...) y que generan un estado de violencia
cierto con sufrimiento físico y moral que puede llegar hasta la muerte misma.
(Andrada:1993,p.4)
Piénsese en la "sospechada y certera" corrupción de varios
miembros del Senado de la Nación Argentina y del también "sospechado y certero"
enriquecimiento ilícito del juez que investiga la causa. Es un claro ejemplo de
la crisis de legitimidad y representación que conmueve los valores y la "moral"
que estructuraban y organizaban la vida de la sociedad moderna. "...la política
no existe como simple resultante de los intereses privados, pero supone un
contrato social que precede y sobrepasa todos los contratos particulares. Si se
abandona este postulado y se reduce la política a una función de mercado –en el
que se determina el valor de los intereses enfrentados – el espacio de lo
político queda inmediatamente amenazado de desaparición, pues no hay mercado que
pueda fijar el "valor" del interés nacional y delimitar el espacio de la
solidaridad". (Guéhenno:1995,P.39)
Si ya no sirve la Ley que hasta ahora regía y los códigos que
hasta el momento se utilizaban, otras lógicas constitutivas de ley se abren
paso. Lógicas que coexisten, se oponen, se suman, no se integran, por el
contrario fragmentan. Por otra parte si prevalecen: la gestión de situaciones,
antes que el trascender intereses; los problemas antes que pensar en la
colectividad humana y el corto plazo antes que en la duración, en este proceso
se "facilita" la perdida de la memoria, "...si ya no hay memoria, no hay ya
sujeto". (Op. Cit.).
Perder la memoria, perder el sujeto no genera una gran
violencia?
II EL SENTIDO DE LA VIDA Y DE LA VIOLENCIA PARA UNOS ACTORES Y PARA
OTROS
"Es que no importa morirse al fin uno no nació pa´semilla.
Pero morirse de una para no tener que sentir tanta miseria y tanta
soledad". |
Se relatan a continuación algunas historias donde los
personajes y las circunstancias son "extremadamente" reales y los sufrimientos
físicos y morales enferman y muchas veces llegan hasta la muerte.
Promediando el año 1997 el hijo de Betty falleció a la edad de
6 meses de un "virus" (VIH) mientras su pareja de 16 años se encontraba en un
instituto de menores. Los papás de B., estaban presos. Transcurrido un tiempo
B., portadora de VIH decide tratarse, pero tantos son los obstáculos para que le
efectúen la determinación de la carga viral por el hecho de "ser extranjera"
(peruana más exactamente) que deben internarla sin habérsela efectuado. En la
internación no le va mucho mejor. Cuando sus papás salen de la cárcel se
preocupan y logran una mejor atención para B. en otro hospital. La
sintomatología de B. mejora. Al año aproximadamente matan al papá de B.,
en un robo probablemente. "A partir de ahí B. repetía que quería irse con su
padre" dicen sus hermanos. En Julio de 2000 fallece Betty.
Para los sectores dominantes no todas las vidas tienen el mismo
sentido, lo que es lo mismo que decir que no todas las personas tienen el mismo
derecho a vivir. Así se dispone de los cuerpos de aquellos que no viven de
acuerdo a lo normado por ellos o se mantiene una fría indiferencia respecto del
sufrimiento por la sobrevivencia de los sectores excluidos a tal punto de
ignorar tantas muertes evitables.
Se puede ubicar aquí al Estado como ejecutor de esta ideología
generando violencia so pretexto de mantener el orden establecido que toma la
forma de "judicialización de la pobreza", manifestando el paso del Estado
providencia al Estado penitencia en su vertiente de "gran encierro" (instituto
de menores, cárceles) o de vigilancia normalizadora (citaciones judiciales,
audiencias, libertad condicional, tratamientos psicológicos impuestos).
(Wacquant:2000; Foucault:1999). También el Estado muchas veces "mata con la
indiferencia" (no se otorgan recursos necesarios o hasta con el sesgo
burocrático la justicia deja de tomar alguna medida del orden de la protección
de un sujeto que se ha justificado debidamente).
Enero de 2000 la mamá de Javier demanda un lugar para que su
hijo permanezca toda la semana. "Javier (12 años de edad) está muy mal desde que
falleció Brian (9 años), quiere vengar la muerte de su hermano. A Brian lo mató
una bala perdida disparada en un tiroteo que se produjo en el barrio.
A Javier lo obsesiona la idea de vengar la muerte de su
hermano, vengarla a riesgo de perder su propia vida y sin pensar quizás que otra
vida se perderá al enfrentarse con una nueva víctima a quien "bajará", producto
tal vez de una nueva bala perdida si se trata de una puntería novata.
Julio de 2000 "detienen" a Juan (12 años de edad) en el Abasto
por "robo con portación de arma" dice la carátula del expediente". "Un chico de
15 años se le acercó y le puso un cuchillo en el bolsillo, vino la policía y se
lo llevó" relata Isabel (su mamá) con gran angustia. Cuando Isabel va con su
hija más pequeña (14 meses) a la comisaría, para "rescatar" a Juan se desmaya,
su hijita mientras tanto queda sentada a su lado. Isabel no puede "rescatar" a
Juan, quien es enviado a un instituto de menores. Al otro día I. va al juzgado,
grita en la desesperación por "rescatar" a su hijo; dice incluso que se va a
matar. Acto seguido le "sacan" a su hija y la envían a otro instituto para
menores y a I. la mandan al hospital Moyano por intento de suicidio, dice la
autoridad competente. Recuperada su "libertad condicional "I. cuenta que cuando
fue a visitar a su hijo vió que tenía marcas de esposas y otro día, luego de
sufrir un desmayo, Juan es trasladado a un hospital: "Esto a usted no le
conviene contarlo en el juzgado" la asesoran.
Agosto de 2000 Paulo de 5 años de edad es internado en terapia
intensiva ya que se interpuso entre su madre y su hermano que acababa de salir
de la cárcel, el cual "dado vuelta" quiso pegarle un "fierrazo" a la primera.
Las instituciones que instrumentan esta política en el punto
más cercano a la realidad y sufrimiento de la gente (las educativas, de salud,
judiciales, de acción social), viéndose atravesadas ellas mismas por la crisis
de legitimidad y de representación van apelando, aunque con ciertos
aggiornamentos, y en medio, paradójicamente, de discursos progresistas en
defensa de los derechos de los niños y adolescentes por ejemplo, a estrategias
de "gran encierro" de "disciplinamiento normalizador" y de "indiferencia" como
modalidades de intervención. (Op. Cit.).
Por otro lado se encuentran sujetos víctimas-victimarios, en
este caso preocupan particularmente los que podrían denominarse como movimientos
juveniles urbanos (incluyendo entre estos a las bandas) . Coincidiendo con
Valenzuela (1988) podria pensarse que los cuestionamientos de estos movimientos
al sistema "no se centran de manera prioritaria en las relaciones sociales de
producción, sino que atienden a otras esferas de la vida entre las cuales se
encuentra su propia subjetividad, las respuestas a la violencia policíaca..."
(...) "procesos en los cuales se construyen múltiples identidades" . También
observa que estos movimientos juveniles no han logrado aun revasar los marcos
reivindicativos , pues si bien trastocan la normatividad a partir del hecho de
vivir con códigos distintos (modificando su forma de vida y cuestionando
aspectos institucionalizados de la misma), "carecen de un planteamiento
colectivo frente a esta institucionalidad". Las manifestaciones culturales de
estos movimientos juveniles pueden ser espacios de interpelación de identidades
sociales. Identidades que se construyen y se expresan mediante modelos de vida
distintivos considerando también los condicionantes de clase. (Urteaga Castro
Pozo :1991).
La autora del presente trabajo considera que estos actores no
harían diferencias entre el valor de su propia vida y la de los otros. Tendría
el mismo efímero valor su vida al jugársela en un robo que la de su víctima a
quien "bajará" si la ocasión lo requiere; como revelan la historia de Javier y
de Brian o los casos de robos a comerciantes que al "defender su negocio" son
destinatarios de un balazo.
Será la identidad deteriorada la que genera este deteriorado
valor de la vida? "Son bien conocidas las medidas que adoptamos los "normales"
hacia un estigmatizado. Creemos, por definición, que no es del todo humano.
Valiéndonos de ese supuesto practicamos diversos tipos de discriminación,
mediante la cual reducimos (sin ser esa nuestra intención) sus posibilidades de
vida". (Goffman:1986, p.15).
Piénsese aquí nuevamente en la discriminación efectuada contra
Betty por ser "extranjera" o la cosificación, la pérdida del valor de lo
"humano" en este interjuego de víctimas y victimarios .
O será que estos jóvenes están llamando la atención con su vida
misma sobre los valores sacralizadamente detentados por una sociedad en donde se
privilegia "la seguridad de la posesión material" y de lo "útil".
Quién, sino la lógica de mercado (que en definitiva es una gran abstracción
intangible) dice que "debemos "maximalizar" siempre la utilidad". Guéhenno:1995,
p.40). Es esto vida? No es a este modelo al que se están revelando estos sujetos
y nada más y nada menos que con sus vidas? Modelo que ha llevado entre otras
cosas a la fragmentación social. No habrá detrás de estas muertes y
sobrevivencias un desesperado intento por construir una nueva identidad?
En este punto la autora tiene más interrogantes que respuestas
pero considera que para quienes están interesados y trabajan con "lo social" les
es extremadamente necesario decodificar más rápidamente aún los signos dados por
los sujetos concretos que los de los "sistemas abstractos" (lo cual no quiere
decir que éstos no deban ser decodificados pues desde ya que existe una
interacción entre ambos, pero considera que gracias al efecto mediático y de la
globalización hay menos decodificación de los primeros) .
De lo que no tiene duda la autora es de que esta situación
exige agudizar la interpretación sin perder de vista la intervención
necesaria.
III. ¿CUAL ES LA INTERVENCION POSIBLE?
La intervención propuesta se enmarca en lo que la autora
denomina "tolerancia al indisciplinado" entendido este concepto como opuesto a
la doctrina de la "tolerancia cero" , al "gran encierro" y al "disciplinamiento
normalizador".
Esto no está implicando no tener en cuenta la importancia de la ley, supone
sí repensar su lógica con un reestablecimiento de la dimensión social -quizás
ahora con otro estatuto-.
Se propone partir del reconocimiento de las identidades en sus diferentes dimensiones y del valor que asumen las
mismas para la convivencia social para luego pasar a identificar si éstas tienen
una connotación y una valoración positiva o negativa (vital o mortal) en la vida
de los sujetos involucrados. Reconocer e identificar la importancia de las
identidades sociales tanto para los trabajadores sociales como para los
destinatarios de nuestra intervención permitiría resignificar la demanda y
mediante un trabajo de construcción de la misma se favorecería el retorno de los
que ya no demandan.
Para esto la propuesta es propiciar espacios donde no importe
"el prontuario" sino que importen los sujetos por ellos mismos, las relaciones
sociales establecidas, la construcción y respeto por las pautas aquí formuladas.
Reforzar el acceso "informal" a las instituciones, informalidad entendida como
concepto contrario a la burocratización, al pedido de cartas de presentación, a
la exigencia de rituales comprobatorios de la necesidad que acerca a ese sujeto
a la institución.
Se acuerda con Briones, en su definición
de identidades sociales como "construcciones que categorizando distintos grupos
y/o sectores en base a "relaciones sociales"- dan cuenta de las semejanzas y
diferencias que los sujetos advierten en sus interacciones con otros sujetos;
semejanzas y diferencias al interior de cada uno de los segmentos caracterizados
y entre ellos, semejanzas y diferencias que -aún reconocidas como tales-
permanentemente se renegocian y disputan según se las procure mantener o no. En
realidad, aunque los sujetos tiendan a rotular cada situación de interacción en
base a algún tipo de relación social particular, en esas interacciones concretas
se entrecruzan distintos tipos de relaciones sociales." (Briones de
Lanata:1990,p.1)
Contención hacia las familias de los
vecinos víctimas y de los víctimas-victimarios. Contención que desde el Trabajo
Social implica la escucha no culpabilizadora y la instrumentación de los medios
para aliviar el padecimiento.
Continuar con el acompañamiento y
fortalecimiento de los grupos más vitales de la comunidad en su intento por
reinvertir la "ciudadanía invertida", por volver a establecer con el Estado una
relación de CIUDADANOS. (Fleury citada por
Yasbek:1993).
N de la autora: Agradecemos aquí el estimulo y las oportunas recomendaciones
del Lic. Alfredo Carballeda para la presentacion de este trabajo.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
Andrada, Carlos (1993) "La violencia . Una mirada diferente".
Mimeo. Bs. As. Briones de Lanata, Claudia .(1990) "Disputas y consentimiento en
la identidad etnica de los Mapuches argentinos" presentada en: III Congreso de Antropología Social . Rosario.
Fleury Teixeira, Sonia (1993) "citada por Yasbek, M Carmelita en "Clasess
subalternas e assistencia social" de. Cortez. Brasil
Foucault, Michel (1999) "Vigilar y Castigar" ed. Siglo XXI. Mexico.
Goffman , Ervin ( 1986) "La identidad deteriorada" ed. Amorrortu. Bs. As.
Guehenno, Jean Marie (1995) "El fin de la Democracia" ed. Paidós , Bs.
As.
Urteaga Castro Pozo, Maritza ( 1991) " Identidad y jóvenes urbanos" artículo,
desarrollo de una ponencia colectiva realizado en el marco de las actividades del Seminario Cultura e Identidad Urbanas. Presentada en el I Congreso Nacional de Investigaciones Urbanas .
Valenzuela, A (1990) citado por Urteaga Castro Pozo (1991) en "Identidad y
jóvenes urbanos"
Wacquant, Loic (2000) "Las cárceles de la miseria" ed. Manantial , Bs. As.