Edición otoño '99
(para el hemisferio sur)

La cultura política en la construcción de la agenda temática

Por:
Mariano Barberena
*
(Datos sobre el autor)



El objetivo de este trabajo es formular hipótesis y abrir interrogantes sobre formas particulares de producción de subjetividad y/o analizar los padecimientos producidos por las transformaciones económicas, sociales, culturales así como pensar las formas de la cultura política actuales entendiendo que en ellas se encuentran marcas de la historia y pistas de "lo nuevo que no termina de aparecer"


Formas particulares de producción de la subjetividad


En cuanto a las formas de producción de subjetividad me referiré a cuatro elementos a mi juicio significativos de la historia reciente argentina, ellos son:

  1. la desaparición de personas

  2. la hiperinflación

  3. la "tupacamarización" del Estado

  4. la hiperdesocupación


1) La desaparición de personas

Dice Alicia Stolkiner "Todo análisis de campos de representaciones actuales debe incorporar el hecho de que el Terror tiene una operatoria que trasciende los límites temporales de su aplicación. Se invisibiliza en formas de aparente consenso pasivo o indiferencia, y opera en las subjetividades y en los funcionamientos institucionales"

El terrorismo de Estado en la Argentina empleó el método de desaparición de personas construyendo en todos los argentinos formas, "mistificaciones" de diseminación del terror en, por ejemplo slogans televisivos que decían "¿sabe usted qué está haciendo su hijo en este momento? que se resemantizaron en frases como ¿algo habrá hecho?, ¿en algo andaría? o el "No te metás".

No voy a ahondar en esta temática que ha sido desarrollada en diferentes libros

Lo que me interesa subrayar es cómo se va imbricando el sofisma reaganiano, "el peligro está en cualquier parte", en la sensación de indefensión que es favorecedora de la "delación" y la "incriminación" de lo que el dominador considere como incriminable.

2) La Hiperinflación:

Dice Oscar Landi sobre los efectos de la cultura de la inflación

"Pero si para el discurso político el fenómeno inflacionario ofrece diversas posibilidades de interpretación, en el nivel de las prácticas cotidianas, del sentido común, de las racionalidades micro de la acción supone restricciones que estimulan estilos más unívocos y difundidos. Nos referimos al establecimiento de una cultura del corto plazo que tiene su clave en la posibilidad de adelantarse a la acción del otro (al precio del otro o fijado por el otro). Esto es, una cultura por la que se fueron filtrando hábitos y creencias cortoplacistas, que contrarrestan la incertidumbre creciente mediante la adquisición de cierto timing para adelantarse al otro.

Para los individuos que debían resolver cómo aplicar sus bienes día a día, la televisión ofreció un nuevo género informativo, el comentario financiero: ¿cómo se movieron las plazas? (dólar, bonex, oro, acciones, letras de tesorería, tasas de interés, bienes inmuebles, etc.) minuto a minuto, a veces con recursos del relato deportivo. Pero aún para los que no tenían posibilidades de entrar en ese juego, la relación entre sus ingresos y sus consumos estimulaba también una lógica de la acción tenida por el "clima de ideas" de la inflación prolongada".

"Al terror de Estado se sumó el Terror económico bajo la forma de escaladas hiperinflacionarias que operaron de hecho como mecanismo de traslación de ingresos de abajo hacia arriba y de adentro hacia afuera, y que, en muchos casos, fueron un poderoso recurso de presión política en manos de los grandes grupos económicos"

Esto significó en lo cotidiano para amplios sectores de la población de ingresos bajos y medios un imprevisible cotidiano "no sabía si la plata que tenía hoy me alcanzaba para comprar la leche de los chicos de mañana", muchos autores hablan de una "memoria inflacionaria" que se conformó en una larga historia pero que tuvo su pico en junio y julio de 1989, y que provocó que se adelantara la entrega de la presidencia de el Dr. Alfonsín al Dr. Menem (presidente entrante) seis meses. Es unánime entre los analistas la consideración que los apoyos electorales de los años 1991, 1993, y 1995 al presidente Menem se debieron en parte al Plan de convertibilidad (que significó paridad dolar-peso) del año 1991, que tornó en lo cotidiano previsible lo que antes era imprevisible.

Lo que significó como hecho inédito en la historia política argentina : la gran popularidad de un ministro de Economía que estaba aplicando un plan de ajuste. (Ministro entre 1991- 1996, Dr. Cavallo)

3) La "Tupacamarización" del Estado:

Hace referencia al proceso iniciado en 1991

a) Por un lado el desprendimiento de activos del Estado que significaban el ahorro de generaciones durante 40 años (Entel - telefónica -, Aerolíneas Argentinas, Ferrocarriles Argentinos, YPF - petrolera -, OSN - agua -, etc.

Este proceso tiene implicancias de diferentes índole, por ejemplo en el caso de ferrocarriles la privatización implicó la suspensión lisa y llana de los servicios en varios pueblos que era la única vía de comunicación e intercambio, esto impacta en la subjetividad en la idea de nación (desde una perspectiva histórica la problemática argentina del poblamiento y la ocupación de la vasta extensión ha sido tratada por varios autores).

Otra implicancia es la desocupación de un obrero de estas empresas para quien no es nomás perder el trabajo sino perder parte de la "argentinidad" (el ideal "ferrocarriles argentinos es parte de la patria") y de "mi" contribución a la integración del país. Y el sentido de pertenencia a un grupo, por ejemplo "la familia ferroviaria", o "la familia ipefiana (por YPF)", en el caso de YPF por encontrarse la mayoría de los pozos en el sur de la Argentina, en la Patagonia (que es la zona más despoblada de la argentina) YPF tiene directa relación con la fundación de las principales ciudades del sur (por ejemplo Comodoro Rivadavia) ciudades que se ven sin su principal fuente de trabajo.

"..desde una óptica deleuziana diríamos, la ausencia o derrumbe del proyecto existencial están indisolublemente ligados a la falta de posibilidades sociales de realizarlo, por la marginación social en general y del mercado de trabajo en particular."

b) Por el otro la deserción de las funciones elementales del Estado salud, educación, seguridad, justicia. Que se manifestó no en la deserción total sino en la precarización de los servicios y el arancelamiento progresivo de los mismos.

Se construyeron "mistificaciones", tales como "achicar el Estado es agrandar la Nación", "el mercado lo resuelve todo", "hay que agrandar la torta y después repartirla", "la solución es la inversión extranjera", "la política económica que se aplica es la única posible" , "la deuda externa no se puede dejar de pagar", se construyeron argumentaciones transformadas en emblemas en torno a "diagnósticos certeros soluciones falsas"que desprestigiaron el sector público facilitando el proceso de privatización.

4) La hiperdesocupación

En la Argentina, con una larga tradición de pleno empleo, las cifras oficiales de desocupación llegan a su récord histórico en junio de 1995.Gran parte de la población oscila entre el temor a la pérdida del empleo y el desempleo.

"El fenómeno de la precarización desarticula mitos caros al soporte y construcción de una perspectiva de futuro: el del progreso por el trabajo, el de sentar las bases para que los hijos tengan una condición superadora de la de los padres, el de la previsibilidad o planificación de la vida(labrarse su propio destino)"

Se construyen "mistificaciones", al estilo de "no se puede tocar la estabilidad, es ya materia aprobada, la asignatura pendiente es el trabajo (o la justicia social)" "el crecimiento económico resolverá (el problema del desempleo) sólo es cuestión de tiempo ó de que se profundicen las reformas (flexibilidad laboral)" "el desempleo es un problema mundial (lo cual tiene parte de verdad pero desresponsabiliza a la clase dirigente y a la clase dominante de todo)"


Subjetividad, cotidianeidad y cultura política:


La pregunta sería ¿cómo estos elementos se imbrican hoy, desde lo cotidiano, en la cultura política?

¿En qué escenarios se disputan hoy las interpretaciones históricas, de la desaparición de personas, la hiperinflación, los cambios en el rol del Estado, la desocupación?

Mi hipótesis es que se han construido, desde interpretaciones no-populares, "mistificaciones", y éstas se imbrican en lo cotidiano como "límites" de la discusión cuyo escenario privilegiado, no el único, es el de los medios masivos de comunicación.

Mi segunda hipótesis es que quién más damnificado resulta de la forma en que se imbrican estas mistificaciones en lo cotidiano es la cultura política que a fuerza de encasillarse en interpretaciones que no le son propias (que responden a lo "televisable" o lo que por la sondeodependencia determine la dictadura de la media), pierde capacidad de "decir", de "incidir". Y por consiguiente la Democracia como espacio de transformación de lo social.

Jesús Martín Barbero se pregunta ¿Qué cosas se juegan nuestras sociedades en los procesos de comunicación y sus transformaciones tecnológicas?

En principio considero que se juegan gran parte de las posibilidades de la democracia, y como tales considero con Barbero "su envergadura es tal que no se puede dejar sólo a los especialistas de comunicación"

Barbero convoca a los científicos sociales a hacerse cargo de lo que en nuestra precaria democracia pasa hoy por las posibilidades que los medios abren a la renovación de la esfera pública. Lo que dibuja problemas pendientes de investigación que se traducen en preguntas.

¿En qué medida, y en qué aspectos, se puede hacer responsable a los medios, y sobre todo a la televisión, de la desfiguración y desinstitucionalización de la política en países en que los partidos llevan años desinstitucionalizándola? ¿Qué están haciendo los partidos y los movimientos sociales para contrarrestar dentro de los medios esa tendencia? ¿Los medios están reforzando los viejos lenguajes y las costumbres políticas tradicionales o contribuyendo a su renovación ?¿Qué está significando y cómo evaluar el desplazamiento que en el comando de la política están sufriendo los políticos por los comunicadores de los grandes medios y la capacidad de estos medios para dar entrada al escenario político de gentes venidas de los márgenes del país?

Oscar Landi, viene desde hace años indagando el significado de la emergencia del concepto de cultura política en América Latina, hasta definirlo como "las formas de intervención de los lenguajes y las culturas en la constitución de los actores y del sistema político"

"Frente a la vieja concepción meramente táctica de la democracia y puramente reproductiva de la cultura y la comunicación, democratizar nuestra sociedad significa hoy trabajar en el espesor de la trama cultural y comunicativa de la política. Pues ni la productividad de la política es separable de las batallas que se libran en el terreno simbólico - ya que es ahí donde se produce el sentido de lo social, el del reconocimiento mutuo- ni el carácter participativo de la democracia es hoy real por fuera de los modos y escenarios de la comunicación masiva".

Dice Landi "Nos interesa hoy la TV como una parte decisiva de la historia de la mirada y la percepción hoy convertidas en el campo principal de la cultura y la política".

Entre los prejuicios letrados y metafísicos sobre la verdad en política y la pseudo-utopía de la democracia electrónica con sus fantasías del referéndum cotidiano vía módem, está "el debilitamiento de los partidos políticos y el simultáneo desarrollo autónomo de la industria de las comunicaciones haciendo que en nuestras sociedades tiendan a escindirse el espacio de la representación institucional y el de la constitución simbólica de la política (....) Las culturas políticas suelen verse bajo el ángulo de las diferentes ideologías que las tiñen, pero también definen su perfil por el conjunto de géneros discursivos que engloban. ¿Y cuáles son sus lenguajes apropiados: los textos escritos, la música o la imagen?. En realidad lo que la sociedad considera como político en un momento dado es producto de la lucha política misma"
"En efecto, lo político no es un atributo natural de ciertos enunciadores o temas; la definición de lo que es y de lo que no es político en la sociedad en un momento dado, es producto de los conflictos por la hegemonía entre los diferentes sectores sociales. Lo que reconocemos como campo político no es un hecho dado, sino un producto, la frontera entre lo político y lo no político es histórica y cambiante, según sean los distintos regímenes políticos y sus principios de legitimidad"


La relación política y cultura


La historia de las relaciones entre política y cultura está llena de trampas tendidas de parte a parte. Desde una concepción espiritualista de la cultura que ve en la política una contaminación por la intrusión de intereses materiales, y desde una concepción mecanicista de la política que ve en la cultura únicamente el reflejo superestructural de lo que pasa realmente en otra parte. Desde una posición como de la otra no cabe más relación que la instrumentación.

Se abre así el debate a un horizonte de problemas nuevo en el que lo redefinido es tanto el sentido de la cultura como el de la política, uno de los problemas teóricos más importantes del estudio de las culturas políticas es lograr salir de la circularidad que supone definir como político a un discurso o manifestación cultural porque hable de política (criterio semántico) o sea enunciado por un político, sino porque realiza cierto tipo de actos transformadores de las relaciones intersubjetivas (criterio sintáctico y/o pragmático: otorga un lugar a los sujetos "autorizados" con "derecho a la palabra"), instaura "deberes", construye las "esperas", genera la "confianza"

A partir de este criterio que nos permite poner en relación dos posibles atributos de un discurso o una manifestación cultural: "que hable" de política y/o "que afecte" las relaciones intersubjetivas que conforman un orden político determinado. Estos atributos pueden ir juntos, pero hay que distinguirlos entre sí: existen manifestaciones culturales que no hablan de política ni son enunciadas por políticos pero que sin embargo, intervienen en la conformación del campo político.

Para el trabajo social que por su particularidad de tener un contacto con la gente donde la gente vive y en lo cotidiano, tiene la posibilidad de incorporar el registro de estas manifestaciones culturales, que analizadas posibilitarán nuevos sentidos en la intervención, para lo deberá hacer la distinción que hace O. Landi entre:

- el potencial de significaciones que pueden formar parte de una cultura política

- de las que la forman (de manera más reducida) en un momento dado.

La deconstrucción de las mistificaciones: "descubrir la guerra en la filigrana de la paz"

Se observan en la Argentina, como en otros lugares de Latinoamérica, nuevas formas de expresión de lo político, yo considero que en el caso argentino, la forma más significativa de los últimos años es a partir de lo "fundacional" del accionar de las Madres de Plaza de Mayo, más recientemente aparecerán "la marcha de los jubilados", "la carpa docente", "las manifestaciones locales exigiendo justicia en casos puntuales :

1) Las Madres de Plaza de Mayo

En la Plaza de Mayo de Buenos Aires las madres de los desaparecidos desfilan cada semana en un acto político que no sólo no rehuye su representación televisiva sino que la busca. Porque la televisión no obstruye la acción sino que la resemantiza: en la plaza los protagonistas son las madres y los periodistas los espectadores, mientras en la pantalla los comunicadores adquieren el protagonismo de su mediación. Pero aún condicionada por los sesgos de la mirada y los requerimientos del medio, las madres de la Plaza de Mayo saben que esa mediación hace posible que el país las vea, hace público su gesto contra el olvido. "La productividad de ese entre, espacio construido cooperativamente por quienes protagonizan la acción -los sujetos de la plaza- y por emisores, mediadores y receptores-protagonistas de la platea- permite asumir que lo que está en crisis son unas formas orgánicas de representación y participación que hoy múltiples actores reclaman desde la plaza pero que sólo pareciera realizarse desde la platea en ese espacio virtual que la televisión promete y realiza"

Permiten:

- desde la intransigencia en la interpretación histórica de considerar : a la última dictadura como genocidio hecho desde el Terrorismo de Estado para imponer un modelo económico antipopular, el reclamo de justicia y la oposición más fuerte a cualquier forma de impunidad.

- desde la creatividad con que imaginaron su forma (la ronda a la Plaza de Mayo todos los jueves en Buenos Aires, que luego será también los miércoles en La Plata, y en casi todas las plazas de las principales ciudades de la Argentina, e incluso en Montevideo) generaron un espacio al que no sólo es imposible eludir (si es jueves o el día que sea en cada ciudad, y son las 15:30 hs. parte de lo político pasa por ahí) sino que está abierto a cualquier reclamo de justicia, denuncia de injusticia o manifestación en contra de cualquier impunidad.

- significó y significa, la puerta de entrada o lugar de confluencia a gran parte de la nueva militancia política que luego tal vez derive en la militancia político partidaria, o en la militancia social, ó sin ninguna pertenencia orgánica pero que comparte una interpretación histórica que contiene:

a) la ineludible relación entre genocidio e imposición de modelo económico antipopular

b) el valor justicia como "algo a conquistar, algo por lo que luchar"

c) un ejercicio de identificación de los responsables

2) Los jubilados, la educación, la salud:

Se han conformado transversalmente formas de expresión de los político, que desde agendas temáticas específica han creado sus propios espacios que se han transformado en "públicos":

Los jubilados todos los miércoles se plantan frente al Congreso de la Nación (es el día que sesionan los diputados nacionales) en su reclamo de 450 pesos de mínima (hay un millón de jubilados que ganan menos de 200 pesos)

Los maestros instalaron frente al Congreso de la Nación "La carpa de la dignidad", se combinan el ayuno rotativo (sin el riesgo fatal de la huelga de hambre) con un muy inteligente diseño de agenda de visitas permanente de apoyos de representantes de distintos sectores de la sociedad (dirigentes políticos, periodistas, actores, cantantes, futbolistas, dirigentes de derechos humanos, alumnos de todo el país, gremialistas opositores, etc.) donde además del reclamo salarial generaron un espacio donde está abierta la discusión acerca de lo que debe ser la educación pública como la principal inversión de las políticas de Estado.

El movimiento de defensa de la salud pública, si bien en este momento no está instalado de la misma manera que la educación sino en conflictos puntuales, pero tienen gran tradición los enfoques sanitaristas con alto grado de consenso en los dos partidos mayoritarios y es de esperar que logren formar parte de la agenda de la sociedad en cualquier momento

En los últimos años han aparecido los "cortes de ruta" como forma de reclamo de desocupados en diferentes regiones del país, manifestación que ha tomado estado público debido al tratamiento de los medios de comunicación.

Desde el caso de María Soledad se han sucedido marchas , en principio "del silencio", ante diferentes formas de impunidad y encubrimientoen reclamo de justicia.

Hay amplios sectores que no se han manifestado, es el caso de la población mayor de 60 años sin pensión ni jubilación que vive en estado de pobreza, o la situación de la niñez, o la de la mayoría de los desocupados.


El trabajo social y la cultura política


¿Qué herramientas tiene el trabajo social para comprender la densidad de lo cultural en lo cotidiano? ¿Desde qué concepciones sobre la compleja relación entre cultura y política hace su registro, análisis e intervención?

Si los medios en la construcción del acontecimiento deshistorizan, si fragmentan porque no entra en la imagen, la nación, ni siquiera la ciudad. Si la política en sentido restringido se vuelve cada vez más mediática. El trabajo social ¿debe historizar? o ¿debe interpretar las formas históricas presentes en los relatos de los sujetos con los que trabaja?, que es una manera de historizar pero no "siendo la voz de los que no tienen voz" sino siempre desde una mirada que contemple las matrices culturales

Si la dinámica de creación tecnológica no tiene nada que ver con las demandas sociales. Si se han "desenganchado", "desconectado", como lo han hecho las burguesías industriales del resto de la población. Por lo que Política Social con dimensión nacional y ligada a una estrategia, diseñada conjuntamente con la Política económica, no existe. Si el mercado se fagocita las demandas sociales. Hay que pensar las nuevas maneras de tematizar los asuntos públicos desde una mirada que intente captar la densa relación entre cultura y política. Miradas que no simplifiquen separando lo político de lo Político, o que desde teorías de la manipulación otorgan un lugar pasivo al sujeto ya sea frente a los medios masivos (como mero receptor) ya sea frente a las estructuras políticas (como mero cliente). Miradas que se enriquezcan de las miradas de personajes como Rodolfo Walsh:

"Cabe suponer que las masas están condenadas al uso del sentido común.........En suma, las masas no se repliegan hacia el vacío, sino al terreno malo pero conocido, hacia relaciones que dominan, hacia prácticas comunes, en definitiva hacia su propia historia, su propia cultura y su propia psicología, o sea los componentes de su identidad social y política. .......la esencia del repliegue, que consiste en desplazarse de posiciones más expuestas hacia posiciones menos expuestas;...."


Weber, un posible aporte para la comprensión de la cultura política


En la "Lección inaugural de Friburgo : el Estado Nacional y la Política económica alemana", Weber plantea un principio básico:

1) "Una economía se proyecta sobre una cultura y ambos sobre la calidad del individuo que produce una sociedad"

Weber se plantea ¿Cuál es el sentido de la economía política?:

"El pensamiento que nos conmueve, orientándonos más allá de una generación, no nos lleva a preguntarnos como vivirán los hombres del futuro, sino como serán; pensamiento que está en todo trabajo de política económica".

Weber privilegia el ámbito de lo político sobre lo económico, pues toda reflexión epistemológica sobre la economía política que realiza Weber está orientada a definir el problema de la calidad de los individuos que una cultura económica produce, considerado por él como el problema central de la economía política.

2) Luego Weber pasa a analizar el problema del liderazgo político que una economía nacional requiere si quiere competir exitosamente en el mundo. Y al hacerlo surge inmediatamente el anacronismo que aqueja a la sociedad alemana:

"Ha sido siempre la consecución del poder económico lo que ha hecho surgir en una clase la idea de su candidatura a la dirección política. Es peligroso, y a largo plazo inconciliable con el interés de la nación, el hecho de que una clase económicamente en decadencia detente el poder político. Pero todavía más peligroso es el hecho de que las clases hacia las cuales se desplaza el poder económico y con ello la perspectiva del poder político, no estén aún políticamente maduras para la conducción del estado. En nuestros días Alemania está amenazada por ambas cosas". (Escritos Políticos 1924 pag, 23, edición a cargo de J Aricó, Folios, 1982)

Weber define el grado de impotencia de la burguesía alemana y sus conclusiones son categóricas en referencia a la carencia de liderazgo político y marca una estrecha relación entre economía y la formación política de la nación:

"Pero no han sido ni los motivos económicos, ni la tan proclamada política de intereses que otras naciones conocen tanto como nosotros, las que han provocado la inmadurez política de amplios estratos de la burguesía alemana. La causa reside en su pasado carente de experiencia política, en el hecho de que el trabajo de educación política de un siglo no podía ser realizado por un sólo decenio, y en que el dominio de un gran hombre no es siempre el medio más idóneo para la educación política. Y ahora el problema más serio para el porvenir político de la burguesía alemana estriba en si no será ya demasiado tarde para cubrir ese vacío de educación recuperando los años perdidos. Ningún elemento económico puede sustituirlo".(ídem pag. 26)

Para Weber el cambio político es, en gran medida, responsabilidad de la política, en especial de la dirigencia política.

Un año antes de su muerte da la conferencia, casi un testamento político, la política como vocación

Weber comienza preguntándose ¿Qué entendemos por política?

"...Por política entendemos solamente la dirección o influencia sobre la dirección de una asociación política, es decir, en nuestro tiempo, de un Estado" (M Weber "Escritos Políticos" op. citada Vol. ll)

"...Estado es aquella comunidad humana que, dentro de un determinado territorio, reclama para sí el monopolio físico de la violencia física legítima" (Escritos Políticos p.309)

En primer término, habla de comunidad y no de sociedad, pues entiende que los vínculos contractuales no pueden , por sí solos, mantener unidos a los individuos.

Como lo ha hecho ya desde la lección inaugural de Friburgo, Weber entiende que no puede existir el Estado nacional si sus miembros no se identifican, si no están vinculados por un sentido de pertenencia a ese orden político. Y esa identificación con la nación la aportan los valores culturales comunes, que son los que dan su sentido a la interacción social. El concepto de comunidad nacional que desarrolla Weber, dice David Beetham, es cultural y no racial.(D. Beetham, M Weber y la Teoría Política Moderna, (1974) Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, p.202)

En segundo lugar, Weber destaca la necesidad de un territorio, es decir de un ámbito geográfico propio, en el que el Estado ejerza su soberanía, en el que ningún otro poder pueda disputarle el monopolio de la violencia física, dado que la misma es prerrogativa exclusiva del Estado, el que lo ejercita mediante sus fuerzas armadas y de seguridad, las que constituyen sus medios instrumentales para hacer cumplir la ley. Pero el poder estatal sin legitimidad es mera fuerza bruta; necesita ser legitimado para transformarse en autoridad, para ser aceptado voluntariamente por los gobernados, debe ser percibido como necesario y justo.

El tipo de dominación legítima, más común en la modernidad occidental, ha pasado ha ser la legalidad basada en la convicción, compartida con la ciudadanía, de la validez de las normas legales para encauzar la vida social.

El liderazgo político requiere capacidad para convencer. El político debe convencer a sus electores de que les resulta conveniente votarlo y para poder hacerlo debe contar con un carisma adecuado con sus expectativas políticas (Weber se refiere al líder carismático como demagogo pero entendiendo por esto "el que conduce al pueblo" no en la acepción peyorativa actual)

Weber deslinda, con gran claridad conceptual, cuáles son las funciones del liderazgo político y cuáles las de la burocracia estatal.

Pero el problema de la burocratización de la política no se produce sólo en el ámbito del Estado, sino también en el interior de los partidos de masas. La complejidad que caracteriza a una organización que debe orientar permanentemente a sus millones de electores , la lleva a organizarse burocráticamente, dando un notable peso a la toma de decisiones a sus cuadros permanentes.

Weber destaca el fenómeno de la oligarquización de los partidos políticos de masas, lo que constituye una seria perturbación para la democracia, puesto que son ellos quienes deben preservar el sentido de las instituciones de la democracia representativa.

"Es evidente que la militancia del partido, sobre todo los funcionarios y empresarios del mismo, esperan del triunfo de su jefe una retribución personal en cargos o en privilegios de otro género. Y lo decisivo es que lo esperan de él y no de los parlamentarios o no sólo de ellos. Lo que esperan es, sobre todo, que el efecto demagógico de la personalidad del jefe gane votos y mandatos para el partido en la contienda electoral, dándole así poder y aumentando, en consecuencia hasta el máximo las posibilidades de sus partidarios de conseguir la ansiada retribución. .. pues sus intereses tanto materiales como espirituales, están vinculados a la tan ansiada toma del poder por el partido.."(Escritos Políticos).

El Estado democrático es soberano porque sólo él detenta el monopolio de la violencia física en su territorio; pero esto es únicamente posible cuando esta coacción está asociada al consenso, es decir a que la sociedad perciba como legítima la autoridad estatal, este consenso que según Weber tiene que ver con el sentido de pertenencia de una nación.

En la historia de los países latinoamericanos tan claramente aparece la idea de nacionalidad coincidente con el ascenso en la escena mundial de los Estados Nacionales, como dadora de sentido de pertenencia a la Nación sobre todo a través de lo que Joaquín Brunner llamara uno de los "núcleos organizacionales de la modernidad: la escuela.

Los partidos son los principales actores políticos de la democracia representativa. Voceros del conflicto, porque los partidos agregan y reivindican la demanda de sectores sociales contrapuestos, pero al hacerlo sitúan el conflicto dentro del marco institucional.

La política es el resultado de "una constelación de intereses materiales e intereses ideales". Un partido democrático no puede tener éxito si no cuenta con el respaldo de actores sociales relevantes -y por lo mismo no puede sustraerse a la defensa de sus intereses particulares -; pero a la vez le resulta indispensable una definición ideológica, una visión del mundo, que haga aceptable su discurso al conjunto de la sociedad. Aún aquellos que no lo votan, para evitar de esta manera que la unilateralidad de sus reivindicaciones lo deje aislado socialmente, o que al llegar al gobierno identificado sólo con intereses sectoriales sea bloqueado políticamente por los otros partidos.

La última gran contraposición que plantea Weber en el transcurso de esta conferencia (la política como vocación) es la existente en la política democrática entre la defensa de los ideales que reivindica una causa y la necesaria responsabilidad que debe acompañarlo. Analiza así el liderazgo político democrático:

" Ante todo, la carrera política proporciona un sentimiento de poder. La conciencia de tener una influencia sobre los hombres, de participar en el poder que se ejerce sobre ellos y, sobre todo, el sentimiento de manejar los hilos de acontecimientos históricos importantes, elevan al político profesional, incluso al que ocupa posiciones formalmente modestas, por encima de lo cotidiano. La cuestión que entonces se le plantea es la de cuáles son las cualidades que le permitirán estar a la altura de ese poder (por limitado que sea en su caso concreto) y de la responsabilidad que le impone. Con esto entramos en el terreno de la ética; pues es a ésta a la que corresponde determinar qué clase de hombre hay que ser para tener derecho a poner la mano en la rueda de la historia.

Puede decirse que son tres las cualidades importantes para el político:

Pasión , en el sentido de positividad, de entrega apasionada a una "causa", al dios o al demonio que la gobierna. No todo queda arreglado, en efecto, con la pura pasión, por muy sinceramente que se la sienta. La pasión no convierte a un hombre en político si no está al servicio de una "causa la estrella que orienta la acción. Por eso se necesita (y esta es la cualidad decisiva para el político) mesura, capacidad para dejar que la realidad actúe sobre uno sin perder el recogimiento y la tranquilidad, es decir para guardar la distancia con los hombres y las cosas. El "no saber guardar distancia" es uno de los pecados mortales de todo político y una de las cualidades cuyo olvido condenará a la impotencia política a nuestra actual generación de intelectuales. El problema es, precisamente, el de cómo puede conseguirse que vayan juntas en las mismas almas la pasión ardiente y la mesurada frialdad.

La política se hace con la cabeza y no con otras partes del cuerpo o del alma. Y, sin embargo, la entrega a una causa sólo puede hacer y alimentarse de la pasión, si ha de ser una actitud auténticamente humana y no un frívolo juego intelectual. Sólo el hábito de la distancia (en todos los sentidos de la palabra) hace posible el enérgico dominio del alma que caracteriza al político apasionado y lo distingue del simple diletante político "estérilmente agitado". La fuerza de una "personalidad" política reside, en primer lugar, en la posesión de esas cualidades.

Por esto el político tiene que vencer cada día y cada hora a enemigo muy trivial y demasiado humano, la muy común vanidad, enemiga mortal de toda entrega a una causa y de toda mesura, en este caso la mesura frente a sí mismo." (Escritos Políticos pag 349-350)

Weber concluye su exposición destacando el peligro que tiene para la democracia el que, a veces, la convicción ideológica que acompaña a una causa política no se equilibre con la necesaria responsabilidad institucional.

"Tenemos que ver con claridad que toda acción éticamente orientada puede ajustarse a dos máximas fundamentalmente distintas entre sí e irremediablemente opuestas: puede orientarse conforme a la "ética de la convicción" o conforma a la "ética de la responsabilidad". No es que la ética de la convicción sea idéntica a la falta de responsabilidad o la ética de la responsabilidad a la falta de convicción. No se trata en absoluto de esto." (Escritos, p355)

"La ética absoluta... ni siquiera se pregunta por las consecuencias. Por eso le contrapone la ética de la responsabilidad... hay una diferencia abismal entre obrar según la máxima de una ética de la convicción... o según una máxima de la ética de la responsabilidad, como la que insta a tener en cuenta las consecuencias previsibles de la propia acción." (Escritos p 355)

Weber aclara luego la causa de su razonamiento:

"Cuando las consecuencias de una acción realizada conforme a una ética de la convicción son malas quien la ejecutó no se siente responsable de ellas, sino que responsabiliza al mundo, a la estupidez de los hombres o a la voluntad de Dios que los hizo así. Quien actúa conforme a una ética de la responsabilidad, por el contrario, toma en cuenta todos los defectos del hombre medio. Como dice Fitche no tiene ningún derecho a suponer que el hombre es bueno, perfecto y no se siente en situación de poder descargar sobre otros aquellas consecuencias de su acción que él pudo prever". (Escritos. p. 356)

 

Por lo tanto mi interés en Weber no está en la validez de sus conclusiones que corresponden claramente a un contexto, y que deben ser examinados en la idea de "límite de lo pensable de una época" sino en su campo de preocupación que abarca la densidad de las relaciones entre cultura y política. Se eslabonan preocupaciones en forma de cadena, desde su definición de lo que debe preocupar a la economía política (es decir la calidad de los hombres que produce), la primacía de lo político sobre lo económico, la atribución del cambio político como una responsabilidad en especial de la dirigencia, la definición de lo que es la política como "la dirección o influencia en la dirección de una asociación política" para nosotros el Estado Nacional el cual para Weber no existe si no hay sentido de pertenencia y que este sentido estará dado por los valores culturales comunes (concepción cultural y no racial), estos valores culturales siguiendo a Landi conformarán el campo de lo político (que es cambiante, que es campo de lucha). Una de las manifestaciones de como lo cultural conforma el campo político son las agendas temáticas, que pueden llegar o no a conformar agendas públicas, por lo que la imputación de sentidos es una de las maneras de interpretar cuáles son las percepciones de las temáticas de interés.



Bibliografía

Calcagno E. A y Calcagno A. F." Verso para no pensar : Fábulas contemporáneas sobre economía y política." Editorial El Despertador"1989

García Canclini, "Consumidores y ciudadanos" , Grijalbo 1995

Landi Oscar y otros "El discurso Político" Editorial Hachette Buenos Aires 1987

Landi, Oscar "Reconstrucciones: las nuevas formas de la cultura política, Punto Sur, Bs. As. 1988

Barbero Jesús M., "El miedo a los medios. Política, comunicación y nuevos modos de representación" en La Nueva Representación Política en Colombia. FESCOL, IEP

Palma Diego "La Práctica Política de los Profesionales" Celats 1985

Stolkiner Alicia "Tiempos "Posmodernos": Ajuste y Salud Mental. Mimeo



* Datos sobre el autor:
* Mariano Barberena
Trabajador Social. Docente Universitario, Universidad Nacional de La Plata. Investigador.

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