¿Pero qué había ocurrido en este proceso? Tal vez estemos frente a la construcción de un «nuevo derecho» si se quiere más moderno, más vinculado con las ideas del iluminismo. Ahora bien, esta nueva construcción se da en el medio de un conflicto político y económico.
Las formas políticas previas a esta etapa, podrían ser caracterizadas como las de un gobierno de «vecinos»
Tomando la modalidad medieval española del municipio castellano, los pobladores asentados son quienes gobiernan la ciudad. En el Río de la Plata, los pobladores reciben el nombre de «vecinos». Este es un título transmisible por herencia, el «hijo de vecino».
De aquí, surgían los miembros dcl Cabildo. Por otro lado, el Cabildo podía otorgar carta de vecindad a quien acreditara residencia, aptitud militar, buen concepto social y fuera jefe de hogar (Rosa, J.M.). Pero, a partir del siglo XVII, los cargos en el Cabildo pueden comprarse en subasta pública que se realizaba en Potosí. Estos nuevos miembros del Cabildo, adquirían sus lugares a perpetuidad. Por otra parte, desde 1702 Buenos Aires comienza a transformarse en un puerto importante, en especial para el comercio y la trata de esclavos.
Los ingleses instalan en 1713 en la zona del Retiro un mercado de esclavos. La actividad comercial de la ciudad se incrementa, en especial a través del contrabando, que en poco tiempo logra depreciar los productos del interior o del Alto Perú. Así, los productos de la campaña bonaerense pierden su valor, comenzando a realizarse una mayor explotación, que impacta en la subsistencia.
A su vez el gobierno del Virreinato, en cuanto al Cabildo, paulatinamente pasa a manes de los comerciantes, quienes continúan comprando sus lugares dentro de éste. La riqueza, ya no pertenece a los descendientes dc: los fundadores, estos, mayormente dedicados a faenas de tipo rural, son corridos hacia la periferia. Estos nuevos propietarios, traducen inmediatamente su poder económico en poder político y las ideas que exponen, se aproximan a las del iluminismo.
Un profundo cambio social estaba ocurriendo a mediados del siglo XVII, las nuevas formas jurídicas, institucionales y los planteos políticos que en poco tiempo van a aparecer, se relacionan fuertemente con esos acontecimientos. Una nueva sociedad se estaba organizando, donde unos y otros ocuparán nuevos lugares, que implicarán nuevos sentidos.
Pero, esos nuevos posicionamientos, se van a dirimir en diferentes ámbitos de conflicto y lucha. De ahí que estas nuevas construcciones, en el ámbito del derecho a las instituciones, tengan que ver con el resultado de estas pujas de tipo político, económico y social. De esta manera, el derecho que empieza a construirse es asimétrico, se va a relacionar con los intereses de los vencedores en esa contienda.
A su vez comienza a fundarse a través del iluminismo la modernidad en lo que más tarde será la Argentina. Esa lucha que mencionábamos será por nuevos territorios, nuevos espacios económicos relacionados con la explotación agropecuaria, el comercio, el contrabando, pero también se vinculará con la conformación de nuevas modalidades de gobierno, Estas incluirán nuevos sentidos, que abarcarán a la acción social, la salud y la educación.
A su vez, esa disputa, ese conflicto, estará ligado con la construcción de una nueva sociedad, relacionada con las ideas iluministas.
Pero en especial esto que aparece va a dar una nueva conformación del juego de poderes dentro de la sociedad del Virreynato. Buenos Aires, con el transcurso del tiempo se había convertido en una especie de «zona franca», gracias a la entrada ilegal de mercaderías provenientes de Europa, y que se comercializaban hacia el norte. Este nuevo rol le dará nuevas riquezas, pero también importantes cambios en los grupos que van a manejar el Virreynato y van a realizar más tarde la Revolución de Mayo.
Una nueva concepción de orden comenzará a atravesar a todo el Virreynato y se profundizará luego de la Revolución. Justamente a mediados del siglo XVIII en la Universidad de Córdoba, y en los cursos de Derecho que se dictaban en Bs. As., comienza a darse mayor atención a temas de la filosofía moderna, especialmente al pensamiento Cartesiano, aunque desde una postura crítica. Estas, nuevas corrientes de pensamiento, se vincularán con las nuevas relaciones de poder y conflicto que se estaban desarrollando. Es decir, que estas nuevas ideas funcionarán como «armas» en la contienda discursiva que opone el orden anterior a las puertas de una modernidad que se estaba gestando, explicarán y darán sentido al desenlace de la batalla, justificarán la aplicación de las penas en los «delitos» referidos a la campaña bonaerense. En síntesis, esta construcción discursiva si bien se anuncia como tal, se arma por fuera de una verdad universal o un sujeto ideal y neutro, aunque se enuncie así en las ideas de libertad, gobierno y ciudadanía. Pero es en estas relaciones de poder que se van construyendo, es donde aparecerá una primera génesis de sujetos de conocimiento, donde tiempo más tarde actuarán las prácticas de tipo educativo y moralizante. Se estaban creando nuevos sujetos de conocimiento, es la lucha lo que los moldea, los conforma, les da sentido, los divide, los ubica dentro de uno u otro bando.
Es la propia puja la que limitará los espacios que más adelante se denominarán de la civilización o la barbarie. Pero es sobre esos nuevos sujetos, esos nuevos cuerpos, donde actuará la «acción social», ésta será entendida como un instrumento de transformación necesaria para ese otro, que se ubica del lado de enfrente de la contienda. Se buscará que ese otro sea desarmado, transformado o se reconsuuya como un aliado. Así el iluminismo y el fin del siglo XVII, traerán nuevas instituciones, asilos, escuelas, casas de recogimiento, normativas y pautas que deberán asimilarse en la vida cotidiana...
Es en este período donde podríamos ubicar el surgimiento de una «acción social» que en el transcurso del nuevo siglo tratará de conformarse y solidificarse en prácticas y modalidades más pautadas. Una «acción social» que va más allá de diferenciarse si depende de la Iglesia o de un modelo laico, como el que planteará la Reforma de Rivadavia. Este juego delimita ahora otra gran metáfora, ésta se refiere a un ordenamiento social de tipo ideal, impactando en toda la sociedad del Virreynato. En ella, la modernidad es presentada como un fin, de ahí que los sectores que son visualizados como más alejados de ésta, serán los primeros incorporados a las nuevas prácticas institucionales.
Desde el Correccional de Mujeres, el Hospital, la aplicación dcl nuevo derecho en la campaña bonaerense o en la Casa de los Expósitos, ya comenzará a moldear cuerpos y conductas cn función del ideal civilizatorio dc Occidente. Tal vez estos «nuevos delitos» hayan ido más allá de los discutibles damnificados, quizás fueron entendidos como un daño al «todo social», como sinónirno dc obstáculos para alcanzar el futuro prometido por el iluminismo. Se combatía probablemente con más vehemencia la no asimilación de la modernidad que al delito en sí mismo. Por eso el castigo es aleccionador y tiene además un sentido económico: trabajar en el campo, luchar contra los indios, poblar la frontera...
Pero una transformación quizás más importante estaba ocurriendo, las ideas iluministas implican no sólo un nuevo modelo político o económico, significan si se quiere una nueva conformación mítica que dará nuevos sentidos. La ilustración plantea nuevas costumbres, nuevos significados de la idea de trabajo, tiempo, familia, propiedad, gobierno, etc., es en ese aspecto que se vincula con la modernidad, en caracterizarse a sí misma como algo nuevo, que supera lo antiguo, y que por el solo hecho de serlo, es mejor. El mito fundacional de la Argentina, si se quiere, relacionado con las riquezas inagotables, las extensiones enormes, con la Ciudad de los Césares, va a partir de ahora,convivir con el Iluminismo y la Modernidad. A veces en forma entrelazada, otras como expresión de oposiciones inconciliables...