El mate enfrenta al liberalismo
Capítulo 1

Detrás de la escena

- Aquí van textos que hablan de los modos de producción de los guaraníes, su relación con la tierra (sistema comunitario de propiedad); la influencia de los jesuitas (algo que ya da para otra lectura en profundidad) y el posterior proceso de independencia, planteando un modelo cerrado al comercio inglés, con Gaspar Rodríguez de Francia, que -entre otras cosas- expropió las propiedades de la Iglesia y desarrolló un modelo estatal de producción comunitaria (sí, mucho antes de la revolución rusa) siguiendo las pautas culturales de los guaraníes.
Paraguay fue el país más adelantado de América en esa época, con su solo esfuerzo. Luego vino la industrialización, siderurgia, construcción de ferrocarriles, iluminación en las calles, telégrafo...
Creo que esta idea da para exprimirla: cómo pueden plantearse los proyectos desde nuestras propias raíces (de lo que es natural con el paisaje, la naturaleza del lugar y su historia), sin necesidad de buscar modelos importados. Es la única forma de desarrollar modos de economía sustentable

- Sabes que leí un poquito sobre la Guerra del Paraguay y me llamó la atención cómo un autor como Milciades Peña que estaría dentro de los considerados "críticos" o Troscos (como lo llamarían algunos) hace eje en el planteo geopolítico (la relación con Brasil, el comercio con Inglaterra, la relación con la burguesía aduanera de Buenos Aires) y en ningún momento (por lo menos en lo poco que leí) resalta estos temas que vos mencionas con relación a los proyectos de producción vinculadas a las pautas culturales propias.
Me sonó que mas allá de lo critico, no deja de ser una mirada europeizada y con una incapacidad de analizar "lo propio" de una cultura en sus distintos aspectos.



Paraguay 1811-1870:

La revolución popular del siglo XIX en América

Por Juan Franciso Arrom

«Yo antes quiero morir
que volver a ver a mi patria oprimida
y en la esclavitud, tengo la satisfacción de creer
que lo general de toda la república está en lo mismo
y así anime v.md. a nuestros compatriotas
de ese territorio exhortándoles incesantemente
a sostener la causa patria»
Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia

La ciencia histórica y el Paraguay independiente del siglo XIX

Paraguay y su proceso de lucha por la Independencia en el Siglo XIX es un tema que ha concitado la atención preferente de los historiadores paraguayos y ha sido y es tema obligado de la intelectualidad que pretenda abordar nuestra historia en forma seria. Es a la vez un aspecto de la realidad americana que ha merecido estudios científicos y el apasionamiento de círculos intelectuales europeos, soviéticos, norteamericanos, cubanos y muchos otros. Por décadas, y hasta hoy día, es centro de ácidas disputas en el ámbito político paraguayo, y de posiciones diametralmente contrapuestas a la vez entre historiadores, intelectuales y cientistas de Paraguay.

El eje de este intenso estudio de la realidad paraguaya del Siglo XIX se centra en particular en la obra política y revolucionaria del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia. Y no es para menos, pues en todo el Siglo XIX, en el Paraguay Independiente, el campesinado paraguayo y las clases populares urbanas en su mayoría artesanos y los peones agrícolas, bajo el liderazgo del "Jacobino de América", acometieron una obra única : la constitución de una República Independiente con Soberanía Popular confrontada al colonialismo europeo y las oligarquías sudamericanas.

Sin embargo, la obra del Dr. Francia expresa hasta nuestros días un eje fundamental que parte aguas en el terreno de las ideas y la política : la necesidad de forjar no solamente un Estado Soberano, ajeno a las presiones coloniales e imperiales, un Estado que se sustente en la democracia directa de las mayorías, sino que a la vez esté orientado por una política que responda a las mayorías populares; o, como pretendían los oligarcas del siglo pasado, confundidos también el el movimiento por la Independencia de Paraguay, forjar una República a imagen y semejanza de los centros de poder económicos mundiales, donde la Independencia sea nada más y nada menos que un formalismo jurídico, para imponer el más brutal de los sistemas de explotación de las clases trabajadoras y de extracción y expoliación de riquezas de las naciones dependientes hacia las metrópolis mundiales más desarrolladas.

Es esta la razón histórica de fondo que hoy sigue estando presente en la política paraguaya la que divide posiciones en torno a Paraguay Independiente y la obra política e intelectual del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia.
Una razón que va más allá de la figura descollante del Dr. Francia y más allá del Paraguay Independiente: se proyecta a los objetivos que tenían las dos vertientes principales del movimiento independentista en América: aquel que representaba a las clases ricas, comerciantes, latifundistas y ganaderos, que pretendían alcanzar la independencia de los centros coloniales para instaurar su poder político como clases dominantes y explotadoras de los campesinos, artesanos y peones; y la otra vertiente, que llevando a su expresión más radical las ideas de la ilustración, de Juan Jacobo Rousseau, de los revolucionarios jacobinos y la Revolución Francesa, de las ideas de libertad y justicia social, de los conceptos de democracia sustentados en la Soberanía del Pueblo, pretendían forjar la Independencia de los Pueblos de América para construir un modelo distinto de las sociedades explotadoras conocidas hasta entonces por la humanidad, las sociedades esclavistas y la sociedad feudal. En la primera vertiente, la de las clases ricas y explotadoras, están quienes han escrito la historia oficial de la inmensa mayoría de los países latinoamericanos.
En la segunda vertiente, en particular en el Río de la Plata, se encuentra José Gervasio Artigas en Uruguay ; Mariano Moreno en Argentina; y el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia en Paraguay. Este último, llevaría a término su misión, con el respaldo popular a la que se constituyó en la única Revolución Nacional de contenido popular en toda América en el siglo XIX.

La historia de la provincia de Paraguay

Las comunidades nativas de mayor desarrollo del "Nuevo Mundo" al inicio de la conquista europea de lo que luego se denominó continente americano, la constituían los incas, los aztecas y los mayas. Los incas ubicados geográficamente en lo que actualmente es Perú, Ecuador y Bolivia. Los aztecas en el territorio central y meridional del actual México. En lo que hoy conforman en México los Estados de Yucatán, Tabasco y Chiapas, Campeche, y en Guatemala, Honduras y El Salvador, se situaba la comunidad maya, aunque esta última estaba en pleno proceso de decadencia, conservando tan sólo sus espléndidos monumentos y rica literatura.

Los aztecas y los incas se organizaron políticamente en Imperios, con poderosos ejércitos, edificios monumentales, agricultura, industria y comercio, desarrollo del arte, ciencia, escritura, técnica y dominio de los metales, obras infraestructurales como carreteras y acueductos y otros.

Hacia el Sur del continente, en las zonas marítimas del actual Brasil, y de los grandes ríos, actual Río Paraguay, zona del Matto Grosso y en casi toda la actual América del Sur, numerosas parcialidades constituían las comunidades llamados Guaraníes y los Tupíes, aunque con grandes similitudes culturales y en particular una misma lengua. Estas comunidades eran fundamentalmente de cazadores, recolectores, pescadores y, en menor medida, agricultores. Los Tupí-Guaraní constituyen las principales nacionalidades que luego de la conquista española y la instauración de la Provincia de Paraguay, darían sustento a la unidad político-cultural de la República Independiente de Paraguay.

Características de la formación social Tupí-Guarani

Los Tupí-Guaraní no tenían aún dominio de los metales para construir sus instrumentos de trabajo. Eran comunidades primitivas donde, al igual que en todas las demás comunidades primitivas del continente, seguía primando la propiedad colectiva de los medios de producción, la tierra y los instrumentos de trabajo. No conocían por tanto la propiedad privada de los medios de producción, la división de la sociedad en clases sociales con arreglo a la propiedad sobre los medios de producción y el Estado, como organización política clasista de la sociedad. Las luchas intestinas de las diferentes parcialidades se enmarcaron dentro de las disputas tribales por zonas de influencia en torno a garantizar el alimento y subsistencia, más aún teniendo en cuenta la característica particularmente nómada de las comunidades Tupí-Guaraníes cuya agricultura se encontraba en la etapa del "rozado".

Los Tupí-Guaraníes como agricultores "tenían 24 variedades diferentes de mandioca y cinco de maíz, que juntamente con el maní, los porotos y los zapallos en diversas variedades, constituían la base de su alimentación. Aprovechaban muchas frutas silvestres y también cultivaban bananas y ananaes, algodón para el tejido y el tabaco para fines rituales. El fruto del pindó (palmera) y del mbocayá (coco), aunque no cultivados, servían también para preparar alimentos. Por todo instrumento agrícola, utilizaban estacas puntiagudas endurecidas a fuego....Los animales de la fauna tropical eran cazados por medio de arcos y flechas, cerbatanas, hondas, trampas y otros recursos. Utilizaban en gran escala la miel y llegaron a domesticar a las abejas. Hacían vino fermentando la mandioca, el maíz, el algarrobo, la piña, la miel, pero no eran aficionados a la bebida" (1)

Los Tupí-Guaraníes practicaban la división del trabajo de acuerdo al sexo. Los varones eran guerreros, cazadores, pescadores y recolectores. Las mujeres se especializaron en la agricultura. La alfarería era un arte femenino "fabricaban vasijas para las bebidas fermentadas y como urnas funerarias", en cuanto a la cerámica estaba "a)pulida, desprovista de ornamentos, b) con decoración unguicular, c)pintada...el hilado era incumbencia femenina....La cestería era más importante, pues casi todas las vasijas para la conservación de alimentos y utensilios, se hacían con lianas ysypó hojas de caranday trenzadas" (2).

En cuanto a las ciencias, los Tupí-Guaraníes desarrollaron bastante la botánica y la zoología, fueron grandes clasificadores, daban nombres y distinguían las diferentes especies de animales y plantas. Fueron grandes observadores y obtuvieron provecho de las plantas vegetales para uso medicinal, llegando a utilizar el moho de las rocas de los arroyos para la cura de infecciones, un anticipo del penicilium.

Como guerreros los Tupí-Guaraní tenían un avanzado desarrollo, aun y cuando no llegaron a tener armamento con componente metálico. A los metales llegaron a dar diversos nombres, pero no los sabían trabajar. Se estima que las planchas de cobre que utilizaban los guerreros Tupí-Guaraníes para cubrirse el pecho eran de orígen andino. La destreza guerrera de estas comunidades llegó a amenazar al imperio incaico que reforzó sus fronteras para impedir las invasiones guaraníes. Las últimas invasiones guaraníes hacia territorio incaico se instalaron en los contfrafuertes andinos durante toda la época colonial.

Los Tupí-Guaraníes no constituyeron una organización política en un sólo cuerpo, pese a las grandes afinidades de esta comunidad, como tampoco dentro de las mismas parcialidades que lo componían. La unidad básica de las comunidades era la Tava, compuesta por 50 a 100 familias, con economía y gobierno propio, conformado por un Consejo de Ancianos que elegía un Cacique.

De las comunidades primitivas al régimen esclavista y feudal en las en la provincia de Paraguay

El análisis de la historia desde el materialismo dialéctico ha arrojado más luces sobre nuestra historia que las diversas teorías de la historia burguesa sobre la integración pacífica de las comunidades tupí-guaraníes a la "civilización occidental" y a la "religión católica".

Para la historia liberal burguesa, el objetivo de la conquista del continente americano tenía "una finalidad ético-religiosa : la salvación de las almas mediante la conversión de los indígenas a la religión católica, la implantación de la moral cristiana, la conservación o elevación del nivel espiritual y material de los pueblos, y en análisis, final, la incorporación del Nuevo Mundo a la cultura occidental, como un acto de servicio a Dios, no como una mera empresa de explotación económica o de expansión geográfica". Agrega que "no siempre tan elevados objetivos fueron acatados por los briosos conquistadores, ni recordados por la Corona, y aunque muchos fueron los crímenes y errores cometidos bajo el acicate de las ambiciones de riqueza y poder, al cabo de tres siglos de dominación España dejó cumplida su misión" (3).

Para los marxistas "los Guaraníes constituían una de las principales comunidades de América Latina, extendidas en la actual región Oriental y Chaco del Paraguay, en el Brasil, zona de Misiones y Chaco Argentinos y parte de Bolivia. Los Guaraníes eran un pueblo fundamentalmente guerrero, lo que se relaciona con sus tipos de cultivo que los obligaba a trasladarse constantemente. La propiedad de la tierra era comunal, se desconocía la propiedad privada. La economía se basaba en el cultivo de la mandioca y del maíz, como bases principales, además del poroto, batata, maní, algodón, tabaco y otras plantas.
El cultivo se hallaba aún en la etapa de "rozado". Las mujeres desempeñaban el papel el papel fundamental en la agricultura y por tanto en la economía. La organización política de los Guaraníes se basaba en las Aldeas, encabezadas por un Jefe. Los Guaraníes habían conseguido un importante nivel de rendimiento en la producción agrícola, la técnica de conservación de alimentos y el trabajo colectivo. Sin embargo, la organización política y la economía estaban atrasadas en relación a otras importantes comunidades nativas del continente, los Incas, Aztecas y Mayas.

Los conquistadores españoles llegaron a nuestras tierras buscando una vía para llegar al Alto Perú (Bolivia) lo que facilitaría la exportación de metales preciosos a España. Tras los primeros fracasos en los intentos de conquista de la parte Oriental del Perú, los conquistadores españoles se vieron en la necesidad de establecer una base de producción para continuar los operativos de conquista militar hacia el norte ; asimismo, el dominio sobre los Guaraníes, poderosa tribu con importantes ramificaciones, era fundamental para consolidar la conquista y el dominio español..." (4)

El dirigente del Partido Comunista Paraguayo (PCP) Oscar Creydt, a quién se debe la primera interpretación marxista de la historia paraguaya, en su conocida obra "Formación Histórica de la Nación Paraguaya", señala que "desde la fundación del fortín de Asunción en 1537 y particularmente desde la fundación de la ciudad por Irala, el problema básico que se le planteó a los invasores era el problema de cómo incorporar a los guaraníes a un sistema estable de producción.
En las condiciones específicas de Paraguay, era económicamente imposible organizar un sistema de grandes plantaciones para la exportación, como el de las Antillas y Brasil. Tampoco era posible aplicar las "Nuevas Leyes" que obligaban a los indios a pagar a los encomenderos por un Tributo en productos agrícolas.
En efecto, a diferencia de los pueblos altamente organizados del Perú y de México, los Guaraníes no habían alcanzado un nivel de productividad ni de disciplina política que los capacitara para producir en sus propias chacras un sobreproducto suficiente para sustentar a la casta militar extranjera.
En estas condiciones específicas, no existía otra posibilidad de explotar a los guaraníes que la de obligarlos a trabajar en pequeñas explotaciones agrícolas bajo el mando personal de los conquistadores.
Durante el período inicial de la colonización, la correlación de fuerzas entre la minoría militar conquistadora y la tribu guaraní era tal que la primera no tenía un dominio y control completos sobre la segunda. Los guaraníes conservaban su organización tribal y guerrera. Sólo eran vasallos de los conquistadores. Por esta razón, no existía en la práctica la posibilidad de forzar a los guerreros Guaraníes al trabajo agrícola para los señores europeos. Los pueblos Guaraníes se hallaban todavía en la etapa del cultivo de "rozado". Los varones seguían siendo cazadores y pescadores canoeros. Su participación en el trabajo agrícola se limitaba a la tarea más pesada, el desmonte con hacha de piedra pulida y fuego. Despreciaban el trabajo de la chacra como tarea femenina, por debajo de su dignidad de guerreros....
Esta situación obligaba a los españoles a adueñarse de la fuerza de trabajo de la mujer guaraní, la especialista del cultivo"(5).

"Así vemos que, lo que normalmente se nos presenta como una "cruzada civilizadora" de los nativos (indígenas) no fue otra cosa que la imposición violenta del dominio de una casta militar representante del poder colonial español. Los guaraníes, que vivían hasta entonces en un régimen de comunismo primitivo, son violentamente sometidos, en forma paulatina a un régimen semi-esclavista y feudal, son separados progresivamente de sus medios de producción (la tierra de propiedad comunal especialmente)" (6).

"Todos recogen esta teoría (7) sin someterla a ningún tipo de crítica histórica, especialmente referente a las "relaciones" de los conquistadores con el pueblo avasallado y a la apropiación violenta de las mujeres indígenas para aprovechar su mano de obra en las labores agrícolas. Estas "razzias" provocaron decenas de grandes levantamientos y rebeliones de los guaraníes, los que fueron sofocados a sangre y fuego por los "brutales capitanes de la conquista". El antropólogo Bartolomeu Meliá hizo mención de ellos" (8).

"Poco tiempo después de la sangrienta represión de la primera gran conspiración de 1539, durante la Semana Santa y la toma de las hijas de los principales caciques por parte de los conquistadores, se produce otro de los más importantes alzamientos contra el poder colonialista. Los conquistadores sometieron al grueso de las mujeres indígenas a una brutal explotación servil. Ello motivó el sublevamiento bajo el liderazgo de la India Juliana. La heroína de la rebelión, una vez capturada, fue sometida a todo tipo de vejámenes y torturas y por último asesinada...

En el año 1543 estalló el tercer gran levantamiento liderado por los caciques guarambarenses: Tabaré y Guarambaré...

A raíz de las graves divergencias entre Irala, Salazar y A. Núñez Cabeza de Vaca, y la intensificación de la aprehensión de mujeres y la presión tendiente a someter también a los varones al trabajo servil en las chacras, estalló el levantamiento general del año 1545...

El desenlace de la derrota de los nativos fue la sustitución de la organización tribal autónoma de los "pueblos indios" y la implantación de la típica institución feudal de la Encomienda, que desarrolló como base económica la chacra paraguaya, de carácter agropecuaria" (9).

La lucha de clases se instala en los albores del desarrollo de las comunidades nativas en todo el continente americano a partir de la apropiación violenta de los medios de producción por las castas militares representantes del poder feudal europeo. Se divide históricamente la sociedad americana en clases sociales, surge la explotación del hombre por el hombre bajo la forma de trabajo esclavo y feudal. Se constituye un poder político clasista en sustitución de la antigua forma de organización política tribal comunitaria.

El tránsito del comunismo primitivo al esclavismo -que en Europa y otras regiones del mundo se operaron por la pujanza de las fuerzas productivas que rompieron con el modo de producción- se operó en el nuevo continente descubierto por los europeos y, en el caso específico de las comunidades Tupí-Guaraníes, por medio de la lucha de clases en la cuál una sociedad más avanzada, la feudal europea, impone su poder político.

La resistencia nativa se extiende en la Provincia de Paraguay hasta los inicios de los movimientos por la Independencia y se fusiona e integra al moderno movimiento de lucha por la emancipación nacional.

Antecedentes de la independencia de Paraguay

El Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, líder político e intelectual de la revolución independiente y popular del Paraguay, y de la proyección del modelo sui generis de Estado Popular Independiente, nació en Asunción el 6 de enero de 1766. Proveniente de una acomodada familia asunceña, realizó sus estudios superiores en la Universidad de Córdoba del Tucumán, obteniendo el grado de maestro de Filosofía y Doctor en Sagrada Teología, además tuvo gran aplicación en el estudio del Derecho. De gran reputación por su sobriedad, honradez y conducta, fue electo en el año 1808 Alcalde Ordinario de primer voto en la ciudad de Asunción (10).

El Dr. Francia y la intelectualidad liberal progresista del Río de la Plata, se hallaban influenciados por las ideas políticas de la Ilustración, como las de Rousseau, Voltaire, Montesquieu. La Revolución Francesa y Americana ejercían también su gran influencia en la época, caracterizada por el debilitamiento y derrumbe de los regímenes políticos monárquicos absolutos y el hundimiento de las sociedades feudales.

A principios del siglo pasado, y en el marco de un notable debilitamiento de la Corona Española y del contexto internacional de avance de las ideas liberales, en el Río de la Plata toman cuerpo diversas tendencias de lucha por la Independencia.

En Paraguay, con motivo de la Revolución de Mayo de 1810, se convocó un Congreso de Notables, para tomar una actitud ante la Independencia de la Junta de Buenos Aires respecto de España. La Junta de Buenos Aires trató de persuadir a los paraguayos que aceptaran su jurisdicción.

El 24 de julio de 1810, diferentes sectores sociales con sus representantes estuvieron en el Congreso de Notables convocado por el gobernador Velazco en Paraguay, destacándose los planteamientos radicales del Dr. Francia quién, en medio de una serie de confusiones de representantes de la oligarquía asunceña si tenía que jurarse lealtad a Carlos IV o Fernando VII, el Dr. Francia hizo su alegato: "Esta Asamblea no perderá su tiempo debatiendo si el cobarde padre o el apocado hijo es rey de España. Los dos han demostrado su débil espíritu y su desleal corazón. Ni el uno ni el otro puede ser ya rey en ninguna parte. Más sea o no rey de España el uno o el otro, ¿qué nos importa a nosotros? Ninguno de ellos es ya rey del Paraguay. El Paraguay no es el patrimonio de España, ni provincia de Buenos Aires. El Paraguay es Independiente y es República", y siguió diciendo "la única cuestión que debe discutirse en esta asamblea y decidirse por mayoría de votos es: cómo debemos defender y mantener nuestra independencia contra España, contra Lima, contra Buenos Aires y contra Brasil; cómo debemos fomentar la pública prosperidad y el bienestar de todos los habitantes del Paraguay ; en suma, qué forma de gobierno debemos adoptar para el Paraguay. Mis argumentos en favor de mis ideas son éstos: y de las faltriqueras interiores de su casaca sacó dos pistolas pequeñas, diciendo: la una está destinada contra Fernando VII, y la otra contra Buenos Aires" (11).

El Congreso policlasista con fuerte peso de hacendados y comerciantes terminó por reconocer a Fernando VII y mantener la defensa militar contra las pretensiones de Buenos Aires. Las ideas del Dr. Francia tuvieron sin embargo un fuerte eco en los sectores populares, en particular los campesinos, los peones, chacareros y oficiales militares. La Junta de Buenos Aires envió una expedición militar contra el Paraguay, bajo la Jefatura de Manuel Belgrano. Esta situación causó gran indignación popular en Paraguay, se organizó la defensa y Belgrano fue derrotado en Paraguarí y Tacuarí en enero y marzo de 1811. Sin embargo, Belgrano convenció a los jefes militares paraguayos que lo habían derrotado, Cabañas y Yegros, de la conveniencia de una alianza contra España.

El 14 y 15 de mayo de 1811 se producen los alzamientos militares en la Provincia del Paraguay, en Corrientes, Misiones, Itapúa, Asunción. El 16 de mayo se formó un triunvirato encabezado por el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, el ex gobernador Velazco y el capitán de milicias Juan Valeriano Zevallos. El 17 de junio de 1811 se realizó el Congreso General de la Provincia, con la presencia de unos 300 delegados. Se reconoció aún la soberanía de Fernando VIIº y otras medidas de libertad de comercio. En La Junta Gubernativa quedaron representantes de diferentes sectores sociales, entre ellos el Dr. Francia, en contraposición abierta a los intereses de hacendados y comerciantes. El Dr. Francia en minoría en la Junta, la abandonó meses después. Hasta el año 1813 se mantuvo alejado del gobierno, con ciertas excepciones por haber sido requerido para negociaciones con la Junta de Buenos Aires.
El desconcierto de la oligarquía paraguaya en sus tirantes relaciones con Buenos Aires, desequilibrios en la Administración Pública, y el gran apoyo popular que siguió ganando el Dr. Francia tras su alejamiento, forzaron su reingreso al Gobierno pero con severas condiciones impuestas por el mismo: separó al asesor de gobierno Gregorio de la Cerda; un batallón de soldados fue entregado al mando del Dr. Francia, así como la mitad de los armamentos y municiones de la provincia; y se convocó a un nuevo Congreso General con el fin de declarar la Independencia Absoluta de Paraguay.

El primer consulado: el Dr. Francia y Fulgencio Yegros

Tras una elección por sufragio universal y una representación proporcional, fueron electos unos mil Diputados del Congreso, en su mayoría de las clases populares: chacareros, peones, funcionarios, artesanos. En Setiembre y Octubre de 1813 se estableció el Congreso, sancionó oficialmente la Independencia del Paraguay al adoptar una Carta Magna (La Banda del 21 de Octubre) y se aprobaron la bandera e insignias. Fueron electos el terrateniente Fulgencio Yegros y el Dr. Francia en el Consulado, quienes por períodos de un año rotarían en el Ejecutivo. El Dr. Francia inició el ejercicio del primer año en el Ejecutivo.

Rápidamente el Dr. Francia empezó a tomar medidas radicales. Ratificó la decisión de la Junta de Gobierno del Paraguay de no enviar diputados a la Asamblea de 1813 convocada por la Junta de Buenos Aires. Reforzó militarmente toda la frontera paraguaya: surgen los fuertes de Pilar, Curupayty, Atajo, Itapúa, Misiones, Olimpo, San Carlos, Antequera, Formosa. Se ejerció un fuerte control del movimiento fronterizo y se establecieron tres puertos para el Comercio Exterior: Concepción, Pilar e Itapúa. Todas estas medidas para asegurar la Independencia tuvieron como respuesta inmediata el bloqueo de Buenos Aires.

A nivel interno, el Dr. Francia inició una profunda reforma política y social: por Ley, el 1 de marzo de 1814 prohibió el casamiento de españoles con mujeres criollas blancas y se les gravó a estos exponentes de la oligarquía comercial con elevados impuestos. Se decretó asimismo que todos los bienes de españoles o extranjeros que fallecieran en el país, aun y cuando los mismos tuvieran herederos, quedarían directamente en propiedad al Estado Paraguayo.

La paralización del comercio exterior, por el fuerte bloqueo porteño en el Río de La Plata, fue arruinando a los hacendados y comerciantes en Paraguay. La oligarquía paraguaya, para defender sus intereses, intentó aliarse a sectores federalistas grandes propietarios y hacendados del Río de la Plata. La situación se volvió insostenible y el Dr. Francia, decidido a reafirmar el poder revolucionario, convocó a un nuevo Congreso en Asunción.

Obra de Estado y consolidación del poder revolucionario

El 7 de setiembre de 1814 el Dr. Francia da a conocer la convocatoria a un nuevo Congreso General. Como el anterior Congreso, la mayoría de los delegados provenía de las clases trabajadoras. El 3 de octubre de ese año, en el Templo de la Merced, se inaugura la Asamblea Nacional.

Bajo la presidencia del Dr. Francia, la Asamblea fortaleció al Poder Ejecutivo, el cual se volvió unipersonal y se extendió a un período de cuatro años. Fue nombrado el Dr. Francia como Dictador, con poderes temporales.

En este período, el Dr. Francia, no sólo reforzó la defensa ante la agresión externa, sino que también reforzó hábilmente la defensa militar interna contra los intentos anexionistas de la oligarquía, sean pro-federalistas o porteñistas. Se constituyó un cuerpo especial militar, los Granaderos, integrados por hombres escogidos de las clases populares.

Por Decreto del 13 de noviembre de 1814 (12), renueva la prohibición del año 1812 de extracción de metales preciosos del país. Impulsa además el Dr. Francia medidas arancelarias que protegen la producción nacional. Se monopoliza el comercio exterior.

La iglesia, gran propietaria de tierras y señora feudal, es totalmente expropiada por el gobierno revolucionario del Dr. Francia en 1824. Desde 1815, el Estado paraguayo fue disminuyendo los conventos y los frailes fueron dispersados por toda la República. Los campesinos arrendatarios de la iglesia fueron convertidos en propietarios libres. La jerarquía eclesiástica paraguaya fue subordinada directamente al gobierno revolucionario y se desconoció la autoridad vaticana.

En 1816 fue convocado otro Congreso Nacional, esta vez con la asistencia de doscientos cincuenta delegados nombrándose al Dr. Francia Dictador Perpetuo de la República del Paraguay. En estos tiempos la creciente hostilidad extranjera contra Paraguay provocó el cierre paulatino de los puertos de comercio del país con el exterior, en Pilar en el año 1816 e Itapúa en 1818. En 1823, las gestiones del Dr. Francia culminaron con la reapertura del comercio en Itapúa, dando un mentís a muchos historiadores burgueses que pretenden sentenciar la política de cierre hermético de Paraguay bajo el gobierno del Supremo.
Si bien el comercio quedó resentido, debido principalmente a las hostilidades que encontró la independencia paraguaya en el Río de la Plata, a los elevados impuestos, al bloqueo y otros, el comercio exterior de Paraguay se desarrolló en toda la época francista, como demuestran las estadísticas de la época disponibles del año 1816 al año 1838 (13). Paraguay importaba mercancías diversas, productos metalúrgicos, metales en general, pólvora, armas, municiones, artículos de loza y vidrio, instrumentos agrícolas y otros. Sus exportaciones estaban representadas por yerba mate, maderas, tabaco, cigarros, cueros, almidón, ganado vacuno, mandioca, caña y otros.

En cuanto a la propiedad de la tierra, el Dr. Francia consolidó el sistema de producción colectivo de los indígenas, en contraposición a los criterios liberales, lo que condujo a una distribución equitativa de los productos.
También fomentó las cooperativas agro-ganaderas del Estado denominadas "Estancias de la Patria", donde los campesinos e indígenas producían en forma colectiva dirigidos por un Administrador nombrado por el Estado. Así, bajo el gobierno del Dr. Francia se desarrolla un modo de producción colectivo sui generis, bajo formas de propiedad Estatal de la tierra y con un marcado dirigismo Estatal pues el mismo establecía para las distintas comunidades y Estancias de la Patria los objetivos de la producción, las áreas a producir y los tipos de productos a cultivar. El 3 de setiembre de 1830, el Dr. Francia, en una comunicación al delegado de Itapúa, ordena el sacrificio de toda vaca sin procreo, porque "las varias estancias de la patria están rebozando y no hay necesidad de multiplicar más y más, antes perjudica".
Las Estancias de la Patria además constituyeron bases firmes de defensa de la soberanía del país, al recaer también sobre los mismos la obligación de la movilización militar ante cualquier amenaza externa a la soberanía patria. La propiedad de la tierra pasó progresivamente a manos del Estado, principal propietario de medios de producción, proceso ininterrumpido hasta los gobiernos de don Carlos y el Mariscal Francisco Solano López. Según un inventario general de bienes públicos realizado por el Ing. F. W. Morgenstern en 1856, de las 16.590 leguas cuadradas que poseía el país, 16.329 eran propiedad fiscal, 261 propiedad privada y 840 leguas constituían reservas de yerbatales de propiedad del Estado. A fines de 1870, se estima que todas las tierras eran fiscales.

La diversificación de los cultivos decretada por el Dr. Francia permitió rápidamente al país, en el medio del bloqueo, la autosuficiencia alimentaria. Además, el bloqueo externo permitió un gran desarrollo de la pequeña manufactura nacional y el desarrollo de una amplia gama de artesanos. Los comerciantes que estaban agonizando por la paralización del comercio externo, fueron obligados a trabajar como simples campesinos. La oligarquía comercial de esta forma quedó virtualmente liquidada bajo el gobierno del Dr. Francia.

El Estado cobro una fuerza extraordinaria. La utilización plena de la fuerza de trabajo también generó importantes excedentes en la producción. Los ingresos del gobierno por tributos, impuestos varios, las confiscaciones realizadas y otras le permitieron implementar con holgura políticas sociales, como la discutida política educativa del Dr. Francia al cual los liberales pretenden acusar de perseguir a los intelectuales. Es cierto que intelectuales, quienes se hallaban al frente de conspiraciones militares como las últimas de envergadura en los años 1820 y 1821 fueron perseguidos, encarcelados y unos pocos fusilados.

Al gobierno revolucionario del Dr. Francia se debe el impulso nunca antes conocido en toda América en la educación primaria básica, la cual fue obligatoria y gratuita. "A cada maestro se le daba una res y seis pesos fuertes mensualmente. Se repartían ropas entre ellos, beneficio que alcanzaba a los niños a quienes también se obsequiaba cartillas. De este modo, el Paraguay fue el primer país del Río de la Plata que estableció la enseñanza gratuita. Era también obligatoria y sometida al régimen militar.
Los niños eran llamados a las aulas al son del tambor. Se les enseñaba un catecismo...sobre el sistema de gobierno "patrio reformado"
....También se preocupó el Dictador de proveer locales propios a las escuelas. Los comisionados de campaña tenían la obligación de establecer las escuelas que fueran necesarias. El Paraguay seguía gozando en América de la fama de ser el único país donde todos sus habitantes sabían leer, escribir y contar"(14).

El conocido Catecismo político del Dr. Francia difundido en todas las escuelas, entre otros puntos, preguntaba y respondía: "¿Cuál es el gobierno de tu país? El patrio reformado. ¿Qué se entiende por patrio reformado? El regulado por principios sabios y justos, fundados en la naturaleza y necesidades de los hombres y en las condiciones de la sociedad. ¿Quienes son los que declaman contra su sistema? Los antiguos mandatarios, que propendían a entregarnos a Bonaparte, y los ambiciosos de mando. ¿Cómo se prueba que es bueno nuestro sistema? Con hechos positivos. ¿Cuales son esos hechos positivos? El haber abolido la esclavitud, sin perjuicio de los propietarios, y reputar como carga común los empleos públicos, con la total supresión de los tributos" (15).

Las fantasías liberales respecto al encerramiento del Paraguay corresponden con la deformación de la historia por la historiografía burguesa. Es conocido el documento del Primer Triunvirato, del 17 de mayo de 1811, de la cual formaba parte el Dr. Francia, y los españoles Velazco y de Zevallos.
Todo indica que el propio Dr. Francia elaboró este documento que emitió el triunvirato, y donde se proponía una Confederación de las Provincias del Río de la Plata y de toda hispanoamérica, pero sin que por encima de ella esté ningún poder colonial y las confederadas tengan igualdad de condiciones y autonomía. Esta idea se ratifica en el Primer Congreso General del 17 de junio de 1811; y en la carta a la Junta de Buenos Aires del 20 de julio de 1811 donde se ratifican las ideas centrales del Dr. Francia en el sentido de que Paraguay no cambiará unas cadenas por otras ni un amo por otro. Así, la idea de la latinoamericanidad, de la Patria Grande, vemos también que ya están firmemente presentes en el pensamiento revolucionario del Dr. Francia anticipándose a Bolívar y Artigas, y que las mismas no se proyectaron al no encontrar la adecuada situación internacional. Son conocidos varios episodios de encarcelamiento de extranjeros en el Paraguay en época del Dr. Francia, que se dieron por violación de las leyes paraguayas y entradas ilegales al país, como el caso del francés Bonpland, amigo personal de Bolívar, lo que motivó justamente la incomprensión de éste último hacia el Dr. Francia.

En distintos ámbitos se crearon verdaderas leyendas sobre el régimen revolucionario francista en particular. El intelectual cubano Carlos Rafael Rodríguez sentenciaba en 1972 que "Ni Bolívar, ni San Martín, ni Sucre, ni Artigas, ni ninguna otra de las grandes figuras latinoamericanas de comienzos del pasado siglo, ninguno de los que adelantaron la Revolución, pudieron darnos con su actitud política una guía para nuestro presente.
Tal vez encontraríamos algunas similitudes en el grupo de hombres que, con Mariano Moreno, participó en mayo de 1810 en el proceso revolucionario de Buenos Aires ; o en figuras calumniadas por la mala Historia como José Gaspar Rodríguez de Francia, a quien el mismo José Martí -llevado erróneamente por los juicios ya hechos sobre su figura- no supo ver en realidad como lo que era, como una representación jacobina, revolucionaria, en el sur americano. Por ello nos habló erróneamente -también los grandes tienen sus errores de apreciación inevitables- de "el Paraguay lúgubre de Francia", sin darse cuenta de que quienes habían creado la leyenda del Paraguay "lúgubre" de Francia eran los mismos que hablaban de la Francia lúgubre de Robespierre y de los jacobinos" (16).

A su muerte, quién había sido nombrado con amplio respaldo popular y democrático Dictador Supremo y Perpetuo de la República del Paraguay, el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, dejó un último testimonio nunca visto en gobernante latinoamericano: en la Tesorería Estatal dejó 36.564 pesos de sus sueldos sin cobrar. Consta además que el Dr. Francia, de su propio sueldo, en varias ocasiones, ordenó comprar armamento y uniformes para los soldados del ejército. Sus únicos objetos personales de valor consistían en libros y armas personales.

Caracterización política del régimen de Francia

Para el historiador cubano Sergio Guerra Vilaboy, el régimen del Dr. Francia fue "un régimen radical, calificado por algunos de "jacobino", que expulsó del poder a la oligarquía exportadora criolla y a la burocracia peninsular, y que estableció un férreo control estatal sobre el comercio y la economía, impidiendo la libre penetración del capital y las manufacturas extranjeras y garantizó, por encima de todo, la soberanía nacional...En pocas palabras, puede definirse al gobierno del doctor Francia como una dictadura nacional revolucionaria, que contaba con el apoyo del pueblo y que estaba destinada a consolidar la independencia, al realizar profundas transformaciones económicas y sociales" (17).

Señala asimismo Guerra Vilaboy que la historiografía marxista no se ha puesto completamente de acuerdo en cuanto a la definición del régimen de Francia. Así, el historiador alemán Manfred Kossok lo define de "jacobinismo para el pueblo". El soviético V. Miroshevski lo califica de "régimen democrático revolucionario". Para otros autores expresa que se trata de una "dictadura nacional revolucionaria", concepto en el que concuerdan el ruso E.L. Nitoburg y el cubano Omar Diaz de Arce. Una interpretación opuesta la hace Agustín Cueva, que lo define como "atenuado régimen feudal-patriarcal" (18).

Algunos autores paraguayos como Anselmo Jover Peralta han llegado a calificar al régimen popular independiente del Paraguay como un régimen socialista. Sin embargo, coincidiendo con Vivian Trías (19) podemos afirmar que ello sería un exceso teórico, aunque Trías se refiere más específicamente a la experiencia lopizta. El la misma obra, Trías habla de que Francia y los López llevaron más lejos el proyecto de emprender el desarrollo en una época de ascenso de la revolución burguesa sin burguesía industrial y nacional, constituyendo "Un Estado Popular, apoyado en masas inmaduras y paupérrimas y encarnado en el caudillo, toma a su cargo la tarea de la liberación y del desarrollo".

Lo cierto es que en el Paraguay del Siglo XIX, bajo el gobierno del Dr. Francia, que más bien se podría calificar de dictadura democrático-revolucionaria, se consolidó un Estado Nacional Independiente cuyo sujeto social estratégico fueron las masas campesinas, lo que le da al Estado además su carácter popular. Las tareas transformadoras que realiza este proceso revolucionario son en parte las típicamente propias de una revolución democrático burguesa: se liquida el sistema de la propiedad y modo de producción feudal, se liquida a la clase feudal y el poder eclesial incluidas sus propiedades, se avanza hacia formas de participación política democráticas de las masas, como la elección por sufragio universal de los Diputados al Congreso General de la República, se unifica el Estado Nacional, se elimina la esclavitud, se orientan políticas sociales y se establecen ciertas bases para una acumulación de carácter industrial que en parte se concretan en el período lopizta.
Pero no es la burguesía nacional, inexistente, la que impulsa este proceso, sino las masas populares campesinas.
No se desarrolla tampoco un salto inmediato en la producción industrial e incluso, en la etapa más avanzada de la época lopizta, no se da un proceso típico de acumulación capitalista y desarrollo manufacturero.
Pero asimismo en el período francista no hay indicios ni elementos que aproximen el modelo al capitalismo o a un "atenuado sistema feudal". El principal propietario, en forma abrumadora, de los principales medios de producción lo constituye el pueblo soberano por medio del Estado, y los beneficios del salto de las fuerzas productivas recae en la mayoría de la población, proceso ajeno a toda conclusión de una política democrático burguesa o régimen feudal-patriarcal. Todos los elementos que se conjugan en el período francista resumen más bien un cuadro de ruptura -en condiciones sui generis de atraso y subdesarrollo- de una colonia que rompe la cadena de la dependencia y constituye una República Independiente de carácter popular con un régimen político de dictadura popular-revolucionaria que realiza en partes un programa democrático burgués y, por el marcado contenido de políticas sociales y la propiedad colectiva de los medios de producción -a través del Estado- partes de un programa pre-socialista.

El proceso independiente bajo el gobierno de los López (1840-1870)

Bajo el gobierno de Don Carlos Antonio López y el Mcal. Francisco Solano López se mantuvieron las matrices fundamentales del gobierno del Dr. Francia. Se sostuvo y afirmó la Independencia Nacional. Se fortaleció notablemente el desarrollo económico-social. La oligarquía latifundista nunca se recuperó, como asimismo la oligarquía comercial importadora. El Estado mantuvo su peso casi absoluto en la economía del país.

Pero se dio un proceso paulatino de diferenciación social en particular en los círculos allegados al Poder Ejecutivo y la familia presidencial. El igualitarismo social, uno de los ejes de la política del desarrollo francista, fue abriendo paso a políticas que favorecieron a campesinos acomodados, estancieros y comerciantes. Se sentaron las bases así para el desarrollo de una oligarquía y una burguesía nacional vinculada al aparato estatal.

El Consulado que sucede al Dr. Francia a su muerte, luego de un breve período de inestabilidad política, lo componen Mariano Roque Alonso y Don Carlos Antonio López. El Consulado desde un principio apuntó a facilitar las exportaciones, inició cierto proceso de liberalización de la economía en dirección hacia fase inicial típica de acumulación privada, de maduración de una burguesía nacional.

Políticamente el régimen post Francista encuentra sustento en la "Ley que establece la Administración Política de la República" carta Constitucional que fue aprobada en la Convención del año 1844. Don Carlos A. López es nombrado por la Asamblea de 1844 en el Poder Ejecutivo, que se decide será unipersonal. López redacta un documento llamado "Tratado de los Derechos y los Deberes del Hombre Social", concedió libertad formal a todos los esclavos del Estado, y a los que se encontraban en el entorno doméstico familiar, estos últimos ya en esa época sin significación económica.

El Paraguay bajo el gobierno de los López y sobre la base del extraordinario fortalecimiento de su economía bajo el gobierno del Dr. Francia, emprendió un proceso que llevó a constituir el país más avanzado económica, política y militarmente de Sudamérica. Se impulsó un proceso de industrialización autónoma. En 1850, el Alto Horno de Ybycuí impulsó la siderurgia nacional con apoyo técnico de extranjeros, asimismo para la explotación de las minas de hierro.

Se llegó a fabricar papel con fibras de plantas (caraguatá), se realizaron tejidos con fibras de Coco y se desarrollaron las manufacturas y tejidos de diverso tipo. Se construyeron los primeros astilleros y se desarrollo una flota fluvial propia.

En 1861 el país inauguró el primer ferrocarril de toda América del Sur. También el primer telégrafo latinoamericano que ligó Asunción-Humaitá-Paso de Patria se construyó bajo el gobierno de los López.

La Triple Alianza contra Paraguay (1865-1870)

Es un hecho comprobado con numerosos documentos históricos que la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay la financió el emergente imperialismo Inglés. La Banca Rotschild, la Casa Baring y el Banco de Londres constituyen los principales financistas de esta guerra de aniquilamiento del emergente y sui generis Estado Popular de la época de los López. En vísperas de la guerra contra Paraguay, la banca inglesa cursa a Brasil prácticamente el 65 % de los empréstitos totales desembolsados desde el año 1825! El ministro de Hacienda argentino, Lucas González, explicaba que la guerra se ha hecho no sólo para vindicar el "honor" ultrajado, sino también para "obtener beneficios muy grandes para el comercio del mundo, muy especialmente del comercio inglés que encontrará en el Paraguay libre y civilizado un gran mercado que explotar" (20).

El 1 de mayo de 1865 se celebra el acuerdo de los tres países, Argentina, Brasil y Uruguay, para llevar a cabo la empresa de liquidar el proceso político y económico-social más progresista de América en todo el Siglo XIX. Rufino de Elizalde, por Argentina; Francisco Otaviano de Almeida Rosa, por Brasil; y Carlos de Castro, por Uruguay, signaron en representación de sus respectivos gobiernos aquel acuerdo (21).

Las fuerzas aliadas pretendían llegar a la capital del Paraguay en pocos meses. Costó cinco años de guerra aniquilar la Revolución Popular y la Independencia Paraguaya, con el concurso de tres países -aunque el Uruguay participó tan sólo formalmente- y con el colosal apoyo financiero de los centros de poder capitalistas de Inglaterra y las oligarquías porteña y brasileña. La guerra proclamada contra el tirano Mcal. Francisco Solano López concluyó con el 75% de la población paraguaya muerta en combate. Hasta las mujeres, ancianos y niños entraron al frente de guerra, para defender algo que desde principios de siglo se vino construyendo: una auténtica revolución popular, un régimen político independiente de los centros de poder de las oligarquías regionales y de los emergentes capitalismos mundiales.

El Paraguay, cuyo Estado apoyado por las grandes masas populares campesinas, de peones, artesanos e intelectuales y militares patriotas había conseguido lo que ningún país consiguió en toda América en el Siglo XIX: establecer una República Independiente, Soberana, y haber impulsado un proceso de transformaciones económico sociales que estableció un avanzado régimen de justicia social; sucumbía con la Triple Alianza a las reglas de la acumulación capitalista mundial que no toleraba socios competidores.
Menos aún, se pretendía tolerar socios competidores que operaban un extraño y poco confiable -para los capitalistas y las oligarquías- proceso político para la época : desarrollo avanzado bajo la dirección de un Estado en manos de las masas populares que, a pesar de la cierta diferenciación política establecida entre período francista y lopizta, estaba consciente de las conquistas y logros de la profunda revolución política y social impulsada por el Dr. Francia. No para menos en el año 1842, cuando un connotado intelectual liberal Juan B. Rivarola proponía liquidar el poderío estatal, lo que motivó gran indignación popular, el ejército paraguayo manifestó claramente su desacuerdo y jefes militares pro-francistas amenazaron con matar al citado delegado del Congreso.

El propio Marques de Caxias, mariscal del ejército en la guerra contra el Paraguay, en un reporte al emperador de Brasil Pedro II, de fecha 18 de noviembre de 1967, pide la paz con López. Señala en su parte final que "López es invencible, López puede todo" "todos los encuentros, todos los asaltos, todos los combates habidos desde Coimbra y Tuiuti muestran y sustentan, de una manera incontestable, que los soldados paraguayos son caracterizados por una bravura, por un arrojo, por una intrepidez y por una valentía que raya la ferocidad sin ejemplo en la historia del mundo....
Cuando esos soldados eran reclutas, esas cualidades ya tenían y habían ejercitado de una manera sorprendente. Hoy esos soldados reúnen esas cualidades y pericia militar adquirida en los combates; su disciplina proverbial de morir antes que rendirse, y de morir antes de caer prisioneros, porque tienen esa orden de su jefe, ha aumentado por la moral adquirida, es necesario decirlo, porque es la verdad, en las victorias, lo que viene a formar un conjunto que constituye esos soldados en un soldado extraordinario, invencible, sobre humano.
López tiene también un don sobrenatural de magnetizar a los soldados, infundiéndoles un espíritu que no se puede explicar suficientemente con palabras: el caso es que se tornan extraordinarios, lejos de temer el peligro, se enfrentan con un arrojo sorprendente; lejos de economizar su vida, parece que buscan con frenético interés la ocasión de sacrificarla heroicamente, y de venderla por otra vida o por muchas vidas de sus enemigos.
Todo eso hace que, ante los soldados paraguayos, no sean garantías las ventajas numéricas, las ventajas de elementos y las ventajas de posición: todo es fácil y accesible para ellos.....esas fuerzas tampoco son de hombres enanos y flacos, sino de hombres, aun mal vestidos, robustos....soldados, simples ciudadanos, mujeres y niños, el Paraguay y todo cuanto él es y López son una misma cosa, un sólo ser moral e indisoluble ; lo que viene a dar como resultado que la idea proclamada de que la guerra es contra López, y no contra el pueblo paraguayo, no sólo es quimérica....se hace insustentable que sea (la guerra) contra López y que, en vez de ser una guerra que ampare fines de lícita satisfacción, sea una guerra determinada y terminante de destrucción, de aniquilamiento" (22).

La base materialista más firme de la actitud del pueblo paraguayo ante la Triple Alianza se encuentra en la defensa de las conquistas materiales concretas del proceso revolucionario Independiente y del Estado Popular forjado en el período francista y que tuvo continuidad, con sus matices propios, en el período de los López.

Notas

1.- Efraím Cardozo. "Apuntes de Historia Cultural del Paraguay"· 4ta. Edición.1995

2.- Ibidem.

3.- Ibidem.

4.- Francisco López. "Reconstruyendo Nuestra Historia", publicado en la revista Liberación Nacional, órgano teórico del Movimiento Patria Libre (MPL) de Paraguay, Nº 2, Enero de 1990.

5.- Oscar Creydt. "Formación Histórica de la Nación Paraguaya" Ex Secretario General del Partido Comunista Paraguayo (PCP).

6.- Francisco López. "Reconstruyendo Nuestra Historia", publicado en la revista Liberación Nacional, Nº 2, Enero de 1990.

7.- Se refiere a la teoría liberal burguesa de la "Amalgama Hispano-Guaraní" que concibe la conquista española como una "soñada e idílica alianza" el "pacto" entre los guaraníes y los invasores europeos.

8.- César Colmán Villamayor, historiador paraguayo en "La amalgama Hispano-Guaraní" publicado en la revista Liberación Nacional, Nº 4, Agosto de 1990.

9.- Ibidem.

10.- Antecedentes que constan en el informe del Cabildo de Asunción al Virrey, del 18 de agosto de 1809, ver "La Vida Solitaria del Dr. José Gaspar de Francia" del Dr. Justo Pastor Benítez.

11.- Testimonio de Fray Francisco Javier de Bogarín, ver "Historia Colonial del Paraguay y Rio de la Plata", Cecilio Baez.

12.- Cartas y Decretos del Dictador Francia, Tomo 1, compilados por el Dr. Alfredo Viola.

13.- Richard Alan White, en "La Primera Revolución Radical de América".

14.- Efraím Cardozo. "Apuntes de Historia Cultural del Paraguay"· 4ta. Edición.1995

Catecismo Político del Dr. Francia. Documento Histórico. Archivo Nacional.

15.- Catecismo Político del Dr. Francia. Documento Histórico. Archivo Nacional.

16.- Carlos Rafael Rodríguez, en "José Martí, contemporáneo y compañero". La Habana. 1972.

17.- Sergio Guerra Vilaboy: Paraguay, de la Independencia a la Dominación Imperialista, 1811-1870. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1984.

18.- Ibidem.

19.- Vivian Trías : El Paraguay de Francia el Supremo a la Triple Alianza. 1975, Bs. As., Cuadernos de Crísis.

20.- Ibidem.

21.- Ibidem.

22.- Despacho Privado del Marques de Caxias al Emperador Pedro II del Brasil, publicado en "Genocidio Americano: La guerra del Paraguay" por Julio José Chiavenatto.

Publicado en: http://www.geocities.com/Athens/Agora/5166/17arrom.html


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