Mi
trayectoria profesional comienza en 1990, aprobé la
residencia de trabajo social del Ministerio de Salud de la Provincia
de Buenos Aires, desempeñándome como profesional en un
centro de salud del municipio de La Plata durante tres años.
Desde
1993 hasta 1998 estuve trabajando en un centro de salud, del
municipio más pobre de la provincia de Buenos Aires.
Mi inserción profesional se vio facilitada por tres aspectos:
la tradición sanitarista en el municipio, la importante
inserción de los trabajadores sociales en el sistema de salud
local y la formación que contaba al haber concluido la
residencia de trabajo social del Ministerio de Salud de la Provincia
de Buenos Aires.
En
un Centro de Salud se trabaja con la estrategia de atención
primaria de la salud, tradicionalmente gran parte de las
intervenciones se concentran casi exclusivamente en los programas
materno - infantiles. Vale decir que la mayoría de la
población que concurre son mujeres embarazadas y mujeres con
sus niños.
El
deterioro de las condiciones de vida de toda la población, que
pueden ser leídas con diferentes categorías (exclusión,
vulnerabilidad, precarización), rompe con la "tradición"
materno infantil de un centro de atención primaria de la
salud. El centro de salud se transforma en una de las pocas caras
visibles del Estado desertor y comienza a recibir nuevas y mayores
demandas. Estas nuevas demandas presentan nuevos desafíos a la
intervención. Existe por lo tanto una relación entre
nuevas y mayores demandas con una menor capacidad de dar respuestas
donde se puede apreciar como el Estado se retira. Una de las
expresiones del retiro del Estado son los procesos de
descentralización. La descentralización, tiene un
origen legítimo, que es la necesidad de acercar los niveles de
decisión a los niveles de ejecución de manera de
adecuar una mirada que si fuera sólo desde el nivel central
puede no tener en cuenta lo local/zonal.
Se
descentraliza al municipio la atención de lo social.
En el caso de Florencio Varela el sistema con mayor cobertura a su
interior es el sistema de salud. Por lo tanto se podría leer
como un proceso de descentralización de la atención de
lo social se descarga sobre el sistema de salud en el caso de este
municipio.
Al
interior del sistema de salud, la "identidad atribuida"
al trabajo social esta muy vinculada a la idea de "resolución
de los problemas sociales", por lo que se va transformando en la
puerta de entrada de lo que en forma de demanda expresa la
emergencia de la nueva cuestión social
Se
transformará también, el trabajador social en un
territorio, en el ejecutor de las políticas sociales, en los
años 90 predominantemente focalizadas, que originadas en otros
niveles de gobierno (nacional, provincial) intentan dar respuesta a
éstas nuevas demandas.
Las
expresiones de la nueva cuestión social en la vida cotidiana
tienen como eje articulador la sobrevivencia y una de las formas que
toma esta demanda es lo alimentario. Se va transformando la
importancia de lo alimentario entre los programas sociales, aumenta
el peso de los mismos entre el conjunto de los programas sociales. Un
fenómeno en los años 80 es la centralidad que adquieren
los programas alimentarios dentro de las políticas sociales.
Esto ocurre al mismo tiempo que se retira el Estado de los programas
de vivienda, agua potable, entre otros. Podrían leerse estas
transformaciones como un indicador del deterioro de las condiciones
de vida. También se podría leer en la relación
entre el origen en que surgen estos programas muy relacionados al
contexto y las características que éstos presentan a lo
largo del tiempo.
Como características centrales de los
programas alimentarios en la Argentina a lo largo de la historia se
podría apreciar:
- éstos surgen a partir de las
diferentes crisis, se agregan como capas geológicas, hay
superposición y recreación de los mismos.
- Ningún
programa desde su diseño pretende cubrir la totalidad, por lo
que están pensados desde la complementariedad. Esta
complementariedad es doble: por un lado de la dieta familiar, por el
otro con los programas provinciales y municipales.
- En relación
a las dependencias de los programas hay un altísimo nivel de
fragmentación y superposición.
- Hay un divorcio entre
la situación nutricional que muchas veces no tiene que ver con
los programas alimentarios. Esto no significa que los programas
alimentarios se tengan que convertir en nutricionales.
- Hay
dificultades de aplicación de criterios técnicos en los
programas. Por ejemplo los criterios de distribución en salud
están más tecnificados (la disputa política no
se da en las vacunas).
- La cobertura de los mismos fue disminuyendo
desde el primer gran programa alimentario nacional, el PAN a los que
siguieron después.
- El valor monetario por unidad de
prestación va disminuyendo desde el valor en el origen del
programa y el que tiene posteriormente, con el mismo dinero se
atienden más beneficiarios.
En
los programas materno infantiles, lo alimentario, era sólo un
componente de dichos programas. Al estar trabajando con grupos en
situación de exclusión algunos, precarización o
vulnerabilidad,
lo alimentario se transforma en mucho más que un componente de
un programa. Lo alimentario se transforma en una de las respuestas
típicas. Empieza a formar parte de los quehaceres
cotidianos del trabajador social. En los años 90 surgen en
Argentina dos programas alimentarios para la tercera edad, el Pro
Bienestar dirigido a los jubilados y pensionados del Instituto
Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJyP)
y el Programa Apoyo Solidario al Mayor (ASOMA), dependiente de la
Secretaría de Desarrollo Social de la Nación, dirigido
a los adultos mayores sin cobertura previsonal
A
partir de esta situación, heterogeneización de grupos y
demandas, empecé a tomar contacto con otra población,
que no concurría al centro de salud : las personas mayores de
60 años. Los grupos de la tercera edad abren nuevos
interrogantes para la intervención. Por un lado porque la
institución no la consideraba "población
beneficiaria", por el otro representa interrogantes para la
intervención. Al desarrollar nuevas formas de registro, se
pueden realizar nuevos análisis que posibilitan nuevas
intervenciones.
Estas nuevas intervenciones, tiene que ver con el desarrollo de
nuevas capacidades profesionales: el desarrollo de la observación,
de la mirada y fundamentalmente de la escucha. Lo primero que
registro es que se trata de un grupo claramente en situación
de exclusión económica (generalmente, sin pensión
ni jubilación), luego que en su mayoría se trata de
migrantes de otras provincias. El presente de las personas mayores se
fué transformando en el horizonte de sentido de muchas de las
intervenciones como profesional. En principio porque advertí
que es sólo es el presente lo que tienen. Las historias de
vida de los sujetos con los que trabajaba, me permitió acceder
a temáticas tan caras a la historia argentina como la del
federalismo. A partir de allí profundicé las lecturas
de producciones en ciencias sociales, agregándole otra
mirada. La problemática de la tercera edad en situación
de exclusión y en situación de vulnerabilidad, me llevó
a estudiar las producciones en ciencias sociales en relación a
la tercera edad. Me encontré con que el grupo social con el
que trabajaba no era tratado apropiadamente en dicha literatura. Se
generaban situaciones de invisibilidad. Se igualaba la tercera edad a
jubilación. Sólo en algunos pocos trabajos se
mencionaba la situación de los mayores de 60 años sin
pensión ni jubilación. Estaba totalmente ausente desde
los programas sociales una perspectiva que considere a los adultos
mayores sin cobertura previsional como sujetos históricos.
Esta
disertación plantea esta situación de invisibilidad, es
por la negativa, por aquello que no ha llegado a constituirse como
problema para la sociedad. Esto que me lleva por un lado a analizar
qué es lo que hace que una cuestión y no otra se
constituya como problema para la sociedad. Y por el otro analizar la
cuestión concreta de los adultos mayores sin cobertura
previsional como población invisible o invisibilizado desde
las tomas de posición que desde el Estado se concretan en
diferentes políticas.
Las
producciones bibliográficas acerca de la cuestión de
los adultos mayores sin cobertura previsional son escasas ya que,
como se desarrolla en la disertación se ha constituido una
formación discursiva hegemónica que iguala tercera edad
a jubilados. Siendo muy extensa la literatura sobre la tercera edad
que ha estudiado los problemas socio- sanitarios, en los programas
destinados a su atención esta se ha detenido en los jubilados
y pensionados en la Argentina. Son numerosos los estudios sobre el
sistema de seguridad social. Pero son muy escasos los trabajos sobre
la población de adultos mayores
excluída del sistema de seguridad social. Si es importante
remarcar algunos trabajos que claramente distinguieron el sistema de
seguridad social de la cobertura que este presenta.
El interés que presentan estos trabajos para la disertación
es la consideración de la población excluída del
sistema previsional. Esta cuestión que parece obvia, no lo es
ya que lo que se va a sostener en la disertación es que se ha
generado una formación discursiva hegemónica que ha
establecido una frontera. En esta formación discursiva
hegemónica se ha anudado el significante tercera edad al
significado jubilados. Por lo cual las personas de la tercera edad
que no han accedido a la jubilación se han transformado en un
otro, invisible. Invisible para los beneficios que desde
las políticas públicas se generan. Invisible en el
discurso de los actores en los que se ha encarnado esta formación
discursiva hegemónica.
Un
antecedente en el tratamiento de la cuestión de las personas
que han quedado excluidas de los sistemas formales de protección
y que por lo tanto se han convertido, en el mejor de los casos, en
objeto de las políticas asistenciales y promocionales, lo
constituye el trabajo de Emilio Tenti Fanfani Estado y
Pobreza: estrategias tipicas de intervención.
Este
trabajo compuesto por dos volúmenes afirma que en la
Argentina
se
va consolidando un sistema de nacional de enseñanza, luego un
sistema nacional de salud, otro de seguridad social, más o
menos en ese orden cronológico.... Pese a la incorporación
progresiva de amplios sectores de la población a esos sistemas
de prestación de servicios, la cobertura de los mismos nunca
es total. Los grupos poblacionales excluídos son objeto de una
intervención pública de tipo global, no especializada y
difusamente dirigida a atender el problema general de la pobreza. En
este trabajo se privilegia el análisis de estas estrategias
que a los efectos prácticos se reúnen bajo la
denominación de políticas asistenciales y
promocionales.
Las políticas asistenciales dirigidas a los adultos
mayores sin cobertura son analizadas en el volumen 2 referido a la
Protección del anciano.
En el se detallan las acciones realizadas por el Servicio Nacional
del Anciano, luego transformado en Subdirección de Ancianidad
de dependencia nacional.
Esta
disertación tiene por objeto ser un estudio sobre las
características de invisibilidad de los adultos mayores sin
cobertura previsional, en el contexto de las políticas
nacionales y provinciales de la tercera edad en Argentina, y la
posibilidad y necesariedad de su constitución como problema
social para su inclusión en la agenda social. Sostengo como
hipótesis que las políticas sobre la tercera edad en
Argentina entienden a esta como igual a jubilados y excluye a los
adultos mayores sin cobertura previsional.
Y que hay una formación
discursiva hegemónica que anuda el significante tercera edad
al significado jubilados estableciendo una frontera que invisibiliza
a los adultos mayores sin cobertura previsional para la política
pública. Esta construcción discursiva tiene un fuerte
carácter excluyente.
Esta disertación
tiene por objetivo identificar esta población, comprender,
analizar, buscar y vislumbrar caminos para otras posibilidades de
intervención. Así como de manera más general
contribuir a un conocimiento objetivo, crítico de ese objeto.
Esta contribución se direcciona fundamentalmente hacia tres
áreas ; en el área del Servicio social por la
posibilidad en la intervención de dar visibilidad como
problema social a la cuestión de los adultos mayores sin
cobertura; en el área de la Política Publica en su
reconocimiento como problema y para la temática de los
adultos mayores sin cobertura previsional sobre la complejidad de
elementos que intervienen en que no se haya constituido como
problema.
Sobre lo que indago es acerca de la intervención de
un actor que es el Estado
Desde el
punto de vista metodológico, esta disertación se vale
del análisis político de las formaciones discursivas
hegemónicas, cuyo objeto es la articulación entre
discurso y hegemonía en la producción de
condiciones/problemas sociales y la constitución de sujetos.
Entre
los antecedentes que gozan de mayor legitimación en esta
perspectiva, nos encontramos con el pensamiento de Michel Foucault,
en cuanto a la producción de un determinado orden de
discurso. El autor sostiene que en toda sociedad la producción
del discurso está controlado, seleccionado y redistribuido a
través de ciertos procedimientos.
Esos
procedimientos funcionan como principios de limitación o
sistemas de exclusión, y como modos de control y delimitación
del discurso. Entre ellos debemos destacar los procedimientos
externos o de exclusión que establecen lo que puede ser dicho
y los límites de la palabra.
Entre los procedimientos de
exclusión, las prohibiciones (cuyos objetos son la sexualidad
y lo político) se establecen también hacia objetos,
rituales y privilegios para el sujeto que habla. De este modo
Foucault plantea la cuestión de la voluntad de
verdad que da sentido a todas las exclusiones y prohibiciones y que
es una producción histórica que se apoya en un soporte
institucional ejerciendo presión y coacción sobre otros
discursos.
Por otro
lado, teniendo en cuenta los estudios críticos que superan la
perspectiva lingüística de F. de Saussure, es posible
sostener que el anudamiento necesario entre un determinado
significante y un significado guarda un interés ideológico,
ya que establece un orden de significación, a través
del lenguaje, que opera por sucesivas clausuras de sentido; esto es,
al anudar un significante y un significado, de paso se soslaya la
variabilidad y conflictividad de las condiciones materiales de una
realidad sociocultural, estableciéndose fijaciones y
estabilidades, bajo la forma de estatutos. Un estatuto
(de statuere: estatuir) implica que algo ha sido instituido,
naturalizado o congelado, donde había (y hay) variabilidad y
procesualidad. Es un equilibrio precario o momentáneo (que se
pretende permanente y estable) de algo que es dinámico y
variable.
En
América Latina han resultado de interés respecto a esta
problemática, las significativas investigaciones del
hispano-colombiano Jesús Martín-Barbero.
Partiendo de estudios semiológicos, el autor procura
comprender las articulaciones entre cultura, comunicación y
política en las formaciones hegemónicas, donde el
proceso comunicacional, lejos de quedar reducido a un problema de
medios de comunicación, es entendido como un proceso de
producción social de sentidos. En esta línea, Martín
Barbero provoca un desplazamiento en los estudios culturales de la
comunicación, al abandonar una perspectiva que pone énfasis
en la comunicación como proceso de dominación y
rastrear de qué modos la dominación (antes que nada) se
conforma en un proceso de comunicación, que hace que existan
elementos en los dominados que trabajan a favor del dominador y de la
dominación.
En este sentido, el autor introduce el concepto de mediaciones,
según el significado que a él le atribuye Raymond
Williams, crítico de la Escuela de Birmingham. Williams
explica que mediación no significa (como algunos autores
sostienen) un acto de intercesión, como algo que está o
se coloca en el medio entre dos elementos, reconciliándo esos
elementos extraños u opuestos; esta es una noción
idealista de mediación. Antes bien, para Williams (asumiendo
ideas de T. Adorno), mediación es algo intrínseco a un
proceso o a determinadas propiedades, no separable, que se halla en
el propio objeto.
En términos de Martín-Barbero, mediación es la
zona de articulación entre la producción de sentidos de
los sectores dominantes y la producción de sentidos de los
sectores dominados. El campo de las mediaciones se halla constituido
por los dispositivos a través de los cuales la hegemonía
transforma desde dentro el sentido del mundo y de la vida cotidiana.
Resulta
necesario atender a los significativos aportes de Ernesto Laclau
acerca del análisis político del discurso. Lo que
Ernesto Lauclau y Chantal Mouffe denominan formación
social, en cuanto referente empírico, va transformándose
y constituyéndose, por la mediación del discurso y de
un mundo de significaciones, en una formación
hegemónica, un orden total que articula diferencias
propias del referente empírico
y que va produciendo estatutos (que van conformando un orden de
discurso hegemónico). La consecuencia directa de una formación
hegemónica, es el establecimiento de verdaderas fronteras que
a la vez le permiten significarse a sí misma, al constituir
cadenas de equivalencias que construye aquello que está más
allá de sus propios límites como algo que esa formación
hegemónica no es.
De modo que si bien existen diferencias en la formación
social, en tanto referencia empírica, esas diferencias no
están designadas sino como algo que está más
allá de los límites de la formación hegemónica.
Esto quiere decir que donde hay límites (considerando una
formación social) la formación hegemónica
establece fronteras.
Para
Laclau, las fronteras de las formaciones hegemónicas se
producen en la medida en que se establecen cadenas de significados,
donde la posibilidad (determinados significados posibles) deviene
necesidad (esos significados se hacen necesarios, excluyendo otros).
Esos significados están articulados entre sí en la
formación hegemónica.
El término articulación
no alude a un acoplamiento (a la manera de los vagones de un tren)
sino que alude a la interinfluencia y la intermodificación
entre determinados elementos. Sostienen Laclau y Mouffe que la
articulación establece una relación tal entre
elementos, que la identidad de estos resulta modificada como
resultado de ella; y que el discurso, precisamente, es la totalidad
estructurada resultante de la práctica articulatoria.
Lo
que queda fuera del orden de discurso hegemónico, es decir (en
términos de Laclau) los elementos diferentes que no se
articulan discursivamente, pero que constituyen una referencia
empírica, muchas veces es producido como objeto de pánico
moral. El pánico moral es uno de los efectos más
inmediatos de la totalización discursiva hegemónica,
que hace que el soslayo del otro sea a la vez productivo:
es la producción de un imaginario de amenaza, y por tanto de
rechazo, de una condición sociocultural, de acontecimientos o
episodios, de grupos o personas, frente a los cuales la ideología
pretende sensibilizar moralmente a toda la sociedad.
Pero otros tantos elementos terminan siendo no pensados, no
dichos, como si no existieran. De modo que las cadenas de
equivalencias en la producción de una determinada formación
hegemónica, terminan por sobrepasar e incluso perder la
referencia empírica, contribuyendo a la producción de
condiciones y de problemas sociales determinados.
Las
articulaciones entre los discursos políticos y los sujetos es
un aspecto de interés para nuestro análisis. Laclau y
Mouffe sostienen que la práctica política no reconoce,
en primer término, intereses de clase a los que luego
representa, sino que ella constituye los intereses que representa;
de modo que los intereses e incluso los problemas sociales son, en
definitiva, construidos o producidos por el discurso político,
y en segunda instancia ese mismo discurso asume su representación.
Lo que hace, en definitiva, el discurso político, es
hegemonizar determinadas demandas e intereses que han sido
producidos. Los sujetos, entonces, se constituyen discursivamente y,
con referencia a esos discursos, lo hacen en la medida en que se
reconocen en los intereses producidos. El discurso político
construye/produce los problemas a la vez que constituye sujetos de
esos problemas.
Un
novedoso aporte sobre esta problemática lo realiza Slavoj
Zizek, de la escuela lacaniana eslovena, cuya reflexión es
esencialmente filosófica y política.
El
autor sitúa en el pensamiento filosófico dos grandes
polos: uno es el constituido por el debate Habermas-Foucault, y su
opuesto está representado por el debate Althusser-Lacan. Para
Zizek, tanto Habermas como Foucault, para explicar la realidad
sociopolítica, recurren a plataformas extralingüísticas,
tanto al sostener el idel de comunidad intersubjetiva de comunicación
transparente (Habermas), como al afirmar la posibilidad del sujeto de
constituirse a sí mismo en modos de vida marginales
(Foucault). En cambio, en el otro polo, el sujeto se constituye por
medio de un reconocimiento (falso): el proceso de interpelación
ideológica por medio del cual el sujeto se reconoce
como el destinatario de un llamamiento.
De esta manera, aparece en Zizek un nuevo elemento a tener en cuenta
en el análisis político de las formaciones discursivas
hegemónicas: la articulación entre interpelaciones y
reconocimientos. De modo que el discurso hegemónico va
produciéndose al interpelar a los sujetos (constituyendo sus
intereses, sus problemas), y los sujetos se reconocen
como tales en esa interpelación (aunque este sea un
reconocimiento falso).
Si
consideramos las políticas hegemónicas en su carácter
de formaciones discursivas, como interpelaciones, como constituyente
y productora de determinados intereses y problemas (soslayando,
dejando fuera o ignorando otros problemas de una formación
social), nos encontramos que esas políticas son
establecidas bajo la forma de regulaciones (también reglas o
prescripciones) para la vida social y para su ordenamiento. El
análisis de las regulaciones ha sido objeto de
diversos trabajos en el campo de los estudios culturales. En
esta perspectiva, las regulaciones pueden ser explícitas o
implícitas.
Las regulaciones explícitas tienen un alcance y unas
consecuencias directas sobre nuestros actos sociales, nuestros
discursos particulares y nuestras representaciones simbólicas.
En cambio, las implícitas son reglas fundamentales o básicas,
que constituyen los marcos y los límites (también los
transformados en fronteras, según Laclau y Mouffe) más
amplios de las interacciones sociales. En este último caso, su
naturaleza es predominantemente tácita y no está
regularmente sometida a examen; por lo que contribuyen
significativamente a concebir al mundo como algo que se da por
descontado, como algo naturalizado o congelado, posible de
acceder e interpretar de acuerdo a los estatutos producidos. Estas
son el tipo de regulaciones que construyen y transmiten con mayor
capilaridad tanto el sentido colectivo como el sentido individual de
«normalidad» y «regularidad», ordenando y
enmarcando nuestras expectativas e imaginarios acerca del mundo y de
la vida.
Entonces
desde el punto de vista metodológico a partir de considerar un
análisis político del discurso, se analiza como la
construcción de un problema social va conformando un andamiaje
discursivo. Para esto utilizo discursos y realizo inferencias de
porque los adultos mayores no se han convertido en un problema
social.
En
esta disertación me propongo demostrar que he hecho una aporte
original en un vacío en el conocimiento. Esta vacío es
la ausencia, la no constitución de los adultos mayores sin
cobertura previsional como sujeto. Considero que identifiqué
una pregunta relevante (o problema) que no ha sido previamente
respondido y argumenté que merece ser respondido. Siguiendo
a Landi según quien un tema se convierte en problema
cuando se transforma en pregunta para la sociedad.
Esta pregunta se podría expresar en ¿Qué es lo
que ha hecho que las condiciones materiales de vida de los adultos
mayores sin cobertura previsional en la Argentina no se hayan
constituido como problema?
Para los
demás procedimientos metodológicos tomé un campo
material amplio en el que me valí de diversas fuentes:
recopilé documentos (leyes, proyectos de ley, programas
sociales), estudié la historia de las instituciones, recopilé
artículos periodísticos, trabajos especializados e
hice entrevistas. Los entrevistados fueron trabajadores sociales de
diferentes niveles de la administración pública que se
desempeñan en relación con los adultos mayores sin
cobertura previsional o que trabajan en áreas relacionadas con
la tercera edad.
Entrevisté a siete trabajadores sociales de
la Secretaría de tercera edad de la Nación, de la ex
Dirección Nacional de ancianidad, de la Subdirección de
la Tercera edad de la Provincia de Buenos Aires, del Programa Pro
Bienestar del INSSJyP, de Centros de salud que ejecutan el ex
Programa Asoma, del Servicio Social de un Hospital General de Agudos
y a un trabajador social responsable de la tramitación de
pensiones en un Municipio del Gran Buenos Aires.
Las entrevistas
fueron semi abiertas a partir de una orientación que abarcaba
aspectos de la formación de grado, la historia profesional,
la memoria institucional sobre políticas implementadas y las
inferencias con respecto a las razones de porqué no se ha
constituido como problema. El procedimiento fue grabar las
entrevistas y transcribirlas a partir de lo cual se trabajó
con análisis político del discurso. En el trabajo se
presenta una descripción y análisis de toda esta
complejidad. Esto me llevo a un mapa de situación de los
adultos mayores sin cobertura en la Argentina, particularmente con un
análisis detallado en la Provincia de Buenos Aires. He
arribado a un mapa de situación por vía de la ausencia,
por lo invisible o invisibilizado, un mapa de situación de
cuáles son las condiciones histórico materiales por las
que se llega a este mapa.
Este
mapa de situación me permite un recorrido alrededor de lo que
es mi objeto de estudio, a saber: cómo se construye como
problema social hoy, desde la política pública, la
cuestión de los adultos mayores sin cobertura.
Considero
que es pertinente la temática para el trabajo social por la
importante inserción en el campo de las Políticas
Sociales para la tercera edad que se remonta a por lo menos los años
cuarenta.
Si consideramos que las primeras unidades académicas en
Argentina tienen su origen en la década del treinta, se puede observar que esta inserción, se remonta
prácticamente a toda la vida profesional. Particularmente me
interesa la inserción, mucho más acotada que la del
campo de la tercera edad, en las políticas dirigidas a la
población de adultos mayores sin cobertura previsional que
tradicionalmente fue constituido por las políticas
asistenciales.
También
la pertinencia de la temática está en la importancia
que siempre tuvo para el trabajo social la preocupación por
problematizar lo dado como natural por lo que tuve en cuenta el
trabajo de Estela Grassi quien se pregunta
"
por qué, tratándose de un campo profesional cuyo objeto
son las diversas manifestaciones del conflicto y la contradicción
de relaciones sociales, expresadas (o conceptualizadas) como
"problemas sociales", hay, sin embargo, tan poco ( o nada)
de aporte por parte de los trabajadores sociales, en el conocimiento
de su propio objeto".
Por
lo cual es pertinente por cuanto en esta disertación se
trabaja en los porqué una cuestión no ha llegado a
constituirse como problema.
La
relevancia de la temática podría agruparse de la
siguiente manera:
Relevancia
por la envergadura de la problemática, relevancia por la deuda
que la política pública tiene con la problemática
y relevancia para el trabajo social por la posibilidad que tiene en
la producción de conocimientos con relación a la
problemática.
Esta
disertación tiene la siguiente estructura:
En el
capítulo I, trabajo sobre tres autores que han tratado a los
problemas sociales como construcción éstos presentan
diferentes características, y éstas tienen que ver con
distintos énfasis puestos: Remi Lenoir, va a considerarlo como
objeto de estudio de la sociología, y lo toma como ejemplo
testigo de las dificultades con que se encuentra un investigador
frente a su objeto de estudio. Murray Edelman, va a poner el énfasis
en la utilización que se haga de lo que se construya como
problema social. Guillermo O Donell, pondrá el acento en la
política pública como creadora de problemas y como
constructora de la agenda de temas.
En el capítulo se
analizan el desarrollo de cada una de las perspectivas, las temáticas
comunes a los tres autores y el programa de investigación que
de cada uno de ellos se desprende para estudiar los problemas
sociales como construcción .
En el capítulo II se
describe un breve recorrido histórico del planteamiento de la
cuestión, a manera de vía de accesos de cómo
se llegó al mapa de situación actual. Se hace un
recorrido por las diferentes Instituciones, normativas y programas
sociales que contemplaron a los adultos mayores sin cobertura
previsional.
Este recorrido abarca las intervenciones en lo social
desde las perspectivas paraestatales: La Sociedad de Beneficencia.
Pasando luego a las intervenciones estatales en la cuestión
detallando aspectos discursivas y acciones concretas de la Fundación
Eva Perón. Las intervenciones en lo social de la dictadura de
Onganía: la creación del Instituto Nacional de
Servicios Sociales para Jubilados y pensionados (INSSJyP). Las
acciones del Servicio Nacional del Anciano, sus modificaciones en los
años ochenta. Y por último las políticas
alimentarias destinadas a la tercera edad en los años 90.
En
el capítulo III, con el marco del análisis político
del discurso y la referencias teóricas planteadas en e
capítulo 1 se describen las diferentes formas en que se torna
invisible la cuestión de los adultos mayores sin cobertura
previsional. Describiendo la invisibilidad en : los discursos de
actores que inciden en la formulación de las políticas
públicas; en las políticas públicas que los
excluyen, en las que no tienen en cuenta sus características y
en las que por su debilidad en cuanto cobertura real los dejan
invisibles; último en la construcción y los usos que
como problema se hace de esta población que los mantiene
invisibles y por último la situación de salud de esta
población como una expresión de su invisibilidad.
En
el capítulo IV se analiza la posibilidad de que la cuestión
de los adultos mayores sin cobertura previsional se constituya como
problema. Esto se hace desde un análisis a partir de
inferencias de por qué no se ha cnstituído como
problema; un análisis de la posición de dos actores
significativos que sostienen como concepciones la visibilidad y la
invisibilidad; de analizar una perspectiva de inclusión
presente en la propuesta política de Seguro de Desempleo y
Formación de la Central de Trabajadores Argentinos y un
análisis de la intervención del trabajo social como
posibilidad de hacer visible lo invisible.