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El interior bonaerense no escapa al proceso de desruralización del sistema-mundo, el cual está muy avanzado y estaría concluido en los próximos veinticinco años. (Wallerstein; 2006:110) Pero esta tendencia no es aceptada pasivamente. Organizaciones sociales, productores familiares y Municipios trabajan para que millares de personas que habitan los márgenes del sistema social transformen su contexto inmediato intentando mitigar las fuerzas expulsivas que los llevan, en la mayoría de los casos a migrar y habitar los empobrecidos márgenes de las areas metropolitanas. En los últimos años, ha crecido la demanda de ayuda social por parte de familias trabajadoras para continuar con sus actividades laborales y por lo tanto poder mantener los lazos que los atan a los pueblos que habitan. Su posición económica absolutamente subordinada, y su situación de invisibilidad social no solo impiden la posibilidad de revalorizar su trabajo sino que conforman un círculo perverso de invisibilidad, incapacidad de demanda, desesperanza, abatimiento, migración, despoblamiento y más invisibilidad. Este cuadro no solo expresa la cuestión social sino que suma una nueva fractura configurando también una cuestión territorial. En el marco de esta cuestión social y territorial, el Estado provincial impulsa intervenciones de nivel meso social con la perspectiva de incidir en este proceso. Se aplican diferentes instrumentos de política entre los cuales se encuentran la inversión en infraestructura de uso comunitario.
Este
trabajo intenta reflexionar teóricamente sobre la intervención
en los proyectos sociales de infraestructura productiva. 1
La experiencia de los movimientos sociales 3 que sostienen relaciones sociales de producción no mediadas por el capital indica que el sostenimiento en el tiempo de dicho modo de producción-distribución alternativo se mantiene en tanto se sostenga el complejo de relaciones y significados que le da sentido. La hipótesis de intervención radica en la posibilidad de diseñar dispositivos interventivos que integren los espacios de producción de discursos construyendo un contexto social convergente que legitime y colabore con la reproducción las prácticas sociales que sostienen la experiencia. El marco conceptual propuesto
La
intervención social tiene como propósito
la integración social, a través del "conjunto de
dispositivos de asistencia y de seguros en función de mantener
el orden o la cohesión de lo que denominamos sociedad"
(Carballeda; 2002:91) La intervención comunitaria
es el dispositivo que intenta producir modificaciones en las
expresiones locales de la integración. Su horizonte se vincula
con la posibilidad de trabajar los aspectos más significativos
de la problemática de la integración que se expresan en
lo local en forma de fragmentación social. El trabajo
comunitario puede proponerse dentro de sus lineamientos generales,
intervenir en los procesos o fenómenos de fragmentación
(en tanto trama social), a partir de su expresión local
intentando reparar o reconstruir aquello que las condiciones
sociales, económicas y políticas fragmentaron.
(Carballeda; 2002:113)
La
mirada transdisciplinaria propuesta por Coraggio y Arancibia intenta
reconocer las múltiples conexiones entre producción y
reproducción y no estudia por separado los planos materiales
(lo productivo) y los inmateriales (lo social) sino que los integra
poniendo el énfasis en los mecanismos de reproducción
social. (Coraggio; 2004:12) Propone una intervención
relacionada con la construcción de mecanismos y sistemas
económicos impregnados de una lógica social como la
economía popular y solidaria. Un esfuerzo
orgánico de ligar lo social a lo productivo se encuentra en la
idea de desarrollo local. Según Coraggio, el Desarrollo
Local, en tanto propuesta de política
social implica intervenciones de transformación de las
relaciones sociales en una región. Conforme a la no separación clara entre producción y reproducción que acontece en las prácticas productivas populares, para la intervención social se tornan críticas las conexiones entre las prácticas productivas y los aspectos simbólicos que se ponen en juego: aspectos identitarios, los modos de producir, de habitar, de consumir y las subjetividades que estos implican. Intentaremos aproximarnos a esta complejidad en una comunidad rural desde la idea de complejo territorial de producción y reproducción (CTPR). Siguiendo a Coraggio, entendemos por CTPR a "...el complejo social cuya estructura de relaciones económicas, sociales y políticas se reproduce en un grado importante a través de procesos internos al mismo, y cuando los soportes materiales de dicho proceso están localizados en un ámbito relativamente compacto..." (Coraggio; 2004:67) Pensar desde la perspectiva de los CTPR supone una mirada de lo social que pone el énfasis en las condiciones de reproducción social de los modos de producción en un medio local. Los CTPR suponen la vigencia de relaciones sociales de producción específicas no necesariamente homogéneas con su entorno exterior, propias de una comunidad. Para nuestro caso de comunidades rurales, la reproducción está ligada al sostenimiento de prácticas sociales orientadas por el sentido de la reproducción ampliada de la vida legitimadas por valores y representaciones asociadas a identidades y pertenencias locales fuertes que se reproducen en territorios acotados como los pueblos del interior bonaerense lo que define la existencia del CTPR y recorta sus límites porque "Lo que delimita el CTPR es básicamente la regionalización comprensiva de diversas relaciones de producción, tanto de la fuerza de trabajo y de los medios de producción, como de las condiciones naturales y de las mismas relaciones sociales (Coraggio; 2005:11). En el contexto de fragmentación de lo social, nuestro objeto de análisis no puede estar acotado a las organizaciones populares, ni los CPPR, ni las cooperativas, sino que se debe extender a la comunidad rural singular, en tanto "...construcción social, es decir, como un conjunto de relaciones sociales que dan origen y a la vez expresan una identidad y un sentido de propósito compartidos por múltiples agentes públicos y privados" (Schejtman; 2003:10) Pero la capacidad de existencia de una determinada comunidad en un contexto signado por las relaciones sociales contractuales, utilitarias y mercantiles depende de su capacidad de reproducirse a sí misma en tanto capacidad de sostener el conjunto de prácticas en la cotidianeidad local en tanto espacio en donde los trabajadores resuelven la gran mayoría de las necesidades humanas. En particular está definido por la prevalencia de un sistema de representaciones que legitime dichas prácticas con determinada fuerza respecto a las fuerzas contrarias del contexto. Los discursos que emanan de los circuitos de circulación de poder social, en tanto emisiones orales, textuales o actitudinales conforman objetos que en la medida en que son coherentes, y hay convergencia discursiva son capaces de construir un contexto social discursivo capaz de orientar las conductas (Vasilachis; 1992: 32) La intervención encuentra su ámbito específico, el objeto de intervención, en tanto construcción del contexto social adecuado para el sostenimiento del CTPR y la reproducción ampliada de sus prácticas. En particular, el mantenimiento del conjunto de valores y símbolos que orientan y dan sentido a las decisiones, comunicaciones y contenidos educativos, en la medida en que dichos discursos construyan un contexto social convergente consistente con las prácticas productivas comunitarias. El marco institucional El contexto institucional en el que se inscribe la intervención social está signado por instituciones estatales con clara hegemonía de las políticas sociales neoliberales con características de políticas de Estado. Pero su implementación no está exenta de tensiones y contradicciones. Las instituciones de ayuda social se debaten en la tensión entre la demanda popular de intervención estatal como garante de su reingreso al mundo laboral y las propuestas del stablishment de corte neoliberal que siguiendo un guión global proponen al mercado como la gran reparadora de injusticias: "La transformación productiva tiene el propósito de articular competitiva y sustentablemente a la economía del territorio a mercados dinámicos. El desarrollo institucional tiene los propósitos de estimular y facilitar la interacción y concertación de los actores locales entre sí y entre ellos con agentes externos relevantes, así como de incrementar las oportunidades para que la población pobre participe del proceso y de sus beneficios. (Schejtman; 1: 2003) Más allá de los enunciados de desarrollo de las instituciones de acción social 4, la acción gubernamental, conforme a las prescripciones de los organismos de financiamiento internacional, está orientada hacia la idea de crecimiento económico. La acción social juega en el marco de consolidación de un régimen social de acumulación de tipo liberal-residual (Britos; 2006:14) La tendencia a la residualización le impone instrumentos de política determinados compatibles con las prácticas mercantiles y arreglos cualitativos centrados en el mercado. Es desde esta concepción que el instrumento privilegiado será la masificación de los mecanismos de crédito y como arreglos cualitativos las vinculaciones de los territorios a los mercados dinámicos. El microcrédito o crédito social pasa a ser el instrumento de política central. 5 El Fondo de Capital social (FONCAP), que se define como "banca de segundo piso" es el organismo (público-privado) insignia de las nuevas políticas sociales. Su presidente, el Viceministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, promete que con estas políticas se eliminará la pobreza en 10 años. 6 El microcrédito es presentado como la panacea de la política social, instalando la idea de la posibilidad de eliminación de la pobreza en el marco del proyecto neoliberal, discurso que ni Mohamed Yunus 7 se animaría a sostener. En la actualidad se verifica que la aplicación de esta herramienta en ausencia de una estrategia de desarrollo ha llevado a poblaciones a usar el microcrédito para comer. (Bello; 2006:1) 8 Como explica el profesor Pollin 9 "las iniciativas al estilo de Grameen tienen una capacidad limitada para combatir la pobreza global, especialmente si están colocadas en una estructura política dominada por el neoliberalismo" (Pollin; 2007:1).
Las
intervenciones analizadas en este estudio se realizaron en el marco
del Plan provincial "El trabajo
dignifica" del Ministerio de Desarrollo Humano (MDH). Este Plan
se despliega en casi la totalidad de los 135 distritos de la
provincia. El plan impulsa la creación de Planes Integrales de
Desarrollo Local en cada municipio y financia proyectos en diferentes
líneas: infraestructura productiva, de comercialización,
microcrédito y capacitación. La gestión está
asociada con los municipios y las organizaciones sociales de base y
articulada a varios organismos gubernamentales como el Ministerio de
Desarrollo Social de Nación, el Ministerio de Asuntos Agrarios
de la provincia, universidades y el INTA. Las comunidades rurales
Las
comunidades rurales pertenecen a los territorios no metropolitanos y
están constituidos por parajes, pueblos y pequeñas
ciudades. Por lo general hay mucha diferencia
entre la cabecera y el resto de los pueblos del distrito. Los
pueblos más grandes y las pequeñas ciudades aparecen
con una estructura social bastante dualizada siendo asiento también
de sectores medios y de propietarios de tierras. Los pequeños
pueblos han sido tradicionalmente lugar de asentamiento de
trabajadores del medio rural. La vigencia de un modelo productivo impulsado por los agronegocios que obtiene rentabilidad entre otros factores por la eliminación constante de puestos de trabajo. Este modelo concentra la propiedad de la tierra, construyendo una estructura social permanentemente regresiva y opera hacia el despoblamiento. Las clases medias se ven fuertemente disminuidas y empobrecidas reflejándose en pérdidas de establecimientos agropecuarios en el campo, establecimientos comerciales y de servicios y profesionales en la ciudad. 10 Transforma la cultura productiva del chacarero en la de un rentista urbano. En el caso de los pequeños pueblos, la cuestión social está signada por la desaparición permanente de puestos de trabajo y con ellos el sostenimiento de formas de vida. El consiguiente éxodo rural que lleva al dislocamiento de las redes sociales se expresa en el envejecimiento de la población, la pérdida de servicios y equipamiento, la desertización socioeconómica y el desvertebramiento del territorio. El territorio se fragmenta por lo menos en tres espacios socioproductivos: las redes en las cuales predominan los agricultores centrados en el campo; las redes en las cuales predominan los agricultores centrados en el pueblo; y las redes en las cuales predominan los agricultores centrados en la ciudad. (Silli; 2000:83) A la baja densidad poblacional, se le suma la baja densidad en la trama organizacional. Este vacío organizacional es cubierto, en parte, por un Estado, que debido a sus limitaciones, cae en un esquema voluntarista. 11 En las primeras intervenciones trabajadas con diagnósticos participativos afloran valores culturales básicos asociados al trabajo, lo solidario, lo local, lo familiar, y el deseo de autodeterminación. Estas dinámicas sociales son alteradas por el cambio en la relación con los territorios metropolitanos en sus procesos de conurbación. Los territorios rurales que entran bajo la influencia social, cultural y política de los nuevos actores sociales de la ciudad incorporan nuevos valores, nuevas prácticas, nuevos saberes, nuevas vivencias como es el caso del Movimiento por la agricultura familiar. La emergencia de identidades inacabadas Tradicionalmente, el imaginario de ascenso social en el medio rural estaba vinculado a ciertas identidades atribuidas (por las clases dominantes) de "microempresario" como paso intermedio del "productor rural." El avance del modelo del agronegocio y la consiguiente cuestión social horadó esa perspectiva de ascenso social en la que estas identidades se asentaba. La pérdida de poder social de las elites tradicionales agrarias (que abandonaron el espacio rural) y la crisis de los modelos propuestos por éstas generó una oportunidad que en general pasó inadvertida. Esta oportunidad pasó a dar lugar a la emergencia de identidades nuevas desarrolladas al compás de nuevas prácticas sociales, nuevos tipos de liderazgos y nuevos modos de organización. La identidad de "productor familiar" parece reconocer a aquellas familias que trabajan la tierra pero que no son incluidos en el proyecto global y se movilizan para resistirlo. Esta identidad, nueva, inacabada, les permite reconocerse a partir de verse a si mismo, como habitantes de los pueblos que desean seguir viviendo en sus lugares con sus familias. Esto permite a su vez identificarse con "otros" que vienen de la ciudad con ideas de trabajo, naturaleza, salud, familia y comunidad que forman parte del nuevo paradigma denominado Agricultura Familiar. Esta identidad presenta una simbología nueva: "Las semillas son más que un “recurso productivo”, son simultáneamente producto y fundamento de culturas y sociedades a través de la historia; ellas han seleccionado, almacenado e intercambiado sus semillas y plantas durante siglos, dándoles un lugar central en la construcción de su identidad. El mantenimiento de la diversidad de cultivos por parte de las comunidades, permite asegurar la existencia de variedad de alimentos en cada región, base de la nutrición adecuada de la población y garantía de Soberanía Alimentaria de los pueblos." 12
Esta
identidad es parte de una construcción social y cultural
alternativa que implica
nuevas modalidades organizativas caracterizadas por su horizontalidad
y formato de red. Esta identidad supone la construcción
colectiva de un proyecto político. Impugnan
al modelo en lo social, político, económico,
cultural, psicológico y ambiental. Rescatan la perspectiva
ecológica y el bagaje cultural de los pueblos originarios y
plantean prácticas comunes que permiten recorrer caminos
articulados. Luchan contra el desarraigo rural y el despoblamiento.
Denuncian al modelo de agricultura sin agricultores y trabajan
para desarrollar una agricultura basada en la diversificación
productiva, con formas de producción y
circulación orientados a la satisfacción de
necesidades, cuidando la naturaleza y sus recursos. Realizan
experiencias y procesos organizativos, rescatando saberes,
produciendo conocimientos, desarrollando tecnologías,
investigando, difundiendo, aprendiendo y capacitando. Se proponen
contribuir a la construcción
de un proyecto de país que sea capaz de construir una
sociedad más justa, solidaria y soberana.
Pero
aparecen límites en la constitución de esta identidad.
La identidad de productor familiar supone la propiedad y esto la
limita en su crecimiento. Esta identidad no puede despegarse de la
idea de productor asociada a la de propiedad porque la forma de
vinculación se conecta con la idea de la cooperación
agropecuaria, donde se presentan y se concurre al lugar común
con productos, no con trabajo. Los proyectos sociales de infraestructura
Los
proyectos analizados corresponden a 17 distritos del interior
bonaerense todos pertenecientes a una región del este de la
provincia. Algunos de ellos tienen varios proyectos de
infraestructura. La modalidad de participación y de la
composición de las mesas de gestión asociada en cada
distrito tuvo una composición singular conforme a la
existencia de actores constituidos en la localidad y a la apertura
política del municipio.
Los
proyectos fueron parte de un Plan Integral o no. En esta dimensión
hay también tres casos típicos. Los que lograron
componer un plan integral articulado para todo el distrito o “plan
estratégico”. La
"agenda de trabajo",
son los casos en que no realizan el plan integral a priori pero lo
logran a partir de un proceso de conocimiento concomitante con la
implementación de los primeros proyectos
(investigación-acción). Por último están
los casos que planifican solo el proyecto y no logran componer una
visión de totalidad de la problemática de la economía
social del distrito. Los planes y proyectos son:
Los proyectos de infraestructura pueden estar articulados a Fondos de Desarrollo Productivo o microbancos. En general, esta articulación supone que el crédito sea ofertado a la familia una vez que la infraestructura genera las condiciones para el crecimiento económico de la unidad doméstica. Las temáticas de estos proyectos tienen también casos típicos:
Todos estos proyectos refieren a establecimientos productivos o comerciales de cadenas de valor relacionados al alimento o al turismo. Estos establecimientos se manifiestan como lugares de alta condensación de relaciones socioeconómicas y de concentración de poder en términos de dominación entre agentes económicos que conforman una cadena productiva. La infraestructura productiva provee de un medio de producción que da al que lo controla una posición dominante respecto al resto de los agentes de la cadena productiva. Generalmente, esta posición es usada por los agentes capitalistas para imponer condiciones a los agentes con que se relaciona. 13 En nuestro caso, esta posición de poder es visualizada por las organizaciones y municipios como un lugar de poder para entablar relaciones reguladas por la apertura del sistema, la solidaridad, los beneficios compartidos y los precios justos. La apropiación comunitaria de estos medios de producción demandó la elaboración de normativas que en algunos casos se mantuvo informal aunque en otros se avanzó en la elaboración de acuerdos entre actores como base general a la elaboración descentralizada de instrumentos jurídicos que regulen las relaciones sociales de producción. Los criterios propuestos fueron: - objeto: El Estado financia la infraestructura productiva o de comercialización a las organizaciones de la economía social con el objeto de que integre un subsistema de economía popular solidaria e impulse el desarrollo local;
- Gestión Asociada: el municipio y los productores organizados constituirían una mesa de gestión asociada con la finalidad de establecer las condiciones para el mejor aprovechamiento de la infraestructura maximizando la generación de puestos de trabajo y de ingreso familiar entre los participantes. - Usufructo: El usufructo del equipamiento debe ser de los productores familiares y trabajadores y debe repartirse entre todos los participantes de la cadena producción – consumo a partir de la fijación de precios justos entre los agentes de las cadenas en que participe que prevea las necesidades de capitalización de los emprendimientos; Control, gestión o manejo: En virtud de avanzar hacia un protagonismo de los productores organizados y en virtud de asegurar el control y usufructo del medio de producción por parte de los legítimos beneficiarios y de relevar a terceros de las responsabilidades legales, económicas, laborales y fiscales que emergen de la operación del equipamiento, se sugiere concesionar el uso del equipamiento a un operador conformado por la organización de los productores; Propiedad: el dominio del equipamiento en manos del estado municipal puede aparecer como garantía última de apropiación social del mismo por parte de todos los destinatarios. Una ordenanza municipal puede no solo fijar el objeto social de la infraestructura y sino también asegurar el derecho al beneficiario además de impedir o al menos obstaculizar procesos de privatización. La propiedad en manos de una organización social deberá suponer estos fines y restricciones en el marco normativo de la institución. En el caso de una cooperativa deberán reflejarse en una resolución de asamblea ordinaria. En el caso de establecimientos educativos deberán ser refrendados por el Consejo Superior; - Uso compartido: En los casos en que la infraestructura sirviera para fines diferentes: sociales, educativos y/o productivos se puede regular un uso compartido de la infraestructura compatibilizando las necesidades económicas de los productores con los objetivos sociales, educativos y productivos optimizando su uso y evitando así la subutilización de la misma; - Organización: los productores tendrán derecho a una participación constante en el manejo, control y usufructo del equipamiento a condición de que avancen en su organización abierta, democrática y transparente y mantengan en vigencia las estrategias de precios justos y el desarrollo de relaciones de cooperación mutua y de solidaridad; - Articulación con el sistema: el municipio, debe poner en vigencia los instrumentos de política necesarios para brindar condiciones para el crecimiento y organización de los productores y acordar un proceso de formalización, fiscalización, y tributación progresiva articulado a las políticas provinciales y nacionales de desarrollo local y rural implementadas en la región; - Reinversión local de utilidades: la administración del emprendimiento deberá tender al no retiro de ganancias, sino al retiro solo de honorarios por trabajo o por producción y a la reinversión local de las ganancias o utilidades. Estos criterios están orientados a la creación de arreglos cualitativos entre los actores involucrados de forma tal de constituir una base material de un régimen microsocial de acumulación. Este régimen se basa en un núcleo de prácticas sociales que estructuran una forma de producir, intercambiar y consumir en un determinado territorio. Estos arreglos cualitativos conformados por el conjunto de convenios y contratos fija roles y espacios, define derechos, atribuciones, obligaciones y construye hábitos. Constituye un núcleo administrado de mecanismos de circulación de poder y se propone constituir un cambio de la estructura de opciones actuales percibidas por los trabajadores y productores locales. (Danani; 1997:31)
Pero
el mantenimiento de dichos arreglos, en tanto conductas sociales, no
dependen exclusivamente de su faz normativa. Las conductas, en tanto
componente de las prácticas sociales dependen en gran medida
de las representaciones que las orientan y dan sentido. La sola
fijación de un código de conducta no garantiza el
sostenimiento de las prácticas sociales. La intervención
se propone construir una estrategia de convergencia discursiva que
opere hacia la reproducción ampliada de prácticas
solidarias legitimadas. La hipótesis es la de construcción
de un contexto micro social de convergencia discursiva
a partir de la composición
coherente de los objetos que las formaciones discursivas del grupo
construye. (Vasilachis; 1992: 32) El contexto microsocial propuesto
demanda una convergencia entre los mensajes orales, textuales y
actitudinales en que se desenvuelven los protagonistas de esa
comunidad de forma tal de componer cierta verosimilitud y totalidad
discursiva. Las lecturas subjetivas sobre la gestión como
"actitudes del poder" conjuntamente con las emisiones
orales y los discursos escritos pueden construir objetos contextuales
coherentes a modo de convergencia discursiva. Además para que
generen un efecto sinérgico pueden estar mutuamente
alimentados y referidos. La intervención podría pensar dicha red como un dispositivo que integre y optimice los aspectos discursivos de las prácticas y espacios de decisión, comunicación y capacitación. 14 Se aspira a democratizar no solo el espacio deliberativo sino democratizar y transparentar el momento del manejo, tradicionalmente organizado bajo la lógica del sigilo, transformar el secreto del autor/gestor individual hacia la construcción colectiva de múltiple apropiación (Sposati; 2001:2) Bibliografía: ARROYO, Daniel. "Estado y sociedad civil en el proceso de descentralización". Pobreza urbana y políticas sociales en la ciudad del 2000. SEHAS - CONICET - Secretaría de Desarrollo Social. Ediciones SEHAS. Córdoba. Año 1999. BELLO, Walden. Microcrédito, Macro problemas. Publicado en el diario The Nation. El 15 de Octubre de 2006. Reproducido por ALAI. El 20/10/2006. En www.argenpress.info/nota.asp?num=035745. BRITOS, Nora . Ámbito profesional y Mundo del Trabajo. Editorial Espacio. Buenos Aires 2006. CARBALLEDA, Alfredo. La intervención en lo social. Exclusión e integración en los nuevos escenarios sociales. Editorial Paidós. Buenos Aires. Año 2002. CORAGGIO, José Luis - ARANCIBIA, Inés. Recuperando la economía: Entre la cuestión social y la intervención social. Versión revisada de la ponencia presentada en el Congreso Nacional de Trabajo Social: De Araxá a Mar del Plata, "35 años de Trabajo Social Latinoamericano", Mar del Plata. Mayo 2004. CORAGGIO, José Luis. Desarrollo Regional, espacio local y economía social. Versión revisada de la ponencia presentada en el Seminario Internacional “Las regiones del Siglo XXI. Entre la globalización y la democracia local”, organizado por el Instituto Mora, México, 9-10 de junio de 2OO5. CORAGGIO, José Luis. Economía Urbana, la perspectiva popular. Serie Propuestas. Ediciones Abya Yala - Ildis - FLACSO sede Ecuador. Quito, Ecuador. 1998. CORAGGIO, José Luis. La gente o el capital. Desarrollo local y economía del trabajo. Editorial Espacio. Buenos Aires. Año 2004. DANANI, Claudia "Algunas Precisiones sobre la política social como campo de estudio y la noción de población-objeto." En Políticas Sociales. Contribución al debate teórico-metodológico”. En HINTZE, Susana (organizadora); Oficina de publicaciones del ciclo básico común. UBA. Buenos Aires. Año 1996. MESA PROVINCIAL DE ORGANIZACIONES DE PRODUCTORES FAMILIARES. Declaración de la Mesa Provincial de Organizaciones de Productores Familiares. Parque Pereira Iraola, 19 de mayo de 2007. NOCHTEFF, Hugo. "Los Senderos perdidos del desarrollo". En el libro: AZPIAZU, Daniel y NOCHTEFF, Hugo. El desarrollo ausente. Restricciones al desarrollo, neoconservadorismo y elite económica en la Argentina. Ensayos de Economía Política. Editorial Tesis grupo editorial Norma. Buenos aires. Año 1995. POLLIN, Robert. Posibilidades y falsas esperanzas. Las realidades de los microcréditos. Publicado en Foreign Policy in Focus. http://www.counterpunch.org/pollin06252007.html SCHEJTMAN, Alexander y BERDEGUÉ, Julio. Desarrollo territorial rural. Capítulo 2. Taller desarrollo rural. Presentado en la Asamblea Anual de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo. Milán. Marzo de 2003. SPOSATI, Aldaíza. Movimentos Utópicos da Contemporaneidade: Diálogo com Boaventura Souza Santos. Mimeografiado. São Paulo. Año 2001. VASILACHIS, Irene. Discurso Político y Prensa escrita. La construcción de representaciones sociales. Un análisis sociológico, jurídico y lingüístico. Gedisa Editorial. Barcelona. Año 1997. WALLERSTEIN, Immanuel. La decadencia del poder estadounidense. Ed. Capital Intelectual. Le Monde Diplomatic. Buenos Aires. Año 2006.
1 Estos proyectos constituyen intervenciones sociales estatales en el marco del Plan Provincial el trabajo dignifica de la Dirección Provincial de Economía social y Desarrollo Local del Ministerio de Desarrollo social de la Provincia de Buenos aires durante los años 2006 hasta la actualidad.
2 Concepto desarrollado por Inés Arancibia. Trabajadora Social, co-coordinadora del Espacio de Economía Social del Instituto de Estudios y Formación de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), Docente de la Carrera de Trabajo Social de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Maestranda en Economía Social, Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), Argentina. 3 En estas experiencias se incluyen la producción comunitaria del hábitat, procesos de recuperación de fábricas y otras experiencias de desarrollo local. 4 Ministerio de Desarrollo social, Secretarías de Desarrollo Humano, etc. 5 Aunque también es una propuesta impulsada por otros referentes menos técnicos como Hilary Clinton o la princesa Zorraieta está fuertemente instalado en la institucionalidad del aparato de ayuda social. 6 Discurso de Daniel Arroyo, Viceministro de Desarrollo Social de la Nación y candidato a ministro de Desarrollo Humano de la Pcia. de Buenos Aires en la gobernación de la provincia de Buenos aires. La Plata, Junio de 2007. 7 Creador del sistema de microcréditos a través del Grameen Bank, en Bangladesh, en la década del ´70. 8 Walden Bello es profesor de sociología y administración pública en la Universidad de las Filipinas, y director ejecutivo de Focus on the Global South. Focus On Trade, # 124, octubre 2006. [Published on Sunday, October 15, 2006, by The Nation]. Publicado en www.Argenpress.info por Walden Bello (ALAI) (Fecha publicación:20/10/2006) 9
Robert Pollin es profesor de economía y codirector fundador
del Instituto de Investigación de Economía Política
en la Universidad de Massachussets-Amherst. Su revolucionario libro:
“Contours of Descent: US Economic Fractures and the Landscape
of Global Austerity,” acaba de ser publicado en rústica
por Verso, con un nuevo epílogo.
10 Este fenómeno se verifica hasta en ciudades intermedias como Balcarce que contando con 30.000 habitantes mantienen curvas de crecimiento poblacional constantes en los últimos cuarenta años mientras que la provincia en el mismo período ha duplicado la población. Plan Integral de Balcarce. Balcarce. Año 2005. 11 Análogamente a los territorios de la patagonia o de frontera, el Estado pasa a ser la principal y a veces la única organización social. Éste intenta mitigar, más o menos legítimamente, los efectos más notorios del raquitismo social y la falta de dinámica propias de una sociedad civil con serios obstáculos materiales y culturales para desarrollarse. 12 Documento de la Mesa Provincial de Organizaciones de Productores Familiares. Parque Pereira Iraola, 19 de mayo de 2007. 13 Los fenómenos de dominación se dan en general por la vía de la fijación de precios o por la fijación del resto de las condiciones de comercialización, formas y plazos de pago, forma de entrega, etc. Sabaté, Alberto Federico. Clase de Economía Urbana. Curso de Desarrollo local. UNGS. Año 2000. 14 En el caso de las cooperativas, la ley exige solo dos reuniones ordinarias al año. Un avance democrático sería reglamentar un aumento en la periodicidad de dicha reunión. * Datos sobre el autor: * Eduardo López Lic. En Trabajo social. Doutor em Serviço Social – PUC-SP. Docente - Investigador de la Facultad de Trabajo Social - UNLP. Técnico de la Dirección Desarrollo Local del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires. Volver al inicio de la Nota |
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