Periódico de Trabajo Social y Ciencias Sociales Edición digital |
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INTRODUCCION Y FUNDAMENTACION DEL TRABAJO
“Para actuar hoy en los sistemas así establecidos es necesario comprender y vivenciar esta nueva forma de actuación” 1 Tomaré a continuación algunas experiencias en redes intersectoriales que pude conocer desde la inserción a los equipos de trabajo en diferentes momentos de mi proceso de aprendizaje: en el Hospital, Centro de Salud y durante mi rotación libre el la Provincia de Jujuy. Entre otras redes, elegí reflexionar en el presente trabajo sobre los ejemplos de articulación intersectorial, por un lado porque se consideran poco comunes y tuve el privilegio de conocer más de uno durante mi residencia. Por otra parte, porque participar de los intercambios y propuestas de acción propios de estos espacios, enriqueció mi experiencia de trabajo social institucional en salud permitiéndome acceder a una mirada y una intervención más integral y eficaz posible. Así mismo, reseñar y difundir este tipo de experiencias aporta a la discusión sobre considerar la constitución de redes como instrumento y medio de participación social en el intento por reestablecer vínculos solidarios y espacios de intercambio que permitan reconstruir en parte y por partes, nuestra sociedad fragmentada. Contextualizadas dentro de los procesos más amplios de fragmentación social, busco comprender en estas experiencias de redes intersectoriales, los procesos similares que describen, y que surgen como característicos de este tipo de estrategias, en relación a su origen y dinámica de interacción social. OBJETIVO
METODOLOGIA
CONTEXTUALIZACION: una realidad de necesidad y fragmentación
A
partir de la aplicación de las políticas neoliberales
de ajuste que desfinancian al sector público, comienza el
retiro del Estado Social de su rol como garante de protección
que asumía desde la aplicación del conjunto de las
políticas públicas de asistencia y empleo.
Los
procesos económicos de privatización, desregulación
y mayor concentración impactan: en lo laboral, generando
desempleo y precarización. Según Castel, el fin de la
función del trabajo asalariado como gran integrador social, en
tanto proveía de ingresos e identidad a la población,
termina este proceso que se expresa en lo social con cada vez mayor
empobrecimiento, vulnerabilidad y desafiliación.
La
inequidad social se expresa en las diferentes situaciones de
insuficiencia o falta de ingreso, y-o de vivienda, alimentos,
educación, seguridad, recreación, etc. que afectan a
vastos sectores de la población determinando negativamente sus
niveles de salud en un sentido integral de la misma.
En
relación también a la salud, los problemas de
accesibilidad, por distancias, falta de recursos físicos,
humanos y materiales, maltrato institucional, etc.; al dificultar el
diagnóstico precoz y correcto control tratamiento de
enfermedades, la atención maternoinfantil, etc., colocan a la
población frente a un mayor riesgo de enfermar y morir
por patologías reducibles. Las muertes evitables son
nuevamente expresión de las desventajas económicas,
sociales y culturales.
Frente
a las dificultades de los estados nación y provinciales para
dar respuestas desde sus instituciones a las necesidades, surgen
desde la Sociedad Civil distintas propuestas asociativas de solución,
actores sociales diversos, tanto gubernamentales como no
gubernamentales, denominados como tercer sector. La
RED PUNA, una de las experiencias de articulación
intersectorial que analizaré más adelante, está
jurídicamente conformada como una Asociación Civil y
opera en la región de la puna y quebrada jujeñas al
norte del país. Actualmente reúne a 32 organizaciones
locales o de base, en su mayoría comunidades campesinas
indígenas, grupos/asociaciones de pequeños productores,
artesanos y artesanas, jóvenes, etc.; y una ONG, la Asociación
para la Promoción Integral (API); En conjunto desarrollan
acciones de promoción social y productiva, la propuesta
involucra aproximadamente a 1200 familias donde participan varones,
mujeres y jóvenes.
La
región, en términos socioeconómicos fue
históricamente relegada en la distribución de riquezas
nacionales, presentando una situación de pobreza estructural
expresada en los más altos indicadores de
pobreza del país y problemas sociales relacionados:
elevados índices de mortalidad infantil y materna,
desnutrición, alcoholismo, entre otras. Su población,
como otras rurales del país, se encuentra aislada y con muy
poco acceso a los escasos servicios sociales básicos de salud
y educación.
La
implementación de las políticas económicas de
ajuste y la disminución del gasto público social
impactaron directamente en las fuentes de empleo tradicionales
(minas, ingenios) aumentando aún más el desempleo /
subempleo y la oferta de los servicios públicos. En los
mercados rurales regionales se sumaron además dificultades
para la venta y obtención de un precio justo por los productos
que se desarrollan en la zona (carnes, lanas, artesanías).
En
las grandes ciudades, estos procesos de reestructuración
social adquieren una configuración particular.
La
segunda red intersectorial seleccionada para el análisis
proviene del ámbito urbano. La RED DEL BAJO FLORES es un
espacio de articulación de más de 20 instituciones
gubernamentales, no gubernamentales y comunitarias en la que
participan profesionales, vecinos y personas interesadas en la
realidad de la zona: Hospital Piñero, Cesacs 19 y 20,
Escuelas de Educación especial y de recuperación,
Programa de Alfabetización, COOPA, CAF 3, Caref, CONNAF,
Consejo de Derechos de Niños/as y Adolescentes, Caritas,
Parroquia Iratí, Zonal 5, Programa Adolescente del Bajo
Flores, Barrios en Juego, etc.
Opera
en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires en el Barrio del Bajo
Flores el cual comprende: la Villa 1.11.14, Barrios Illia 1 y 2,
Rivadavia 1 y 2, Juan XXIII y zonas aledañas. La Red Promueve
acciones para integrar las distintas políticas existentes en
áreas como la salud, la alimentación, la vivienda, la
educación, el trabajo, la niñez, la adolescencia, las
personas con necesidades especiales, etc.
La
parte sur de la ciudad se caracteriza por la existencia de grandes
bolsones de pobreza en villas de emergencia y complejos
habitacionales. La zona concentra más de la mitad de población
que habita en villas del total de la Ciudad de y representa un 15% de
la población total del Área Programática del
Hospital Piñero. Surge en estas áreas respecto al resto
de la CBA, los mayores porcentajes de población con NBI y/o
por debajo de la línea de pobreza y niveles educativos por
debajo del promedio de escolaridad. Sus habitantes residen en
asentamientos urbanos de alto riesgo social, habitacional y
ocupacional. La
complejidad y heterogeneidad de las problemáticas sociales se
expresa hoy especialmente en los servicios de salud por
el incremento de las denominadas “enfermedades sociales”:
TBC, VIH-SIDA, ETS, adicciones, violencia familiar y urbana, etc. Si
bien es incorrecta su clasificación, dado que todos los
procesos de salud y enfermedad son en su constitución
sociales; ni resultan complematamente novedosas, se presentan hoy dia
cronificadas y se muestran complejas para la intervención.
“Las
patologías de fin de siglo muestran la dificultad de sostener
un límite sectorial. La articulación con los sectores
de educación, justicia, acción social, entre otros
resultan imprescindibles a la hora de definir una política
eficiente y eficaz en salud” 2
Surge
para el trabajo social, como al resto de las profesiones de los
equipos de salud, el desafío de participar, simultáneamente
al trabajo institucional, en espacios diferentes para lograr
estrategias de intervención integrales que den respuesta a los
problemas históricos como a los novedosos.
REDES
EN SALUD
Entre
esos cambios Dabas/Perrone describen un pasaje:
desde
un pensamiento lineal hacia uno complejo, que introduce una
racionalidad diferente: “abre la inclusión de la
historicidad, el valor de los afectos, de las percepciones” 3
.
de
concepciones jerárquicas centralizadas a heterárquicas
donde coexisten jerarquías distintas sucesivas y simultáneas.
El saber, y poder que supone, tampoco se ubican ya solo en la
cúspide “…las singularidades no son las
partes que se suman para tener un todo sino que también
construyen significaciones en su interacción” 4
a
pensar los sistemas sociales como relaciones autoorganizadas como
la “…capacidad de los sistemas para modificar
sus estructuras cuando se producen cambios en el medio, logrando un
mayor nivel de complejidad y potenciando sus posibilidades de
supervivencia. Dichos cambios mantienen tanto la estabilidad lograda
como el desarrollo de modalidades organizacionales novedosas.” 5
Los
sistemas de salud experimentan, a partir de
la definición internacional de las estrategias de APS y
Promoción de la Salud, cambios en la organización
institucional y orientación de sus servicios. Pasan de una
lógica de estructuración jerárquica/centralizada
hacia una descentralizada (relocalización territorial
de los servicios) 6,
y en red.
En
nuestro país, la Ciudad de Buenos Aires adopta la modalidad de
redes como prioritarias incluyéndola en la legislación
vigente. En la Ley Básica de Salud Nº: 153/99 siete de
sus artículos (objetivos, organización que se da el
subsector estatal y funciones de las autoridades de aplicación,
etc.) refieren a un modo organizacional del sistema en niveles de
atención con la constitución de redes para su gestión
operativa.
La
Atención Primaria incluye una organización en redes
para efectivizar, definiendo mecanismos de encuentro, diálogo
y acción común, la participación y la acción
intersectorial como trabajo coordinado entre los distintos sectores
sociales.
El
objetivo de promover la participación es obtener
niveles crecientes de efectividad en la provisión de servicios
desde el sistema pero también autonomía de las personas
de la comunidad, para que dejen de ser objeto de
atención y se conviertan en actores que conocen, participan y
toman decisiones sobre su propia vida. Lo anterior supone la
incorporación también del concepto de empoderamiento. 7
En
tanto reconozca a los usuarios como sujetos de derechos y favorezca
el ejercicio político de los mismos, el campo de la salud
puede considerarse Espacio de Ciudadanía al promover
en ellos identidad, conciencia de derechos, responsabilidad de
deberes, respeto a las diferencias y participación activa para
la construcción del bienestar colectivo y de una democracia
real.
Podemos
pensar entonces el ejercicio de los derechos sociales en
términos de poder y recursos. Poder, para adoptar
decisiones informadas sobre la propia vida. Recursos para
llevar adelante tales decisiones de manera segura y efectiva, a
través del igual acceso a la información y a los
servicios y recursos adecuados.
Como
garantía de derecho a la salud y al conjunto de los derechos
sociales, la intervención desde el Trabajo Social debe
promover la participación de la comunidad y facilitar
su accesibilidad a los servicios y recursos existentes.
Una
estrategia posible es impulsar la creación o, si existen,
incluirnos activamente y con compromiso en redes intersectoriales.
Poner
en funcionamiento redes intersectoriales aparece como uno de los
niveles más complejos de alcanzar pero también como uno
de los de mayor proyección al momento de considerar su impacto
en tanto contribuye al fortalecimiento de la Sociedad Civil.
“Las
personas, al formar parte de las gestión pública y
actuar al mismo tiempo desde el lugar de ciudadanos y/o como
integrantes de asociaciones de profesionales, gremiales y
comunitarias; promueven el desarrollo de la trama social desde su
propio accionar. Esto genera no sólo un campo de participación
sino de asunción de responsabilidades” 8
ORIGEN
Y CONSOLIDACIÓN DE DOS PROPUESTAS DE RED INTERSECTORIAL
Busca
alcanzar, por complementariedad y colaboración, una mayor
capacidad resolutiva aumentando así la eficacia. Genera para
lo cual vínculos de articulación e intercambio entre
instituciones y/o personas que deciden asociar voluntariamente sus
esfuerzos, experiencias y conocimientos para el logro de fines
comunes. Dichos vínculos proveen a las relaciones que se
establecen de ciertas características dominantes:
espontaneidad, apertura, horizontalidad, fluidez y flexibilidad.
La
finalidad, expresada en objetivos de la tarea común, permite
establecen acuerdos normativos entre quienes la integran sobre los
límites y dimensiones de la red.
“Es
un sistema abierto, multicéntrico, que a través de un
intercambio dinámico entre los integrantes de un colectivo y
con integrantes de otros colectivos, permite la potencialización
de los recursos que poseen y la creación de alternativas
novedosas para la resolución de problemas o la satisfacción
de necesidades”. 9
Retomando
la contextualización realizada en apartados anteriores sobre
los procesos de fragmentación, coincide el comienzo del
análisis y de las experiencia a partir de una realidad de
carencia y aislamiento.
En
el inicio de las experiencias reseñadas está la
identificación de problemas comunes, frente a las necesidades
de una población que se comparte y la irresolución de
las mismas en el trabajo por separado de cada
Institución/organización.
Con
el proceso de consolidación de los vínculos que
promueve la estrategia en red se acercan distancias físicas
concretas producto por ejemplo, de la dispersión de las
comunidades a lo largo de la región de la puna y quebrada
jujeña, límite para la movilidad en términos de
tiempo y costos; o aquellas que resultan de la compartimentación
de la tarea institucional. En
ambos casos la primera convocatoria tiene como objeto intercambiar
características y sensaciones sobre la realidad adversa que se
comparte de lo cual surge, por un lado, la consideración de
estar desarrollando acciones superpuestas que desaprovechan recursos
escasos. Por otra parte, surge la necesidad de aunar esfuerzos en
principio para la realización colectiva de un diagnóstico.
Dabas
señala que, si bien existen recursos metodológicos para
implementar un trabajo en red las mejores intervenciones se producen
cuando se descubre y apela a vínculos y articulaciones
preexistentes.
“Nosotros
decimos: La Red del Bajo Flores ya existía, lo nuevo fue
darle una organización que potenciara su eficacia”
Previo
a la constitución de la RED DEL BAJO FLORES existían
microrredes de trabajo interinstitucional entre profesionales que se
comunicaban periódicamente por el seguimiento conjunto de
situaciones. En estas conversaciones surgían también
percepciones sobre la complejización de las problemáticas
que enfrentaban las familias del barrio y la sensación de
soledad en el intento cotidiano de dar algún tipo de respuesta
a las nuevas demandas. Frente
a la ausencia de políticas para el desarrollo sustentable y la
consideración de la región de la puna y quebrada jujeña
sólo como objeto de políticas asistencialitas, surge la
RED PUNA a raíz de una convocatoria de organismos técnicos
nacionales y ONGs de promoción productiva y social que venían
trabajando en la región.
Dichas
organizaciones mantenían alguna comunicación pero
trabajaban mayormente en forma aislada. En noviembre de 1996 se
reúnen en Humahuaca para compartir y discutir experiencias y
dificultades en el trabajo en vistas de acceder a un diagnóstico
de situación.
Los
sistemas que surgen del trabajo en red se encuentran definidos por
una finalidad explícita. Luego o durante la etapa diagnóstica,
al tiempo que se delinean acciones para enfrentar necesidades
inmediatas, se establecen los objetivos que irán instituyendo
a cada red como tal.
En
sus inicios la RED PUNA orienta sus acciones principalmente al
fortalecimiento de la producción en vistas de garantizar el
consumo básico de las familias.
“Buscamos
maximizar resultados, redistribuir equitativamente por lo menos en
los productivo” , “Queríamos
dejar de sobrevivir”
Su
documento fundacional define un proyecto de desarrollo local
territorial desde el cual intentar revertir la situación de
pobreza y exclusión de la región estableciendo como
objetivos: la organización de los productores, la
investigación técnico productiva y social, la inserción
en el mercado, la capacitación adecuada para los pobladores de
la puna; resguardando la identidad cultural de las comunidades. Se
busca explícitamente revertir la postergación social
histórica de la región y la desvalorización de
la cultura de las comunidades indígenas.
En
el inicio los profesionales que se reunían en la RED del BAJO
FLORES buscaban optimizar sus recursos e información en pos de
mejorar la atención a las familias. A partir de la gestión
conjunta de nuevos recursos se logra consensuar y plasmar en una
carta de intención el propósito último de sus
acciones: la defensa de derechos desde aporte al mejoramiento de la
calidad de vida de los habitantes del Bajo Flores a partir de la
participación en la elaboración de políticas
sociales en beneficio de la zona, para lo cual definen como
objetivos: la coordinación de acciones y recursos
institucionales y la elevación de diagnósticos y
propuestas a las autoridades correspondientes.
“Formalizar la
constitución de la Red del Bajo Flores no fue encontrar una
estructura visible sino su potencialidad. Se busca el cambio,
procurando viabilizar iniciativas y propuestas entre quienes la
integramos”
Clarificados
los objetivos de inicio surge en ambas experiencias, que hasta el
momento reunían a técnicos y profesionales, la
necesidad de convocar a la propuesta a la Comunidad.
Consecuencia
de la definición del objetivo de defensa de derechos se
produce la incorporación de las organizaciones de base,
principalmente comedores, a la RED del BAJO FLORES entendiéndose
que no deben ser excluidos en el diseño de las estrategias los
sujetos cuyos derechos son vulnerados.
“Pensar juntos
una distribución más justa y equitativa de derechos. No
implica representar ni suplantar a la población sino acompañar
y fortalecer su participación”
“Si los pibes no
pueden sumarse a este reclamo es solo letra muerta”
Durante
el diagnóstico en la RED PUNA, técnicos y campesinos de
las comunidades con los que trabajaban desde las organizaciones de
base a las que pertenecían, identifican en conjunto los
recursos con los que contaba el territorio. Entre los recursos se
contemplaban los culturales, naturales, humanos, económicos y
financieros.
Es
principio del enfoque de redes establecer relaciones democráticas
a partir de la promoción y constitución de vínculos
horizontales y flexibles entre pares. El espacio de participación
y decisión en ambas redes es la reunión o Asamblea,
donde las discusiones tienen una dinámica participativa y las
decisiones resultan del consenso.
La
RED del BAJO FLORES se reúne los terceros miércoles de
cada mes para trabajar sobre un orden del día armado entre
todos los que asisten. La reunión se configura como espacio:
De
socialización e intercambio de recursos, información y
estrategias de intervención.
De
discusión sobre problemáticas para acordar luego tipo
de datos a recabar, redacción y presentación a las
autoridades de informes diagnósticos para sustentar los
pedidos por más recursos.
Estos
vínculos, establecidos entre profesionales desde instituciones
en puntos concretos de la tarea asistencial, con los encuentros en la
red se profundizaron en el conocimiento mutuo, permitiendo expresar,
cada uno para sí y frente a otros, los límites y
posibilidades para la tarea que define lo institucional. Este
conocerse/reconocerse fueron los pasos previos según Rovere
para lograr luego la cooperación. El intercambio permite así
llegar a acuerdos operativos que además generan compromisos de
referencia y solidaridad.
Con
el crecimiento la RED PUNA, al aumentar el número de:
organizaciones,
de tener 5 en su inicio a más de 30 a la fecha
proyectos
sociales, culturales y productivos financiados, planificados,
ejecutados y evaluados.
Fue
creando una compleja estructura de organización, participación
y decisión.
Las
organizaciones que la conforman están agrupadas en 5 micro
redes territoriales: Norte, Sur, Centro, y Oeste en la Puna y de de
Quebrada. Delegados/as de las organizaciones locales conforman una
mesa por región: la reunión mensual de microrred.
También se reúne periódicamente la Coordinación
General, integrada por 2 representantes de cada área y 2
de cada microrred, quien convoca trimestralmente a Asamblea General.
Una vez al año, en la Asamblea Ampliada, se reúne el
total de la Organización. En los últimos tiempos se
crea la Dirección Ejecutiva formada por 5 miembros
elegidos de la Coordinación General y que asume la
representación de la organización.
Se
dan formas de reorganización interna frente a la
diversificación de la tarea y la subdivisión en áreas
o comisiones de trabajo relacionadas con los problemas identificados
y los objetivos de promoción fijados por cada Red.
Producto
del crecimiento antes mencionado, La RED PUNA adopta una organización
en Áreas Temáticas: Gestión y Administración,
Producción y Comercialización, Género,
Comunicación, Formación, Tierras y Jóvenes. Las
Áreas están integradas por representantes de las
microrredes, dirigentes, integrantes de las comunidades y técnicos
profesionales de diversas disciplinas como agronomía,
veterinaria, psicología, educación, antropología,
trabajo social, que conforman los equipos y se reúnen
periódicamente.
Buscando
incrementar el impacto de las gestiones realizadas para resolver
situaciones que requerían una resolución inmediata, la
RED del BAJO FLORES se subdivide en equipos de trabajo para ganar
mayor operatividad. Los equipos de salud, educación,
discapacidad; se dan internamente un encuadre de funcionamiento y
llevan el producto de la discusión y propuestas de proyectos a
la reunión general donde se establecen las prioridades sobre
el accionar de la red.
Ambas
Redes, como sistemas abiertos caracterizados por la voluntariedad
para la participación, experimentan permanentemente
incorporaciones, retiros o interrupciones temporales de
organizaciones/instituciones.
Algunos
organismos u organizaciones que participaron en partes importantes
del proceso de la RED PUNA se retiraron luego por distintas razones:
diferencias en los enfoques o modalidades de acción,
existencia de fuertes personalismos o porque simplemente finalizaron
sus proyectos en la zona.
La
participación voluntaria a la RED del BAJO FLORES se relaciona
la mayor de las veces con el interés personal de cada
profesional, que no necesariamente cuentan con el respaldo para este
tipo de tarea desde las instituciones que representan. En el tiempo y
por la propia dinámica de los contratos de trabajo, algunos
profesionales dejan de participar y con ellos se interrumpe la
representatividad de dichas instituciones lo cual es considerado un
problema.
“La
intersectorialidad pierde un sector”
Además
de admitir el ingreso y el egreso de las singularidades que la
componen, Dabas considera también la apertura de las redes por
la posibilidad de cambios que estas brindan en las funciones que
dichas singularidades desempeñan.
En
la RED PUNA los cargos de representación de los dirigentes por
microrred y por área de trabajo son renovables por consenso
con el objeto de producir una rotación de todos o cuando la
evaluación del desempeño es evaluada negativamente.
“Últimamente
cualquiera es bueno para cubrir cualquier espacio…pero que no
quede”
Considerado
como parte del trabajo que permite la consolidación y el
sostenimiento del espacio en relación a la responsabilidad
asumida y apropiación de la propuesta colectiva, se refuerza a
menudo la importancia de rotar entre los distintos integrantes las
tareas de convocatoria, coordinación y confección de
crónica de cada reunión mensual de la RED del BAJO
FLORES, como así también de los insumos para las
presentaciones conjuntas como la sistematización de datos
recabados entre todos o la redacción final de las notas.
Si
bien como se mencionó las redes se constituyen “sistemas
abiertos”, en ambas experiencias se generan criterios internos
de admisión tendientes a preservar el espíritu de cada
Red.
El
criterio para admitir a una organización local en la RED PUNA,
invitada por la respectiva microrred de la región, es el
reconocimiento que tenga en la comunidad, en términos de
respeto y adhesión a un núcleo de reinvindicaciones que
generan además identidad.
“Son cuestiones
reinvindicativas que encaramos juntos: tierra, forma de vida y de
trabajo… Pasa de lo individual a lo comunitario y de ahí
a la organización”
La
aparición de organizaciones e instituciones con perfil
clientelista o con un neto sesgo de control social trajo
confrontación y discusión al interior de la RED del
BAJO FLORES acerca de permitir o no su admisión. Si bien no se
les niega el ingreso, a partir de la clara comunicación de
objetivos y formas de acción fueron dejando de asistir a las
reuniones.
Además
de responder a los problemas de la coyuntura, las redes buscan
trascender la necesidad inmediata a partir de la orientación
de estrategias que involucren procesos de mediano y largo plazo.
En
la RED PUNA a partir de una primera experiencia ligada más a
lo productivo, se generaron nuevos procesos de organización y
la redefinición del objetivo de capacitación además
de técnica en, formación política en vistas de
conformarse como actor de transformación colectivo.
“Que los
ejercicios que propongamos estén orientados a la realidad de
la red o de las organizaciones. Que el objeto de estudio sea la red
para ponerle cabeza…es lo común que nos une a todos.”
Este
objetivo de trascendencia para quienes integran la RED del BAJO
FLORES es interpretado como la continuidad del compromiso para con la
tarea colectiva de discusión reflexiva y crítica de la
realidad social e institucional y la elaboración de proyectos
para superar las respuestas de carácter paliativo obteniendo
cada vez mayor poder de negociación..
“Pensar algún
nivel de trabajo que trascienda el ámbito del campo de nuestra
institución”
El
efecto de la red intersectorial es la creación permanente de
respuestas novedosas y, lo que es más importante, de forma
solidaria y autogestiva.
A
lo largo de estos años de trabajo conjunto ambas redes han
sumado logros concretos que reforzaron su identidad e ideario
compartido.
La
RED del BAJO FLORES ha iniciado un gran número de gestiones
conjuntas con resoluciones positivas para la comunidad en salud
(demanda por mayora cantidad de recursos humanos para la atención
pediátrica, ampliación de los Cesacs), educación
(aumento de la oferta de vacantes para jardines y primaria),
identidad (gratuidad en la tramitación de documentación
para extranjeros), etc.
La
RED PUNA, delinea, desarrolla y sostiene una Política de
Desarrollo Integral que contempla:
La
Producción Sustentable, a partir de la mejora en los
sistemas de producción, se basa el aumento de la
productividad. Competitividad y cuidado del medio ambiente, con
especial énfasis en la lucha contra la desertificación.
La
Comercialización, de los 3 tipos de producción de
la zona: frutihortícola, artesanal y ganadera.
La
Formación, frente a las demandas de capacitación
se crea una escuela de formación y capacitación que
acompaña el desarrollo organizativo, social y productivo de
las comunidades.
La
Comunicación, en vistas a garantizar la circulación
de la información y dar visibilidad a las acciones de la
organización.
Además
se conforma y consolida como organización campesina
indígena.
Las
organizaciones campesinas que integran la RED PUNA son descendientes
Kollas, grupo étnico con fuerte resistencia cultural que
conserva saberes y costumbres ancestrales y una particular
cosmovisión del mundo. Reinvindican el respeto por sus
orígenes y valoran la utilidad de su sabiduría en cada
práctica de su vida cotidiana.
“Volver a lo que
tiene que ver con nuestra identidad, para que no se pierda, volcarlo
a los jóvenes”
A
lo largo del proceso de organización de la red reeditan esta
identidad de pertenencia cultural y comunitaria en términos de
trabajo colectivo, organización, vínculos de confianza
y solidaridad.
“Uno trabajando
solo se siente un poco más corto”
“La red no es un
ente que da un servicio, es la misma red, la misma gente”
La
RED PUNA supera así la propuesta de la red intersectorial como
estrategia de articulación entre técnicos. Este
componente étnico provee al proyecto inicial de desarrollo
local de una fuerte de cohesión colectiva de reinvindicación
cultural que termina por consolidar la constitución de una
organización social campesina indígena.
“Nosotros
justificamos este nombre indígena como nativos, nato, propio
del lugar; de esta tierra la Argentina, y de esta organización.
Como nuestros antepasados hace 500 años, nosotros seguimos
festejando igual”
En
el bajo flores en cambio un proceso similar parece difícil de
conseguir. En el barrio, conviven argentinos e inmigrantes en su
mayoría bolivianos, peruanos y en menor medida, paraguayos,
chilenos y uruguayos. Estos distintos grupos, si bien mantienen
vínculos y prácticas como colectividades, se encuentran
escasamente integrados entre sí. Así mismo, dada la
realidad de extrema pobreza que enfrentan todos, la lucha cotidiana
por la supervivencia deja poco resto de tiempo y energías para
la participación. Así y todo algunos continúan.
En
función a estos logros y su crecimiento en número,
ambas redes cobran credibilidad e importancia, peso y poder como
colectivo de acción y de denuncia. Se proponen acciones
directas para cobrar visibilidad de los objetivos que se persiguen
para llamar a quienes coincidan a la participación.
La
RED del BAJO FLORES fue adquiriendo experiencia y notoriedad por el
contacto con otras redes de mayor trayectoria. A partir de es momento
comienza a convocar directamente a sus reuniones mensuales a los
funcionarios responsables de los recursos que demanda buscando
generar compromisos personales.
Así
mismo casi toda nueva institución que se abre o programa que
se inicia en el barrio, busca conectarse y presentarse a la red o es
convocada para hacerlo.
En
la última Asamblea Ampliada de la RED PUNA se definen dos
tipos de acciones: La primera marchar por la Ciudad de Humahuaca con
carteles en los que consten las consignas de la Organización.
“Que salga, que
reluzca lo que hacemos”,
”Además
de pedir, mostrar que ya hemos conseguido algo”
La
segunda, el armado de un documento a elevar a las autoridades
provinciales que incluía las situaciones que denuncia y los
recursos que exige la red: entrega de los títulos de propiedad
de las tierras de las comunidades indígenas, realización
de estudios hídricos y obras de infraestructura para la mejora
del abastecimiento de agua en las comunidades, creación de
fondos de créditos para los campesinos, becas de estudio,
mayor cantidad de profesionales de la salud en los hospitales y
puestos de salud, mayor frecuencia de las giras médicas y
equipamiento de comunicación para urgencias en los puestos de
las comunidades.
Aquellos
que participan de la propuesta colectiva en red, se enriquecen por la
presencia de saberes y conocimientos diversos. Integrándolos,
los convierten en capital social para sí y a favor de los
procesos de organización.
En
las asambleas de la RED PUNA se integran elementos de ritualidad,
denominados “mística” que fortalecen el
sentimiento de colectivo, con otras metodologías técnicas,
como el FODA y el Árbol de Problemas, realizadas luego para el
trabajo de reflexión y decisión.
La
dinámica de discusión en la RED del BAJO FLORES, al
estar conformada interdisciplinariamente y por instituciones diversas
que aportan su visión, permite pensar las
acciones/intervenciones desde una mirada integral y contextualizada
de las problemáticas.
“Intentar armar
algo en estos dos planos, por un lado desde lo micro y por
otro desde lo macro, tiene que ser permanente esta mirada”
La
eficacia del trabajo intersectorial en red se potencia con actores
comprometidos y conscientes de la importancia de su accionar en la
red
Constituida
la organización campesina, asumen la coordinación
ejecutiva del proyecto que iniciaran los técnicos los reales
protagonistas del proceso por decisión de todos. Se mantiene
de igual modo la participación de profesionales de
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales comprometidos con
el movimiento.
El
compartir territorialidad y familias y el armado de estrategias
colectivas que superaron el plano individual de reclamo de cada
profesional desde su institución, siguen generando
sentimientos de pertenencia y responsabilidad entre los profesionales
que participan en la RED del BAJO FLORES.
Esto
se da aún cuando se detectaron obstáculos en el
trabajo. Por un lado, la falta de reconocimiento de las propias
instituciones a las que pertenecen los profesionales. Por otro,
reconocer que la red estuvo atenta y abocada mayormente a los
problemas de la coyuntura consiguiendo recursos que, una vez
obtenidos ya resultan escasos.
Sin
embargo el balance sigue siendo positivo, por la continuidad de las
reuniones y gestiones y por el perfil de personas que convoca:
“Se incorporan
personas deseosas de participar activamente y no simplemente de
acatar decisiones de otros”
Las
discusiones y acuerdos que genera la dinámica en red, sin
contradecir directamente las regulaciones formales/burocráticas
de las instituciones/organizaciones a las que puedan pertenecer los
integrantes, introducen lentamente cambios en su concepción y
funcionamiento.
Aún
establecidas hace años las estrategias de Atención
Primaria y de redes, continúa como modelo dominante en el
Hospital la consulta individual por patología desde el
consultorio o la internación, desconociendo todo otro tipo de
prácticas preventivas y de atención que se desarrollan
“puertas afuera”.
Durante
los últimos años la RED del BAJO FLORES define la
situación de los adolescentes en relación a las drogas
y la muerte como tema prioritario sobre el que trabajar. Una vez más
el interés surge de la gran preocupación y las
dificultades de abordarlo de manera individual en la consulta desde
cada institución.
En
el intento por mantener el espacio físico donde funcionaba
anteriormente el Cesac 19 bajo órbita de salud para realizar
allí actividades preventivas y de capacitación con
referentes barriales y familiares y allegados de consumidores de
drogas, se redacta a las autoridades una carta de pedido.
La
carta visibiliza aquel otro tipo de trabajo incorporando en su
fundamentación conceptos que revalorizan la AP como
estrategia.
“ … en la
necesidad de dar continuidad a las acciones preventivas de salud ya
iniciadas tales como la formación de promotores de salud,
reuniones de articulación con comedores comunitarios dentro
del programa de riesgo nutricional, capacitación del personal
de los Cesacs en problemáticas de drogas, tareas preventivas
en prevención de adicciones, etc.
Incluyendo
también aspectos que hacen a lo simbólico, a la
identidad del barrio y su participación activa para ampliar el
acceso a la atención de su salud.
“Teniendo en
cuenta la representación del barrio, que ha participado
activamente en la gestión, acondicionamiento y ampliación
del mismo, el espacio físico se constituye en facilitador de
la tarea de prevención… manteniendo la presencia del
sistema de salud al interior del barrio”
CONCLUSIONES
Mi experiencia en la
participación de grupos y equipos de trabajo que optaron por
una articulación/vinculación en red intersectorial, me
permitió desde el intercambio con otros:
posicionarme para
comprender y actuar mi práctica profesional desde una mirada
integral y contextualizada, abierta a la complejidad de los
múltiples procesos involucrados en las situaciones de las
familias y grupos con los que trabajamos.
descentrarme
de lo institucional para reconocer con otros los límites que
algunas estructuras definen para nuestro trabajo pero también
para encontrar creativamente y en conjunto posibles soluciones que
abran de a poco un camino hacia el cambio.
probar
nuevas formas de relaciones y funcionamiento basadas en el
compromiso y la participación.
Pensar
nuevos trabajos en red supone el sano ejercicio de sensibilizar
nuestra mirada para descubrir la potencialidad de vínculos y
relaciones que nos anteceden donde el desafío no es
generar uno sino promover aquello que ya existe.
Resulta
prioritario lograr el apoyo de las autoridades de las instituciones
a las que pertenecemos para la constitución de redes
intersectoriales y su respaldo a las propuestas que de ellas
resultan.
BIBLIOGRAFIA
“Redes en
salud” Elina Dabas y Nestor Perrone. Patrocinado por
FUNDER, Noviembre 1999
“Redes
en Salud” Rovere Mario. Trascripción de la
conferencia del autor en el 6to. Congreso “La salud en el
Municipio de Rosario” Abril, 1997.
“Emergencia y
consolidación de una organización de base territorial:
la Red Puna” Graciela Pelicano y Osvaldo de la Cuétara.
Instituto de Filosofía y Letras UBA, 2005
“Una mirada en
red desde las instituciones que trabajan en el Bajo Flores”
Lic. Delgado, Dias, de Biasi, Gargiuolo, Sosa y Tranmar. Para
las Jornadas Recuperando 10 años de trayectoria de la
Residencia de Trabajo Social en Salud.
NOTAS
1
“Redes en Salud” Dabas/Perrone, FUNCER, Noviembre 1999,
pág. 5
2
“Redes en Salud” Dabas/Perrone, FUNCER, Noviembre 1999,
pág. 8
3
“Redes en Salud” Dabas/Perrone, FUNCER, Noviembre 1999
4
idem, pág. 4
5
“Red de Redes” Dabas Elina, Las prácticas de la
intervención en redes sociales, 1993
6
El sistema se organizó en niveles según
prestación de servicios y capacidad resolutiva. Los centros
de salud “puertas de entrada al sistema”, establecen
comunicación con la población y canales de derivación
hacia los niveles más complejos y especializados que son sus
hospitales bases. Ambas instancias efectoras de salud deberán
funcionar articuladamente, a fin de posibilitar una creciente
accesibilidad de la población a la totalidad de la red
asistencial sanitaria.
7
En un nivel individual refiere a la
habilidad del individuo para tomar decisiones y tener control sobre
su vida personal. El empoderamiento comunitario involucra a
individuos que actúan colectivamente para ganar mayor
influencia y control sobre los determinantes de la salud y la
calidad de vida en su comunidad.
8
“Redes en Salud” Dabas/Perrone, FUNCER, Noviembre 1999,
pág. 21
9
“Redes en Salud” Dabas/Perrone, FUNCER, Noviembre 1999,
pág.
* Datos sobre la autora: * Marina Vezzetti Trabajadora Social. Residente de Tercer Año Gobierno de La Ciudad de Buenos. Ministerio de Salud. Residencias en Salud. Volver al inicio de la Nota |
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