Periódico de Trabajo Social y Ciencias Sociales
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Para
la realización de esta comunicación comenzaremos
trabajando el contexto científico para que nos brinde un marco
adecuado, -de tipo conceptual y teórico- para el tratamiento
de la construcción del objeto del Trabajo Social.
1. DESARROLLO. 1.1.
El contexto científico.
En esta clasificación nos ubicamos –para nuestro trabajo y para el aquí y el ahora- en el punto 4 que ubica a la Ciencia Categorial Ampliada y que en ella se encuentran las ciencias culturales y en este caso concreto las que llamamos ciencias sociales o ciencias humanas que a su vez contienen a la disciplina del Trabajo Social. En este punto es necesario aclarar que en los primeros momentos de la existencia del Trabajo Social, el mismo fue considerado en el primer punto de la clasificación expuesta donde se menciona a la “ciencia como saber hacer” y la relaciona con la técnica, el arte y la prudencia. Esta ubicación no puede ser dejada de lado para la categorización del Trabajo Social, con la salvedad de que “la técnica, el arte o lo prudencia” –al momento actual- también son considerados como partes constitutivas de una ciencia y no apartados a-científicos como se pretendía establecer en los albores del Trabajo Social. El “saber hacer” incluye obviamente contenidos técnológicos que posibilitan el manejo estratégico de una disciplina para cumplir con los fines que se propone. Esta distinción realizada precedentemente nos permite una ubicación en el campo científico que nos posibilita pasar a definir qué entendemos por ciencia. Y para ello nos adherimos al concepto de Ciencia según el materialismo gnoseológico que es expresado también por García Sierra en su Diccionario de Filosofía, que ve a las ciencias como “construcciones” y nos dice así: “el materialismo gonoseológico ve a las ciencias como construcciones “con las cosas mismas” (por la imbricación entre las ciencias y las técnicas o tecnologías). Incluye en los cuerpos científicos a los componentes objetuales (objetos, aparatos, libros, laboratorios), que no serán interpretados como meros “instrumentos”, “referencias”, o “soportes” del conocimiento subjetivo; .... sino como contenidos objetivos o conceptuales ellos mismos, o, a lo sumo, como representaciones de objetos y de conceptos” 2. Y
en esta expresión nos interesa marcar las siguientes
cuestiones: * “las ciencias como construcciones con las cosas
mismas”. La idea de construcciones nos alude a una dinámica
constante, a una flexibilidad, a cambios continuos, a algo que es
móvil y no es estático, a continuos movimientos, a
diálogo, a relaciones, a complementariedad, a disensos, a
contradicciones, a confrontaciones, etc.; o sea: a una creación
o re-creación de algo que será realizado de acuerdo a
los componentes que se articulan para efectuar justamente dicha
creación o construcción. Y en cuanto a la expresión de: * la imbricación existente entre las ciencias y las tecnologías, -que anteriormente ya hicimos alusión-, se nos presenta como importante pues en ella se contempla un encuentro de estos dos conceptos para la construcción de estos conocimientos científicos, de la ciencia y la tecnología y no una división, que son partes de un mismo “cuerpo científico”, son “componentes objetuales” que actúan como “soporte de los componentes subjetivos”, o sea que no puede existir una separación de ellas como afirmábamos anteriormente en los inicios del Trabajo Social. Pasando
a otro momento del análisis nos interesa mencionar una
clasificación de las ciencias y para ello nos vamos a adherir
a Schuster (1997) que nos dice: “Una clasificación
posible de las ciencias nos permite referirnos a las ciencias
formales (lógica, matemáticas), naturales (física,
química, biología) y sociales o humanas (economía,
sociología, antropología, sicología,
psicoanálisis, historia, lingüística, derecho,
educación, política, comunicación, geografía,
-y aquí nosotros agregamos trabajo social- etc.). Recurriendo
a los diferentes niveles de la semiótica o teoría de
los signos podría señalarse que las primeras son de
índole primordialmente sintáctica, las segundas
semánticas y las terceras pragmáticas” 3.
Y Samaja nos dice: “creo que el rasgo común que permite alinearlas en un espacio semejante es que todas ellas adjudican un puesto decisivo a la práctica., otorgándole, además, un carácter constructivo: tanto de los términos teóricos, como de los términos empíricos. En el caso del Materialismo Histórico y de la Teoría Social de la Ciencia, esta práctica constructiva de los conceptos es, de manera predominante social, y está regida por leyes que presiden el desenvolvimiento de estas totalidades y organismos sociales. Para estas dos concepciones, tanto los términos teóricos como los empíricos, surgen de y expresan la experiencia de ese Sujeto Social. Esa experiencia social suprime, conserva y supera la experiencia de sus individuos integrantes. Para la Epistemología Genética, por su parte, tales nociones (o estructuras operatorias) expresan también una práctica social, pero no como una experiencia de un Todo, sino como la experiencia de los propios individuos: una experiencia individual en la que sus interacciones con las cosas y con los otros individuos evolucionan, tendiendo a una coordinación y cooperación puras como hacia una meta terminal. Esta meta es la maximización de la equilibración, como ideal” 5. El
interés de centrarnos en este tipo de epistemología
está referido a las siguientes consideraciones que marcaremos
en forma puntuada a objetos de mejor claridad: * la práctica
ocupa un lugar decisivo en la construcción del conocimiento; *
es, además, una empresa constructiva; * y como tal es
predominantemente social; * está regida por leyes que presiden
el desenvolvimiento de estas totalidades; * se privilegia al Sujeto
social superando las experiencia individuales o tendiendo a una
coordinación y cooperación entre dichos sujetos. La
reiteración de estos puntos básicos se realiza a manera
de resumen y para resaltar la importancia de los mismos, ya que
nuestra profesión está encuadrada en cada uno de los
puntos que contiene esta conceptualización realizada por este
autor.
1.2. La
Epistemología y el Trabajo Social.
Y
al respecto Bourdieu nos va a decir que “un objeto de
investigación, por más parcial y parcelario que sea, no
puede ser definido y construido, sino en función de una
problemática teórica que permita someter a un
sistemático examen todos los aspectos de la realidad puestos
en relación por los problemas que le son planteados” 14.
Y
en referencia también a estos relacionamientos y ahora en
relación al contexto científico va a ser Max Weber que
nos dice: “las relaciones reales entre “cosas”, lo
que constituye el principio de delimitación de los diferentes
campos científicos son las relaciones conceptuales entre
problemas. Sólo allí donde se aplica un método
nuevo a nuevos problemas, y donde, por lo tanto, se descubren nuevas
perspectivas puede nacer una ciencia nueva” 15.
2. CONCLUSIONES.
En el contexto general de las Ciencias nos ubicamos en las Ciencias Sociales, las cuales pueden ser caracterizadas como ciencia categorial ampliada, pragmática, que admite que los científicos que la componen posean distintas posiciones filosóficas, que su base empírica está contenida en la realidad o en la vida cotidiana y que esa realidad es altamente compleja y dinámica, pero conserva su carácter holístico y la mutua influencia de sus partes. El Trabajo social es una disciplina científica que forma parte de las ciencias sociales y por lo tanto comparte todos los componentes de la misma. En cuanto a lo epistemológico –y de acuerdo a nuestra posición- nos adherimos a las epistemologías dialéctica – genéticas que priorizan a la práctica, el carácter constructivo de ella como una empresa colectiva y como tal predominantemente social. En cuanto al objeto de estudio del Trabajo Social consideramos que es el mismo de las ciencias sociales y que su objeto particular u objeto disciplinar es un objeto construido entre las intersecciones que se establecen entre el sujeto cognoscente, el objeto por conocer y las relaciones que se entablan entre ellos y con el mundo que los circunda y que tienen que ver con la producción o la reproducción de los distintos sistemas que se encuentran vigentes en la sociedad actual, en la realidad o en la vida cotidiana del aquí y el ahora.
BIBLIOGRAFIA
NOTAS 1 García Sierra Pelayo. Diccionario de Filosofía. En biblioteca filosófica en español. www.filosofía.org Apartado 168. 2 García Sierra Pelayo. Op. Cit. 189. 3 Shuster Félix. 1997. El método de las ciencias sociales. Ed. Editores de América Latina. p. 7. 4 Ibídem. p.11. 5 Samaja Juan. 1993. Epistemología y Metodología. Elementos para una teoría de la investigación científica. Ed. Eudeba. Buenos Aires. p. 95. 6 Bachelard Gaston. 1949. Le rationalisme appliqué. 1ra. Edición. Puf. Paris. Cap. IV. Pp. 75. 77-78 7 Ibídem. 8 Bourdieu Pierre y otros. 1975. El oficio del sociólogo. Ed. Siglo XXI. 21 Edición. Madrid. España. P.130. 9 Bachelard Gaston. 1972. La formación del espíritu científico. Ed. Siglo XXI. Buenos Aires. pp. 1-4 10 Marx Karl. 1971. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política. Vol 1. Ed. Siglo XXI. Buenos Aires. p.22 11 Bachelard G. La formación.... op.cit. 12 Bourdieu Pierre. Op.cit. 13 Durkheim Emile. 1973. Las reglas del método sociológico. Schapire. Buenos Aires. p. 217. 14 Bourdieu. Op. cit. p. 54 15 Max Weber. 1971. Sobre la teoría de las ciencias sociales. Península. Barcelona. pp. 35-45 * Datos sobre la autora: * Inés Suayter. (*) Licenciada en Trabajo Social. Magíster en Desarrollo Social. Prof. de Metodología del Trabajo Social y Trabajo Social Comunitario en la Licenciatura en Trabajo Social de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán. Directora del Centro de Estudios de Redes Sociales de la Fac. de Filosofía y Letras. Volver al inicio de la Nota |
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