Periódico de Trabajo Social y Ciencias Sociales
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Por: Alfredo Juan Manuel Carballeda * (Datos sobre el autor)
El escenario actual Una larga serie de circunstancias complejas vienen atravesando nuestra sociedad desde hace mas de 30 años. En ese período de tiempo diferentes acontecimientos se inscribieron en nuestra memoria colectiva generando incertidumbre, desazón , desencanto, pero especialmente nuevas formas de padecer, de sufrir, que van desde la aplicación sistemática del terrorismo de estado hasta el temor que implica la posibilidad de caída en los oscuros espacios de la exclusión social. Luego de la crisis de Diciembre de 2001, la Argentina demostró en forma abrupta lo que se venía preanunciando desde años anteriores y se conocía de diferentes maneras. Los índices de empobrecimiento de nuestro país se multiplicaron y acumularon desigualdades e injusticias que se expresaban en un mundo señalado por el culto a un "dios" denominado mercado al que cada día se entregaron las vidas y esperanzas de muchos argentinos. Se trataba de mantener su "humor" y no provocarle "alteraciones de carácter" a partir de las conocidas "preocupaciones del mercado". Se trataba de imponer la aceptación a través de la aplicación de una violencia sistemática , real y simbólica que lo que estaba ocurriendo era transitorio En definitiva , se nos decía que cada caída en la exclusión era responsabilidad individual por no saber adaptarse a un "nuevo orden mundial" que fortalecía su discurso único. En todos estos años, nuevas formas del padecimiento, relacionadas con las expresiones de la injusticia, fueron presentándose desde otros actores que ahora comenzaban a recorrer las salas de los servicios estatales de salud mental . Eran rostros novedosos, algunos , los que penosamente lograban llegar procedían de la pobreza estructural , otros veían con asombro que se encontraban allí luego de una situación de caída que los encontraba sin trabajo, sin cobertura social y con los lazos sociales deteriorados. Las nuevas víctimas del disciplinamiento del mercado , comenzaban a ver en las inscripciones de sus cuerpos el recorte de sus ciudadanías. Así , la vida se transformaba en algo precario e incierto, donde la pérdida de derechos sociales llevaba a un rápidamente deslizamiento y a la privación de los derechos civiles y e la autonomía. En este contexto de nuevas - viejas demandas ubicadas en escenarios desconocidos por demasiado novedosos, comienzan a expresarse historias de personas que intentaban poner en palabras la singularidad de lo que ocurría inscripto en cada uno de ellos. Historias de padecimientos que se entrecruzan en los pasillos de los hospitales y en las salas de espera de los centros de salud, con la consiguiente superposición de lógicas, formas de comprender y explicar la realidad,.a veces con una marcada tendencia a naturalizar el padecimiento. Estas cuestiones comenzaron a interpelar a las prácticas que intervienen en el campo de la salud mental y a las instituciones. Así la denominada cuestión social , comienza a hacerse visible y lo que es visto interpela, genera nuevos interrogantes, que van desde las formas de intervención hasta la necesidad de nuevos diálogos con los marcos teóricos que las sustentan. Tal vez la presencia de estas nuevas realidades implique una necesaria reflexión sobre las prácticas en el campo de la salud. Las mismas se pueden ordenar desde; las problemáticas relacionadas con la socialización y la construcción de identidad; el incremento de las dificultades de accesibilidad (económica, social e institucional); la incertidumbre con respecto a la disponibilidad de insumos; la inseguridad con respecto a la continuidad de los profesionales y técnicos a partir de las contrataciones flexibles; la aparición de problemáticas emergentes relacionadas con procesos de exclusión social; la no continuidad de los tratamientos; la aparición creciente de demandas relacionadas con la drogadependecia y el alcoholismo, el entrecruzamiento de las condiciones ambientales, alimentarias y de infraestructura; las nuevas formas de la violencia ; todo en un nuevo escenario. En definitiva nuevas formas de demanda relacionadas con la salud mental entendida como padecimiento subjetivo.
Las Prácticas
Así, esta secuencia de cuestiones y problemas muestran la necesidad de repensar las prácticas que intervienen en este campo desde la formación de grado y post grado, pero también la necesidad de construir nuevos perfiles institucionales que puedan dar cuenta de estas nuevas expresiones de lo social en nuestro país. La intervención en lo social implica por un lado generar estrategias de recuperación de aquello que la crisis fragmentó o dejó bajo el olvido. Pero también es un espacio de interlocución entre estado y sociedad. La intervención aparece como el lugar de formulación de nuevas preguntas, básicamente como espacio de creación de la agenda pública, como lugar que "hace ver" que genera instancias de interpelación. La intervención, también construye formas de relación entre lo macro social y lo micro. Quizá, simplemente se trate de generar espacios de encuentro, de diálogo entre los diferentes campos de saber que en escenarios turbulentos, cambiantes, tratan de generar acciones de asistencia. Recuperando prácticas a veces olvidadas, tales como lo grupal. Pero, esto también, implica la necesidad de interrogarse acerca de los nuevos padecimientos sociales , analizando las diferentes instancias de relación entre los distintos campos de saber, la implicancia de los mismos y la necesidad de re pensar los modelos de asistencia desde una perspectiva integral que abarque a todo el sistema de salud. La Argentina cuenta con un importante capital social que se expresa en el conocimiento, formación y experiencia de quienes actúan en el sector. No se trata de imponer un saber sobre otro, o de borrar lo que se sabe y comprar un producto "enlatado" , sino simplemente de intentar dialogar entender el diálogo <palabra que viene del griego y en su origen se relaciona con la noción de conversación>. Así la conversación es, en definitiva una discusión organizada a través de diferentes personas interesadas en una misma cuestión que se intenta precisar, y respecto de la cual se pueden mantener puntos de vista distintos. Dado que el diálogo implica la comunicación de varios, este era concebido en la antigüedad como el medio propio de expresión del "logos" (legein), que originariamente significaba hablar, decir, narrar, dar sentido, recoger o reunir , siendo común a todos los seres racionales. Pero en este aspecto se hace necesaria una Política que genere, facilite , propicie estos encuentros desde el hacer, desde la perspectiva de inscribir las prácticas en salud dentro de la realidad de nuestro país, en una lógica de recuperación , tanto de los proyectos colectivos como del daño producido en estos años en las trayectorias individuales. Una política sanitaria es producto de la política social y desde allí surge la necesidad de reflexionar sobre el carácter no solo asistencial de la misma sino también anticipatorio y estratégico. En definitiva una política que genere el diálogo entre los diferentes actores. De la misma manera, la resolución posible a este tipo de cuestiones hacia dentro de los equipos de salud, pasa por la conformación de relaciones simétricas dentro de los mismos, ya que , la existencia de esquemas piramidales o verticales solo reproduce una lógica de dominación que va mucho mas allá del problema del conocimiento en abstracto o neutral. Tratando de generar transformaciones que apunten sencillamente a mejorar la accesibilidad al sistema de salud de nuestra sociedad atravesada por una guerra silenciosa que se encarga de enmascarar aquello que se presenta como conflictivo, manteniendo, en el caso del proceso salud enfermedad, la visión de la salud como algo estático, fijo que será resuelto en la medida que sea redituable su solución o que implique disolver, aunque sea momentáneamente su conflictividad. Para repensar el hacer , tal vez se haga necesario entender a la Salud como un resultado de relaciones sociales y del devenir histórico político. Es decir comprender la salud como proceso, como campo de lucha y transformación. * Datos sobre el autor: * Alfredo Juan Manuel Carballeda Trabajador Social Profesor Universitario Autor de los Textos La Intervención en lo social. Editorial Paidós 2002 y Del desorden de los cuerpos al orden de la sociedad.Editorial Espacio 2004. Volver al inicio de la Nota |
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