1.
Algunos antecedentes comunitarios en América Latina.
América
fue históricamente un lugar donde se realizaron los más
diversos experimentos en materia comunitaria; un lugar de utopías,
de ensayos sociales y comunitarios, algunos de ellos que opacan los
más ambiciosos programas de desarrollo de comunitario que se
pretenden realizar hoy día.
A
partir de 1609 los jesuitas, orden que pudo albergar en su seno una
multiplicidad étnica y profesional, comenzaron a construir en
el corazón de América del Sur, las misiones del Alto
Paraná, un proyecto que constituyó la concreción
en la práctica de un estado dentro de otro estado, sobre la
base de lo que el jesuita italiano Peramas llamó el
neoplatonismo en acción. El primer pueblo San Ignacio
Guazú fue fundado en ese año y le siguieron otros a lo
largo de los ríos Paraná y Uruguay. Según
Peramas, Yapeyú alcanzaba a tener 7974 habitantes, Ytapua
4780, Santa Ana 4334 y la mayoría de los treinta pueblos
fundados sobre el río Paraná contaban con una población
entre 1500 y 3000 personas.
En
líneas generales los pueblos respondían a un patrón
de asentamiento y constructivo similar. La iglesia, al lado de la
cual se encontraba el cementerio y al otro lado la casa parroquial,
el colegio, los talleres y las oficinas del pueblo; En el ángulo
opuesto el cotiguazú (coty: casa, guazú: grande, en
guaraní) destinado a las viudas y a niñas huérfanas,
que en realidad es uno de losprimeros servicios asistenciales
americanos. Delante de la iglesia una gran plaza, alrededor de la
cual se levantaban las casas todas iguales, agrupadas en manzanas.
Mas allá del pueblo, los sembrados, el ganado.
Efectivamente
si Platón no pudo implementar su propuesta en Sicilia y sus
diversos intentos de hacerlo, le valieron el desagrado de Dionisio el
viejo tirano de Siracusa y que fuese vendido como esclavo, los
jesuitas intentaron realizar un modelo muy cercano a las ideas de
Platón. Ruiz de Montoya en Paraguay, Vasco de Quiroga en
México, fueron figuras que llevaron junto a otros jesuítas,
estos proyectos adelante.
Las
misiones jesuíticas del Alto Paraná adoptaron en muchos
aspectos el modelo de República. Ni riquezas, ni pobreza
excesivas; aislamiento geográfico, en este caso de las zonas
colonizadas por los europeos; la educación en las artes, la
música, las artesanías; el gobierno para el bien de los
súbditos; comunidad de bienes, intercambio entre los diversos
pueblos jesuíticos.
1767
marcó el fin de este proyecto con la expulsión de la
orden del rey Carlos III. La medida se sitúa en razones
económicas y políticas. Por una parte en la necesidad
de asegurar el suministro de indios esclavos para el estado y los
colonos, por la otra en el recelo que causaba la expansión del
proyecto jesuítico y la constitución de un estado
dentro de otro estado. Esta expulsión contaba con antecedentes
ya que en 1750 estos habían sido expulsados de Portugal y en
1764 se suprime la orden en Francia. La abolición de la orden
tuvo lugar en 1773, y fue dictada por el Papa Clemente XIV.
Otro
interesante antecedente comunitario que lo encontramos en el actual
territorio de Brasil, son los Quilombos, que fueron repúblicas
en algunos casos, reductos en otros, que constituyeron las primeras
comunidades libertarias americanas, que reunieron a nativos, esclavos
negros y europeos que huían de las condiciones de vida y de
trabajo de las plantaciones e ingenios costeros.
Los
esclavos africanos fueron traídos al Brasil, a partir de la
autorización que les otorgaba a los colonos la Carta Regia de
1672. La esclavitud se alentó y extendió y a partir del
principio de Derecho partus sequitur ventrem, se consagró
la perpetuidad y heredidad del esclavo, que afecta indefinidamente a
toda la descendencia de mujer esclava y los cruzamientos con indios y
blancos.
En
un comienzo los quilombos eran comunidades de esclavos, que
escapaban juntos y que prosperaban en virtud de que los portugueses
se encontraban luchando con los holandeses por el control de
Pernambuco. En general los quilombos existieron en Bahía
(Jacobina, Río Vermelho, Gameleira, Río de Peixe,
Papagalo e Tucano), en Orobo, Babula, Nossa Señora dos Mares,
Cachoeira, Santo Amaro. En el Matto Grosso encontramos el quilombo de
Pindaituba y también se registra su existencia en Recife.
Estos
se multiplicaron entre los siglos XVII y XVIII. Uno de ellos, el
Quilombo dos Palmares, fue el que más importancia y extensión
tuvo y sobrevivió así un siglo, antes de ser destruido
por los colonos. El mismo sobrevivió en la imaginación
popular, en especial la de los sectores oprimidos, al punto que hoy
en Alagoas se recuerda en la fecha de los Quilombos, la lucha
sustentada a fines del siglo XVII, contra los reductos de esclavos
negros.
En
la plaza pública se representa una escenificación, en
la cual un cortejo de negros atraviesa la ciudad al son de
batucadas y el rey y la reina ocupan su trono. Por otro lado, también en
cortejo, aparecen los caboclos , armados de arcos y flechas, teniendo
al frente a su rey y su reina. La teatralización al compás
de instrumentos, simula un ataque de los indios a los negros y a su
vez un contraataque, pese a que según los historiadores, nunca
había existido animosidad entre indios y negros y la lucha se
realizaba contra los colonos portugueses.
La
república de Palmares comenzó a ser creada en la
segunda mitad del siglo XVI. Luego ganó el respaldo de indios
y blancos pobres, también víctimas de la dominación
europea, animada por el espíritu combativo y solidario
resistiendo durante un siglo.
Los
fundadores de esta nación crearon una nueva lengua, una nueva
cultura, una nueva religión, costumbres y relaciones sociales
originales; sus gobernantes eran elegidos por la población y
la tierra era colectiva.
Estas
comunidades constituyeron grupos con organizaciones, lengua, normas
propias. La pregunta es si pueden estas experiencias asociarse en
algo al desarrollo de comunidades o no ? Si al desarrollo de la
comunidad, lo asociamos con democratización de la sociedad,
con participación, con autogestión, con tomas de
decisión autónomas, con crecimiento económico y
social, parecieran que los presupuestos del desarrollo de la
comunidad se cumplen en algún grado.
Más
tarde hacia mediados del siglo XIX aparecieron una serie de proyectos
originados en las ideas de los socialistas utópicos franceses
(Considerand, Fourier, Tandonet, Saint Simón, Pecquer, Owen,
Cabet, Leroux, Prodohm). Estos se implementaron desde México
hasta Brasil y Argentina.
Elaboraron
doctrinas de la comunidad, doctrinas de critica social e intentan
hacer realidad la utopía, aplicar principios y doctrinas en la
organización y dirección de comunas favorecer una vida
completamente comunitaria; conformar comunidades de bienes, pequeñas
comunidades modelo, falansterios, microsociedades bajo el modelo del
fourismo o procurar un cambio en el régimen de propiedad, en
las relaciones humanas, en las relaciones de trabajo, en la familia,
o reconstruir la sociedad.
Se
cree en el papel de la educación y en la perfectibilidad el
ser humano. En América estas utopías mas que sueños
lejanos, pudieron concretizarse en proyectos de realización
inmediata. La mayoría tropezaron con su fracaso, su vida
efímera, no pudieron ir mas allá de los planteos
reformistas que sostenían, pero quién puede negar que
no contribuyeron con esfuerzos diversos....
Los
modelos fueron diversos y variaron desde el comunismo anárquico
del italiano Giovanni Rossi (Cardias) en Brasil, hasta el proyecto
pangermánico y antisemita de La Nueva Germania, fundada en
1886 en la región de Campo Cassacia en Paraguay, por
Elisabeth Nietzsche hermana menor del filósofo alemán
Friedrich Nietzsch.
Canudos
en el sertón de Bahia fue otro ensayo popular que mereció
un trabajo de Vargas Llosa, La guerra del fin del mundo y un
tratamiento por parte de Euclides da Cunha, historiador oficial del
ejercito brasilero, en Los Sertones (Os Sertões) obra escrita
en 1902.
Son
o no estas, experiencias democráticas, populares, modelos
alternativos al orden vigente en ese momento, búsquedas
creativas, elecciones conscientes de un mundo ideal ?
Como
vimos muy escuetamente, América fue el lugar en donde más
se ha intentado historicamente realizar el sueño del
verdadero y justo orden de vida. Pero todos estos
proyectos tropezaron con la escasa comprensión de su propia
condicionalidad histórica y social.
La
protesta social se expresa en formas ingenuas como lo expusiera en su
momento Marx, con la falta de adecuación a la realidad
existente. Con el desarrollo de la forma de producción
capitalista y de la sociedad en general, esas maneras ingenuas fueron
sustituidas por una visión específica del hombre, de la
sociedad, del mundo dadas por una teoría científica de
la sociedad y del cambio social.
En
todos estos casos puede verse el contenido crítico hacia la
sociedad, así como la idea de algo mejor, lo otro
que se anticipa en la espera (esperanza) por alcanzar ese futuro
mejor. El método utópico forma parte de una determinada
representación de la realidad t construye esa misma realidad.
Cada
época posibilita o no la realización de acciones y
propuestas comunitarias. Poco importa el título que reciban,
mas es necesario ver la importancia de estas experiencias en el
contexto latinoamericano.
Participación,
autogestión, cogestión, cooperativismo, con modalidades
diferentes según los países, son experiencias que
modifican las relaciones de poder de la sociedad y constituyen parte
del proceso de democratización de la sociedad. Muchos de ellos
conllevan la idea de planificación democrática, de una
praxis participativa cuestionadora y redefinen tanto el modelo de
desarrollo, con la transformación de la producción, la
distribución y el consumo.
Caben
mencionar alguno ejemplos. El proyecto de ley de cogestión del
año 1973 en Argentina, así como las experiencias
participativas realizadas entre 1973 y 1976 en el Frigorífico
Lisandro de la Torre, en la Junta Nacional de Carnes, en el Banco de
la Nación Argentina, en YPF Yacimientos Petrolíferos
Fiscales, Encontel, Empresa Winco, Opalinas Hurlingham, Siam.
En
Bolivia, la participación obrera en las minas a partir del año
1952. En Nicaragua durante el gobierno sandinista. La participación
obrera en Chile en las empresas de propiedad social (1964-1973), en
la empresa Minera El Teniente, en la acería de
Huachipato. La experiencia peruana de propiedad social implementada
por el gobierno nacionalista de Velazco Alvarado entre 1974 y 1978.
Todas estas experiencias de un pasa reciente, aparecen como distantes
a raíz de los profundos cambios societarios habidos en los
últimos treinta años.
Estas
experiencias eclipsaron con la puesta en marcha de la doctrina de la
seguridad nacional implementada por los Estados Unidos y los
gobiernos militares en la década del 70. La fragilidad de los
gobiernos democráticos y las políticas económicas
que se implementaron en esa época llevaron a una paulatina
pauperización de la sociedad. Las recetas recesivas de los
organismos internacionales, consolidaron el desempleo, la pobreza de
la población, frente a las ganancias de los monopolios, la
concentración del ingreso y el pago de la deuda externa. Estas
son demostrativas de que no hay democracia política, sin
democracia económica.
El
desarrollo de la comunidad no es mas que una nueva rotulación
a propuestas que los seres humanos han buscado a lo largo de su
historia. El desarrollo de la comunidad tiene mucho de la
intencionalidad utópica, en el sentido dado por Horkheimer.
Si
las experiencias utópicas fueron proyectos fundamentados en
una sociedad cerrada, frente a ella surge la idea de una sociedad
abierta. Tema este analizado por Popper y Dahrendorf, identificándola
el primero con los sistemas totalitarios, mientras que el segundo
hacía referencia a sociedades en las que estaba ausente el
cambio social.
El
desarrollo de la comunidad fue de alguna manera también una
utopía, al querer hacer menos injusta la vida, resolver los
problemas sociales acuciantes, dar a todos los ciudadanos el derecho
de disponer de su vida por sí mismos, así como intentar
democratiza la sociedad. La idea fuerza sobre la que se sustentó
fue la del desarrollo, la de crecimiento económico, en la
creencia de poder alcanzar los niveles de los países mas
desarrollados. Escapaba al análisis las relaciones de
dependencia entre los estados, el colonialismo, el poder de las
multinacionales ....
2.
El desarrollo de la comunidad.
El
concepto de desarrollo de la comunidad, apareció después
de la Segunda Guerra Mundial en 1947, en una publicación de la
sección de Extensión de la Universidad de Virginia,
EE.UU. y en 1948 en el informe de la Conferencia de Verano,
organizada por el Ministerio de Colonias en Cambridge, Inglaterra. En
ambas ocasiones el concepto fue empleado como posible sustituto de
educación de masas.
El
informe de Cambridge señala que:
el
desarrollo de la comunidad consiste en enseñar a la gente a
procurar por sí su propio adelanto, y no en mejorar las condiciones de vida mediante una acción
directa exterior. No aceptamos la opinión de que la mejora de las condiciones de vida debe
crear mejores ciudadanos; lo que deseamos es ver a mejores ciudadanos trabajar por conseguir mejores condiciones de vida. Pág. 7.
En
otras fuentes, como el relatorio del grupo de trabajo de la
Pre-Conferencia a la XIa. Conferencia Internacional de Servicio
Social sobre el tema Desarrollo de la Comunidad Urbana y Rural,
realizado en Recife, Pernambuco (Brasil) en agosto de 1962, señala
que el término desarrollo de la comunidad fue
utilizado por primera vez por el Gobierno Británico en
1942 con la finalidad de auxiliar a los países para preparar
su independencia.
La
definición adoptada en ese entonces decía que el
desarrollo de la comunidad es:
Un
movimiento con el fin de promover la mejoría de vida de toda
la comunidad, con su participación activa y, si es posible,
por iniciativa de la propia comunidad. Si acaso dicha iniciativa no
aparece de manera espontánea, se emplearán técnicas
que la hagan surgir y la estimulen con el objeto de asegurar
respuestas activas y entusiastas al movimiento.
El desarrollo de la
comunidad se ciñe a todas las formas de mejoría.
Incluye por lo tanto un conjunto de actividades que se desarrollan en
un distrito bien sea las que promueven el gobierno o las
organizaciones no oficiales. En lo que respecta a la agricultura se
desea la utilización de mejores métodos de conservación
de la tierra, mejores métodos agrícolas y mejor
tratamiento en la cría de ganado; en el campo de la salud, se
promueve mejores condiciones sanitarias y de administración de
agua, medidas ajustadas de higiene, protección a la infancia y
a la maternidad; en el campo de la educación alfabetizando y
educando adultos, así como, extendiendo y mejorando las
escuelas de primera enseñanza.El desarrollo de la comunidad
debe utilizar el movimiento cooperativo que será puesto en
práctica, en íntima asociación con los órganos
gubernamentales locales. p.7.
Los
primeros trabajos experimentales con esta orientación fueron
iniciados en 1939 por Ongs y algunos gobiernos (Egipto 1939;
Marruecos, 1941, India 1946, Togo 1948, Madagascar 1950) que comenzaron a iniciar programas educativos de esta naturaleza.
Fue
entre los años 1946 y 1954 que apareció la tendencia a
transformar proyectos locales en programas de alcance y dirección nacional. En este sentido en Argentina y en algunos países latinoamericanos, esta tendencia a regionalizar y/o
nacionalizar los programas se realiza alrededor de 1964-66.
En
1956 las Naciones Unidas y sus organismos especializados lograron un
acuerdo para establecer una definición provisional que
facilitara la labor de los gobiernos.
La
expresión desarrollo de la comunidad se ha
incorporado al uso internacional para designar aquellos
procesos en cuya virtud los esfuerzos de una población se
suman a los de su gobierno para mejorar las condiciones económicas,
sociales y culturales de las comunidades, integrar a éstas en
la vida del país y permitirles contribuir plenamente al progreso
nacional.
En
este complejo de procesos intervienen, por lo menos dos elementos
esenciales: la participación de la
población misma en los esfuerzos por mejorar su nivel de vida,
dependiendo todo lo posible de su propia
iniciativa; y el suministro de servicios técnicos y de otro
carácter en formas que estimulen la iniciativa, el esfuerzo
propio y la ayuda mutua, y aumenten su eficacia. El desarrollo de la
comunidad encuentra su expresión en programas encaminados a
lograr una variedad de mejoras concretas.
La
comunidad local, constituía una unidad (local), cuyos
problemas eran abordados en
forma
unificada y coordinada. En el plano administrativo y
técnico ello implica la cooperación de
una variedad de servicios técnicos y la adopción de un
enfoque común, que se denominó en el seno del Consejo
Económico Social como acción práctica
concertada. En el plano nacional ello
implicaba la colaboración de los diversos ministerios y
servicios, la cooperación de organismos
internacionales y la participación de diversas disciplinas de
intervención socio-educativa como la educación escolar
y extraescolar, la extensión agrícola, la educación
para la salud, la asistencia social o trabajo social y las ramas
especializadas de las ciencias sociales, en especial la antropología
y la sociología.
3.
El desarrollo de la comunidad en América Latina:
El
tiempo social se interrumpe con las sangrientas dictaduras militares
que imponen un modelo diferente caracterizado por la desaparición
del Estado de Bienestar, la implantación del modelo
liberal-capitalista, la privatización de la política
social, el incremento exponencial de la deuda externa que sume en la
miseria a las poblaciones; la reducción y el estancamiento de
los ingresos de las poblaciones, la inestabilidad política y
social, la falta de participación ciudadana, el incremento de
la brecha entre los que más tienen y el resto de la población,
el estancamiento de las inversiones y el deterioro de la empresa. Con
referencia a esto ultimo, la destrucción de la pequeña
y mediana empresa en Argentina es un ejemplo por demás
elocuente.
En
este modelo se realiza el desarrollo de la comunidad tanto desde lo
estatal como de lo privado con principios y acciones que se dirigen a
la acción asistencial y al control social. Pero el fracaso
deviene también del incremento de la insolidaridad y del
exacerbado e irresponsable individualismo.
El
desarrollo de la comunidad exige un mínimo para su
realización, como por ejemplo una firme vocación por
democratizar la sociedad o para generar espacios para la
participación popular.. Cuando estos mínimos no se
encuentran, las tareas de desarrollo comunitario son sustituidas bajo
ese mismo rótulo, por acciones que deberían tener otras
denominaciones y que son más aproximadas a la educación
y promoción comunitaria o a la prevención comunitaria
en salud, acciones estas importantes, que contribuyen pero que no
constituyen procesos de desarrollo de la comunidad.
El
desarrollo de la comunidad no es mas que una nueva rotulación
a propuestas viejas, como ya lo hemos visto. El desarrollo de la
comunidad se gestó bajo la postguerra con las necesidades de
desarrollar al mundo subdesarrollado, coadyuvar a los procesos de
descolonización e incorporarlos a las políticas de
modernización de la sociedad; procurar crecimiento
socio-económico.
En
América Latina, durante la década de los 60, se
constituyeron mediante el asesoramiento de organismos
internacionales, organizaciones burocráticas y tecnológicas
de desarrollo comunitario y los gobiernos implementaron bajo ese
rótulo importantes planes y programas de desarrollo de
comunidades.
Durante
el Estado de Bienestar el desarrollo de la comunidad fue aplicado
como una política de modernización tecnológica
frente al desarrollo industrial por el que atravesaban nuestras
sociedades latinoamericanas. Mas el propósito fundamental ha
sido el de servir de control social frente a los desafíos
provocados por la revolución cubana (1959) y la expansión
de la ideología marxista en el continente. En esa época
el desarrollo de la comunidad y las diversas formas de participación,
también eran sostenidas por la Iglesia Católica, con
encíclicas como Mater e Magistra.
El
cuestionamiento al modelo de desarrollo económico, social y
civilizatorio, y a un progreso uniforme y universal, trajo
posteriormente la necesidad de poner énfasis en las
diferencias, especificidades y singularidades; buscar nuevas
formulas, junto a la aspiración de crear mejores condiciones
de producción y de riqueza y una mayor conciencia ecológica,
para lo que sería necesario abrir el sistema de decisiones
para liberar el potencial organizativo y productivo a nivel local.
La
desaparición del Estado de Bienestar, el surgimiento del
nuevo orden internacional se encuentra caracterizado por
el papel central del sector privado y por una nueva división
del trabajo que reestructura mercados, reorganiza espacios
territoriales, relocaliza poblaciones, adecua legislaciones y
flexibiliza sus normas.
Comienza
a hablarse de desarrollo sustentable, de desarrollo a escala humana,
desarrollo de base, de desarrollo autosostenido, de desarrollo
autocentrado, de ecodesarrollo, de democracia ambiental
participativa. Se pretende restaurar con nostalgia ciertos ideales
utópicos, relacionados con la comunidad perdida,
etc. Todos estos son paradigmas diferentes, propuestas y esfuerzos
por plantear desarrollos alternativos. Así comienza también
a hablarse de desarrollo local asociado a las ideas de
descentralización y desconcentración de las políticas
de desarrollo.
La
internacionalización del capital y del aparato productivo,
introducen profundas modificaciones en la lógica territorial
(espacial). En este sentido muchas decisiones locales
expresan intereses impuestos por flujos financieros externos y por el
comercio exterior tal como se evidencia con el turismo y el
desarrollo de infraestructuras y equipamientos en algunas regiones
del planeta o con el impacto que sufren las comunidades de pescadores
y rurales en muchas regiones o los procesos de recalificación
del suelo urbano para la construcción habitacional o la
instalación industrial.
Un
viejo concepto asociado al desarrollo de la comunidad en la década
del 40, aparece vigente y actualizado en estos últimos tiempos. Es el concepto desarrollo local. Si el desarrollo de la comunidad,
aspiraba a una integración de lo local, a lo nacional y a un
ejercicio de la planificación global y centralizada, el
desarrollo local alienta un control decisivo por parte de los actores
sociales locales, en especial los económicos, y a otorgar más
poder, atribuciones, representatividad y diversificación de
los centros de decisión centrales al ámbito local.
Se
hace la crítica al Estado autoritario, no
participativo, paternalista y autocrático,
al Estado controlador y se propugna un Estado
facilitador y estimulador de decisiones,
impulsor de las iniciativas a nivel local. Pero por otro lado
diversos autores insisten en la debilidad de lo local y en que este
modelo local anula las barreras a la entrada de las multinacionales,
que buscan ventajas competitivas a nivel regional y local.
Este
modelo local no escapa a la necesidad de la existencia de una cultura
participativa por parte de la población; a una mayor
democratización de la sociedad; a generar estructuras de
participación a nivel regional y local, a una modernización
del Municipio que le permita abordar nuevas funciones y nuevas
tareas, por sobre las acciones clientelisticas y efectistas que lo
han caracterizado.
El
desarrollo local, contribuye dentro de un marco de identidad
histórica y cultural, a dar especificidad al desarrollo, pero
a la vez parece estar limitado a las posibilidades, potencialida-des
y necesidades que tiene la región y las comunidades en las
cuales se implementa, sean estas rurales, urbanas o de pescadores.
Por
otra parte la realidad muestra las limitaciones propias del municipio
en cuanto entidad político-administrativa, sujeta a las pugnas
por el poder, a las políticas clientelisticas; la falta de
experiencia en planificación; la falta de cuadros técnicos,
así como la psicologia social de la población o la
falta de organización por parte de las comunidades o el
funcionamiento del esquema pueblo-demandante/gobierno donante.
La
inclusión social, la generación de empleos, la
distribución de la renta, la preservación de la vida y
del ambiente, la constitución de estados soberanos, la
satisfacción de las necesidades de nuestras poblaciones, la
construcción de una sociedad más igualitaria y justa
parece estar muy alejada de las posibilidades locales. La debilidad
de lo local; las relaciones de poder; las carencias presupuestarias,
no posibilitan negociaciones y transacciones igualitarias.
La
identidad colectiva de sus miembros o la iniciativa social, no
parecen ser condición suficiente para alcanzar un desarrollo
mas justo e igualitario.
En
América Latina las diferencias entre el desarrollo de la
comunidad realizado en la década del 60-70 y el desarrollo
local del 90 a la actualidad radica en los siguientes aspectos:
|
Desarrollo
de la comunidad |
Desarrollo Local
|
Contexto
histórico
donde aparece:
|
Desarrollismo
de la década del 60.
|
Desaparición
del estado de bienestar. Consolidación del neo-liberalismo.
|
Papel del estado:
|
El gobierno es
responsable por el bienestar general.
|
El bienestar se
delega en grupos empresariales, ONGs y grupos civiles.
|
Escala:
|
Desarrollo
Nacional/regional planificado.
|
El desarrollo queda
librado solamente a las orientaciones generales del Estado o al
libre mercado.
|
Nivel de
implementación:
|
Los planes de
desarrollo parten del Estado y se coordinan entre los diversos
servicios estatales (Nivel Ministerial)
|
Los planes quedan
librados a los actores sociales, en especial ONGs y Gobiernos
Locales.
|
Orientación:
|
El propósito
es integrar las comunidades a nivel nacional.
|
Fortalecimiento de
lo local.
|
Relaciones
establecidas:
|
Gobierno-Bases
|
Burguesias
Locales-Bases.
|
Financiación:
|
Estado Nacional.
Movilización de recursos gubernamentales centrales.
|
Organismos
supranacionales y fundaciones privadas. Mínima movilización
de recursos por parte del estado nacional.
|
El
desarrollo de la comunidad se inscribe hoy día en la reducción
de la pobreza, la creación de empleo, la democratización
de la sociedad y la incorporación de las comunidades a la
innovación tecnológica y el cambio social.
Las
ventajas de los sistemas de descentralización (económica,
de servicios, administrativa) son sin lugar a dudas importantes, más
también parecen utópicos, cuando se carece de recursos
materiales o de una elite sensible y formada a nivel local.. Los
partidos políticos pueden obstaculizar estos procesos, cuando
las luchas políticas por su intensidad atentan contra la
voluntad de promover el desarrollo o cuando los servicios del
gobierno local, son utilizados partidariamente en vez de concentrarse
en el bienestar general de la comunidad.
Autoridades
egocéntricas, autoritarias, nepotismo, grupos de parentesco,
grupos económicos, pautas administrativas conservadoras,
pueden obstaculizar el proceso democrático. El desarrollo de
la comunidad busca el crecimiento socio-económico, el
desarrollo integral de la persona y el aporte a la paz, la
intensificación del control popular, el aumento de los
mecanismos de participación ciudadana y comunitaria. Las
metas con las cuales el desarrollo de la comunidad persigue estos
objetivos, están ligadas a la eficacia del trabajo, para lo
cual se necesitan de recursos calificados, de funcionarios
(administradores, técnicos o profesionales) con conocimientos
y capacidad técnica; la coordinación de programas en
todos los niveles y el desarrollo de un espíritu de servicio
público junto con la consolidación del dialogo y el
debate, como medios de construir un espacio de convivencia y
tolerancia.
Pero
también es de descreer en las simples soluciones
profesionales tan en boga en los tiempos actuales. El
desarrollo de la comunidad no se hace entre bambalinas
universitarias, ni tampoco se hace investigando en eterno, el
desarrollo de la comunidad se hace con la gente, generando
condiciones para que la gente pueda aportar sus ideales, sus puntos
de vista, sus conocimientos y su energía. No es un proceso
unilateral, aunque se necesite contar con una definida vocación
democrática. El dueño y beneficiario de esta empresa es
siempre el pueblo, guiado por una orientación pragmática,
alejado de las especulaciones cientificistas o teórico-políticas.
España,
octubre de 2002.
NOTAS