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Edición N° 26 - invierno 2002

PARALELOS HISTORICOS:

Una doble contabilidad

Por:
José Luis Parra
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(Datos sobre el autor)


INTRODUCCION

El capitalismo tiene nuevos dueños.

En la última década, Estados Unidos se quedó sin rivales que lo desafíen para arrebatarle el papel de Primera potencia mundial. A pesar de ello, se presenta como el mayor contendiente de la Historia, frente a los supervillanos que intentan demostrar -sin éxito- lo perversos que son -1-.

El crecimiento desmedido de los grandes emporios capitalistas -amparado por el propio gobierno de los EE.UU. y sus países satélites- evolucionó hasta el punto en que el Estado mismo fue absorbido por esas empresas, para convertirse en un área más dentro de la organización empresarial.

Los jóvenes estudiantes de Principios de Administración de Empresas deberían agregar nuevos ítem a los organigramas tradicionales. A los ya conocidos departamentos de Marketing, Costos, Comercialización, etc. y a los no tan estudiados departamentos de contrabando, tráfico de influencias, contabilidad en negro, evasión impositiva, pago de sueldos miserables y uso de la violencia cuando se pierde el control; se han sumado -o elevado de categoría- los departamentos de Lavado de dinero, desestabilización de gobiernos, explotación de los países "emergentes", imposición de deudas ilegítimas y cobro compulsivo de las mismas, fabricación de armas, diseño y generación de conflictos y guerras, venta de armas para utilización en esos conflictos, etc.

Estos nuevos Departamentos funcionan -ahora abiertamente- desde las oficinas de organismos del Estado, tan bien como desde las mismas oficinas de los grupos monopólicos.

El viejo sistema de dominación del Imperio Romano se perfeccionó con el uso de las nuevas tecnologías en armas, transporte y comunicaciones.

El camino romano, por el que los soldados imperiales se movilizaban rápidamente para ahogar sublevaciones populares en los confines del Imperio, fue aumentado a escala mundial con el uso de aviones y barcos; y se intenta el control absoluto con las herramientas formidables de la comunicación: satélites y redes.

No son necesarias profundas reflexiones ni análisis económicos para entender cómo se desarrolla el nuevo escenario mundial. Interin, el Emperador George W. Bush intenta que no lo desplace ningún golpe palaciego. ¿Será otro grupo oligopólico su mayor enemigo? ¿O su temor se personaliza en las masas de hambrientos y los movimientos de lucha por los derechos humanos y planetarios?

En 2001 se podujo la quiebra de Enron, una de las empresas más grandes de los Estados Unidos. Al paso del tiempo siguen apareciendo elementos que demostrarían que se trató de una maniobra ilícita que licuó millones de dólares; que existen conexiones directas con el poder central y la familia Bush; que estas conexiones "ensucian" a gobiernos títeres en todo el mundo (España, Inglaterra y Francia, así como India, Argentina, Uruguay, México, Bolivia y Chile, entre otros).

Podemos hablar entonces de un dominio mundial, que se desarrolla junto a una "burla mundial". Burla que se les hace a los mismos principios en los que está basado el Poder del capitalismo y su ideología, el liberalismo. Aquí no se salvan ni los "ciudadanos de primera" del Imperio. Miles de trabajadores y ahorristas fueron embaucados por el mensaje tentador del liberalismo, que dice que nada mejor que los propios mercados los que se autoregulen. Y por otro lado, que todo es lícito a la hora de invertir para ganar cada vez más.

Los inversores de Enron creyeron este discurso. Y ahora lloran amargas lágrimas, se movilizan para tratar de recuperar sus ahorros, inician causas judiciales. Pero es tarde. El "Dios mercado" es impiadoso y no tiene alma... aunque sí tiene poder sobre jueces y gobiernos.

En este trabajo mostraremos algunos hechos y conexiones que aportarán luz sobre esta nueva etapa del capitalismo, que pocos ideólogos anticiparon en su cabal dimensión. Conectaremos dos momentos que guardan similitud, en relación a que señalan la utilización que hace el poder económico de los gobiernos, las redes de corrupción, la falta de respeto por las leyes, y la utilización de la violencia para apagar toda oposición o sospecha.

"Enron" es paradigmático, porque estamos frente a un caso testigo que muestra el alcance de la llamada "globalización"; ejemplo acabado de mundialización de la dominación.

El Pacto Roca-Runciman y la investigación sobre las carnes en el Senado argentino en 1935 muestran los mismos sistemas turbios, los manejos mafiosos, la misma desvergüenza en el uso absoluto del Poder.

I PARTE:

ENRONITIS

Algunos hechos

Enron -principal patrocinadora de la carrera de George Bush a la Presidencia- ocupaba en 2001 el 7º lugar entre las empresas más importantes de USA (sus ganancias registradas en los nueve primeros meses de 2001alcanzaron los 193.000 millones de dólares). Se "especializaba" en el comercio de suministros de petróleo y gas y otras materias primas.

En un proceso que está investigando el mismo Senado de USA, disfrazó crecientes pérdidas por medio de compañías testaferras que estableció como socias, mientras infló artificialmente los beneficios aparentes y el valor de sus acciones, engañando a los accionistas.

Entre 1999 y 2001, mientras expresaban su confianza en el crecimiento de la empresa, 29 de los principales ejecutivos de la compañía vendieron 1.100 millones de dólares en acciones. Al mismo tiempo, los fondos de pensión de sus empleados, que estaban compuestos en más de un 60 por ciento de acciones de Enron, se diluyeron hasta perder casi totalmente su valor.

Actualmente se investiga el delito de encubrimiento forzado de los problemas financieros de Enron durante los meses anteriores a la bancarrota de fines de 2001 (mes de diciembre). Se supo además que para esa época, la compañía texana -que alcanzó en ese tiempo un valor de mercado de más de 80.000 millones de dólares- mantuvo contactos intensivos con la administración Bush. Los ejecutivos de Enron estuvieron por lo menos 14 veces comprobados en contactos con funcionarios del gobierno.

Entre el 20 y el 22 de agosto de 2001, el Presidente de Enron, Keneth Lay, realizó maniobras con la compra de acciones valoradas en 3,5 millones de dólares. Con las ganancias levantó un préstamo de la propia empresa. La investigación enlaza al mismísimo Vicepresidente de USA, Dick Cheney, también amigo de Lay, quien habría mediado ante políticos de la India para que el Gobierno de ese país interviniera en un juicio abierto por una inversión energética conjunta, que produjo otro fracaso financiero para Enron.

Según Julio Parrado, corresponsal del diario El Mundo, "los lazos entre Cheney y la compañía tejana están llenos de sombras.El vicepresidente sigue negándose a hacer públicos los encuentros mantenidos con ejecutivos de la empresa durante la redacción del nuevo plan energético, presentado por Bush como la salvación para la crisis eléctrica que se padecía a principios de 2001.Un órgano del Congreso ha llevado el asunto a los tribunales en medio de denuncias que acusan al plan de beneficiar especialmente a Enron".

Enron y los Bush

Enron fue creada en 1986 por la fusión de dos pequeñas empresas de gas natural, Houston Natural Gas e InterNorth. Kenneth Lay, un empresario amigo de la familia Bush, fue elegido presidente del grupo económico. En la década siguiente la compañía se expandió espectacularmente adquiriendo empresas eléctricas, compañías de agua y gasoductos en los Estados Unidos, Europa, América del Sur e India.

Enron está ligada a la historia política de la familia Bush y se ramifica con alcances insospechados. En el momento en que el Departamento de Justicia anunció que había iniciado una investigación criminal por la quiebra de Enron, el fiscal general (Ministro de Justicia) John Ashcroft manifestó que se abstendría de participar en el caso, porque en el año 2000 Enron le donó más de 50.000 dólares para su campaña para senador.

Las relaciones de Ken Lay con los Bush son muy estrechas. El presidente de Enron donó personalmente 326 millones de dólares al Partido Republicano en los tres años que precedieron a la campaña presidencial de George W. Bush y los ejecutivos de la empresa aportaron otros 2 millones. El ex presidente George Bush y su esposa, Bárbara, viajaron a la inauguración presidencial de su hijo a bordo del avión personal de Ken Lay.

En los días previos al colapso de Enron, Lay realizó llamadas personales al secretario del Tesoro, Paul O´Neill; al secretario de Comercio, Don Evans, y al presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, pidiéndoles que ayudaran a rescatar la empresa. También se explica por qué el vicepresidente Dick Cheney se mostró tan reticente a nombrar a los participantes en la reunión donde se decidió la dirección de la política energética: Lay había sido uno de ellos.

A la cabeza de la nómina política de Enron figuraba el clan Bush (casi 700.000 dólares en una década), pero la lista es tan amplia que, en el Congreso de USA, muchos diputados también recibieron fondos de la empresa. Un total de 248 senadores y diputados recibieron contribuciones directas de Enron o de la que era su consultora, Arthur Andersen.

El Lobby es legal... la política es cara

En otro orden, la empresa comercializadora de energía fue la principal financiadora de la campaña de George W. Bush. Gastó en los seis primeros meses de 2001 la cantidad de 2,46 millones de dólares. Pero sólo reportó un tercio de esos gastos, destinados a financiar sus lobbies en Washington.

Recientemente se dieron a conocer documentos que demuestran que el presupuesto de Enron para realizar lobbies se disparó tras la victoria de Bush. Los 2,46 millones de dólares superaron los 2,1 millones gastados en 2000 y los 1,9 millones de 1999.

Crisis energética en California

También pudo saberse que antes de la explosión final, Kenneth Lay le habría dicho al director de la Comisión Federal Regulatoria de Energía que debía cooperar más si quería conservar su empleo. Fue entonces cuando Enron ayudó al vicepresidente Dick Cheney a diseñar un plan energético que benefició especialmente a las compañías que asesoraban a su equipo de trabajo.

A causa de este "negocio", el Estado de California vivió durante el verano de 2001 una crisis energética de significancia, con una pérdida financiera muy importante.

Mientras medio Estado sufría apagones y la población veía incrementar sin remedio la factura eléctrica (hasta cuatro veces su valor), Enron sacó su máximo provecho, interviniendo con prácticas irregulares en las bolsas eléctricas del Estado.

Aprovechando sus íntimos lazos con Cheney y Bush, esta empresa logró que no se impusieran topes a los precios de la energía, una medida que reclamaba la población de California. También se cree que los contactos que mantuvieron en secreto la Casa Blanca con Enron sirvieron para que esta última se favoreciera con distintos artículos del Plan Energético Nacional.

Según documentos hallados por el nuevo consejo independiente que supervisa Enron, la compañía falsificó documentos y llevó a cabo prácticas encaminadas a elevar el precio de la energía eléctrica. Los brokers de Enron bautizaron estas tácticas con nombres como "Fat Boy", la "Estrella de la Muerte" o "Ricochet". Esta última consistía en sacar electricidad producida en California -y sometida a un precio tope- para luego importarla y venderla más cara.

La crisis puso al borde de la ruina a dos grandes distribuidoras que, debido a la ley desreguladora, no podían incrementar los precios minoristas. El Gobierno estatal tuvo que gastar decenas de millones de su bolsillo para hacer frente a la compra de electricidad.

Auditora trucha

La responsabilidad de Enron en el caso de fraude financiero más importante en la historia estadounidense sólo pudo ser parcialmente lavada con el desvío de la atención pública hacia la auditora Arthur Andersen.

La relación entre Andersen y Enron terminó formalmente con la cancelación de los contratos y entre acusaciones mutuas. La firma auditora señaló que había dado por terminado el contrato a fines de diciembre, cuando Enron presentó la suspensión de pagos y dejó en la calle a miles de sus empleados, sin derecho a pensión. "No nos podemos permitir esperar más", señaló por su parte Kenneth Lay, como si Andersen hubiese sido la responsable de la propia creación de las sociedades "instrumentales" (testaferras) tras las que Enron ocultaba su enorme pasivo.

Uno de los elementos más importantes en la investigación es que los auditores de la compañía Arthur Andersen ordenaron la destrucción de documentos potencialmente comprometedores, por medio de un memorando fechado el 12 de octubre de 2001. Este hecho fue confirmado por los responsables de la auditoria frente a la Justicia.

Los documentos de Enron que sobrevivieron a la destrucción realizada por la auditora Andersen demostrarían que Kenneth Lay incurrió en un delito de información privilegiada. El presidente de la compañía energética realizó maniobras con 94.000 acciones de la compañía ante la proximidad del cataclismo.

En la escandalosa quiebra de Enron, y de un día para otro, se desplomó el valor de la acción "estrella", que había sido recomendada por analistas y brokers como la mejor opción para las inversiones.

Durante las actuaciones de la investigación del Senado, uno de los peritos (Howard Shilit), afirmó que "revisando los balances de la compañía energética, me llevó menos de una hora darme cuenta de que había datos que encendían luces de advertencia".

Bancos comprometidos

La Reserva Federal (USA) inició una investigación sobre las relaciones entre JP Morgan-Chase y Enron. Se encontraron pistas que exponían a JP Morgan por la utilización de la sociedad off-shore Mahonia para realizar préstamos a la compañía energética que fueron "disfrazados" como operaciones de compra a futuro de gas y petróleo.

La banca Morgan es aparentemente uno de los principales damnificados e involucrados en la suspensión de pagos de Enron. La investigación demostraría que JP Morgan fue cómplice en el maquillaje contable que Enron utilizó para ocultar sus pérdidas millonarias durante meses.

JP Morgan realizó a Enron pagos adelantados por entregas futuras de gas y petróleo. Sin embargo, la empresa nunca llevó a cabo la transacción y las cantidades compradas se quedaron, mediantes complicadas operaciones contables, en manos de los suministradores.

En sus hojas de contablidad, Enron incluyó los pagos de JP Morgan como comisiones por intermediación, es decir como un ingreso, aunque se asemejan más a préstamos. La pregunta es si JP Morgan los contabilizó como préstamos o si utilizó alguna argucia "legal" para ocultar un acto ilícito.

Por último, se conoció la información de que la Oficina de Contabilidad General, brazo investigador del Congreso de Estados Unidos, comenzaría a demandar judicialmente al mismísimo vicepresidente Richard Cheney, para que haga públicos los nombres de los ejecutivos de la industria petrolera que asesoraron al Gobierno sobre política energética.

El sistema de fraude

Al paso de la investigación, se amplió la denuncia a otras empresas. A JP Morgan y Arthur Andersen se sumaron: el Citigroup, el Credit Suisse First Boston, el Canadian Imperial Bank, Merrill Lynch, el Bank of America, el Barclays Bank, el Deutsche Bank, además de estudios de abogados que trabajaron para Enron.

Se investiga la creación de sociedades de propósito especial (denominadas EPEs). Estas fueron creadas por Enron para sacar activos de balance, maquillar sus pérdidas e inflar su facturación de forma rápida. Los inversores aseguran que los 25.000 millones que han perdido son causa directa de las "transacciones falsas" entre Enron y las firmas de Wall Street.

La denuncia asegura que JP Morgan y Citigroup disfrazaron préstamos por valor de 5.300 millones de dólares como transacciones de comodities y otros intercambios.

Mientras se realizaban las supuestas operaciones sucias, los "respetados" analistas de Wall Street (caso la revista Forum) infundían confianza en Enron y recomendaban comprar sus acciones. "En lugar de proteger al público frente al fraude de Enron, los banqueros decidieron, a sabiendas, convertirse en socios de este engaño", se señala en la demanda.

Conclusión de un fraude: siempre pagan los mismos

La quiebra de Enron arrastró a la consultora Arthur Andersen. Para entorpecer el trabajo de la Justicia, se anunció que se desmantelarían varias subsidiarias. De un golpe, quedaron en la calle 7.000 empleados solo en Estados Unidos.

Los recortes, fueron explicados como un plan de reestructuración puesto en marcha para salvar a Andersen de las consecuencias del caso Enron. Mientras tanto, se conocieron nuevas denuncias de que se siguen destruyendo pruebas sobre el manejo financiero de estos grupos.

George W. Bush se defendió de las acusaciones de "entendimiento" entre el gobierno y Enron diciendo que su propia suegra había comprado acciones de la empresa de energía. Acciones que ya no valen nada.

Lo que no podía faltar: un suicidio

Como en la mayoría de los casos escandalosos que conmueven al mundo, el Caso Enron tiene su propio suicidio. Se trata de John Clifford Baxter, de 43 años y vicepresidente de la empresa. Dejó una nota póstuma y apareció muerto en su automóvil con un disparo en la cabeza..

Baxter era una de las figuras centrales en la investigación por la suspensión de pagos de Enron. Trabajó durante diez años en Enron y estaba próximo a ser convocado por la Investigación del Senado. Podía pasar de testigo calificado a acusado, ya que figuraba en 40 denuncias presentadas contra la compañía tras su quiebra.

Como responsable de adquisiciones, Baxter estaba al corriente de las complicadas operaciones para dejar fuera de balance a activos -y sobre todo ocultar pasivos-, sistema que utilizó sistemáticamente Enron. Baxter obtuvo un beneficio cercano a los 30 millones de dólares tras desprenderse de acciones de la empresa antes de la quiebra.

ENRON EN EL MUNDO

Enron en España

Después de sufrir la quiebra, Enron ha sido suspendida como agente energético para operar en el mercado español.

La empresa tenía autorización para operar en España como agente eléctrico y había impulsado diversos proyectos de inversión, el más importante de ellos en Cataluña, donde quería invertir 601 millones de euros en una planta de ciclo combinado en Tarragona.

Enron en el país Vasco

La consultora Arthur Andersen administra también la secretaría del Comité Director del Plan Euskadi en la Sociedad de la Información. Por este "¿trabajo?" cobrará unos 110.000 euros. Se trata del manejo de todas las partidas presupuestarias relacionadas con el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación en el País Vasco.

Una de las partidas presupuestarias que maneja y que la beneficia indirectamente, es la denominada "Hobeki Digital", un programa de más de 4 millones de euros para subvencionar la realización de consultorías internas para "el uso de Internet y la informática en las empresas vascas".

Andersen fue también la compañía que diseñó, siguiendo las instrucciones del Gobierno vasco, el anteproyecto del Plan Vasco de Telecomunicaciones en el que se incluyó la creación de Euskaltel, que incluye la gestión posterior. Además de auditar a diversas empresas públicas, la consultora estadounidense es responsable de una parte del "Plan Gipuzkoa 2020", que tiene gran injerencia sobre todo lo relacionado con Internet.

La mayor crítica proviene del hecho de que la consultora realizaba, al mismo tiempo, auditorías supuestamente independientes e "informes de pago" que dependían muchas veces de "las buenas relaciones" con Enron y que movían importantes cantidades de dinero.

"Esta misma circunstancia se produce en empresas vascas como Euskaltel, donde Price Waterhouse Coopers controla anualmente las cuentas, a la vez que realiza trabajos "a la medida", como el desarrollo del frustrado Canal 21. Con el destape del caso Enron han quedado en evidencia las auditorías de algunas de las principales firmas del mundo", tal como señala el informe de Julio Parrado.

Enron en Argentina

En la Argentina, Enron se asoció al grupo Perez Companc en la Transportadora General del Sur (TGS), una transportadora de gas natural, y proveía agua y cloacas a la provincia de Buenos Aires a través de Azurix, una subsidiaria de Wessex Water de Inglaterra.

En 1988, durante el gobierno de Alfonsín, George W. Bush, entonces un empresario petrolero hijo del presidente electo de los Estados Unidos, se encargó personalmente de presionar al entonces ministro de Obras Públicas, Rodolfo Terragno para que el gobierno argentino le otorgara la construcción de un gasoducto presupuestado en 300 millones de dólares. La empresa que Bush representaba era Enron.

Uno de los problemas que exhibió Enron para su "quiebra" fue el de la empresa Azurix. Desde mucho antes que Enron quebrase, Azurix no suministraba el servicio en los niveles de calidad exigidos. Azurix amenazó durante meses con retirarse de la concesión, lo que forzó varias renegociaciones. Al fin, Azurix se retiró, iniciando juicio al estado provincial por incumplimiento del Contrato.

Oscar Guillermo Balestieri explica que la oferta sobreevaluada "empieza a tener razones cuando se encuadra dentro del procedimiento que afloró en la quiebra de Enron: para vaciar la empresa, se transferían recursos a banca off shore o a negocios absolutamente inviables, siempre en el exterior. AZURIX, aparece como un eslabón mas de la cadena de negocios premeditadamente fallidos, para descargar las perdidas que la casa matriz no podía blanquear de otra manera. La auditora Andersen debía alertar sobre estas maniobras y no lo hizo".

Varios nombres interesantes aparecen en el escándalo Asurix. Uno de los primeros es Mario Guaragna, hombre de confianza de Dromi, ministro de Carlos Menem que convalidó y llevó adelante el proceso de "privatizaciones" de las empresas estatales argentinas. Balestieri señala: "A comienzos del año 2001, Enron envía a perdida los 438 millones pagados por la concesión. La pregunta que hoy no tiene respuesta, es por qué recién en octubre de 2001, Enron anuncia que se retirará de la concesión".

Un nuevo dato aporta más elementos. Uno de los bancos que actuaron como agente de pago de los 438 millones fue el Banco General de Negocios, relacionado por la Comisión de Investigación de la Cámara de Diputados de la Nación en los escándalos del "Lavado de dinero", "Contrabando de armas a Ecuador", "la Causa del Oro", entre otras.

Enron en Gran Bretaña

Los demócratas liberales pidieron al organismo regulatorio del Parlamento británico que investigue los ''estrechos vínculos'' entre el gobernante Partido Laborista y Enron, luego de los supuestos nexos entre la firma y el gobierno del presidente George W. Bush para delinear la política energética de Estados Unidos.

El Ejecutivo británico se enfrenta a las acusaciones de corrupción política y a la sospecha de haber cambiado su política energética tras recibir donaciones procedentes de Enron.

El gobierno reconoció haber mantenido reuniones con representantes de Enron desde 1997. Sin embargo, se insistió en que la empresa no ejerció influencia en la política energética británica. Según el diario The Independent, hubo siete reuniones entre ministros y ejecutivos de Enron, incluida una en la que participó Peter Mandelson, encargado del Departamento de Industria y Comercio.

El diario señala que más de 50 mil dólares fueron canalizados al Partido Laborista en 1998 y 1999, a través de fiestas y cenas. La rama europea de comercialización de Enron, con sede en Londres, debe más de mil millones de dólares a sus acreedores y ha despedido a 1.100 trabajadores.

Enron en Bolivia

La investigación sobre el "modelo Enron" de quiebra fraudulenta llega también a Bolivia.

De acuerdo a las denuncias de varios partidos, el opositor MNR durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada habría facilitado su incursión en Bolivia, bajo contratos contrarios a los intereses nacionales.

El Washington Post asegura que desde 1992 el Gobierno de Estados Unidos fue uno de los principales facilitadores de la expansión internacional de la empresa en cuestión.

Entre sus previsiones, la federal Corporación Privada de Inversiones Extranjeras (OPIC) contaba con unos 1.700 millones de dólares para los "acuerdos extranjeros" de Enron y le prometió 590 millones de dólares destinados a proyectos que finalmente no se ejecutaron. Entre esos préstamos, un total de 200 millones de dólares estarían destinados al gasoducto Bolivia-Brasil.

En la construcción del gasoducto, Enron registró en 1999 presuntos ingresos de 65 millones de dólares mediante trucos de contabilidad, indicó el consultor Robert McCullought. Para lograr ese objetivo, Enron utilizó uno denominado "Mark to Market" (de la marca al mercado) que le permitía incluir en el año actual ingresos proyectados en el futuro.

Con el fin de evitar conflictos de intereses y evadir normas legales, ya que el gasoducto estaba conectado a una planta de electricidad de la propia Enron, esta empresa vendió el 13 por ciento de las acciones de la planta por un total de 11,3 millones de dólares a la firma LJM1. La compañía LJM1 era una de las sociedades controladas por el ejecutivo financiero de Enron, Andrew S. Fastow, a quien, dos años después, la misma Enron le compró las acciones por 14,4 millones de dólares. Las acciones compradas por Enron a Andrew S. Fastow le generó a este último 3,1 millones de dólares en ganancias. Los investigadores internos de la compañía, por su parte, cuestionaron el elevado valor de las acciones debido al alto costo que ocasionó la construcción del gasoducto.

II PARTE:

LA INVESTIGACION DE LAS CARNES EN 1935: Un caso de doble contabilidad

El fin de la I Guerra Mundial encontró al Imperio británico al final de su situación de preeminencia.

La gran crisis de 1929 produjo la caída de la Bolsa de Nueva York y el descenso de valores, con la consecuente debacle del sistema financiero internacional.

Para Inglaterra significó la quiebra de su producción metalúrgica y textil y el crecimiento de la desocupación.

Entre otras medidas, debió abandonar el patrón oro, lo que produjo una conmoción en todos los rincones de sus dominios, los que enfrentaron esta crisis a su sola suerte..

Para evitar una segura quiebra, en 1931 se creó la Comunidad Británica de Naciones (British Commonwealth of Nations); pantalla que simulaba constituir una federación entre las antiguas colonias y la metrópoli, en igualdad de condiciones.

Fue integrado en esta primera etapa por el Reino Unido, Irlanda, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica y Terranova. Luego ingresaría India, Rhodesia y Birmania.

Los miembros del Commonwealth pretendieron obtener beneficios económicos por la participación en la comunidad. Se trataría de una suerte de Confederación.

Tratado de Ottawa (1932)

Los antiguos dominios exigieron un trato diferencial en sus relaciones económicas con la metrópoli. Se quejaban de la relación que tenía Inglaterra con Argentina, país que no pertenecía al seno de la gran familia británica.

Sin embargo, hacia 1932, había más inversiones inglesas en Argentina que en los dominios británicos: los ingleses poseían las líneas de ferrocarril, puertos, frigoríficos, estancias, manejaban la producción de carne y su transporte en buques también ingleses. Tal como dijera el Primer Ministro George Canning ante la Cámara de los Comunes, Argentina era la mejor colonia británica, porque se gobernaba sola....

En julio de 1932 se reunieron en Ottawa (Canadá) los delegados del Imperio a fin de consolidar su requerimiento ante la metrópli. Se estableció:

1. Promover un mayor intercambio comercial dentro del Imperio.

2. Imposición de derechos de aduana a los productos extranjeros manufacturados.

3. Inglaterra daría preferencia a la carne y granos de los Dominios.

Más allá de esos requerimientos, Inglaterra debía importar de Argentina el chilled beef (carne enfriada), porque este tipo de producto no soportaba más de 40 días de embarque. Australia y Nueva Zelanda no podían abastecer de este producto, porque estaban a más de 40 días de navegación de la metrópoli, mientras que Canadá y Sudáfrica no lo producían.

Al conocerse la firma del Tratado, comenzó en Argentina una campaña informativa que difundió el temor por la pérdida de ventas a Inglaterra, preparando así el terreno para uno de los episodios más dramáticos de sumisión al poder imperial. El gobierno argentino envió una delegación a Inglaterra, encabezada por el Vicepresidente Julio Roca (hijo del famoso General que comandó las matanzas de indígenas y usurpación de miles de kilómetros cuadrados de tierras, durante la llamada "Campaña al Desierto" en 1879).

Roca firmó un Tratado con el Ministro inglés Walter Runciman (conocido como Pacto Roca Runciman). En síntesis, Inglaterra recibió numerosos beneficios comerciales, a cambio de nada.

Lisandro de la Torre explicó los alcances del Pacto, señalando que:

"Inglaterra pidió: Primero: libertad para imponer restricciones ilimitadas a la importación de carnes argentinas, con el fin de asegurar un nivel de precios remunerativo en el mercado interno del Reino Unido. Segundo: que el gobierno inglés, y no el argentino, distribuya el 85% de las licencias de importación de la carne argentina, lo que representa consolidar la organización actual del trust de frigoríficos ingleses y norteamericanos. Tercero: impedir la organización autónoma de la exportación nacional de carnes argentinas por firmas argentinas que persigan propósitos comerciales. Cuarto: comprometer al gobierno argentino en una política de no reducción de las tarifas ferroviarias. Quinto: obtener rebajas de aranceles. Sexto: obtener en favor del comercico inglés la totalidad del cambio proveniente de compras inglesas, robusteciendo así la acción de la Oficina de Contralor de Cambios, que opera en el sentido de lka valorización del peso argentino y conviene a los capitales extranjeros, cuyos beneficios deben convertirse a moneda extranjera".

Por otro lado, se seguiría comprando a la Argentina la misma cantidad de carne (o menos ya que quedaba permitida una reducción en la cuota si las circunstancias lo exigían...). Carne que como se vio, nunca se había pensado dejar de comprar. Y en el colmo de la "entrega", el Pacto establecía que la cuota para la venta de carnes quedaría a criterio de la propia Inglaterra. La potencia decidiría qué frigoríficos y qué hacendados aportarían la cuota para la exportación.

Se beneficiarían así los propietarios de haciendas ingleses, los frigoríficos ingleses y estadounidenses y los argentinos "amigos" del Imperio.

Por último, el Pacto establecía que no habría control de cambio para la libra argentina (a pesar de la dependencia, nadie se animó en ese momento a proponer la adopción de la Libra esterlina como moneda nacional, como actualmente se pretende hacer con lo que se denomina "la dolarización").

En el Parlamento argentino se levantó entonces una voz que criticó el Pacto en defensa de la producción nacional. El Senador (Por Santa Fe, del Partido Demócrata Popular) Lisandro de la Torre expresó en el Senado:

"En estas condiciones no podría decirse que la Argentina se haya convertido en un dominio británico, porque Inglaterra no se tomó la libertad de imponer a los Dominios británicos semejantes humillaciones. Lo dominios británicos tienen cada uno su cuota y la administran ellos... La Argentina es la que no podrá administrar su cuota. Lo podrá hacer Nueva Zelanda, lo podrá hacer Australia. Lo podrá hacer Canadá y lo podrá hacer hasta Africa del Sur. Inglaterra tiene respeto a esas comunidades de personalidad internacional restringida que forman parte de su imperio, más respeto que por el Gobierno argentino. No sé si después de eso podremos seguir diciendo ¡Al gran pueblo argentino, Salud!".

Al respecto, señala el historiador José Maria Rosa:

"La sensación en el Congreso y en el ambiente era de habernos caído de las nubes. No sabíamos, porque nuestros libros de historia y tratados de economía decían otra cosa, que carecíamos de libre albedrío. Tal vez Roca y los delegados pudieron haber obrado con mayor altivez, y quizá la situación de crisis del imperio británico habría permitido ahorrar algunas cláusulas deprimentes. Pero la verdad, la tristre verdad estaba en que éramos una colonia, y con el tratado se salvaba las inversiones de Gran Bretaña en frigoríficos, ferrocarriles, propiedades y empresas; y como en toda colonia, también salvaba, o por lo menos ayudaba a pasar el trago amargo, a la minoría privilegiada que le servía de apoyo nativo. Roca había hablado y había firmado, como debe hacerlo el representante de una oligarquía colonial que trata con la metrópoli."

Escándalo en el Senado: investigación sobre las carnes

El Pacto Roca Runciman habilitaba a los frigoríficos exportadores a elegir los productores que les vendieran carne, así como a fijar el valor de ésta.

Se produjo así una nueva injusticia, ya que se benefició a un grupo de hacendados leales al comercio inglés (o británicos ellos mismos).

Por ello, el 1 de setiembre de 1934, el Senador de la Torre pidió que se abriera una investigación sobre los precios pagados por los frigoríficos.

Se supo que muchos de los beneficiados tenían relación directa con la política oficial.

De la Torre conformó una comisión especial, que contó con un equipo de contadores designados por el Senado.

La Comisión recibió denuncias realizadas por los estibadores portuarios, quienes informaron que los frigoríficos ocultaban sus planillas de costos en los buques que partían hacia Inglaterra, y presentaban planillas "mellizas" en las que hacían figurar menor actividad y compras de carne de inferior calidad, para evadir el pago de los derechos correspondientes.

Por este motivo, se allanaron algunos barcos (especialmente el Norman Star, de bandera británica). Se encontraron documentos ocultos en su bodega.

Se demostró que los frigoríficos llevaban doble contabilidad. La real (en negro) era remitida a la Metrópoli, oculta en los barcos. La mentirosa mostraba un movimiento menor, que evitaba el pago de aranceles.

La Comisión del Senado (compuesta por los Senadores Serrey, Landaburu y de la Torre) no pudo ponerse de acuerdo para firmar un dictamen único. De la Torre firmó su propio dictamen.

De la Torre explicó esta contradicción de la siguiente manera:

"El despacho de la mayoría (Serrey y Landaburu) reconoce como el de la minoría que el comercio exterior de carnes se realiza por empresas concertadas en una combinación monopólica que distribuye los embarques y fija arbitrariamente, y en beneficio propio, los precios de compra; que las empresas frigoríficas llevan una contabilidad irregular y se empeñan en ocultar los costos de producción; que los precios de compra no guardan relación con los de venta y que las ganancias de los frigoríficos, considerables en general, son exhorbitantes en algunos casos....

¿Por qué no lo he firmado entonces? Porque no encara todas las cuestiones surgidas de la investigación y no contiene soluciones proporcionadas a la gravedad de las situaciones que se han puesto en evidencia. Lo considero por eso, como ya dije, incompleto e impreciso".

De la Torre firmó su propio dictamen, en el que analizaba la responsabilidad de las empresas británicas y la participación necesaria del Gobierno en la estafa al país.

En su dictamen aportó elementos necesarios para comprender los alcances del fraude:

"Se advierte fácilmente que las compañías internacionales que tienen frigoríficos en los países rivales al nuestro, compensan las pérdidas que sufren en ellos con las ganancias que realizan aquí...

El traspaso de carnes compradas bajo una clasificación e icluidas en otra, no sólo adultera los datos estadísticos, sino que importa un despojo al vededor, cuando no se han hecho clasificaciones bajas con el objeto de pagar por los novillos menos de lo que valen."

Luego de un extenso debate, la investigación sobre las carnes quedó dormida a raíz de un violento episodio ocurrido en el recinto del Senado. Un tal Valdez Cora, guardaespaldas del Ministro de Agricultura Duhau (interpelado por de la Torre) asesinó de tres balazos al Senador electo (y amigo de de la Torre) Enzo Bordabehere; luego de una disputa entre Duhau y de la Torre.

Con violencia también se reprimieron a dirigentes y activistas del sector de la carne.

III. LECCIONES

El análisis del Caso Enron, o por lo menos lo que ha salido a luz de él, nos aclara cuestiones básicas para entender el proceso de globalización y consolidación de lo que el mismo Papa Juan Pablo II llamó "capitalismo salvaje".

No se trata de un "caso aislado". Tampoco es un problema propio de la mentalidad estadounidense.

El capital lucha por la preeminencia mundial. Las contradicciones internas quedan en segundo plano toda vez que alguien en el mundo intenta seguir su propia receta económica.

Para ellos, el fin justifica los medios. La declaración de guerra al "terrorismo" da cuenta de esta concepción. El terrorismo (léase la oposición al sistema) está oculto en todas partes. Y debe ser destruido "sin contemplaciones".

Mientras se consolida ese poder, se pisotean los derechos elementales de las Naciones, se obliga a los pueblos a pagar deudas forzadas, se les "secuestra el dinero" promoviendo más crisis, desempleo e inflación; se promociona al sistema como el único en el que la "libertades individuales permitirán a los habitantes acceder a las ventajas del primer mundo, esto es: un mayor consumo".

Y mientras señalan culpables de "terrorismo", promocionan las ventajas de la "libertad" y la "democracia", y postulan la necesidad de "competir" en igualdad de condiciones, realizan dos operaciones económicas simultáneas:

- Ofrecen subsidios a sus productores, para que las producciones de los países dominados no puedan ser competencia en el mercado internacional.

- Crean, utilizan y quiebran empresas que tienen como único objetivo aumentar las ganancias de los grupos multinacionales que dominan el escenario mundial, aumentando la dependencia de los poderes políticos por medio de la corrupción.

De vez en cuando se conoce algún negociado. Un escándalo hace temblar las primeras planas de los medios de comunicación. Algún culpable va a la cárcel. Pero sólo para que todo siga igual. Fundamentalmente, el capital tiene impunidad para moverse libremente por todo el planeta. Aparecen nuevas compañías y se movilizan sus fondos aquí y allá. Bancos, auditoras, organismos y funcionarios colaboran en ocultar "los trapitos sucios".

Los organismos internacionales de crédito, creados para "promover y ayudar al desarrollo de los países emergentes", constituyen el mejor sistema de dominación y disciplinamiento mundial de la historia.

El estudio del Caso de la investigación de las carnes en el Senado argentino en 1935 y la oposición al Pacto Roca-Runciman, que significó un hito en la entrega de la soberanía que realizó nuestra clase dominante en el siglo pasado, permite sacar interesantes conclusiones.

Frente a la entrega y explotación, crecieron las voces de oposición. Se organizaron movimientos gremiales y políticos con fuerte arraigo popular. Creció el movimiento sindical, surgió el grupo de F.O.R.J.A. desde el seno de los partidos populares que no daban respuestas a las necesidades de participación y defensa de la gente y del país.

Los mismos seres "comunes", empleados, profesionales, los pobres y marginados, perdieron el miedo y comenzaron a asumirse como "sujetos de derecho", dispuestos a luchar por defender su condición de ciudadanos. Dio comienzo un proceso en el que se gestaría un movimiento incontenible de toma de conciencia, que tendría un rol activo en la sociedad y la política de los años siguientes. Activismo que debió ser aplastado en varias oportunidades con violencia, para que el sistema de injusticia pudiera seguir dominando la escena.

El caso Enron presupone un llamado de atención para el sistema de dominación mundial. Porque exhibe sin pudor los manejos "sucios". La pregunta es: ¿Se exhibe sin pudor el manejo sucio porque la población mundial es incapaz de resistencia? ¿O simplemente porque la sed de ganancias es más fuerte que los mínimos cuidados para no llamar la atención?

Los próximos acontecimientos que se produzcan en todo el mundo darán la respuesta. Por lo pronto, América Latina bulle en movimientos de oposición a la corrupción; a los procesos de privatización (entrega) de empresas estatales; a la incapacidad de los dirigentes "vendidos" al Imperio. Nuevos caminos se intentan para recuperar la soberanía económica y superar las crisis armadas en forma artificial por los organismos internacionales de crédito.

Hoy, en pleno proceso de afirmación de la "globalización", resulta imprescindible contribuir a la defensa de los derechos humanos y la soberanía económica desde cada lugar, para sumar a la lucha de manera "global". Esta lucha puede variar en sus formas, pero todas las acciones deben coincidir en lo sustantivo: aportar a la transformación del orden vigente.

Fuentes:

- Diario La Opinón, Los Angeles, USA

- Diario El Mundo, Madrid, España.

- CyberEuskadi

- Diario Clarín, Buenos Aires, Argentina

- Noticias de Expansio Directo.

- Estrella digital

- Lo social.

- Diario The independent, Londres, Inglaterra

- Diario Nueva Opinión, San Antonio, Texas.

- Tercer Mundo económico, Montevideo, Uruguay

- Rosa, José María. Historia Argentina, tomo 12. Ed. Oriente, Buenos Aires, 1981..

- De la Torre, Lisandro. "Obras completas". Tomo II; Editorial Hemisferio, 2ª ed., Bs. As. 1952




NOTAS

-1- En esta lista apuntamos a Saddam Hussein; Osama Ben Laden; el Subcomandante Marcos y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional; las FARC colombianas; Fidel Castro; el pueblo de Cuba; los piqueteros argentinos; los Cocaleros bolivianos; el Movimiento de los Sin Tierra en Brasil; el movimiento de Resistencia Global (llamado antiglobalización o globalifóbicos); el pueblo palestino; Muammar Kadafi y el pueblo libio; los narcotraficantes; el pueblo colombiano; Hugo Chávez y el pueblo venezolano; etc, etc...



* Datos sobre el autor:
* José Luis Parra
Profesor de Historia y Geografía

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