La existencia de graves
problemas y desajustes sociales en los países, muestran que no
solo el crecimiento económico es la respuesta para alcanzar un
desarrollo sustentable. La clave se encuentra en realizar acciones
tendientes a crear y fortalecer el capital humano y social, lo cual
conlleva a una redefinición de lo social como un ámbito
de responsabilidad y coparticipación del Estado - sector
privado y sociedad civil.
El propósito de
esta ponencia es presentar como el abordaje social de la
malnutrición, contribuye a la construcción y
fortalecimiento del capital humano y social en una comunidad de alto
riesgo. El abordaje social de esta problemática es realizado
en comunidad y en la institución, como un proceso global que
abarca tres fases interrelacionadas: evaluación, intervención
y seguimiento de las familias atendidas.
Los resultados de la
atención preventiva y curativa se basan en la labor educativa,
concluyendo que no es posible aumentar el capital humano si no se
cuenta con un nivel educativo y de capacitación laboral
aceptable. En esta tarea surge la necesidad de realizar acciones
conjuntas para crear una red de apoyo Interinstitucional que permita
una atención más eficiente e integral donde cada uno
asuma su cuota de responsabilidad y participación.
Introducción
Por mucho tiempo se pensó
que la consolidación económica era la forma de alcanzar
el desarrollo de los pueblos, se consideraba que los beneficios se
revertirían sobre los sectores menos favorecidos y en
situación de pobreza; hoy día no es un secreto que
países con buen índice de crecimiento económico
y tecnológico, presentan en su interior grandes desajustes
sociales que hacen dudar del alcance de las metas del desarrollo.
La realidad ha demostrado
que la perspectiva económica sola no da respuesta a los
problemas globales del desarrollo, el crecimiento no es suficiente
para mejorar las condiciones de pobreza y bienestar de los pueblos;
para que el crecimiento se revierta en bienestar colectivo, es
necesario integrar la dimensión de desarrollo social, vista
desde la temática central del capital humano y social.
Se considera que mejorando el perfil de la población, se
fortalece el tejido social básico que impulsa de manera
intangible el crecimiento y desarrollo de los países (1).
El Banco Mundial (1995),
define la existencia de cuatro tipos de capital: el natural (recursos
naturales), el construido (infraestructura, bienes de capital
financiero, etc.), el capital humano determinado por los niveles de
educación, nutrición y salud de su población y
el capital social para algunos autores como Coleman (1990), Putnam
(1994) y Baas (1997), entre otros, consideran que lo constituye la
cultura, valores compartidos, confianza y cohesión social, su
participación en organizaciones, redes de solidaridad e
integración entre los distintos actores de la sociedad (2,3).
En la Cumbre Mundial
sobre Desarrollo Social realizada en Copenhague (1995), el primer
compromiso que asume Venezuela es Crear un entorno económico,
político y social que propicie, a todos los niveles, el
desarrollo sostenible centrado en el ser humano (1).
Este compromiso implica,
que toda la sociedad tiene que ser objeto y sujeto de este
desarrollo, sugiere la creación de mecanismos de integración
y coparticipación a todos los niveles, Estado-sector
privado-sociedad civil, focalizadas en el desarrollo del capital
humano y social del país (4,5).
Desde este enfoque cabe
mencionar la necesidad de desarrollar programas de acción
dirigidos a promover la integración social, la
responsabilidad de la familia en su función socializadora
fundamental (1), considerando entre otros aspectos:
-
La elaboración de
políticas sociales y económicas destinadas a
satisfacer las necesidades de la familia, especialmente de los
grupos más vulnerables.
-
El apoyo a las
organizaciones y redes de familias y la participación en
actividades comunitarias.
-
El apoyo a jóvenes
en condiciones de pobreza, a fin de mejorar sus oportunidades
económicas, educacionales, sociales y culturales.
-
La promoción de
la estabilidad de la familia y ayudas para apoyarse mutuamente,
particularmente en la crianza y la educación de los niños.
-
La reducción de
la mortalidad y la malnutrición infantil.
Puede afirmarse que la
situación social de Venezuela y Latinoamérica no puede
seguir siendo una responsabilidad absoluta del Estado, sino que su
magnitud e implicaciones conllevan a todos los sectores a asumir
compromisos reales, conjugando esfuerzos y recursos para la
resolución de la problemática que frena el desarrollo
social del país. Esto supone fomentar las capacidades de la
población y un salto cualitativo en la eficiencia de nuestras
instituciones (5,6).
Dentro de esta
perspectiva, el Centro de Atención Nutricional Infantil
Antímano (CANIA), organización sin fines de lucro, que
surge de la iniciativa del sector privado, concibe dentro de su
misión el compromiso con el desarrollo social, a través
de la atención integral de la problemática
nutricional y la identificación de los factores de riesgo, en
la población pediátrica y mujeres embarazadas de la
parroquia Antímano, así como en la producción
de conocimientos en el área que permita una solución
efectiva del problema y la formación de recursos humanos.
El objetivo de esta
ponencia, es presentar una experiencia donde el abordaje social de
la malnutrición, contribuye a la construcción y
fortalecimiento del capital humano y social en una población
de alto riesgo social, ubicada en la parroquia Antímano,
comunidad urbano marginal de la ciudad de Caracas-Venezuela.
El
Abordaje Social de la malnutrición en CANIA
El CANIA, en sus seis
años de funcionamiento, ha acumulado una experiencia basada
en criterios de eficacia, eficiencia y efectividad, generando
aprendizaje sobre la problemática nutricional y su solución,
manteniendo la posición técnica de sistematizar
acciones, resultados, evaluar la calidad de procesos y sus impactos.
Todo ello ha sido
producto del esfuerzo conjunto de la gerencia, los diferentes
profesionales y del personal de apoyo, cuya visión integral
ha permitido el trabajo en equipos interdisciplinarios en la
intervención comunitaria e institucional del niño y la
familia con problemas de malnutrición.
La conjugación de
los saberes obtenidos en el cumplimiento de los objetivos operativos
de asistencia, docencia e investigación, han dado como
resultado la creación de nuevos escenarios de intervención,
cambios en la estrategia de atención, diseño y
producción de nuevas herramientas de trabajo, acordes a las
exigencias de la realidad social existente, que se revierten en la
población con el claro propósito de generar capital
humano y social en la comunidad y dentro de la institución,
en aras de construir una nueva sociedad.
El conocimiento del
ámbito local y familiar, no solamente ofrece una visión
general de la situación, sino que posibilita identificar la
causalidad social relacionada con la problemática
nutricional, determinar el nivel de riesgo, el compromiso del grupo
familiar en el tratamiento y en el mejoramiento de sus condiciones
de vida.
Todo ello producto del
abordaje social en dos ámbitos de acción: comunidad e
institución; la primera se realiza a través de la
sectorización, el diagnóstico comunitario, despistaje
nutricional y seguimiento de la población infantil de
Antímano egresada del centro, mientras que en la institución
el abordaje al niño y la familia, es un proceso integral que
abarca tres fases estrechamente relacionadas: la evaluación
social, la intervención y el seguimiento de la atención
familiar a través de los controles sucesivos dentro de la
institución y las visitas domiciliarias en la comunidad.
En el abordaje
comunitario la sectorización constituyó la estrategia
fundamental de trabajo que permitió hacer
un reconocimiento de los espacios o sectores que conforman la
comunidad, identificando los recursos comunitarios e
institucionales, estableciendo la delimitación geográfica
y descripción física de cada uno de los sectores que
quedaron plasmados en croquis o mapas (7).
Las técnicas de
recolección de información utilizadas en este
proceso, fueron: la observación participativa, entrevistas
con los habitantes de la comunidad, destacándose los líderes
y representantes de organizaciones vecinales, así como las
consultas de fuentes primarias (planos y documentos) proporcionadas
por diferentes organismos públicos y privados. Para los fines
operativos del CANIA, la parroquia Antímano quedó
conformada por 23 zonas, divididas a su vez en sectores.
Para el abordaje
comunitario se contó con un grupo de personas con experiencia
en el área comunitaria, residenciadas en la parroquia
Antímano, quienes fueron formadas como Animadoras
Comunitarias de Salud (A.C.S.) adscritas a la Coordinación
Social del CANIA, capacitadas para identificar a niños y
adolescentes en riesgo de malnutrición, promover los
servicios ofrecidos por el Centro y apoyar en las actividades
educativas.
La estrategia de
sectorización da paso a la identificación de los
usuarios potenciales del centro, a la que se ha denominado Tamizaje
nutricional en comunidad (8), proceso mediante el cual las A.C.S.
aplican medidas antropométricas elementales (circunferencia
del brazo izquierdo) para identificar los niños y
adolescentes en situación de malnutrición. Esta acción
se extiende hasta las instituciones educativas y de cuidado de
niños, a organizaciones comunitarias y centros de salud, que
solicitan jornadas de tamizaje o coordinan con el CANIA operativos
de salud.
La información
recogida en ambos procesos facilitó la elaboración del
Diagnostico comunitario (9) para obtener la caracterización
de la parroquia, a través de un conjunto de variables e
indicadores sociales, que abarcan desde la ubicación
geográfica e histórica, la estructura social, las
características de la población y sus respectivas
condiciones de vida, hasta su estructura institucional - comercial y
organizativa.
El abordaje social en la
institución comprende la evaluación social, la
intervención y el seguimiento. La evaluación social
del grupo familiar del niño con malnutrición, es la
fase que permite recoger la información de la familia e
identificar la problemática relevante. Abarca la entrevista
inicial, el diagnóstico y la determinación del riesgo
social (10).
La intervención
es la fase de acción propiamente dicha que responde a la
problemática detectada y reconocida por la familia y el
Trabajador Social, busca producir cambios en la situación,
especialmente de aquellas relacionadas con la malnutrición.
Esta intervención se desarrolla en dos formas: individual-
familiar y grupal.
La intervención
social individual está dirigida a atender la situación
coyuntural o problemática de la familia, para fortalecer y
reparar en corto plazo su capacidad auto-organizativa, apoyando e
integrando a otros miembros al tratamiento nutricional integral. La
intervención grupal se basa en el programa educativo
desarrollado en el ámbito comunitario e institucional, a
través de talleres, charlas, carteleras, microfilms, entre
otros.
El seguimiento se
realiza tanto en la comunidad como en la institución,
llevando registro de las metas alcanzadas a través de las
visitas domiciliarias e institucionales y las consultas de control
La cuantificación
de los alcances en la atención familiar y comunitaria, ha
sido producto de la elaboración y revisión constante
de los instrumentos de recolección de datos (evitando su
rigidez y permanencia estática en el tiempo), ajustándolos
a la realidad encontrada, diseñando estrategias para medición
de factores de riesgo social asociados a la malnutrición,
realizando la cuantificación y definición de
diagnósticos sociales, flexibilizando la metodología
de intervención cuya base fundamental ha sido la
investigación-acción, transformando información
cualitativa en indicadores medibles en términos de logros,
cuya sistematización estimula y facilita la investigación
en el área.
Desde este enfoque, la
información registrada y sistematizada tanto de la comunidad
como de las familias intervenidas en el área social desde
1.995 hasta el año 2000, representa un insumo fundamental
para la planificación de acciones, el establecimiento de
objetivos y la definición de metas a lograr, facilitando a
su vez la medición de los alcances de la institución
y su impacto en la población usuaria, especialmente en las
familias de la parroquia Antímano, que representan el 6% de
la población de la capital del país según las
proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas de
Venezuela.
Antímano, es una
parroquia ubicada al centro-oeste de Caracas que comprende una
superficie de 2095 hectáreas, habitada por 134.550 personas
aproximadamente, según la última proyección del
censo y el 50% de sus pobladores tienen más de 10 años
de residencia en la zona.
Es una comunidad que se
identifica como industrial, comercial y residencial consolidada y
heterogénea, con infraestructura física y dotación
de servicios comerciales. Existen 40 industrias, 175 bodegas, 103
comercios, 51 talleres mecánicos. 38 estacionamientos, 24
ferreterías, 23 ventas de comidas, 19 carnicerías, 19
panaderías entre otros (11).
Cuenta con dos (2)
avenidas principales como vías de comunicación
ubicadas en la parte alta y baja de la parroquia respectivamente,
además de otras formas de penetración internas como
calles, callejones y escaleras, existiendo algunos sectores que no
se comunican entre sí debido a la autoconstrucción de
muros de protección y/o delimitación entre un sector y
otro. Igualmente los medios de transporte son diversos y modernos:
metro, carro por puesto, autobuses, jeep, etc.
Suele considerarse que
en la parroquia Antímano, existen zonas homogéneas y
heterogéneas, donde la comunicación física es
el elemento diferenciador de la calidad de vida de las zonas bajas,
intermedias y las de arriba. Las zonas intermedias son
las más deprimidas al presentar problemas de transportes,
carencias y deficiencias de servicios públicos (agua, aseo,
teléfono), problemas de infraestructura, etc.
El tejido social de la
parroquia Antímano, está constituido por 35 iglesias,
27 asociaciones de vecinos, 20 organizaciones comunitarias y 57
organizaciones privadas prestadoras de servicios a la infancia, pero
concentradas en las zonas de mayor accesibilidad vial o sectores más
favorecidos de la parroquia, sin mecanismos de articulación o
coordinación entre ellas; de 27 asociaciones vecinales, sólo
funcionan 3 y con objetivos partidistas. En cuanto a las
instituciones de educación y salud, sí bien están
presentes en un número aceptable, no cubre las necesidades de
sus pobladores, ni en cantidad ni en calidad (11)
En lo referente a las
características de las familias de esta parroquia que
asisten a la institución (6.127), la mayoría son de
tipo nuclear (61%), con predominio de la presencia de ambas figuras
parentelas, en tanto que el porcentaje de madres y padres solos fue
bajo (20% y 12% respectivamente), situación que podría
constituir un elemento a trabajar en términos de capital
social, tomando en cuenta la tendencia actual de pérdida de
los valores y desmembramiento de la organización familiar,
sin embargo la experiencia lleva a pensar que la conformación
de las familias de Antímano, no explica en la mayoría
de los casos, su problemática sociofamiliar y que la clave
está en el deterioro de su función socializadora (12)
En estos grupos
familiares constituidos por un promedio de 6 miembros (3 adultos y 3
niños), el rol de jefe de hogar es ejercido por el padre en
un 60%, quien funge como proveedor y figura de autoridad, seguido
de la madre en un 20% y por la abuela en un 20% en los casos de
familia extendida.
En lo educativo-laboral,
encontramos que en el 83% de los casos ambos padres tienen aprobado
máximo la 2da etapa de educación básica (6 años
de escolaridad), situación que se relaciona con la calidad de
los empleos a los que tienen acceso, ya que aun cuando se ubican en
el sector formal de la economía (62%) son obreros de baja
calificación y remuneración, destinando el 80% de los
ingresos obtenidos a gastos de alimentación; la figura
masculina tiende a ejercer la responsabilidad económica,
mientras que la madre esencialmente se dedica a las labores
domésticas (53%), con poca participación en la
distribución del presupuesto familiar (45% de los casos).
El total de ingresos
percibidos en la familia es insuficiente, generalmente alcanzan a
cubrir solo el costo de una (1) canasta normativa de alimentos,
motivo por el cual, según el método Líneas de
Pobreza, se clasifican en pobreza no extrema el 41% y
las familias que no llegan a cubrir el costo de una (1) canasta en
26%. Al comparar con el método Graffar Modificado, que
incluye indicadores de educación, calidad de ocupación,
ingresos y vivienda, las familias se encuentran distribuidos entre
los estratos IV (55%) y V (40%).
En el aspecto físico
ambiental, el 61% de las familias residen en viviendas propias, tipo
casa, de autoconstrucción, 90% posee servicios de eliminación
de excretas, 60% agua por tubería y aseo urbano, pero con
funcionamiento irregular o en la mayoría de los casos, en
situación de deterioro.
Este escenario evidencia
la calidad del capital humano y social existente en esta comunidad
urbana, cuyas características generales tienden a ser
similares a otras parroquias del área metropolitana de
Caracas.
No es posible aumentar
el capital humano si no se cuenta con un nivel educativo y de
capacitación laboral aceptables, ni condiciones de salud y
nutrición mínimas para potenciarlo. Por otra parte, el
deterioro familiar, la falta de bases reales de organización
y participación ciudadana, la poca articulación entre
las organizaciones e instituciones locales para unificar objetivos,
establecer prioridades y diseñar proyectos conjuntos de mayor
alcance, tampoco permiten que el capital social desarrolle el
capital humano de sus pobladores.
Logros que Potencian el Capital Humano y Social
La intervención
social comunitaria e intra-institucional han potenciado el
desarrollo del capital humano y social de la parroquia, evidenciando
a la vez que en una comunidad con carencias económicas, el
conocimiento de las causas de la problemática nutricional
contribuye a su resolución. El factor educativo en la
atención preventiva y curativa ha sido la base para los
cambios propuestos.
Los objetivos
alcanzados en la comunidad y con las familias han sido producto de
una intervención técnica, motivacional y orientadora
que muestran logros sociales vinculados y mantenidos en el tiempo.
Estos alcances obtenidos con y para la comunidad y la familia,
contribuyen al fortalecimiento del capital humano y social de la
parroquia, entre los que podemos destacar (13,14):
Con
la Comunidad:
-
Conocimiento de la
realidad a abordar, lo que ha permitido realizar programas más
acorde con las necesidades de la población logrando mayor
participación de los mismos.
-
Determinación de
la prevalencia de riesgo de malnutrición en la comunidad
(34%).
-
Identificación de
la población objetivo, 60.000 niños y adolescentes, de
los cuales un 28% presenta problemas de malnutrición.
-
Realización de
158 jornadas de tamizaje en instituciones de la comunidad.
-
Establecimiento de
alianzas estratégicas con las instituciones locales,
condición indispensable para brindar una atención más
eficaz, eficiente e integral a la familia y a la comunidad.
-
Elaboración de
material bibliográfico denominado la Sectorización
Como Estrategia de Trabajo en CANIA, el cual ha resultado de
gran utilidad, como instrumento de consulta institucional, para
otros organismos e instituciones y de transferencia de información
a las familias y la comunidad.
-
Apoyo a las
investigaciones de campo en el área comunitaria, entre ellas
destaca La Estimación del costo de la Canasta Básica
de Alimentos de la familia de la parroquia Antímano.
-
Realización de
actividades educativas en las instituciones de la comunidad a
través de charlas o talleres de sensibilización en la
problemática nutricional.
-
Creación de
espacios de información y orientación a la comunidad
a través del periódico vecinal (CANIA en Comunidad) y
carteleras informativas colocadas en lugares estratégicos
donde se difunden mensajes para mejorar la situación
alimentaria y nutricional de la población.
-
Apoyo para la
conformación y/o fortalecimiento de la organización y
participación comunitaria, como estrategia para impulsar la
solidaridad y asociatividad con el fin de promover su rol
protagónico en la comunidad.
Con
la Familia
-
Implementación de
nuevas estrategias para incrementar el presupuesto familiar en el
52% de los casos.
-
Incorporación de
miembros del grupo familiar al mercado laboral en un 45%.
-
Organización del
presupuesto familiar destinado a la compra de alimentos en un 95%.
-
Participación de
la madre en el presupuesto familiar en un 80%
-
Incorporación de
adultos a cursos de capacitación laboral o su continuidad en
la educación formal en un 50%.
-
Inserción de
niños al sistema educativo formal en un 37%
-
Incorporación de
los niños a programas de cuidado diario y guarderías
en un 29%
-
Incorporación de
otros miembros al tratamiento nutricional 91%, potenciando entre
ellos lazos de cooperación y solidaridad.
-
Incorporación de
algún tipo de mejoras en las condiciones higiénicas y
físicas de la vivienda en un 100%
La familia es el recurso
más importante dentro del proceso de recuperación
nutricional de un niño, siendo el sujeto y objeto de la
intervención social para la construcción del capital
humano y social. En éste marco, el elemento educativo es
fundamental en el proceso de obtención de logros, tanto a
nivel individual-familiar como grupal y comunal, es la herramienta
vital para la prevención y tratamiento de la malnutrición
y el crecimiento del capital humano.
Existe la convicción
de que, a pesar de las carencias económicas de una comunidad,
un programa de recuperación nutricional basado en el
conocimiento del árbol causal de la malnutrición y en
el fortalecimiento de alianzas productivas, resuelve en gran
proporción esta problemática; por ello, en esta labor
participa todo el equipo interdisciplinario y de apoyo del CANIA,
desde el personal de cocina hasta los coordinadores y la gerencia,
trasmitiendo información y conocimiento a otros equipos y
organizaciones de salud, a instituciones de educación y
protección de niños, a la población usuaria del
Centro y a otros residentes de las diferentes zonas de la comunidad
de Antímano.
El abordaje integral
de la malnutrición en el CANIA, constituye uno de los
elementos claves para alcanzar el desarrollo del capital humano, en
lo que respecta a la nutrición y salud de la población
pediátrica de Antímano. Sin embargo, esta tarea
resulta difícil de lograr sin la participación de
otros entes que contribuyan a la función educadora y de
bienestar colectivo en la parroquia, en tanto que la malnutrición
esta vinculada a hábitos alimentarios culturalmente
aprendidos, aceptados y repetidos, al nivel educativo de los padres
o figuras sustitutas en la crianza del niño, al nivel de
calificación laboral, a la disposición de ingresos
económicos suficientes y a las condiciones de habitabilidad y
de acceso a servicios públicos adecuados y eficientes, entre
otros.
Debilidades
del Abordaje Comunitario y Familiar
-
Poca articulación
entre las organizaciones e instituciones locales para unificar
objetivos, establecer prioridades y diseñar proyectos
conjuntos.
-
La multiplicidad de los
problemas vividos por las familias, limitan la comprensión y
aceptación de la malnutrición y la obtención de
logros de mayor alcance.
Conclusiones:
-
La problemática
social Latinoamericana no puede ser delegada exclusivamente al
Estado. En las metas del desarrollo social todos los actores tienen
una cuota de responsabilidad y participación.
-
El fortalecimiento del
capital humano y social de un país son claves para lograr un
desarrollo sustentable a largo plazo.
-
La visión global
de la malnutrición en el CANIA ha favorecido su abordaje
integral en el ámbito comunitario e institucional,
focalizando su atención en la población más
vulnerable, mediante la detección e intervención de
los factores de riesgo influyentes en la problemática,
promoviendo la búsqueda de mecanismos de articulación
y coordinación local interinstitucional y comunal, donde
según la problemática familiar detectada, cada uno
asuma la cuota de participación que le compete y de esta
manera obtener mejores niveles de bienestar e impacto.
-
La confiabilidad que la
institución ofrece y los logros obtenidos hasta el momento
con la comunidad y las familias usuarias, demuestran el aporte al
desarrollo y fortalecimiento del capital humano y social de la
comunidad.
-
La metodología de
investigación -acción y la sistematización de
los procesos han facilitado el conocimiento del capital humano y
social de la parroquia Antímano y la focalización de
estrategias de abordaje para la obtención de metas que en
muchas oportunidades, han trascendido los objetivos de la
institución.
Propuestas:
-
Todos los sectores de la
sociedad deben asumir la responsabilidad que les corresponde según
el ámbito de acción en el enfrentamiento de la
problemática social. Estado y Organizaciones No
Gubernamentales, deben aliarse aprovechando los puntos fuertes de
cada uno y minimizando sus limitaciones para alcanzar las metas del
desarrollo social.
-
Es necesario desarrollar
en la parroquia mayor capital social o potenciar el existente,
generar confianza en las instituciones, crear o estimular mecanismos
de cooperación y participación en las organizaciones
locales colectivas, fortalecer la cultura y el conocimiento
cotidiano acumulado.
-
Se requiere crear redes
de solidaridad entre las instituciones, la comunidad y el Estado,
como forma de obtener mayor información e impacto en la
intervención, servicios eficientes, protección e
influencia en las decisiones locales. En las metas del desarrollo
social, todos los actores tienen una cuota de responsabilidad y
participación.
-
Surge la necesidad de
crear espacios de encuentros y de reflexión entre los
profesionales del área social, que permitan el intercambio de
experiencias y aprendizaje hacia la búsqueda de mayor
integralidad en el abordaje social que estimule el desarrollo del
capital humano y social, en aras de la construcción de una
nueva sociedad.
Referencias
Bibliográficas
-
Naciones Unidas. Cumbre
mundial sobre desarrollo social. Copenhague, ONU, 1995; 94
-
Klisksberg B. El rol
del capital social y de la cultura en el proceso de desarrollo.
Washington, DC.
-
Klisksberg B. América
Latina: una región en riesgo, pobreza, inequidad e
institucionalidad social. Washington, DC, 2000
-
SIC Revista. Debates
y propuestas para el consenso. Caracas, Centro Gumilla, 1999;
609:386-432
-
SIC Revista. Integración
desafío impostergable. Caracas, Centro Gumilla, 1999;
612:50-96
-
SIC Revista. ¿Y
de la política social qué?. Caracas, Centro
Gumilla, 1999; 616:242-288
-
Centro de Atención
Nutricional Infantil Antímano (CANIA). La Sectorización
Como Estrategia de Trabajo en CANIA. Caracas, CANIA, 1999; 78
-
Centro de Atención
Nutricional Infantil Antímano (CANIA). Informe de Gestión.
Caracas, CANIA, 1999.
-
Mota Adela. Aproximación
diagnóstica de la parroquia Antímano. En Boletín
de nutrición infantil CANIA. Caracas, CANIA,
1999; 3: 14-19
-
Naranjo Carmen, Martínez
José y Otros. Manejo Nutricional del Desnutrido Leve y
Moderado. Enfoque Interdisciplinario. En Boletín de
nutrición infantil CANIA. Caracas, 1999; 3: 34-31
-
Méndez Ch.
Realidades socioeconómicas en la parroquia Antímano,
Ensayo descriptivo. Caracas, CANIA-Coordinación Social, 2000;
5
-
Naranjo C, Nahr E, Muñoz
N, González W. Análisis de Indicadores
Socioeconómicos. En Boletín de nutrición
infantil CANIA. Caracas, 2000; 4: 42-49
-
Centro de Atención
Nutricional Infantil Antímano (CANIA). Logros del área
social con familias de niños desnutridos, atendidos en el
área de recuperación nutricional. Caracas, CANIA-
Coordinación Social, 1997; 30
-
Centro de Atención
Nutricional Infantil Antímano (CANIA). Informe Estadístico
Anual. Caracas, CANIA-Coordinación Social, 1995-2000.