La intervención del Trabajo Social, sus horizones y objetivos está fuertemente ligada a la forma en que, lo social es comprendido y explicado.
En otras palabras, esto implica pensar desde qué noción de
sociedad se intenta intervenir o se está leyendo una situación. Si gran
parte de las estrategiasde intervención significan operar en el espacio
de construcción de lo social que rodea a un sujeto, el campo se define
alrededor de Ias relaciones sociales de éste; la idea de "relaciones sociales"
también va a remitir en definitiva a una reconceptualización de lo Social.
El Trabajo Social desde su fundación intervino en general desde una
perspectiva si se quiere Durkheirnniana de lo social, es decir alrededor
de una preocupación acerca de la integración signada fuertemente por lo
formal. De ahí que la intervención clásica, marcada por la administración
de recursos, implicaba una manera de resolver situaciones de "anomia",
a partir de una forma contractual con ese sujeto, o grupo.
Otra modalidad de la intervención se relaciona con interpretar de
manera diferente esos presupuestos e introducirse en la esfera de lo
subjetivo desde una perspectiva "informal". En otras palabras, buscar
qué elementos, formas o cuestiones fuera de lo normativo hacen a la
situación de esa persona que es atendida dentro de una institución. Esto
implica Ieer lo social como una construcción subjetiva, adherida a las
cuestiones formales contractuales, pero dentro de un mundo marcado
por significaciones que le son propias y que están construidas desde la
identidad y la historia.
Desde esa perspectiva la intervención se orienta a
una búsqueda de recomposición de lo relacional desde lo informal, desde
lo no escrito. De ahí la posibilidad de observar lo social desde una
aproximación hacia lo cultural, interrogándose acerca de posibles
construcciones de intercambios y reciprocidades en la esfera de ese
sujeto.
A su vez lo social se:desarrolla hoy en nuevos escenarios, donde
existen nuevas relaciones de fuerza y especialmente nuevas demandas,
sociales hacia la práctica del Trabajo social, no sólo por parte de los
sujetos con los cuales se trabaja diariamente, sino también desde las
instituciones. 0 sea que lo social hoy es interrogado en forma diferente.
Si analizamos lo social en la actualidad desde una perspectiva más
relacionada con lo subjetivo, ésta se nos prsesenta como algo complejo y
en crisis. Los atravesaamientos de la crisis actual se observan en diferentes esferas, que en general se murstran con un fuerte deterioro de tipo
cuantitativo, pero también cualitativo. Uno de los impactos más relevantes
se relaciona con fuertes dificultades de comprensión-explicación, que se
centran en lo cotidiano.
Entre otros temas, la caída de Ios grandes relatos
contenedores, la falta de espacios de reconstrucción de reciprocidades o
de actualización de códigos, un fuerte retroceso hacia la esfera de lo
individual y una importante sensación de incertidumbre, muestran algunos
aspectos de la vida cotidiana actual. Todas estas cuestiones influyen de
manera eelevante en la esfera del sujeto, en especial en cuanto a la
construcción histórico social de su identidad.
Una mirada hacia la vida cotidiana, dentro del marco de la
intervención permite acceder de alguna manera a ese mundo.
En la intervención dentro de una institución psiquiátrica, la esfera
de la vida cotidiiana puede ser observada en dos planos diferentes. Uno
es el "afuera" institucional, en términos de preguntarse cómo fue construido
este sujeto como tal, desde el juego de relaciones sociales y reprocidades
que se fue dando en diferentes contextos. Es decir, pensar que un paciente
internado en una institución psiquiátrica implica a alguien que fue
construido socialmente como tal en un proceso histórico. Gran parte de
esa construcción se da en la esfera de su vida cotidiana y está atravesada
por cuestiones de tipo macrosocial.
Pero, a partir del ingreso a una
institución psiquiátrica, otra modalidad de vida cotidiana es construida y
signada ahora por la insttitución, a su vez, ésta también va a estar
rápidamente conectada con la historia de esa persona.
Desde esta
perspectiva, tomando los trabajos de E. Goffman, principalmente en su
libro "lnternados", el interrogante hacia la institución psiquiátrica no sería:
¿qué es? o ¿qué se propone ser?, sino: ¿qué tipo de nuevas relaciones
sociales construye? El ingreso a un hospital psiquiátrico implica una
mutilación del yo "en lenguaje de Goffman", y justamente esa
fragmentación se construye en le cotidieneidad. La pérdida del nombre,
eI nuevo valor del tiempo, los nuevos sentidos de lo cotidiano, pero en
especial el aprendizaje de nuevas reglas y códigos, van a marcar el
trayecto de un sujeto dentro de una intitución "total".
La parcial pérdida
de la autonomía va a marcar en forma relevante la construcción de la
identidad, de ahí surge la noción de "etiquetante" como construcción
institucional en su ratificación del discurso del "afuera". Una lectura de
algunos de estos factores, permite acceder a los núcleos significativos
que rodean a ese sujeto en tanto construcción social de éste.
La intervención en este proceso puede tomar diferentes direcciones,
una de ellas se relaciona con la pósibilidad de de-construir ese etiquetante
que en principio viene signado desde afuera y espera de alguna manera
su ratificación a través de la institución. De ahí que una intervención que
pone el acento en lo normativo o en la preocupación Durkheimniana de
la integración, es muy probable que transite por el camino de ratificación
de esa marca construida socialmente.
Otra posibilidad pasa por pensar la posible recomposición de lo
social, en términos de lazos sociales desde una vía informal, es decir
fuera de lo clásicamente entendido como cantractual, buscando formas
de contención o de sustento en el seno de la sociedad, que permitan de-construir aquello que históricamente fue elaborado, resignificando a su
vez las formas contractuales previas.
Desde esta perspectiva la construcción de lo social en un paciente
psiquiátrico pasa por un conjunto de relaciones, cuestione, hechos que
en gran manera lo preceden.
Así, lo social comienza a ser comprendido oomo una construcción
histórica, pero, desde lo cultural, lo social también es una construcción
discursiva. Lo social se construye a través de imaginarios sociales en
diferentes esferas de la vida cotidiana de un sujeto. Ese juego de
construcción se Ileva adelante en la vida cotidiana e implica una posibilidad
de aproximación desde la singularidad, concibiendo la vida social también
como algo organizado en términos de símbolos. De ahí la necesidad de
la búsqueda de significados. Los acontecimientos que rodean la vida
cotidiana, cobran hoy valores diferentes, trabajo, salud, educación implican
nuevos sentidos, cambiaron su forma de ser comprendidos y explicados.
Desde su fundación el Trabajo Social intervino alrededor de
poblaciones constituidas en forma homogénea, de ahí que los datos que
surgen en las historias sociales, apuntan en principio a una clasificación
relacionada con ubicar a un sujeto dentro de diferentes categorías de
riesgo. Estas servían para delimitarlo dentro de lo que clásicamente en
políticas sociales se denomina poblaciones objetivo. La situación actual,
signada por procesos de exclusión y vulnerabilidad, hace que la
homogeneidad se vaya perdiendo en el sentido que estos parámetros
dejaron de ser fijos para tener una gran movilidad.
Una intervención desde lo social implica en la actualidad la
posibilidad de incorporar esas cuestiones, apoyándose en otros
paradigmas explicativos, indagando acerca de cómo esa exclusión se
construye en la historia de vida de ese sujeto y cómo todo ese juego se
relaciona con lo macrosocial. Intentando facilitar la construcción de nuevos
espacios que permitan modificar los órdenes previamente construidos.