Hermanas y hermanos mexicanos de todos los sectores
sociales.
Hermanas y hermanos de los diferentes países que nos acompañan en esta marcha de la dignidad indígena.
Hermanos todos:
El EZLN desde el 2 de diciembre de 2000 reiteró su disposición al diálogo ante el nuevo gobierno de Vicente Fox, pidiéndole que cumpla tres condiciones mínimas para el reinicio del diálogo entre las partes. Fuimos muy claros desde un principio: sin el cumplimiento de las tres señales no sería posible sentarnos a dialogar, pero cumpliéndose cabalmente las tres condiciones demandadas de inmediato entraríamos en contacto con el comisionado de la paz.
No le costaba nada al señor Fox cumplir estas tres demandas, porque ¿qué le costaba darle a los pueblos indios de México lo que en más de 500 años ya no han tenido, es decir, el reconocimiento constitucional de sus derechos y su cultura.
¿Qué le cuesta a Fox liberar a nuestros compañeros que no tienen más delito que haber levantado su voz para decir "ya basta de vivir y morir en el olvido", si los que planearon, organizaron y ejecutaron las masacres de personas inocentes en Chiapas, en Guerrero y en otros estados están gozando su plena libertad y tienen el privilegio de ser premiados de algún alto cargo en el país o en el extranjero? ¿Si a los verdaderos delincuentes de alta peligrosidad los dejan escapar de las cárceles de máxima seguridad?
¿Por qué entonces tantas personas inocentes tienen que ser condenadas a muchos años de prisión?
¿Qué le cuesta al señor Fox retirar siete posiciones militares de nuestras zonas indígenas en Chiapas, que ni siquiera afecta para nada la capacidad ni el control militar del Ejército federal, porque quedarían todavía más de 250 posiciones militares ocupando las pocas tierras que tienen nuestros pueblos?
Pero la terquedad y la poca sensibilidad humana que tiene Vicente Fox no le permiten cumplir siquiera tres condiciones mínimas para reiniciar el diálogo para la paz...
Entonces decidimos venir hasta su casa, pero junto con los pasos y las voces de millones de hermanos y hermanas indígenas y no indígenas de México y del mundo, y ahora estamos aquí para llevar la respuesta.
Sólo les pediríamos al señor Fox y al Congreso de la Unión que no le pongan más candaditos a la iniciativa de ley de la Cocopa, porque lo único que van a lograr con esto es ponerle cien candados a la única puerta que conduce la paz con justicia y dignidad.
El gobierno federal y el Congreso de la Unión tienen una vez más la oportunidad de escoger la paz con justicia y dignidad o la guerra en contra de los pueblos indios y de todo el pueblo mexicano.
Democracia, libertad y justicia, desde el corazón del México Tenochtitlan, Plaza de la Constitución, Distrito Federal, por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena.
Muchas gracias. *