SABADO ¤ 10 ¤ MARZO ¤ 2001
¤ El gobierno no nos escucha, dice en Milpa Alta
Estaremos en el DF hasta que se apruebe la ley indígena: Marcos
¤ La delegación rebelde ratificó los acuerdos del congreso en Nurio ¤ Fox vacila con nosotros, afirma David
JESUS RAMIREZ CUEVAS Y RAMON VERA HERRERA
La delegación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) advirtió que no se retirará del Distrito Federal hasta que se reconozcan los derechos constitucionales de los pueblos indios.
Así lo afirmó el subcomandante Marcos en el mitin efectuado la tarde de ayer frente al museo Cuartel Zapatista, ubicado en el centro de San Pablo Oztotepec, Milpa Alta.
El vocero del EZLN señaló ante varios miles de capitalinos y comuneros de la región: "no nos están viendo ni nos están escuchando. Llenas las plazas y los pueblos, y no te ven ni te oyen. Vamos a llenar las calles a ver si nos ven y nos oyen. Piensan que somos una moda que va a pasar; piensan que te vas a ir a tu casa y a tu trabajo y que todo va a pasar. Pero no, no nos vamos a ir de aquí, que quede claro, hasta no lograr el reconocimiento constitucional de los derechos y la cultura indígenas". Después, remató con un "ya lo dijimos".
Cientos de jóvenes universitarios, trabajadores y campesinos se reunieron en la plaza principal del pueblo, apiñados en el atrio de la iglesia, en el jardín y alrededor de la explanada, frente al que fue el cuartel general de Emiliano Zapata en 1914. Antes de retirarse, el vocero del EZLN subrayó: "los zapatistas no se van hasta que se van", y la multitud respondió con el grito que se ha repetido a lo largo de este recorrido: "¡no están solos!".
Reconocimiento a las diferencias
Durante el acto hablaron diversos representantes de los pueblos indígenas que habitan los alrededores del Distrito Federal. Ahí los delegados del EZLN ratificaron, con su firma, los resolutivos del congreso indígena de Nurio.
A nombre de la Alianza de Pueblos Indígenas, Ejidos y Comunidades del Anáhuac, Javier García García defendió la idea de pueblo como "comunidad social y política", y la lucha de los campesinos por la tierra y contra la desarticulación y destrucción de sus territorios. "La dignidad rebelde de nuestros hermanos, en guerra declarada contra el supremo gobierno, es parteaguas de la historia nacional, porque marca el principio de una etapa decisiva en la lucha de emancipación de todos los pueblos indígenas del país".
Ramiro Taboada tomó la palabra por el CNI. "Con nuestros hermanos zapatistas estaremos reunidos frente al supremo gobierno. Queremos que quede escrito en la ley cómo somos. El Plan de Ayala, plan libertador de los pueblos, reclamo de los agravios cometidos, defensa enérgica de la comunalidad... Desde entonces, nuestros pueblos siguen resistiendo, seguimos en pie de lucha por el reconocimiento pleno de nuestros derechos. No renunciaremos a lo que somos".
La delegación zapatista ratificó los objetivos de la marcha por la dignidad indígena. El comandante Tacho reconoció la memoria histórica de las luchas campesinas de las orillas de la ciudad de México. También hablaron los comandantes Zebedeo y David, con mensajes de unidad y reconocimiento a los pueblos de la región.
El comandante David apuntó: "el gobieno actual de Vicente Fox está queriendo vacilar con nosotros, los zapatistas, con el pueblo mexicano y con el mundo entero. Si Fox tuviera la verdadera voluntad de resolver el conflicto y empezar a pagar la deuda histórica que tienen con los pueblos indios, desde cuándo hubiera cumplido cabalmente las tres señales demandadas".
El subcomandante Marcos abundó en los equívocos que cruzan la historia de nuestro país. "Se equivocaron cuando a matar a un indio le llamaban evangelizarlo; se equivocan ahora cuando a ese asesinato se llama modernizarlo".
En su recuento, Marcos cuestionó los prejuicios del poder: "para ellos nuestras historias son mitos, nuestras doctrinas son leyendas, nuestra ciencia es magia, nuestras creencias son supersticiones, nuestro arte es artesanía, nuestros juegos, danzas y vestidos son folclor, nuestro gobierno es anarquía, nuestra lengua es dialecto, nuestro amor es pecado y bajeza, nuestro andar es arrastrarse, nuestro tamaño es pequeño, nuestro físico es feo".
Defendió la autonomía como integradora del país, pues "lo que ahora hay es desintegración de la nación". El dilema de los pueblos indios es resistir o modernizarse; "quienes nos resistimos a la modernización, vivimos en casas con piso de tierra, paredes de palo o de lodo, techos de cartón o de ramas, y nuestra mesa está llena de carencias. Frente a estas dos opciones, la marcha por la dignidad indígena, la marcha por el color de la tierra, trata de construir una nueva: el reconocimiento de la diferencia".