El compañero Manuel Gaggero nos ha enmarcado muy bien toda la situación como para comenzar a reflexionar.
Quisiera reflexionar en torno a algunos termas a partir de la exposición de Manolo, sobre ciertos aspectos de la práctica de la vida del Che que nos pueden servir para reflexionar sobre nuestra situación y sobre qué inspiración podemos encontrar nosotros para nuestra actuación hoy.
El Che, entre otras cosas, nos ha dejado un legado muy fuerte sobre el Sujeto; el tema del Hombre Nuevo, el tema de la construcción del Sujeto, de la construcción del Hombre Nuevo, de la Mujer Nueva, de la Sociedad Nueva, es un tema muy fuerte sobre el cual quiero reflexionar un poco.
Otro tema central es el de la autonomía. El Che era marxista, pero ninguno dice que era marxista ortodoxo. Y se planteó desde una autonomía. Se replanteó toda la práctica revolucionaria, incluso enfrentándose al marxismo oficial de ese momento, incluso criticando a la Unión Soviética. Y además tenía claro muy bien que la revolución no la hacía una élite, no la hacía una vanguardia, sino que la hacía el pueblo. Su expresión muy clarita era que los gérmenes del socialismo están en el pueblo; sin el pueblo no se puede hacer una revolución.
A partir de estas expresiones del Che, que marcan valores fundamentales en toda su acción, quiero reflexionar sobre cuatro temas, o apuntar algunas reflexiones sobre estos temas.
En primer lugar sobre la autonomía. La necesidad de la autonomía de los proyectos revolucionarios.
En segundo lugar, sobre la creatividad y las nuevas formas de lucha.
En tercer lugar, sobre los ideales socialistas.
Y en cuarto lugar, sobre el Sujeto y su compromiso.
En primer lugar, el tema de la autonomía de los proyectos revolucionarios. Siempre que hubo un proceso revolucionario que aportó algo importante para la realización de la sociedad, se lo ha planteado desde una determinada autonomía; es decir, superando lo que es una repetición, una mera imitación o repetición de fórmulas, de dogmas o de prácticas.
Y es así, como por ejemplo, hoy se vuelve a reflexionar sobre lo que significó la primera revolución de las comunidades cristianas frente al Imperio Romano. Aporta algo nuevo que cambia en gran parte el universo y mina desde sus bases al Imperio. Esa revolución, por otra parte, luego es recuperada por la dominación, pero se plantea desde una novedad. Lo mismo sucedió con la revolución burguesa. Si tomamos en cuenta la Revolución Francesa, se plantea desde una absoluta novedad frente al mundo fuedal, que va construyendo un nuevo poder a lo largo de varios siglos. Sobre todo el siglo XVIII, para culminar a fines de ese siglo, con lo que conocemos como Revolución Francesa, que simplemente es la culminación de un proceso que se dio durante varios siglos.
La Revolución Soviética innova absolutamente. Si uno lee todos los textos de Marx, no se encuentra la revolución soviética. Hay bases, hay fundamentos, pero allí hay un pensar en la nueva situación creada y en la posibilidad de una revolución en un contextto que nadie lo había pensado, porque precisamente no tenían presentes ese contexto. Es Lenin y el grupo que lidera esa revolución quienes piensan ese contexto y por lo tanto elaboran a su vez nuevas metodologías. Es una creación desde las bases.
Esto nos plantea a nosotros precisamente cómo replantearse hoy la revolución. Dije bien: la Revolución. Porque la Revolución no es una cosa que se realiza en un momento determinado por una especie de milagro, no sé si desde la Historia, de la Naturaleza o de alguna divinidad. Es un largo proceso que madura en un determinado momento. Pero esa maduración exige la realización de ese proceso. La Revolución hay que hacerla hoy. El tema es qué significa hacer la Revolución hoy.
Hoy puede significar el "cacerolazo", pero puede significar también la reunión que hacemos hoy aquí nosotros.
Puede significar la marcha que hay que realizar, la difusión que hay que hacer en un grupo, esa organización que se debe hacer en un momento determinado. Es decir, eso es lo que tenemos que pensar y debatir. Y realizar hoy. La Revolución es un largo proceso que hay que realizar, pero no imitando algo, sí recibiendo enseñanzas, recuperando la experiencia de procesos anteriores, pero a su vez creando nuevas formas, creando desde la propia realidad.
Porque la Historia es una creación continua.
Este tema de la autonomía va unido al otro tema que se refiere a la creatividad y las nuevas formas de lucha. Las formas de lucha no se repiten simplemente, se crean, hay nuevas formas. Los que han aportado a este proceso de lucha tercermundista y sobre todo ltinoamericano, son los que aportan desde nuevas formas, desde la creatividad. Simpre nos fijamos en Chiapas, o en los Sin Tierra de Brasil. Pero fijémonos en Argentina. Por ejemplo el escrache.
Es una nueva forma de lucha. La ha decubierto un grupo, los H.I.J.O.S. y hoy la aprovechamos todos los sectores populares. Es producto de la fantasía, de la imaginación, de la creatividad.
El cacerolazo, que es más propio de clase media, no es propiamenete un invento nuestro, pero es una reinvención. Se ha hecho en otras partes, pero no aquí. Cuando se lo quiso hacer, de hecho lo propuso en su momento el FREPASO, no resultó. Pero resultó como creatividad cuando surgió la necesidad de hacerlo, realmente se descubrió esa forma y demostró toda su potencia.
Esas son nuevas formas de lucha. Pero antes de esto tuvieron lugar las luchas de los piqueteros, la lucha de los cortes de ruta. Todas creaciones nuevas, producto de la creativad popular. Hay que dar paso a la imaginación para crear las nuevas formas de lucha, a partir de la vida.
Y voy a exponer ahora formas dfe lucha no conocidas, pero que también tienen lugar en Argentina. Por ejemplo, los músicos. Todos los sectores populares están apretados como estamos apretados todos. El Conservatorio de Música de Buenos Aires ha sufrido fuertes ajustes, debían abandonar el local e imaginaron un nuevo tipo de lucha: durante una semana tocaban una sola pieza musical, que se denomina "Vejaciones", de forma ininterrumpida, de tal manera que comprometían a una gran cantidad de artistas. La pieza se intercalaba con paneles en los que se reflexionaba sobre la manera de luchar en contra de los ajustes.
Descubrieron una forma de lucha desde la propia actividad.
En la Universidad se han repetido muchas veces formas de lucha que pierden su eficacia, cuando son reiteradas. Cuando se corta siemrpe la misma calle, por ejemplo, al fin y al cabo lo que hace es fastidiar.
Hay que encontrar nuevas formas. Una es por ejemplo la de ir ante las empresas privatizadas como REPSOL-Y.P.F. y dar una clase sobre la historia política de Y.P.F., con lo cual se corta la calle, pero se corta simplemente por la cantidad de gente que se convoca. Es una forma de lucha que se reinventa.
Esto es algo importante, porque nos debe llevar a otra cuestión, no solamente las formas de lucha sino las estructuras.
Hay que replantearse seriamente si sirven los partidos políticos. Me refiero a si sirven los partidos políticos de izquierda. Hay que replantearse qué tipo de instrumento necesitamos nosotros en este etapa, a partir de las experiencias que hemos transitado, qué nuevas estructuras surgen, qué nuevos proyectos. Sobre esto hay ya experiencias que se dan en Argentina y en distintas partes.
A propósito de la expresión del Che, "los gérmenes del socialismo están en el pueblo", el Che era un apasionado de la educación popular. Nadie podía tomar un arma si no sabíe por qué empleaba esa arma. Por eso, lo primero que hacía era la alfabetización.
Pero no la alfabetización para aprender a decir "mamá me ama" sino aquella que significa tener conciencia. Los gérmenes del socialismo se encuentran en el pueblo, que es lo que por otra parte decía Gramsci, que hay que construir a partir del sentido común que anida en el pueblo. Allí hay valores fundamentales, que son valores socialistas, es decir valores de una nueva sociedad.
Esto significa que toda construcción que venga de arriba es una construcción que repite una dominación. Toda construcción debe partir precisamente de esos valores, que debe ser horizontal, popular, de base. Que permita ir construyendo esa nueva sociedad, que significa construir el nuevo poder.
Apunté de esta manera a la vigencia de los valores socialistas. No es que debamos emplear o no la palabra socialismo. Veamos. Los conceptos y los símbolos, tienen distintos significados de acuerdo a las sociedades, a las etapas histórica en la que se los emplea. La palabra socialismo surge en un determinado momento de la Historia, en la Modernidad. Pero los valores que expresa el socialismo no son de la Modernidad. Son tan antiguos como la humanidad. Desde que el ser humano es ser humano, hubo luchas por la liberación, por sus derechos, por la horizontalidad. Hubo construcciones sociliastas en sociedades muy antiguas. De manera que el socialismo, como proyecto, idea, como utopía, no puede ser derrotado. Que sea derrotado significa que el ser humano es derotado, que deja de ser humano. Otra cosa vemos con determinadas expresiones o etapas del socialismo. Los valores tienen la misma duración que el ser humano. Son los valores más fundamentales del ser humano. Por ello, nosotros debemos defender la vigencia de estos valores.
Y por último, el tema del Sujeto y su compromiso. Si hay algo fundamental en el Che Guevara es la coherencia entre lo que se piensa, se dice y lo que se hace.
El Che Guevara no decía nada que no hiciese. Y por otra parte, el compromiso del Hombre Nuevo, que es el compromiso revolucionario, que es un compromiso diario.
Brevemente quiero decir qué significa ser Sujeto. Cuándo uno es propiamente Sujeto.
Porque estamos empleando un concepto que no es palpable. Nadie ve un sujeto, nadie lo toca. Yo aquí no veo Sujetos, veo cuerpos. Un individuo puede o no ser Sujeto. Es Sujeto cuando se pone como Sujeto. Para ser Sujeto, uno debe hacerse Sujeto. Pero uno no puede ponerse sin presuponerse. Esto que parace tan difícil, no lo es. Para ponerme, tengo que presuponerme, porque si no, me pongo desde la nada. El presupuesto no existe sin el ponerse.
Para que se entienda, mi momento anterior no es un presupuesto si yo ahora no me pongo. Quedó simplemente como objeto y no Sujeto.
Esto no es solo filosofía. Es realidad, porque para ponernos como Sujetos, el ponernos quiere decir hacer, crear. Y crear quiere decir transformar.
Pero como somos seres sociales, el ponernos es social y el presuponernos también es social. Es lo que expresa Marx en la Cuarta Tesis sobre Foyerbad, que el Hombre cambia las circunstancias y las circunstancias cambian al Hombre.
Es decir, yo no puedo cambiar nada sino desde lo presupuesto, desde las circunstancias. Que me cambian a mí como yo las cambio a ellas. Yo las pongo como ellas me ponen. Este es el juego de lo puesto y lo presupuesto.
Y vuelvo al tema de la revolución. La revolución hay que hacerla hoy, porque lo opuesto y lo presupuesto que son, en otras palabras, las condiciones subjetivas y objetivas, están siempre. Eso de que no hay condiciones objetivas es no haber entendido lo que es la realidad dialéctica. Las condiciones siempre son subjetivo objetivas. Siempre. Por lo tanto, como siempre hay que hacerse Sujeto, siempre hay que ser revolucionario, siempre hay que cambiar las condiciones. El tema simplemente es cuáles son esas condiciones. Del análisis de cuáles son las condiciones, deduzco qué es lo que debo hacer; qué debo transformar, cómo debo hacerlo. No es lo mismo una condición que se da en un momento de auge de masas, a otra que se da en un momento de reflujo. Son momentos distintos. Pero no significa que en ese momento de reflujo, tenga que quedarme en mi casa. Tengo que seguir revolucionando, pero de otra manera. Porque el contexto es distinto. Por ello es tan importante este tipo de reflexión.
Ahora están cambiando condiciones importantes en Latinoamérica y en Argentina.
Lo que está pasando ahora es el estallido de algo que viene madurando. Si comparamos la década del ´90 con esta que comenzó ahora, en cierto sentido estamos peor que antes, pero en otro estamos mucho mejor. Estamos peor económica y políticamente. Pero estamos mucho mejor porque el pueblo resiste. Hay lucha, debate, discusión.
Comenzamos a discutir nuevamente sobre la Nación, sobre el proyecto de país. El pueblo no acepta más las pricvatizaciones, el neoliberalismo. Es cualitativamente distinto.
Tenemos que debatir esto, ver en qué situación estamos. Y esto nos dará la indicación de qué es lo que debemos hacer.
Rubén Dri