La huelga en la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM
* Con gritos, empujones y jaloneos, los paristas impidieron al rector entrar a la explanada
La Jornada, México, 26 de enero de 2000


Que los grupos externos "dejen ya en paz a la UNAM": De la Fuente

* Fue una "clara provocación"

Karina Avilés y Roberto Garduño * Después de exigir a las organizaciones externas que "dejen de una buena vez en paz" a la institución y permitan a los universitarios resolver sus problemas, el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, afirmó que lo que está en juego no sólo es el futuro de la universidad, sino también si en este México de principios de siglo "somos capaces de encontrar" una salida pacífica y democrática a un conflicto tan complejo.

El rector denunció que ayer, al intentar entrar a la explanada de rectoría, por lo menos cinco agrupaciones se presentaron en el lugar "en un acto de clara provocación y de flagrante violación a la autonomía" de la máxima casa de estudios.

Pero también exigió al CGH deslindarse de agrupaciones extrauniversitarias como el Bloque de Fuerzas Proletarias, colonos de Santo Domingo, Frente Popular Francisco Villa, Bloque de Organizaciones Sociales y Central Unitaria de Trabajadores.

Al convocar de nuevo al CGH a respetar el "mandato de la mayoría" y reanudar el diálogo con la universidad en funciones, De la Fuente denunció "la infiltración" de personas "que nunca habíamos visto con cámaras, micrófonos y grabadoras".

Puntualizó: "Una cosa es la prensa acreditada, profesional, que con plena libertad ha cubierto los sucesos universitarios con diferentes matices y puntos de vista, y otra es la infiltración de la que ustedes y la sociedad mexicana fue testigo", durante su visita de ayer, en la que no logró entrar a la explanada de rectoría.

 

¡Déjennos resolver nuestros problemas!

 

El rector lamentó que los representantes del consejo estudiantil ni siquiera hayan aceptado los resultados del plebiscito, lo cual es "un agravio para esos 180 mil universitarios. Que nos dejen resolver nuestros problemas", demandó.

Durante una conferencia de prensa que ofreció en la Casa Club del Académico después de lo ocurrido en la lateral de Insurgentes, el rector se refirió especialmente a las organizaciones ajenas a la universidad que se presentaron ayer: "Exijo que dejen ya de inmiscuirse en la vida de la universidad, que dejen a los universitarios seguir construyendo, como lo hemos hecho, pacífica, ordenada y democráticamente, la salida al conflicto y la reforma universitaria. Si el CGH es el que ha llamado a estas organizaciones a que estén con ellos en sus actos y movilizaciones, también les exijo que se deslinden de ellas y que, como universitarios, acaten el mandato de la mayoría de la comunidad", les pidió en tono enérgico.

Insistió: "¡Que nos dejen a los universitarios resolver nuestros problemas, que los grupos externos que han estado durante estos meses distorsionando la vida universitaria, dejen de una buena vez en paz a la UNAM! Esta es la exigencia del rector y la demanda de todos, absolutamente todos los universitarios que el jueves pasado, en una jornada democrática ejemplar emitieron su voto con plena libertad, y cuyos resultados --que hoy no quiso ni siquiera aceptar el CGH-- son del conocimiento de toda la comunidad y de toda la sociedad mexicana".

El rector De la Fuente reiteró que el diálogo "no se agotó en el plebiscito", y aseguró que insistirá en el camino de la conciliación y del diálogo.

* Una valla humana paralela a la ciclónica, estrategia para el bloqueo

Roberto Garduño, Karina Avilés, Alma Muñoz y Gustavo Castillo * Tan cerca y tan lejos de la universidad nacional. Un tumulto de supuestos periodistas cercó al rector Juan Ramón de la Fuente y a su comitiva y les impidió entrar a la máxima casa de estudios.

Poco antes de las 10 de la mañana, De la Fuente arribó a Ciudad Universitaria por Insurgentes Sur, desde donde fue seguido por decenas de reporteros que no deseaban perderse el momento en que el segundo rector en nueve meses de huelga pisara por primera vez las instalaciones universitarias.

Frente al Estadio Olímpico, De la Fuente caminó hacia el paso a desnivel que lo conduciría frente a la torre de rectoría. Desde ahí avanzó entre un tumulto de reporteros y fotógrafos que siguió sus pasos hasta el punto en que el rector ya no pudo avanzar. Antes de salir del paso peatonal, ya lo esperaban los gritos de estudiantes, padres de familia, colonos y presuntos reporteros e integrantes de organizaciones populares afines al Consejo General de Huelga (CGH) que le reclamaban: "¡Diá-lo-go, diá-lo-go, diá-lo-go! ¡De la Fuente eres un farsante!".

En esos momentos, Mario Benítez, Leticia Contreras y Eduardo Galván, rodeados de varios de sus compañeros, redactaban las preguntas que ya se habían acordado durante la madrugada, para que este último interrogara a De la Fuente.

Mientras el rector intentaba subir la escalinata, ese grupo de estudiantes caminó en dirección de la batahola, y desde ese momento comenzó el cerco.

Para entonces, ya esperaban a De la Fuente el operador del plebiscito, José Narro, el secretario general, Xavier Cortés Rocha --serio, incrédulo por estar tan cerca de las oficinas que abandonó hace nueve meses y a las que su ex jefe, Francisco Barnés, ya no regresó-- así como Enrique del Val, quien buscaba establecer un cordón de seguridad para el rector y varios integrantes del cuerpo directivo de la UNAM.

La entrada de De la Fuente estaba programada para las 10 de la mañana. Pero 15 minutos más tarde apenas se encontraba a un costado del túnel peatonal, de donde ya no se pudo mover. Unos 200 metros lo separaban de la torre de rectoría. En ese maremagnum, Alfredo Velarde, profesor de la Facultad de Economía y asesor del CGH, preguntó al coordinador del plebiscito: "¿Cómo está, doctor Narro? Nos volvemos a ver, cada quien de un lado. Lo emplazo a un debate personal para hacer una evaluación de la consulta y el plebiscito", a lo que el profesor de la Facultad de Medicina respondió con un "Hola, Alfredo".

En la inmovilidad, De la Fuente, quien no había recibido hasta entonces empellones ni manoteos, observaba la escena y escuchaba el barullo: "¡A ver, jóvenes, háganse para atrás, hagan una valla!", petición respondida con un silbido y varias mentadas.

Entonces, el rector intentó iniciar su discurso: "A ver compañeros, vengo con mucho gusto...", pero fue interrumpido por Eduardo Galván:

--Señor Juan Ramón de la Fuente, ¿está roto el diálogo, sí o no? ¿Respeta los acuerdos del día 10 de diciembre, cuya única vía para la solución del conflicto es el diálogo y es sobre los seis puntos del pliego petitorio? ¿Cuándo iniciamos el diálogo?.

--Vengo con mucho gusto a dejarles, como lo ofrecí el día de ayer, los resultados del plebiscito de la semana pasada. Vengo también a reiterarles la invitación para que reanudemos el diálogo a la brevedad posible, queremos hacerlo con la universidad abierta, con la universidad funcionando. Nos volvemos a sentar a reanudar el diálogo en el momento en que la universidad sea reabierta y pueda estar accesible a todos los universitarios. Vengo con ánimo conciliador, vengo a invitarlos a que juntos concluyamos este proceso y a que juntos hagamos realidad la reforma universitaria. El movimiento estudiantil ha tenido logros sin duda importantes para la universidad...--pero aquí fue interrumpido con el acostumbrado coro del CGH: "de norte a sur, de este a oeste, ganaremos esta lucha, cueste lo que cueste".

De la Fuente prosiguió:

--...Capitalicémoslo juntos y trabajemos juntos para la reforma universitaria. Este es el documento que les entrego, espero que lo consideren y espero que pronto podamos reanudar el diálogo en la universidad, con la universidad abierta y funcionando.

Los integrantes del CGH se negaron a recibir el documento, y una alumna de la Facultad de Veterinaria anunció que había un pronunciamiento del CGH:

--Si como ustedes dicen, el objetivo de su visita es simple y sencillamente emplazarnos al levantamiento de la huelga y, en nombre de un plebiscito fraudulento y unilateral, nos piden que les dejemos entrar y les entreguemos las instalaciones, el CGH les declara terminantemente que así no va a pasar. Señores autoridades, así no se resuelve la huelga, no es con una provocación ni con salidas unilaterales como se resolverá el conflicto. No promuevan un enfrentamiento entre los mismos universitarios, en su lugar promovamos el diálogo...Así que, señores autoridades, ustedes tienen la palabra. Si vienen a presentarnos un ultimátum y a romper la huelga, no pasan, pero si vienen en busca del diálogo, entonces adelante, y pongámonos de acuerdo para su inmediato restablecimiento".

El rector respondió:

--Con muchísimo gusto reanudamos el diálogo con el CGH en el momento en el que la universidad esté abierta y funcionando para todos los universitarios. Se los reitero y lo haremos, además, con ánimo conciliatorio y en un afán por dar los pasos finales a la solución del conflicto, ustedes tienen la palabra. ¡Abran la universidad y con mucho gusto reanudamos el diálogo.

Ante dicha respuesta, la estudiante reviró: "La palabra la tienen ustedes...". Y en eso, el cerco llevó a De la Fuente a retirarse. Ahora sí, entre empujones, el rector dio media vuelta en dirección de los carriles centrales de Insurgentes; en su avance, le jalaron el saco y le increparon: "¡pinche maricón, no te vayas Juan Ramón!", "¡ese es tu consenso, muchos estamos en contra", "¡hijo de Zedillo, no quieres resolver el problema!".

El trayecto hacia la Ram negra que lo llevó a Ciudad Universitaria fue difícil porque De la Fuente tropezó con una motocicleta y estuvo a punto de caer, además de que cuando abordó el vehículo, un estudiante trepó a la defensa y pintó con marcador rojo las siglas del CGH en el parabrisas. En esos momentos se desquició el ambiente, unos corrían, otros pretendían impedir el paso de la camioneta del rector y unos fotógrafos se subieron al toldo y al cofre de un carro al que estrellaron un cristal.

Minutos después, Rafael Pérez Pascual, agitado y con el sudor escurriéndole por el rostro, explicó aquella escena: "Yo creo que el desorden absoluto que se generó entre los medios de comunicación fue lo que provocó esto, pero también había muchas personas que yo creo que no son de los medios de comunicación, llevaban cámaras y generaron un desorden, quienes impidieron este restablecimiento del diálogo".

Antes de que el rector De la Fuente se fuera, decenas de huelguistas, organizaciones populares y padres de familia formaron una valla que, paralela a la malla ciclónica de Insurgentes, pretendía impedir el acceso a la explanada de rectoría. Esa estrategia se puso en práctica al correrse la especie de que los grupos antiparistas Unete y Mujeres de Blanco, así como personal de seguridad de rectoría, se habían introducido al campus por el acceso de la Facultad de Psicología. Por ello se reforzaron las barricadas en el corredor de la lateral de Insurgentes.

Así, tan cerca y tan lejos de la universidad nacional, Juan Ramón de la Fuente se retiró sin poder acceder a la máxima casa de estudios. (Con información de Gabriel León).

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