Las conversaciones sostenidas
últimamente entre enviados de la ONU y el gobierno de Irak no se han traducido
en acuerdos concretos respecto a la exigencia que se hace a Hussein para que
permita el regreso de los inspectores de desarme a su país. En tanto, EE.UU.
continúa los preparativos para una ofensiva militar contra este país considerado
"enemigo" porque en los últimos años no ha complacido a Washington.
Las sanciones que están vigentes contra Irak de parte de EE.UU.
y la ONU, según lo decidido por esta organización, no serán levantadas mientras
el gobierno dirigido por Saddam Hussein no permita que dicha misión constate que
en ese país no existe un programa de producción de armas nucleares y biológicas.
Numerosos organismos internacionales y gobiernos han denunciado
este año que EE.UU. prepara una ofensiva militar destinada a destruir la
capacidad defensiva de Irak y deponer a Hussein. Uno de los últimos en hacer
advertencias sobre estos planes ha sido el rey Abadalá II de Jordania, quien
señaló que "sería catastrófico para todo Oriente Próximo" un ataque
norteamericano.
Los planes de Bush
Las opiniones de diversos sectores internacionales apuntan a
que Bush sólo espera que se apacigüe el conflicto entre palestinos e Israel y
que termine la intervención de sus tropas en Afganistán, para poner en acción la
poderosa maquinaria bélica que está dispuesto a lanzar contra el pueblo de Irak.
El periódico "The New York Times" dio a conocer hace poco que
los planes del gobierno norteamericano comprenden una campaña aérea y una
ofensiva terrestre en la que participarían entre 70.000 y 250.000 soldados.
En otro medio de comunicación, el "Yellow Times", escribió
Christoffer Reilly el mes pasado que las propias informaciones publicadas por el
Pentágono y fuentes militares no reveladas de EE.UU. permiten confirmar que
"nuevas bases para su uso contra Irak están siendo construidas en Jordania, los
Emiratos Arabes, y Kuwait. Esos informes fueron parcialmente confirmados en un
artículo del International Herald Tribune publicado el 8 de abril de 2002.
Según ese artículo, el Pentágono ha estado desplazando equipos,
aviones y otros materiales militares desde su base aérea en Arabia Saudita a
bases ubicadas en Qatar, Kuwait, Bahrein, los Emiratos Arabes Unidos y Omán para
ayudar a las futuras operaciones aéreas de EE.UU. contra Irak.
Agrega el periodista: "Todavía no se puede confirmar que la
administración Bush esté construyendo una base aérea en Jordania. Sin embargo,
el general Tommy Franks, jefe del Comando Central de EE.UU., declaró
recientemente a reporteros en el Pentágono que durante los últimos 18 meses se
han transportado secretamente municiones de Arabia Saudita a áreas no
especificadas en la región".
Bush y los "halcones"
Immanuel Wallerstein, investigador adjunto en la Universidad
Yale, escribió un artículo para "ZNet en español" afirmando que Bush llevará a
cabo la invasión de Irak "por necesidad de política interior de EE.UU".
Señala, además, las causas por las cuales Bush está
prácticamente forzado a atacar Irak, y cuáles serán, a su juicio, las
consecuencias que tendrá esta acción bélica para la posición que ocupa la
principal potencia militar en el mundo actual: "Los halcones de EE.UU. creen que
sólo el uso de la fuerza -de una fuerza muy importante- restaurará nuestra
indiscutida hegemonía en el mundo. Sin duda es verdad que el uso de una fuerza
abrumadora puede establecer la hegemonía, como sucedió con Estados Unidos en
1945. Pero la hegemonía de EE.UU. no es lo que solía ser. La superioridad
económica del país en el mundo entre 1945 y 1965 ha sido reemplazada por una
situación en la que su posición económica no es significativamente mejor que la
de la Unión Europea o la de Japón. Por este relativo deterioro económico, EE.UU.
perdió la aquiescencia política sin discusión de sus aliados más cercanos. Todo
lo que queda es la superioridad militar. Y, como nos enseñara Maquiavelo hace
siglos, la fuerza no basta: si es todo lo que tienes, entonces su uso es un
signo de debilidad más bien que de fuerza y debilita al que la utiliza".
Añade el autor que son muy pocos los Estados que apoyan a
EE.UU. en esta perspectiva, entre otros Israel y Gran Bretaña, pero "ni un solo
estado árabe, ni Turquía, o Irán, Pakistán, ni Rusia ni la mayor parte de
Europa".
Una guerra de agresión contra Irak, dice, "podría convertirse
en otro Vietnam. Igual que en Vietnam, la guerra se prolongará y costará muchas
vidas estadounidenses. Y los efectos políticos serán tan negativos para EE.UU.
que, llegado el momento, Bush (o su sucesor) se retirará. Un síndrome de Vietnam
renovado y amplificado será el resultado en el interior del país".
Solidaridad
Durante la visita que realizaron integrantes del movimiento
Campo Antiimperialista para solidarizar con la población irakí y los kurdos,
participaron delegados de Austria, Alemania, Francia, Italia e Irán. Estuvieron
en Basrah, la ciudad más afectada por las destrucciones y contaminaciones del
ataque de la "Santa Alianza" en 1991.
La delegación constató un amplio sentimiento antiimperialista
tanto en las masas populares como entre los intelectuales. El pueblo irakí no
pide caridad, sino levantamiento del embargo y término de la agresión
imperialista.
Gracias a un esfuerzo extraordinario, se ha reconstruido la
infraestructura básica, el trafico funciona, está garantizada una alimentación
básica para todos suficiente para sobrevivir, a pesar de que no es posible
evitar la malnutrición. También el sistema de salud es gratuito a pesar de sus
limitaciones. Lo mismo vale para el sistema educativo.
En las conclusiones sobre dicha visita, se critica con mucha
franqueza aquellos aspectos considerados negativos del régimen político dirigido
por el partido Baath y el gobierno. Sin embargo, la organización resumió la
situación de Irak frente al mundo actual con las siguientes palabras: "En todo
caso, la lucha para un Medio Oriente antiimperialista y democrático tiene que
pasar por la defensa del Irak contra el imperialismo. El aspecto principal de la
democracia es el derecho a la autodeterminación nacional, incluyendo el derecho
a disfrutar los propios recursos naturales".