Guerra contra los chicos
La policía amenaza e intimida a los miembros de una familia de Tropero Sosa, en la provincia de Mendoza (Argentina).

Difundida por: Equipo Nizkor - Derechos Human Rights
Serpaj Europa
Solidaridad Urgente
25 de octubre de 2001
El hijo de Olga Lúquez murió por los disparos de unos policías de la comisaría Tropero Sosa, en la provincia de Mendoza, el 1 de octubre de 1999. Desde entonces, Olga Lúquez ha estado pidiendo que se haga justicia, y un policía de esa misma comisaría la ha estado amenazando, en persona y por teléfono.
Recientemente, las amenazas se han hecho más serias, y Amnety International cree que tanto Olga Lúquez como su familia corren grave peligro.
El 17 de septiembre de 2001, esta mujer apareció en un programa de la televisión regional para conmemorar el aniversario de su la muerte de su hijo. Ese mismo día, un policía de Tropero Sosa se acercó a ella en un autobús y sacó su pistola para intimidarla.
Al parecer, unos amigos de la familia que aparecieron en el programa de televisión junto con ella también han recibido amenazas de muerte. Según los informes, algunos han sido interrogados por la policía, que les ha dicho "que se dejen de joder con ellos porque los vamos a hacer mierda".

El 11 de octubre de 2001, cuando Olga Lúquez llevaba a su hija a la escuela, vio que un automóvil de la policía las esperaba dentro del patio de la escuela. Unos agentes armados salieron del vehículo cuando ellas llegaron, y se marcharon cuando Olga
Lúquez y su hija entraron en el edificio escolar. Las autoridades de la escuela dijeron posteriormente a Olga que nadie había llamado a la policía.

INFORMACION GENERAL
Roberto Agustín Lúquez, de 17 años de edad, caminaba por la calle junto con un amigo cuando, al parecer, tres policías salieron de un coche patrulla y se acercaron a ellos como para detenerlos. Los dos muchachos echaron a correr, porque no llevaban documentos de identidad. Roberto Agustín se escondió en la casa de un vecino. Los policías lo siguieron al interior y dispararon con una escopeta cargada con perdigones de goma. Tres perdigones perforaron el pulmón de Roberto. El muchacho fue llevado al hospital, pero murió 16 días después.

Uno de los policías ha sido acusado de homicidio accidental. A los otros dos no los han incluido en la investigación judicial; sin embargo, la investigación ha sufrido demoras y obstáculos, y Olga Lúquez está presionando para que siga adelante.